Rosario
Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer y único Misterio, Habla Dios Padre. 
    Sobre: La maldad que ha sembrado por todos lados la veis ya en forma  normal. 
  Hijitos Míos, os prevengo en  éstos tiempos para que no caigáis en la “normalidad”. 
  El demonio se ha encargado de  ello, la maldad que ha sembrado por todos lados la veis ya en forma normal y  ésta normalidad no debe llegar ni a vuestra mente ni a vuestro corazón, porque  en el momento en el que veáis toda ésa maldad como normal, habréis ya sacado  Mis Leyes y Mis Preceptos fuera de vuestro corazón, de vuestra mente y de todo  vuestro ser. Al momento en que caigáis en ésa normalidad, estaréis ya actuando en el  pecado y seréis ya parte de los planes de satanás. 
Por ello, Mis pequeños, deberéis pedirMe que os dé la valentía suficiente para que podáis luchar contra toda ésa maldad que os quiere aplastar.
Mis pequeños, estáis viviendo una corrupción espiritual y moral tremendas, esto no puede pasar desapercibido ante los que se llaman Mis hijos, ante vosotros los que Me seguís, los que tratáis de luchar contra el mal y contra el pecado. El espíritu de discernimiento que debéis pedirMe, os debe marcar los límites entre lo normal, que veis ahora pero que es pecaminoso y entre lo virtuoso, que viene de Mí.
Mis pequeños, debéis luchar por lo que es Mío, que es lo vuestro. No debéis dejaros arrastrar, como os dije, por ésta maldad. Satanás a través de los medios de comunicación, a través de aquellos personajes a los cuales vosotros acudís a ver, ya sea, a través de películas, teatro, a aquéllos a los cuales queréis de alguna forma, los toma, para que después sean ellos mal ejemplo y sin que os deis cuenta caéis en sus redes. ¡No!, Mis pequeños, deberéis prevenir todo esto, pedid por vuestros hermanos que están siendo atacados por satanás y sus secuaces.
El discernimiento Divino os irá indicando el camino que deberéis tomar y lo que deberéis decir ante vuestros hermanos, para hacerles ver Mi realidad Divina que deben seguir los hijos de Dios.
Apartaos, Mis pequeños, de todo aquello que puede ensuciar vuestra mente y vuestro corazón, no caigáis en su juego, juego maldito que os llevará a la condenación eterna. No por quedar bien con vuestros hermanos, que ya cayeron en ésa destrucción espiritual, vosotros les sigáis el juego con toda ésa maldad en la cual ya ellos han caído y os están llevando a ello.
Os vuelvo a pedir, Mis pequeños, no veáis la realidad que estáis  viviendo como normal, es una anormalidad que os está invadiendo. Tened  cuidado y luchad contra ella, con las virtudes, con la pureza y con Mi Amor. 
  Gracias, Mis pequeños. 
