Sep 08_06 La división que Yo os traigo es la división de lo espiritual con las cosas del mundo.

Rosario.

 

Temas:

 

  • El dolor unido a los méritos de Mi Hijo, Mis pequeños, alcanza grandes potencias de salvación.
  • El Amor vencerá, pero ha de doler mucho, muchos sucumbirán ante la maldad.
  • Es un arma de dos filos el dinero, Mis pequeños, es una de las trampas mortales que os pone satanás.

 

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.,

 

Primer Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: El dolor unido a los méritos de Mi Hijo, Mis pequeños, alcanza grandes potencias de salvación.
Hijitos Míos, el dolor entró al mundo por el Pecado Original. El dolor no lo podéis separar de vuestra vida, pero el dolor unido a los méritos de Mi Hijo, Mis pequeños, alcanza grandes potencias de salvación.

Yo, como Madre vuestra, también sentí el dolor. Yo exenta de toda culpa, la Pura, la Limpia, la Inmaculada, acepté Mi Misión y el dolor, pero éste dolor iba lleno de una gran dicha, iba envuelto de una gran Divinidad. Se Me anunció dolor, se Me anunció pesar, se Me anunció muerte  y acepté todo esto, por Amor.

El Amor, Mis pequeños, es la clave de la vida del cristiano. Dios es Amor, aún la misma redención fue Amor, el Nacimiento de Mi Hijo, Yo lo di con Amor, a pesar del dolor que venía aunado a él. Mi Hijo en el Amor se dio, dentro del dolor que padeció.

Se os ha dicho que no podréis separar nunca el dolor del Amor y cuando aprendáis realmente a madurar en el dolor, veréis que inevitablemente llegareis al Amor. El Amor os hace soportar todo, el dolor, al ser inevitable en la vida del hombre, lo sabéis sobrellevar por el Amor con el que dais a vuestros hermanos vuestra vida. Queráis o no queráis, vuestra vida, vuestros actos, van llenos de sacrificio, la entrega que vosotros tenéis hacia vuestros hermanos, ya desde pequeñitos, cuando vais creciendo, el como queréis a vuestras amistades, en el noviazgo, en el matrimonio, como padres, como viudos, como enfermos, siempre tendréis dolor, siempre os daréis por el hermano, siempre tendréis la oportunidad de unir vuestra cruz con la de Mi Hijo y os daréis por Amor.

Vuestra vida no dista mucho de la de Mi Hijo, por eso quiso hacerse Hombre, igual que vosotros, para que tuvierais en Él un ejemplo de Vida, un ejemplo de donación, un ejemplo de Amor, un ejemplo de Sacrificio donado al Padre y todo por la Redención de los hombres. Vosotros así os convertís en otros pequeñitos Míos, otros hermanitos de Mi Hijo, en esa donación.

Así pues Mis pequeños, si vosotros en lugar de despreciar vuestra cruz, que es inevitable, que es vuestra vida diaria, la unís a la Vida de Mi Hijo, a la que Él padeció por vosotros, a la que Él donó al Padre por vuestra salvación, estaréis siendo corredentores con Él y eso os dará muchas bendiciones en el Reino de los Cielos, os elevará a santidad, daréis grandes frutos, veréis la Gloria infinita de nuestro Padre Dios. No despreciéis lo que Dios permite en vuestra vida, cuando sean días buenos agradecedlos y ofrecedlos al Padre por Manos de Mi Hijo, cuando sean días difíciles ofrecedlos con amor, unidos también a los méritos de Mi Hijo, todo, todo tiene poder de salvación, todo tiene poder de crecimiento espiritual, todo da vida, cuando os unís al Amor de Mi Hijo, a la Vida Íntima de Mi Hijo, a la vida de Salvación de Mi Hijo. No os separéis nunca, nunca Mis pequeños, de su vida, venid a Mi vuestra Madre para que  Yo os enseñe a estar unidos a la Vida de Mi Hijo y así caminemos juntos para la Salvación de los hombres, para la renovación de la espiritualidad de la Tierra, para la salvación de aquellos que aún no han madurado en el amor y en el dolor.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: El Amor vencerá, pero ha de doler mucho, muchos sucumbirán ante la maldad.
Hijitos Míos, Yo, Cristo Jesús, Soy división. Sí, escucháis bien y os suena raro que escuchéis estas palabras de Mí, que os diga que Yo Soy división cuando Yo os vine a traer unión, pero en las Escrituras está que en una familia habrán cinco y habrán dos contra tres, tres contra dos. Yo traje división, padres contra hijos, hijos contra padres, hermanos contra hermanos, pero esta división, Mis pequeños, se da en lo espiritual. ¿Por qué se da esto Mis pequeños?, porque os falta amor, os falta donación, os falta esa vida íntima que no habéis logrado tener, porque no la buscáis.

La división que Yo os traigo es la división de lo espiritual con las cosas del mundo. Sí, en una familia unos se buscan las cosas del mundo y otros las espirituales, por eso unos luchan contra lo bueno y otros no lo aceptan, unos viven lo que Yo os he dado y otros lo repelen y no lo quieren en su vida. Hermanos vuestros aceptan Mi Evangelización, Mis Enseñanzas, Mi Amor entre los hombres y otros aún en vuestros días las rechazan, luchan contra ellas, no las quieren, son una carga para su vida.

Esa es la lucha que Yo os vine a traer, esa es la división que tenéis entre vosotros, es la división del Bien contra el mal, del mal contra el Bien. Satanás vino a provocar ese caos en la Tierra, él se llenó de maldad y lo contagió al ser humano, el ser humano tuvo la opción de acercarse al Bien y mantenerse en el Bien, a pesar de la tentación del mal, pero cayó en la tentación y seguís vosotros cayendo en la tentación, Mis pequeños.

Yo, que Soy el Bien Supremo, os quiero atraer hacia Mi, a que os mantengáis en Mí vuestro Dios, en Mi Perfección, en Mi Amor, en Mi Virtud, en esa vida grandiosa que solamente podréis obtener al estar Conmigo, vuestro Dios, pero satanás, en su envidia, en su maldad, quiere llevaros hacia esa destrucción espiritual, pero os contagia para que no solamente vosotros os llenéis de ese mal, sino para que lo transmitáis a vuestros hermanos. Provoca en vosotros ese deseo del mal, hace que el mal os coquetee, que gocéis hacer el mal para que vosotros podáis contagiar y coquetear a vuestros hermanos y llevarlos también hacia el mal, os hace ver el mal como algo agradable, como algo necesario en vuestra vida, como algo que debéis gozar como seres humanos. Os hace creer que vivir en las pasiones, darle gusto a vuestro cuerpo, a vuestros sentidos es necesario para el buen desarrollo del hombre en todas sus facetas y así os va coqueteando, va utilizando vuestra inteligencia, os va manipulando para que vosotros creáis que es necesario el vivir en esas sensaciones malsanas, para que os podáis sentir desarrollados plenamente en el mundo.

Y así, vais haciendo a un lado la virtud y la Gracia, para llenaros de mal y de materialidad, ya no queréis acercaros a Mi, ya no escucháis Mis Palabras a través de Mis instrumentos, ya sean sacerdotes, ya sean hermanos vuestros, ya sean vuestros mismos padres o hermanos en vuestra familia. Todos aquellos que están Conmigo, son instrumentos de Mi Gracia y de Mi Amor, por eso es la división, por eso Yo os traje esa división. Yo os traje enseñanza, os traje Virtud, os traje Amor, algunos lo tomaron, otros la despreciaron, aquellos que la tomaron sienten en su corazón esa necesidad de llevar la Buena Nueva a sus hermanos que están en el mal y esa es la lucha constante de la virtud contra el vicio y la maldad.

Mis pequeños, el Amor vencerá, pero ha de doler mucho, muchos sucumbirán ante la maldad. Es una necedad del hombre el mantenerse en la maldad, la carne se vuelve un lastre muy fuerte en ellos, si no oráis de corazón, si no os sacrificáis por el hermano, si no os dais fuertemente por ellos, no los salvareis, Mis pequeños. Ayunos, penitencias, sacrificio, oraciones, mucho, mucho debéis hacer para salvar a vuestros hermanos, se pueden salvar, porque Yo estoy en vuestro corazón y escucho los deseos de vuestro corazón, pero debéis sacrificaros mucho por ellos.

Ciertamente, un alma vale mucho y así como vale mucho, debéis donaros mucho para salvarla, debéis trabajar mucho para la salvación de una sola alma. Ciertamente no es fácil, pero contáis Conmigo, acudid a Mí y juntos podremos salvar el alma o las almas que se necesitan salvar. Contáis con la Comunión de los Santos, contáis con grandes, grandes Bendiciones Celestiales, acudid a Mí, Mis pequeños, acudid al Cielo para que derrame sus Bendiciones sobre vuestros hermanos. Os he dicho que el tiempo es corto, no perdáis ni un segundo por la salvación de vuestros hermanos, que vuestra vida de ahora en adelante sea amor, donación, sacrificio. Que todos vuestros minutos y segundos sean mas tomados en cuenta en vuestra vida, que les pongáis mas atención en qué los usáis, y no los desperdiciéis en las cosas del mundo. Utilizad vuestro tiempo, que es Mi tiempo, en la renovación espiritual de la Tierra  y así vuestros hermanos gozarán y vosotros mismos gozareis lo que Yo os daré.

No claudiquéis, Mis pequeños, aunque veáis que todo se vuelve adverso a vuestro alrededor, Mi Gracia está ahí, el mal tratará de oscurecer Mi Gracia entre los hombres, hacer creer al hombre que la oscuridad ya venció, que la maldad venció a la Virtud, al Amor Infinito de vuestro Dios y cuando menos lo espere el mal, la Luz aparecerá, disipará las tinieblas y se renovará todo lo que esté caído, derrumbado, sucio, oscuro y la Luz traerá el Nuevo Mundo, que gozareis los que estéis Conmigo.

Manteneos fieles y firmes a Mi Palabra y a Mis Promesas, Yo Soy vuestro Dios y Yo cumplo lo que prometo. Manteneos en el Amor y nunca caeréis.

Gracias por estar Conmigo, gracias por donar vuestra vida por la salvación de vuestros hermanos, como Yo Mismo lo hice por vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Es una arma de dos filos el dinero, Mis pequeños, es una de las trampas mortales que os pone satanás.
Hijitos Míos, entre vosotros decís “dinero llama dinero” y muchas veces esto se vuelve una desgracia para el hombre, más que una bendición. En las Escrituras os dije, qué difícil era para un rico alcanzar la salvación y es por esto, Mis pequeños, porque el dinero, para muchos, todas esas posesiones materiales, se pueden volver una trampa para el alma. Os llenáis de bienes materiales, mucho dinero llega a vosotros y os olvidáis de Mí, vuestro Dios y del amor hacia vuestros hermanos, os sentís poderosos, la soberbia oscurece vuestra alma, os sentís dueños de esa materialidad y así, la virtud y el amor de vuestra alma se va oscureciendo, va perdiendo vida, va muriendo.

Ciertamente os he dicho que el hombre necesita de las cosas materiales para que le deis sustento a vuestro cuerpo, para que cuidéis el vehículo de vuestra alma, pero no solamente eso, Mis pequeños, sino para que a través de ésos bienes materiales, inertes, podáis dar vida, dando ayuda a vuestros hermanos por la virtud de la caridad.

Sí, para algunos, los bienes materiales pueden ser muerte, para otros los bienes materiales les van a dar gran vida, la diferencia está en cómo usarlos. Si realmente sois concientes, sois sabios y sabéis reconocer de dónde viene ése bien y lo utilizáis correctamente, estaréis salvados y salvareis a muchos. Cuando vosotros mismos creéis que lo que tenéis es por vuestros propios méritos, por vuestro propio trabajo y que os merecéis todo y más, porque tenéis las capacidades suficientes u os creéis más inteligentes que vuestros hermanos y por eso, os merecéis ésa cantidad de bienes materiales, caéis en la soberbia, en la maldad y morís. Es una arma de dos filos el dinero, Mis pequeños, es una de las trampas mortales que os pone satanás.

Si vosotros os acercáis a Mí, si vivís Conmigo en vida virtuosa, en vida de amor, no tendréis problema para saber utilizar los bienes de la Tierra, sabréis reconocer que, ellos los obtuvisteis por los dones que se os dieron, que los dones no son vuestros, que son prestados y así reconoceréis que todo lo tenéis prestado y así sabréis, como se os prometió, que lo que diereis a vuestros hermanos con amor, con desprendimiento de corazón, lo recibiríais al ciento por uno.

Pero ved la diferencia, Mis pequeños, ved aquí la diferencia, ésa es Mí promesa, vosotros cuando deis con amor al hermano necesitado, recibiréis al ciento por uno y se recibirá también por Mi agradecimiento hacia vosotros, porque estáis viviendo, primeramente, en gratitud por los dones que recibisteis, apreciando los dones que tenéis y que con ellos estáis logrando acumular esos bienes materiales y, por otro lado, estáis actuando en caridad, repartiendo lo que no es vuestro, que se os ha permitido manejar para vuestro bien y para el de vuestros hermanos y así, vuestra vida se vuelve virtuosa y ayudáis a vuestros hermanos. Pero no así con aquellos hermanos vuestros que cayendo en la soberbia, primeramente, no agradecen ni aprecian el conocimiento, los dones, la sabiduría que tienen, la utilizan para su propio provecho, entonces, en lugar de que su acción sea de caridad, de agradecimiento y sea virtuosa, se vuelve oscura, se vuelve avariciosa, se vuelve soberbia y así no atraeréis  Mis Ojos hacia vosotros ni hacia vuestras acciones, acumularéis mucho, pero para que se vuelva lastre y mucho peso, para que caigáis inevitablemente hacia la oscuridad del Infierno, os posesionáis de lo que no es vuestro y a través de esa materialidad causáis mucho mal a vuestros hermanos. En lugar de manteneros en unidad ayudando al hermano, crecéis en soberbia, os apoderáis de sus bienes, os apoderáis de su persona, no repartís, no compartís y, sí, acrecentáis lo que luego os va a arrastrar hacia vuestra muerte eterna.

Por eso, os decía que es difícil que en rico se salvara, porque se encadena tanto a sus bienes, se ciega tanto a esa materialidad, a esos dineros que cree que se le terminarán y no gana vida ni para él ni para otros a través de ello. Esas monedas se quedan frías en sus manos, mientras que para aquellos que están Conmigo y reconocen todo esto que os he dicho, se vuelven caridad por el amor con que las donan, son monedas con las que comprareis el Reino de los Cielos, actuad sabiamente Mis pequeños, con los Bienes que Yo os permito tener en la Tierra, actuad sabiamente para que compréis Mi Reino eterno, Gracias, Mis pequeños.