Mayo 29_06 Yo Soy ésa unión Divina entre el Cielo y la Tierra, la Tierra y el Cielo.

Rosario.

Temas:

  • Manteneos firmes en la oración íntima, Mis pequeños y os aseguro que si os mantenéis así, pronto recibiréis respuesta a vuestros deseos.
  • No seáis soberbios, Mis pequeños, no estáis bien y lo estáis viendo a vuestro alrededor.
  • Yo Soy la unión entre vosotros y Mi Hijo.

 

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Manteneos firmes en la oración íntima, Mis pequeños y os aseguro que si os mantenéis así, pronto recibiréis respuesta a vuestros deseos.

Hijitos Míos, la intimidad es una Gracia muy especial que concedo a las almas que buscan estar Conmigo, con vuestro Dios.

En la intimidad, aquéllos que desean estar en lo profundo Conmigo, reciben ésas gratificaciones grandes, como Mi Hijo lo hizo con Sus íntimos, con los que escogió como apóstoles, aquéllos que habiendo pasado la prueba se mantuvieron con Él, firmes. Fue una preparación muy especial la que les dio, conocieron Su Amor en profundidad, conocieron la Sabiduría Divina, a tal grado de ellos poder, posteriormente hacer lo que Él hizo.

En la intimidad es donde se conoce más a la otra persona y aquí, Conmigo, Mis pequeños, vosotros Me tenéis todo el tiempo, pero también debéis poner de vuestra parte, tomaros un tiempo para estar Conmigo, con vuestro Dios, escucharMe, porque vosotros estáis acostumbrados nada más a ser escuchados, pero deberéis tener ésa paciencia y ésa seguridad de que vosotros también Me escucharéis.

Manteneos firmes en la oración íntima, Mis pequeños y os aseguro que si os mantenéis así, pronto recibiréis respuesta a vuestros deseos, – el escucharMe a Mi, vuestro Dios -, pero más que todo, a Mi, vuestro Padre. Os he dicho que todos vosotros tenéis la obligación de hablar Conmigo, con vuestro Dios y vuestro Padre, porque somos familia y en una familia los padres hablan con los hijos, los hijos con los padres y ésta es la forma como los hijos crecen, se intercambian ideas, se perfeccionan, se aman.

La oración íntima os va a hacer crecer grandemente y así lo podéis constatar con la vida de los santos; una buena parte de su tiempo la dedicaban a la oración íntima, a buscarMe, a buscar Mi Sabiduría, a conocer Mi Amor, a preguntarMe cómo resolver sus problemas, a pedir ayuda cuando se necesita. Todo esto, Mis pequeños y más, lográis en la oración íntima, no despreciéis éste regalo, ésta Gracia especial que Yo os concedo, el poder conocerMe más en vuestro interior. Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: No seáis soberbios, Mis pequeños, no estáis bien y lo estáis viendo a vuestro alrededor.

Hijitos Míos, Yo, como Hombre-Dios, vine a poner a orden en la Tierra y sobre todo vine a reeducar a la Tierra, al Mundo, al hombre, que se había desviado por el pecado y que satanás lo había desviado fuertemente del estado de Gracia.

Yo sirvo como una conexión entre el Cielo y la Tierra, estoy aquí para enseñaros cómo podéis crecer, cómo podéis ser corredentores junto Conmigo, cómo podéis dar vida, como Yo la di también. Como os he dicho, antes de que Yo viniera, todo era tinieblas, muy pocos eran los que se mantenían en ésa vida íntima, tratando de mantener lo que las enseñanzas de los profetas antiguos les daban. El porcentaje mayor de seres humanos vivía en la obscuridad, vivían en ése destierro que ellos mismos se habían procurado al vivir fuertemente en el pecado.

Yo Soy ésa unión Divina entre el Cielo y la Tierra, la Tierra y el Cielo. Habéis aprendido de Mí y ahora, Mis pequeños, debéis tomar de Mí, para poder llevar a cabo la tarea que os corresponde.

Satanás, al hablaros que estáis de paso, os hace creer que vinisteis solo a sufrir ó que vinisteis solo a gozar. Os ofrece muchas opciones para separaros de la vida espiritual, o si os da una vida espiritual, se os enseña la de otros hombres, de una cierta vida espiritual, la cual es muy contraria a lo que Yo os vine a enseñar, os llena de soberbia, os hace que os separéis de Mí, creyendoos superiores a Mí.

Mis pequeños, aún vivís en el error, aún vivís fuertemente en la maldad y tenéis que poner de vuestra parte. Yo Me hice como vosotros pero, como os dicen las Escrituras, fui igual que vosotros, menos en el pecado. Vosotros debéis tenerMe a Mí como ejemplo de Vida, porque Yo, como Dios, como Hermano vuestro, Hermano Mayor, os he venido a enseñar lo que es la vida nueva, lo que es la Luz, lo que es el camino que debéis seguir todos vosotros.

Camináis errantes sobre el mundo, aún a pesar de todo Mi esfuerzo, queréis seguir haciendo lo que vosotros queréis y no puede ser así, Mis pequeños, vinisteis a construir un mundo nuevo. Os vuelvo a repetir, tenéis las bases y debéis ayudarMe, porque os conviene a todos, si vosotros no hacéis vuestra parte, los demás también la van a padecer. Cuando vosotros os unís y trabajáis, todos gozan, todos reciben, pero debéis ser parejos, trabajar igual, pero empezando por vosotros mismos, purificando vuestro ser, sacando de vuestra alma todo aquello que no sirva para la reconstrucción de Mi Reino.

Os he dicho que sois parte del Cuerpo Místico de Cristo, de Mi, vuestro Salvador, si una parte se enferma hay que aliviarla. Aquí es donde vosotros, con honestidad, debéis preguntaros si estáis enfermos o si estáis sanos. Si estáis enfermos, deberéis acudir al Médico de cuerpos y almas, que Soy Yo, vuestro Dios. Si estáis sanos, venid a Mí, para que alcancéis perfección. Nadie se puede quedar estático, debéis actuar y actuar para el bien.

La maldad os va a seguir atacando y si vosotros no la contrarrestáis con la bondad que vosotros mismos empecéis a producir en vuestro interior, os va a ahogar nuevamente y os va a llevar a ésos tiempos antiguos en donde todo era tinieblas. No despreciéis la Luz que Yo os traje y que ahora tenéis y podéis tomar y engrandecer.

Si vosotros caéis a las tinieblas, es porque vosotros mismos no queréis mejorar y si es así, es vuestro pecado lo que os hace estar como estáis y padecer lo que vosotros mismos habéis creado.

Venid a Mí, pues, Mis pequeños, no os quedéis caídos, que Yo os puedo levantar. Tenéis todo lo necesario para vuestra perfección, pero deberéis primeramente ser humildes para reconoceros necesitados de Mí, de vuestro Dios. No seáis soberbios, Mis pequeños, no estáis bien y lo estáis viendo a vuestro alrededor.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: Yo Soy la unión entre vosotros y Mi Hijo.

Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María.
Mi Hijo os ha dicho que Él es el que hace la unión del Cielo con la Tierra, la Tierra con el Cielo.

A través de Él podéis llegar al Cielo fácilmente, Él es el Camino, es la Luz, es la Sabiduría, es el Amor, de quien debéis aprender, Mis pequeños, para alcanzar la vida eterna. Y Yo, Mis pequeños, he sido puesta ante vosotros, para atraeros al Corazón de Mi Hijo, Yo Soy la unión entre vosotros y Mi Hijo. Yo como Madre y como todas las madres deseamos lo mejor para los hijos y ¿qué es lo mejor para vosotros?, es Mi Hijo, es Mi Dios, es vuestro Dios.

Una Madre consiente a los hijos, los lleva a donde podrán estar mejor y podrán obtener lo mejor. Ésta es Mi posición ante vosotros, Mis pequeños, llevaros a la perfección, llevaros a donde obtendréis los mejores regalos para vuestra alma, para vuestro desarrollo espiritual y es la profundidad del Corazón de Mi Hijo. Yo he aprendido de Él, Yo Vivo para Él y así os quiero también traer a vosotros, porque Mi gozo es infinito y Yo quiero que vosotros tengáis también ése gozo infinito.

Mis pequeños, vivís en la obscuridad porque sois tercos, porque no os dejáis mover, porque dudáis, porque no hay humildad en vuestro corazón, porque no creéis en las Palabras que Mi Hijo os ha dado, porque no tenéis vida espiritual santa, fidedigna. Buscáis por todos lados, buscáis en la obscuridad y creéis que en la obscuridad encontraréis la Luz y la obscuridad os llevará a más obscuridad. Todo aquello que no venga de Nuestro Dios, que no venga de la Luz que os ha dado Mi Hijo, no os dará Luz a vosotros. Satanás es perverso y él os quiere llevar a la obscuridad a donde está él, él no puede daros Luz, porque no la tiene, él la perdió, así que, lo único que puede hacer con vosotros y es lo que quiere hacer con vosotros, es vuestra destrucción espiritual.

Todo aquello que no venga de Mi Hijo, de Sus enseñanzas y de Su Amor, necesariamente viene de la obscuridad. Por eso el mundo ahora en tinieblas está y si no acudís a Mí, Mis pequeños, para que Yo os lleve a Mi Hijo ó si no acudís directamente a Mi Hijo, no podréis obtener la Luz, la Sabiduría y la Vida que todos debéis tener y a la cual todos vosotros estáis llamados, porque vosotros pertenecéis a la Luz, vosotros pertenecéis a vuestro Dios, a Mi Dios, a la Trinidad Santísima, vosotros no pertenecéis a las tinieblas, no fuisteis creados para sufrir y vivir en las tinieblas.

Aquí, os quiero hacer hincapié en algo, cuando os he dicho “vosotros no fuisteis creados para sufrir”, ésta frase es muy diferente que la que usa satanás, él la usa para desviaros, porque os dice que vinisteis a gozar a la Tierra y que debéis aprovechar vuestro tiempo, el tiempo que Nuestro Padre Dios os ha concedido en vida para estar aquí en la Tierra para servirle, para dar Luz a vuestros hermanos, él os lleva hacia una vida carnal, hacia una vida de placer, hacia una vida superficial, hacia una vida de pecado, ése es el gozo a donde él os lleva. El gozo a donde os lleva Mi Hijo, es un gozo con dolor, es el gozo de la salvación, es el gozo de la donación, es el gozo del sacrificio, es el gozo de la muerte por vuestro Dios, es el gozo de dar vida a pesar de vuestro sacrificio y quizá hasta de vuestra propia muerte. Gozáis mientras trabajáis para vuestro Dios, gozáis porque estáis dando vida.

Una madre, cuando tiene a su bebé, goza en medio del dolor que está teniendo en el parto. Así es el gozo de Mis hijos, el gozo de los hijos de Dios, se goza aún en el dolor y en el ataque, porque satanás no suelta a las almas fácilmente y debéis luchar por arrebatarle las almas y conseguir ése gozo para las almas, sufriréis, pero gozaréis internamente por haberle dado un alma más a vuestro Dios.

Tratad de entender éste concepto, Mis pequeños, porque vuestro gozo no es el gozo del mundo, vuestro gozo es un gozo Celestial.
Gracias, Mis pequeños.