Abr 20_06 Ante el ataque de satanás en el desierto: “No solo de pan vive el hombre”.

Rosario.

Temas:

  • Entended, Mis pequeños, os hablo continuamente para que entendáis, pero todo esto se terminará en algún momento.
  • Yo Me ofrecía a Nuestro Padre, el ya no pensar para Mí, ya no hablar para Mí, Ser totalmente de Él.
  • Así os cuidaréis los unos a los otros, os protegeréis y caminaréis juntos con una sola meta, la unión.

 

Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V. 

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Entended, Mis pequeños, os hablo continuamente para que entendáis, pero todo esto se terminará en algún momento.
Hijitos Míos, cuando tuve Yo el ataque de satanás en el desierto, cuando Me veía ayunando, con hambre, con hambre en Mi Cuerpo, él se acercó, creyendo poder destruirMe, creyendo hacerMe caer en la tentación, probándoMe en Mi Espiritualidad, en Mi Fortaleza, en Mi Divinidad. Me ofreció el mundo, Me ofreció sus pertenencias, Me ofreció diversión. Lo rechacé, destruí sus intentos, no pudo vencerMe por la respuesta que le di “no solo de pan vive el hombre, sino de la Palabra que sale de Dios.

Sí, Mis pequeños, cómo quisiera Yo que ésta frase se implantara en todos los corazones, la meditara la humanidad entera y la hiciera vida.

“No solo de pan vive el hombre”, o sea que vosotros no debéis vivir solamente para el mundo, sus pertenencias, sus diversiones, sus distracciones, todo aquello que os separa de Mí.

No solo de pan vive el hombre, ¡Oh!, Mis pequeños, cómo os llenáis de distracciones del mundo. Habláis de mundo, vivís de mundo, morís por el mundo y a Mí, vuestro Dios, Quien realmente os puede dar el Alimento de Vida, ya no Me tomáis en cuenta, no buscáis realmente la Vida que va a trascender, que va a empezar a fructificar aquí y que os va a dar la santidad eterna. ¡Qué fácil se olvida el hombre de su tarea espiritual!, con qué poco cae el hombre en la tentación. Es vuestra falta de Fe, Mis pequeños, lo que hace que vosotros caigáis. Preferís tener poco de lo material, pero seguro, en vuestras manos, que tener lo infinito que os prometo Yo, pero que es espiritual, y solamente la Fe lo puede gozar.

Sí, Mis pequeños, es vuestra falta de Fe la que os hace fallar, vuestra Fe, que está en las cosas del mundo y realmente no la robustecéis, porque la Fe es precisamente útil para aquello que no se ve, que es lo Mío, que lo debéis llevar en vuestro corazón, pero que si tuvierais realmente ojos de Fe, al ver las maravillas que os rodean, podríais verMe ahí, pero estáis cegados a lo que es Mío y no os conviene reconocerlo porque lo Mío os lleva a la rectitud, en todo sentido y os gusta caminar por todo aquello que es torcido, sucio, obscuro, velado. Tened cuidado, Mis pequeños, porque todo eso os llevará a la perdición eterna.

Entended, Mis pequeños, os hablo continuamente para que entendáis, pero todo esto se terminará en algún momento, tenéis la historia y todos los anuncios de los profetas llegaron a un fin, cumplieron y se llevó a cabo lo profetizado, tened cuidado, Mis pequeños, porque os puede alcanzar lo profetizado y vosotros aún no estaréis preparados, con un cambio real de corazón, para poder soportar la prueba que se os venga.

Yo os amo, Mis pequeños y os cuido en todo momento, no así el enemigo, satanás, que os está atacando en todo momento para quitaros ésa Fe y apartaros de Mi Presencia en vosotros.

La Gracia, la Gloria, el Premio que Yo os tengo prometido, se sufre para obtenerlo, tenéis que trabajar bastante por ello, pero aún así, lo que trabajéis y sufráis por conseguirlo, será infinitamente menor al gusto que Yo os daré en el Premio prometido.

Dejaos guiar por Mí, por Mi Santo Espíritu, para que os lleve por caminos seguros y podáis vivir de acuerdo a Mi Vida, a Mis Mandamientos y a Mi Amor. No despreciéis todo esto que Yo hago por vosotros, porque así como Yo Evangelicé cuando estuve en la Tierra, ahora os estoy Evangelizando. No despreciéis lo que Yo hago ahora por vosotros, como el desprecio que tuve también de vuestros hermanos cuando Yo estuve sobre la Tierra con ellos.

Gozad lo que se os da, cambiad para que podáis gozar más de Mi Presencia en vosotros, conocedMe mejor y veréis lo que Yo os puedo dar, Mis pequeños.
Gracias, gracias por estar Conmigo.

Segundo Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Yo Me ofrecía a Nuestro Padre, el ya no pensar para Mí, ya no hablar para Mí, Ser totalmente de Él.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre Santísima, la Siempre Virgen María.

Mis pequeños, en la Anunciación, después de que el Arcángel Gabriel Me indica el deseo de Nuestro Padre de que Yo fuera la Madre del Salvador y que en la respuesta que le doy “he aquí la Esclava del Señor, hágase en Mí, según Su Palabra”, Yo Me daba completamente por Él, recordad, Mis pequeños, qué era un esclavo en ésa época, era la anulación total por el amo. El esclavo no podía hablar, no podía dar su forma de pensar al amo, él no podía ni una palabra pensar por sí mismo ni para sí mismo, sino se podía ganar un castigo muy fuerte ó aún la muerte. Ésa es la anulación total con la que Yo Me ofrecía a Nuestro Padre, el ya no pensar para Mí, ya no hablar para Mí, Ser totalmente de Él, pertenecer en totalidad para Él.

Cuando alguien se anula, confía plenamente en su señor, en su amo, en su cuidado, en su sabiduría, confía en que se le va a guiar, se le va a proteger. Especialmente tratándose de Nuestro Dios siendo Él, el que se va a hacer cargo de uno, ¿qué más podéis pedir? Quedar anulados plenamente en la Excelcitud de Nuestro Dios, ante Su Omnipotencia, ante Su Amor, no podéis comprender esto, Mis pequeños, ¡porque es bellísimo, es santísimo, es altísimo! y por ello mismo, vuestra anulación deberá ser en total Fe y humildad, en sencillez, como niños, como tanto os pidió Mi Hijo.

Pedid pues, que Yo interceda por vosotros ante Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, para que podáis lograr en vosotros ésa anulación total de vuestro ser, para que Nuestro Padre pueda vivir plenamente, os repito, plenamente en vosotros y así podáis gozar esa Divinidad en vuestra pequeñez.

Mis pequeños, es el regalo más grande que podáis concebir en vuestra pequeña mente, Dios Mismo se regala a vosotros, a cada uno de vosotros. Es todo Su Poder, es toda Su Presencia, Su Omnipotencia en vosotros, no podríais comprar con nada tal favor. Por más que estudiarais, por más que buscarais cómo conseguir esto, por medios humanos, nunca lo lograríais, es en la pequeñez, es en la humildad, es en la sencillez donde podréis conseguir éste regalo tan grande y es solamente a través de la anulación, para darle vida a Nuestro Dios y Señor en cada uno de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla  Dios Padre.
Sobre: Así os cuidaréis los unos a los otros, os protegeréis y caminaréis juntos con una sola meta, la unión.
Hijitos Míos, vosotros sois muy dados, os he dicho, a hacer categorías de acuerdo a la economía ó a la presencia de cada uno de vuestros hermanos. Tratáis mejor, como en la parábola que Yo os di, a los que son ricos, a los que se ven mejor arreglados, que a aquellos que son pobres ó harapientos.

Os vuelvo a repetir, que todas las almas que bajan a la Tierra, todas, todas tienen dones que deberán poner al servicio de todos.

Con esto os quiero indicar, Mis pequeños, que nunca despreciéis a ninguno de vuestros hermanos por su apariencia exterior, el interior, os vuelvo a repetir, es lo que vale, el alma es lo que vale, y los dones que tiene el alma. El cuerpo es vehículo, el cuerpo no sirve para nada si el alma no la mueve.

Nunca sabréis, ni estaréis seguros de quién recibiréis algún bien cuando estéis necesitados, quizá ya muchos de vosotros habréis tenido una experiencia de vida con lo cual se respalden las Palabras que os estoy diciendo. Habréis recibido alguna ayuda, algún consejo de algún hermano vuestro, quien ni os imaginabais que él ó ella os pudiera ayudar en tal circunstancia, en tal problema, en tal necesidad.

Por eso el respeto a todos vuestros hermanos debe ser total, igual deberéis respetar al que tenga una economía alta, que una economía baja ó que su presencia sea agradable ó sea desagradable. A todos deberéis respetar y amar y así como podéis recibir un bien de ellos, también vosotros deberéis estar dispuestos, en todo momento, a dar lo que os corresponde. Así os cuidaréis los unos a los otros, os protegeréis y caminaréis juntos con una sola meta, la unión, como os he pedido, en las virtudes y en el Amor.

Recordad que cada uno de vosotros depende de su prójimo y todos vosotros dependéis de Mí.
Gracias, Mis pequeños.