Abr 25_06 “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.

Rosario.

Temas:

  • “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.
  • Habéis caído en la mediocridad, por la negligencia.
  • Todo aquello que dejéis que entre a vuestra alma, tarde ó temprano va a afectar también a vuestro cuerpo.
  • Siempre el discernimiento Santo os abrirá la puerta indicada para que vayáis por el camino seguro y tengáis la solución correcta.
  • Sed claros en vuestros conceptos, vivid siempre en la Verdad, no dejéis duda sobre algo ó sobre alguien.

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.
Hijitos Míos, en las Escrituras os di una frase referente al Matrimonio: “lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.

Mis pequeños, tanto éste Sacramento, como los otros Sacramentos que tenéis, es la unión del alma, Conmigo, con vuestro Dios, pero, por vuestra falta de Fe, estáis acostumbrados a ver nada más lo corpóreo, lo material, lo que se ve.

Entre vosotros, hacéis contratos de diferente índole, ya sean comerciales, de amistad, judiciales, etc., pero no estáis viendo el contrato que hacéis Conmigo, con vuestro Dios a través de los Sacramentos y así como Yo, en cada Sacramento, prometo infinidad de Bendiciones, Gracias, cuidados, crecimiento espiritual, protección, vosotros también tenéis que cumplir con vuestra parte, y es el de respetar ésa unión que se hace Conmigo.

Mis pequeños, el trato Sacramental que hace el alma Conmigo, con vuestro Dios, es un trato indisoluble, es eterno, no se puede romper, entendedlo, Mis pequeños, por eso, antes de llegar a la recepción del Sacramento, deberéis estar seguros si lo vais a tomar y respetar para siempre, porque Yo así lo estipulo. A nivel espiritual, Mis pequeños, todo se vuelve más grave, más serio y debéis respetar esto que Yo os doy. No es un juego, no es para tomarse por un tiempo y romperlo cuando vosotros queráis. En algún tiempo sabréis a qué Me refiero y entonces conoceréis los errores en los que habéis caído, porque no habéis respetado Mis Leyes, no tenéis la suficiente Fe y no tenéis ése amor hacia todo lo que viene de Mí. Así que, Mis pequeños, os vuelvo a repetir, si vais a uniros por el Matrimonio, deberéis respetar lo que es el Sacramento Matrimonial, porque Yo no lo romperé. Aunque vosotros lo rompáis y como éste dura hasta que uno de los dos cónyuges muera, si vosotros os unís nuevamente, estando en vida los dos cónyuges, incurriréis en pecado mortal, en adulterio.

Tened presente esto, Mis pequeños, ahora os estoy hablando a nivel espiritual y seréis juzgados a nivel espiritual.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Habéis caído en la mediocridad, por la negligencia.
Hijitos Míos, la negligencia es muy nociva para vuestra vida, ciertamente es muy nociva para vuestro crecimiento espiritual y aún para vuestro desarrollo, como seres humanos.

Podríamos hablar de dos tipos de negligencias, aquélla en la cual vosotros sabéis lo que se tiene que hacer y no lo hacéis ó aquélla en la cuál sabéis que puede haber alguna ley ó una indicación para hacer algo y no queréis conocerla para evitar el compromiso. Realmente en los dos casos estáis evitando el compromiso.

Actualmente el hombre quiere evitarse compromisos, os he dicho, no quiere ser el hijo de Dios, no quiere ser el buen hijo, no quiere ser el buen padre, no quiere ser el buen ciudadano, habéis caído en la mediocridad, por la negligencia. Queréis llevar una vida tranquila, sin compromisos, no conocer aquello que os pueda imponer alguna ley, alguna regla, alguna obligación, no, simplemente estáis aquí, en éste mundo pasando el tiempo y eso no os va a llevar a nada, Mis pequeños, con ésa actitud estáis destruyendo todo, porque por otro lado, no estáis ayudando a construir algo. Vuestra familia la destruís, porque no tomáis el compromiso de cuidar a los hijos que habéis hecho nacer a través de vuestra unión Matrimonial. El trabajo no lo cumplís como debéis, porque no os importa, solamente os importa cobrar y no os importa cómo quede el trabajo. Las leyes, no las cumplís correctamente y así, os vais volviendo mediocres en lo que hacéis, no hay ése deseo de superación y de perfección que tanto os he pedido. Pero eso sí, pedís mucho, Mis pequeños, pedís Mis cuidados, pedís que os consienta, pedís que no os falte el trabajo, pedís salud, pedís tantas y tantas cosas, pero no hay respuesta de vuestra parte, eso no puede ser así, Mis pequeños.

Cuando estáis en la familia, los padres tienen responsabilidad hacia los hijos, tienen obligaciones. El hijo también las tiene para con los padres tan pronto éstos se empiecen a dar cuenta de que en una familia todos tienen que trabajar, pero todos vosotros, en mayor ó menor grado, estáis tratando de eludir de vuestra vida aquello que os pueda presionar en el compromiso.

Mis pequeños, el compromiso os hace madurar, el compromiso os hace ser verdaderos hombres. Estáis realmente cumpliendo como se debe cumplir en cada etapa de vuestra vida y al llevar a cabo lo que debéis cumplir, os estáis perfeccionando, no debéis despreciar lo que Yo permito en vuestra vida, eso os hará mejores.

Vivid pues el compromiso que os toca en cada tiempo de vuestra existencia y hacedla lo mejor posible. Apartad de vosotros la negligencia, para que no os lleve a la mediocridad y sed valientes con el primer compromiso que habéis hecho Conmigo, con vuestro Dios, el haber aceptado el don de la vida, que a través de éste don hay infinidad de compromisos más, de vuestra parte, para Conmigo, que por otro lado, Yo también tengo compromisos para con vosotros, promesas grandes, las cuales voy cumpliendo a través de vuestra existencia y que cumpliré eternamente, cuando regreséis a Mí.

Meditad esto, Mis pequeños, meditadlo, porque la mediocridad no tiene premio.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Todo aquello que dejéis que entre a vuestra alma, tarde ó temprano va a afectar también a vuestro cuerpo.
Hijitos Míos, cuando os he pedido la vaciedad espiritual, es para que realmente os vaciéis de todo aquello que sea negativo en vuestra vida, no para que no permitáis crecimiento espiritual en vuestra vida.

La vaciedad espiritual se da en aquellas almas que evitan todo aquello que sea nocivo para su crecimiento espiritual. Os he dicho que vosotros sois cuerpo, alma y espíritu, así pues, vuestra alma tiene que estar dispuesta para recibir el Alimento espiritual que os pueda dar Yo, vuestro Dios y debéis apartaros de todo aquello, de todo ése crecimiento espiritual nocivo que os pueda venir de otro medio y que ése, ciertamente es de satanás, a través de múltiples formas.

Por otro lado, debéis aprender a negaros a vosotros mismos y esto es, como os he dicho otras veces el ir negando todo aquello que no os va a ayudar a vuestro crecimiento espiritual ni va a ayudar a vuestros hermanos por el ejemplo que deis.

Cuando realmente queréis algo, cuando queréis perfeccionaros, queréis ser el mejor en algo, os volvéis muy meticulosos y tratáis de rechazar todo aquello que os pueda producir algo nocivo para vuestra vida, para vuestra personalidad, para vuestra pulcritud, etc., lo que hayáis escogido.

Así pues, vuestra alma tiene que entrar en ésa meticulosidad, que es lo más bello y lo más valioso que tenéis y deberéis protegerla de todo aquello que la pueda dañar.

Recordad que todo aquello que dejéis que entre a vuestra alma, tarde ó temprano va a afectar también a vuestro cuerpo y va a afectar a vuestra personalidad, en el sentido de que seréis ejemplo, vida de lo que llevéis dentro de vuestro corazón. Si habéis llenado a vuestro corazón y a vuestra alma, de un buen alimento, éste se manifestará a través de vuestros actos y así daréis un buen ejemplo dando vida a otras almas, porque ellas también están ávidas de saber, de conocer y de seguir a aquellas almas que están Conmigo, con vuestro Dios y solamente viviendo lo que se os da, es como vosotros fácilmente ayudaréis a los demás a crecer, porque ésa es la primer forma en que el hombre crece, a través del ejemplo que se le da, que es primeramente a través de los padres, de los hermanos y posteriormente a través del prójimo. Por eso deberéis tener mucho cuidado con lo que tenéis dentro de vuestro corazón, porque ése es el ejemplo que daréis a vuestros hermanos ya que, si dais mal ejemplo y un alma, por vuestro mal ejemplo cae y hace el mal, vosotros seréis juzgados por ello.

Pero, por otro lado, por el buen ejemplo que deis y que muchas almas crezcan por vuestro buen ejemplo, vuestro premio se acrecentará en el Reino de los Cielos, por eso, tened mucho cuidado con lo que dejéis que entre a vuestro corazón, cómo alimentáis a vuestra alma, cómo os presentáis a vuestros hermanos, porque de eso dependerá la vida de ellos y la vuestra.
Gracias, Mis pequeños.
 
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Siempre el discernimiento Santo os abrirá la puerta indicada para que vayáis por el camino seguro y tengáis la solución correcta.
Mis pequeños, os he dicho que debéis pedir el discernimiento Santo, es tan importante para vuestra vida, para vuestro desarrollo moral, espiritual y aún para vuestro desarrollo social que con el discernimiento Santo aseguraréis que caminaréis por caminos seguros, por caminos iluminados, por caminos que os traerán directamente hacia Mí.

Mis pequeños, en las diferentes etapas de vuestra vida, entra el discernimiento. Desde que sois pequeñitos, cuando ya está el uso de razón en el alma del hombre, si realmente utilizarais el discernimiento, os guiaríais perfectamente. El discernimiento es sinónimo de Sabiduría y así os guiaréis por lo que Yo os diga, por como Yo os enseñe, por como Yo vaya guiando vuestra vida.

Con el discernimiento escucharéis Mi Palabra y Mis deseos y no los vuestros, os dejaréis guiar por Mi Santidad y no por vuestra humanidad. Con el discernimiento estaréis asegurando éxito en vuestra vida, en vuestra misión, lo que hagáis para vosotros mismos y para los demás. El discernimiento santo os ayudará a disipar las tinieblas de los problemas que se os presenten, de las dudas que tengáis, de aquéllos momentos en los cuales no sabéis qué hacer. Siempre el discernimiento Santo os abrirá la puerta indicada para que vayáis por el camino seguro y tengáis la solución correcta.

Es tan importante, os vuelvo a repetir, que tengáis éste discernimiento Santo, porque así es como normaréis vuestra vida en santidad y ayudaréis a vuestros hermanos a normarla también. Indicadle también a vuestros hermanos que deberán pedirla y sobre todo en éstos tiempos de obscuridad, en los cuales hay mucha maldad, mucha desviación espiritual y ya no buscan la Verdad, que solamente puede venir de Mí, sino buscan su propia verdad, según su conveniencia.

Entended, Mis pequeños, que solamente hay una Verdad, y es la Mía y ésta la encontraréis a través del discernimiento Santo.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Sed claros en vuestros conceptos, vivid siempre en la Verdad, no dejéis duda sobre algo ó sobre alguien.
Hijitos, en las Escrituras, os dije que cuando habléis, digáis “sí” a lo que es verdadero y “no” a lo que es falso. Todos aquellos conceptos que no dejéis claros, os llevarán a la duda y ésta es una de las formas favoritas de ataque de satanás.

Hablar mal de alguien ó poner en duda su vida, sus acciones, su forma de actuar, cuando no habláis con la verdad directamente, hacéis dudar a vuestros hermanos y con esto destruiréis su honra, sus acciones, ó su verdad. Vosotros deberéis de hablar siempre con la verdad, cueste lo que cueste, sobre todo cuando estáis dando el ejemplo. Si realmente Me lleváis en vuestro corazón, deberéis vivir siempre en la verdad, manejar la verdad en todo momento y en toda acción de vuestra vida, si en algún momento hay maldad ó deberéis ayudar a alguien a salir de un engaño y que no se ha dado cuenta, también cueste lo que cueste, deberéis ayudar a ésa alma.

Mis pequeños, ciertamente es difícil llevar Mi Camino, el Camino de la Cruz, pero ésta Cruz os perfecciona, porque estaréis viviendo en las Verdades que Yo Enseñé. A Mí, como Cristo Jesús, traeros las Verdades a la Tierra y poder separar el trigo y la cizaña entre los hombres, Me costó mucho, Me costó todo.

No tengáis miedo, Mis pequeños, porque vinisteis para trabajar para la Verdad, para llevar Luz a vuestros hermanos, de la misma forma en como Yo la di hace un poco más de dos mil años. Estáis a dos mil años de Mi Predicación y el hombre sigue cayendo en el error, se sigue dejando llevar por las tinieblas y éste es el momento en que vosotros debéis de traer Luz a vuestros hermanos, al menos para los que os rodean.

Así pues, sed claros en vuestros conceptos, vivid siempre en la Verdad, no dejéis duda sobre algo ó sobre alguien. Actuad siempre directamente y no cambiéis nombres a lo que no debe ser, lo que es “sí” y verdadero, así debe ser, lo que es negativo y falso, desechadlo y hacedlo saber también.
Gracias, Mis pequeños.