Jun 15_06 El alma tiene deseos de alimentarse y el máximo Alimento del alma, Soy Yo.

Rosario vespertino, en la Fiesta de Corpus Christi

Temas:

  • La Fiesta de Corpus Christi, la fiesta en la cual el alma tiene su fiesta al tomarMe.
  • Se Me asesinó nuevamente, se Me hizo a un lado y se quedaron nuevamente sin Mesías sobre la Tierra.
  • El castigo os lo merecéis por necios, el perdón se os dará por Amor.
  • A los que he ido preparando para ello, os pido, Mis pequeños, que vuestra oración, vuestra donación, vuestra vida íntima, se acreciente, estéis más Conmigo.
  • Estáis a segundos, Mis pequeños, de ésos acontecimientos que irán preparando a la humanidad a recibirMe nuevamente.

 

Mensaje de  Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: La Fiesta de Corpus Christi, la fiesta en la cual el alma tiene su fiesta al tomarMe.

Hijitos Míos, es por Mi Amor, que decidí quedarMe con vosotros. Sí, Mi Cuerpo y Mi Sangre se quedó con vosotros y a través de Mis ministros, los Sacerdotes, podéis obtener éste regalo tan grande que es alimento para vuestra alma.

El cuerpo necesita alimento, el alma también lo necesita. Vosotros tenéis en la Tierra diversidad de alimentos para el crecimiento de vuestro cuerpo, para su manutención, para su salud. Yo os dejé Mi Cuerpo, Mi Sangre, os dejé Mi Ser, en una palabra.

Mis pequeños, Yo, como Dios os doy todo. Si realmente consideráis y recordáis que Yo, como Dios, en Mi Santísima Trinidad, creé todo, todo salió de Mí, al tenerMe a Mí pues, en la Sagrada Eucaristía, Me tenéis a Mí y tenéis todo. Es simple, es sencillo, Mi Evangelización fue para niños, ¿por qué hacer todo tan difícil?, cuando realmente os pedí eso, ser como niños, era para que vinierais a Mi y al tomarMe crecierais, como crece un niño, pero hacéis todo tan difícil, Mis pequeños, hacéis a  un lado el Alimento Precioso, crecéis y empezáis a embeberos con las cosas del mundo y Me olvidáis. Estoy ahí, en el Tabernáculo esperando vuestra llegada, esperando vuestra compañía, esperando vuestras palabras, esperando vuestro arrepentimiento, esperando vuestros deseos, esperando vuestro perdón, esperando vuestra donación, ¿qué más os puedo decir?, estoy Yo ahí, para escucharos, pero sobre todo, lo que más quisiera Yo, que vosotros fuerais a buscarMe para alimentaros de Mí, de vuestro Dios. El alma tiene deseos de alimentarse y el máximo Alimento del alma, Soy Yo. Aquellos que Me toman diariamente, igual que como tomáis los alimentos, cuando un día no Me pueden tomar, sienten ésa falta de alimento en el alma. Sí, ya Soy Alimento diario para muchos y sienten la diferencia en su ser cuando no Me comen en un día, ya no digamos dos ó tres, porque sienten un gran vacío en su interior y es una realidad, Mis pequeños, Yo estoy alimentando a ésas almas.

Si vosotros dejáis de comer uno ó dos días, si ayunáis, ó por alguna causa no tomasteis alimento para el cuerpo por uno ó dos días, sentís un malestar en vuestro ser. Lo mismo sucede en vuestra alma, solamente que en el alma es todavía más grave, se siente un vacío interno fortísimo, porque el alma tiene capacidades mucho más grandes que las que tiene el cuerpo, vuestro sufrimiento es mayor, vuestra necesidad es mayor, vuestros deseos son mayores; es otro mundo, como vosotros decís, y es una realidad.

Sabiendo todo eso, Mis pequeños, por eso Me quedé con vosotros, para estar con vosotros, ser parte de vosotros, eso es la Fiesta de hoy, la Fiesta de Corpus Christi, la fiesta en la cual el alma tiene su fiesta al tomarMe, al hacerMe suya, hacernos uno, el alma con su Dios, Alimento Divino para el alma.

Mis pequeños, Yo estoy con vosotros, Me mantendré con vosotros hasta el fin del mundo, no desperdiciéis éste gran regalo que os he dado, Mi propia presencia entre vosotros y en vosotros.

Gracias, vosotros, los que Me tomáis seguido y sobre todo los que agradecéis por éste Alimento tan grande que Yo os he dado, os amo y Me mantengo con vosotros.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Se Me asesinó nuevamente, se Me hizo a un lado y se quedaron nuevamente sin Mesías sobre la Tierra.

Hijitos Míos, agradecedLe a Nuestro Padre, a Nuestro Dios, Mi Padre, que tengáis vuestra misión, en cierta forma velada y más que vuestra misión, el momento de vuestra muerte, vuestros últimos momentos, porque ciertamente se necesita una gran fortaleza para poder sobrellevar ésos últimos minutos de vida humana sobre la Tierra antes de dar el paso definitivo, bello, ciertamente, pero difícil si no habéis vivido en Mi Amor, en el Amor de vuestro Dios.

Yo siempre tuve presente Mi Misión, Mi Muerte, Mi Sacrificio, por eso le pedí a Mi Padre, que si fuera posible, apartara de Mí ése Cáliz. Sí, Soy Dios, pero también Hombre y Yo iba a sufrir como Hombre, sufrí como Hombre, pero con sensibilidad Divina, que eso vosotros todavía no lo podéis entender, porque es muy grave, muy doloroso. Un determinado dolor, una injuria, una blasfemia, un golpe, duele diferente cuando lo recibe el alma santa, que cuando lo recibe un alma pecadora. Yo, Mi Ser Santísimo, Purísimo, Divino, iba a recibir ofensas satánicas, porque el mismo satanás tomó a los verdugos, se encarnó en ellos, para vengarse de Mí, su Dios. Entenderéis en algún momento éste sufrimiento tan grave y todo ello lo soporté por vosotros, por Mi Amor a vosotros.

Ése era Mi Cáliz, parte de ello fue ése ataque satánico en los verdugos, pero también, el más doloroso, la traición de aquellos a los que Yo les hice el bien durante Mi tiempo de Evangelización. Muchos de ellos fueron sanados, quizá hasta resucitados, les devolví la vista, la salud en casos graves, mortales. Tuvieron de Mi alimento y aún así se pusieron en Mi contra, blasfemaron, Me repudiaron, sabían e intuían fuertemente que Yo era el Mesías, el Hijo del Dios Verdadero y esto es lo grave de ése pecado, haberMe dado la espalda, haberMe atacado, haberMe golpeado y haber pedido Mi Muerte. Una Muerte de bandido, de ladrón, de asesino. ¡Cuánto dolor para Mi Corazón!, Yo que Me di plenamente por vosotros y digo por vosotros, por todos vosotros, porque Me di para todos los tiempos.

Y ahora, en éstos tiempos, en que ahora estáis viviendo vosotros, sigue sucediendo lo mismo, se Me hace a un lado, se Me traiciona, se Me blasfema, se Me vuelve a asesinar, ya no entro en la vida del hombre, Soy un estorbo para muchos de vosotros. Es triste, pero es  verdad, ya no le sirvo al hombre, el hombre se ha satanizado, se ha ido por caminos muy contrarios a los Míos. Ahora el hombre ha dejado que satanás lo tome para atacarMe. Él tomó a los verdugos, ahora, muchos de vosotros sois Mis verdugos en éstos tiempos, por haberMe dado la espalda y haber permitido que satanás guíe vuestras vidas.

Seguís haciendo lo mismo, atacando a vuestro Dios, blasfemándolo y pidiendo nuevamente muerte para Mí, sacarMe de vuestra vida, sacarMe del mundo.

Mis pequeños, al sacarMe del mundo, pasará lo mismo que pasó en ése momento. Al momento que muero, la Naturaleza se rebela, terremotos, gravedad, maldad. Repasad las Escrituras, Mis pequeños, no estáis lejos de ello nuevamente. Lo bueno se rebela y otra vez padeceréis ése momento de muerte, en donde todo será grave, hasta que no venga Yo, nuevamente, en Mi Resurrección, a traer Paz, Luz, Vida, a los que se mantienen en espera santa. Por ellos, por ellos, todavía, habrá un tiempo de Misericordia, se aminorarán los sufrimientos, pero tendrán que suceder, para que se den cuenta, en la humanidad entera, de que se Me asesinó nuevamente, se Me hizo a un lado y se quedaron nuevamente sin Mesías sobre la Tierra, que las fuerzas satánicas tomaron el poder y sufriréis, Mis pequeños, por vuestra maldad, por vuestro olvido, por vuestra necedad.

Hay tiempo todavía para el arrepentimiento, tomadlo para que no sea grave, muy grave vuestro sufrimiento. Estoy con vosotros, acudid a Mí en cualquier momento, estoy con vosotros, Soy vuestro Dios.
Gracias Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: El castigo os lo merecéis por necios, el perdón se os dará por Amor.

Luz, Mis pequeños, Luz es lo que ahora necesitáis, pedídMela a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios. Luz para que podáis ver el camino verdadero que debéis tomar. El demonio, satanás os ha puesto tantos caminos en vuestra vida, ha cambiado las señales que Yo Mismo os di y ha provocado que ya en la obscuridad no podáis ver.

Sí, es la obscuridad del pecado, es la obscuridad de la maldad del hombre que se ha dejado llevar por las fuerzas satánicas, es la maldad que el mismo hombre ha inventado, ayudado por satanás para destruir al mismo hombre y destruir todo lo Mío con lo cual Yo os puedo hacer grandes y os puedo llevar a la Luz. Sí, vosotros mismos estáis haciendo Mi Luz a un lado, por eso caéis tanto, por eso os tropezáis, por eso ahora ya no sabéis cuál es realmente el camino que debéis seguir, estáis ya emborrachados de tanto mal. Así le pasa al hombre cuando se emborracha, pierde la noción de su vida, cae, se levanta, se golpea, se azota, va de un lado a otro, se accidenta. Así estáis vosotros, Mis pequeños, accidentados todo el tiempo y todo porque no querer ver a ésa Luz Divina que os puede guiar y os puede mantener de pié.

Sí, podéis estar de pié, seguros de los pasos que estáis dando, ¡pero no!, queréis seguir en la obscuridad, porque ya vuestra conciencia está tan dañada, que os apena estar presentes ante Mí. Sabéis que Yo vivo en vuestro interior y sentís vergüenza de vuestro interior, porque está ése interior frente a Mí. Sí, sentís que Yo os estoy regañando, pero es el regaño del Padre al hijo, es el regaño del Padre que ama al hijo y que lo quiere de vuelta por el buen camino. ¿Qué padre ó qué madre, al ver a sus hijos por el mal camino, en vicios, no hacen lo imposible por ayudarles a levantarse?, se gastan sus ahorros con tal de darles un tratamiento con el cual puedan llegar a recuperar la salud.

Así estoy Yo con vosotros, Mis pequeños, Soy vuestro Padre, estoy en vuestro interior, os muestro la Luz, os muestro el camino, os pongo hermanos vuestros en vuestro camino que os puedan levantar y llevaros a la Luz, Luz de salvación, Luz de nueva Vida, Luz en donde respiraréis nuevamente la posibilidad de que vuestra alma siga creciendo y no se quede enlodada en el fango, en donde habéis caído ya una gran mayoría de vosotros.

Os doy tantas oportunidades, Mis pequeños, para que os levantéis, ¡pero no!, insistís en manteneros en lo malo, en la suciedad, en el lodo y así vais enlodando a tantos que están a vuestro alrededor, no les dejáis crecer a ellos tampoco.

Yo esto ya no lo puedo soportar porque os amo, Soy el Padre más Bondadoso que pueda existir y por eso mismo, tengo que entrar ya en vuestra vida como el Padre que ama y que os tiene que castigar, pero también os quiere levantar. Realmente aquél que ha escogido el mal camino recibe un castigo, pero también recibe un perdón y Yo estoy aquí para perdonaros. El castigo os lo merecéis por necios, el perdón se os dará por Amor y porque os quiero ver nuevamente en dignidad de hijos de Dios. Sois hijos Míos y no os quiero ver como cerdos en el fango. Recibiréis vuestro castigo, el cuál os llevará inmediatamente al perdón.

AgradecedMe pues, Mis pequeños, lo que se os venga, porque vosotros mismos sabréis que os lo merecéis, pero agradecedMe que después de ello recibiréis Mi perdón y recibiréis nuevamente Mis Gracias, que abundantemente se derramarán sobre toda la humanidad, en cada alma, en cada ser.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: A los que he ido preparando para ello, os pido, Mis pequeños, que vuestra oración, vuestra donación, vuestra vida íntima, se acreciente, estéis más Conmigo.

Hijitos Míos, estáis a momentos de una nueva y gran lucha como la que se desató entre los Ejércitos Angelicales y los ejércitos de Luzbella al Principio, en los Cielos.

Nunca se ha dejado de dar, siempre habéis tenido la lucha, pero ésta será la Gran Lucha, en la que se estremecerán los Cielos, los Infiernos y la Tierra entera.

Vosotros, los que sois sensibles a Mi Gracia, los que sois sensibles a Mi Amor, los que sois sensibles a la maldad de satanás, estáis sintiendo ya en el ambiente los cambios. Esto es una realidad ya, Mis pequeños, que no todos los pueden sentir ni percibir, por eso, a los que he ido preparando para ello, os pido, Mis pequeños, que vuestra oración, vuestra donación, vuestra vida íntima, se acreciente, estéis más Conmigo, que apoyéis la Gran Lucha Angelical, Santa, Celestial contra las fuerzas satánicas.

Estáis vosotros en la Tierra a la mitad del camino, los ataques serán fuertes, Mi Gracia también, no estáis solos, no estáis desamparados, os he dicho que pertenecéis a los Ejércitos Celestiales, pero tendréis que hacer vuestra parte. Vosotros estáis en el mundo físico y ahí es donde vuestra ayuda deberá ser mayor. Sí, vuestro interior, vuestra espiritualidad está Conmigo, está con los Ejércitos Celestiales, está con todo lo Divino y Santo, pero vuestro cuerpo, vuestra vida física, también debe hacer su parte con vuestros hermanos aquí en la Tierra, debéis apoyarlos, debéis hacerles ver la realidad de lo que está aconteciendo a vuestro alrededor.

Debéis ayudarles a ellos a entender los cambios que irán viendo, para que se den cuenta de que todo lo que se les había avisado desde antiguo ya lo estáis padeciendo. Debéis insistir, Mi Gracia estará con vosotros, para que podáis ayudarles a salir adelante de ésta Gran Lucha.De acuerdo a vuestro pecado, a vuestra maldad, a ése olvido de Mí, será así el sufrimiento; si estáis Conmigo, Mi apoyo será mayor y el sufrimiento menor. Aquellos que se han aparatado de Mí, e hicieron su vida muy aparte de Mí, ellos sufrirán más y deberéis apoyarlos más.

Recordad, en la prueba hay agradecimiento en el dolor, cuando el alma reconoce su mal, pide perdón y sabe que lo que está recibiendo es por su mal. Ahí tenéis al buen ladrón, él reconoció su maldad, reconoció que el sufrimiento que estaba padeciendo se lo merecía, pero se arrepintió y se ganó el Cielo.

Habrá muchos en éstos momentos que harán lo mismo y se les dará el Cielo, pero habrá otros, como el mal ladrón, que no reconocerán su mal proceder y blasfemarán contra Mi Santo Nombre y esto puede llevarlos a la condenación eterna, ahí es donde vosotros deberéis ayudarles, ayudados con Mi Gracia. Traédmelos a Mí, traédmelos a Mi Misericordia, para que derrame sobre ellos y les alcance para la vida eterna.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Estáis a segundos, Mis pequeños, de ésos acontecimientos que irán preparando a la humanidad a recibirMe nuevamente.

Hijitos Míos, ¡qué necedad del hombre!, cuando conviví entre vosotros, decía a vuestros hermanos y ahora os lo digo a vosotros, si sabéis predecir lo que sucederá en el clima al ver las nubes, al ver vuestro alrededor, es necedad vuestra no querer predecir lo que los signos de los tiempos os están marcando y todo por vuestra necedad, por no leer las Escrituras, por no querer saber lo que Yo os dejé para ayudaros. Los profetas os ayudan, Mi Evangelización os ayuda, todo está a vuestra disposición para que conozcáis los momentos, ciertamente el momento exacto solamente lo sabe Mi Padre, pero vosotros podéis conocer, por los acontecimientos, que el momento culminante está ya cerca. Los mismos sacerdotes, fariseos, escribas de ése tiempo, cuando Yo Nací, sabían que ése ya era el tiempo.

No os hagáis tontos, Mis pequeños y creáis que todavía no es Mi tiempo, en el cual tengo que purificar a la Tierra y regresar nuevamente a levantar a ésta humanidad. Estáis ya en el momento, ahora os lo digo Yo, por aquellos necios que no quieren buscar en las Escrituras lo que ahí está escrito. Estáis a segundos, Mis pequeños, de ésos acontecimientos que irán preparando a la humanidad a recibirMe nuevamente.

Pero, ¿cómo debe prepararse la humanidad?, ¿cómo se prepara un pueblo para ver a su Rey?, ¿cómo se presenta el pueblo ante el Rey, en lo personal? Tenéis que estar limpios, tenéis que estar preparados de cuerpo y alma, purificados, un solo pensamiento, el Mío. Pureza santa, vida santa, deseos santos, la purificación que se dará para toda la humanidad, será para esto, Mis pequeños, para que la maldad por fin termine en vuestra vida, se haga a un lado todo aquello que os ha llevado a la obscuridad, no es malo lo que vendrá, es lo mejor que le puede pasar al alma en éstos tiempos. Ved a un lado y al otro, ved la podredumbre a todos niveles, no podéis ya ser ciegos a todo esto, estáis viendo y os está afectando en lo personal, en los grupos, en los pueblos, en el mundo entero.

No seáis necios, Mis pequeños, ya estáis viviendo los últimos momentos que os prepararán al gran momento de la belleza Celestial, cuando Me veréis regresar nuevamente, pero ahora en Gloria, como quisieron verMe en aquél tiempo los fariseos, los escribas, los ancianos insensatos, así querían ver a su Mesías, no supieron verMe en Mi Pequeñez, en Mi Humildad, en Mi Pobreza del mundo. Ahora Me veréis como ellos quisieron, pero ya estaréis purificados, porque también padeceréis todo el cambio por vuestro pecado, por vuestro rechazo.

Así pues, Mis pequeños, os vuelvo a repetir, preparaos, preparad vuestro interior, al cambiar vuestro interior se manifestará en vuestros actos, debéis vivir en vida íntima Conmigo, en vida Santa y así, vuestros actos externos serán amorosos, serán santos, serán buenos. Ved que os estoy insistiendo en santidad, que es muy diferente a ser simplemente buenos. Todos vosotros estáis obligados a ser santos y eso es aceptar Mi Voluntad, vivir bajo Mi Voluntad, vivir bajo Mis Preceptos, vivir en Mi Amor. La santidad es la perfección de la Bondad y ahí os quiero llevar, Mis pequeños, porque si vais a convivir Conmigo, el Santo de los Santos, vuestra presencia deberá ser santa también y así Yo os podré dar infinidad de regalos, que solamente en santidad podréis sacarles el provecho debido y agradeceréis, también de corazón, porque los entenderéis, ahora ya con una nueva mentalidad y con otro corazón.
Gracias, Mis pequeños.