Oct 21_05 Ser como niños es buscar Mi Magnificencia en la sencillez que os rodea.

Rosario.

Temas:

  • Aprended a escuchar a vuestro Dios, para que podáis escuchar mejor a vuestros hermanos.
  • Ser como niños es buscar Mi Magnificencia en la sencillez que os rodea.
  • Si desperdiciáis el tiempo os daréis cuenta ahora, claramente, el daño que Me estáis haciendo, estáis deteniendo Mi Obra por vuestra distracción.
  • Deberéis preocuparos por vuestros hermanos, para que ellos reciban las bondades que Yo he puesto en vuestro corazón.
  • PedidMe valentía, fortaleza, para que podáis soportar los embates del enemigo.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Aprended a escuchar a vuestro Dios, para que podáis escuchar mejor a vuestros hermanos.
(Lenguas…) Mis pequeños, se os ha dado el don de la oración, don poderosísimo, que debéis utilizar con amor.

Mis pequeños, os he dicho que os he dado una mente clara, un corazón bondadoso, Mi Presencia entre vosotros para que podáis conocer y daros cuenta de los acontecimientos que se van desatando alrededor del mundo.

Mis pequeños, hay voces de súplica que no son escuchadas por el mismo hombre, porque son almas aisladas, pero que Yo sí escucho. Hay voces de súplica que son escuchadas por el hombre pero no se les hace caso, porque el hombre ha endurecido su corazón.

Mis pequeños, hay una Voz de súplica que debéis aprender también a escuchar y que es la Mía, sí, la de vuestro Dios, que Yo necesito de vosotros, vuestra oración, vuestra donación, una vida de amor para que entréis en éste camino de la perfección, ayudando a vuestros hermanos como Mi Hijo os ayudó y os sigue ayudando.

Debéis entrar en ésa perfección del Amor, sois familia y no solamente los hijos sufren, también los padres sufren. Mi sufrimiento es de Amor, es Mi deseo de que todas las almas tengan Mi Amor y por ello os suplico, Mis pequeños, que os mantengáis en ésa intimidad Conmigo, para que podáis escuchar Mis intenciones, para que podáis escuchar las necesidades del Cielo. Aprended a escuchar, Mis pequeños, aprended a escuchar a vuestro Dios, para que podáis escuchar mejor a vuestros hermanos. Nunca hagáis a un lado una petición de alguno de vuestros hermanos, nunca tengáis oídos sordos para ellos y menos un corazón duro para lo que ellos necesiten.

Es muy grave ante Mis Ojos ésta negación de un corazón hacia el otro, no hay caridad en los corazones y ésa falta de caridad merece un castigo, el mismo corazón conlleva su castigo, por no haber albergado el Amor que Yo he donado a todos. Tener Mi Amor, Mis pequeños, en vuestro corazón, es un compromiso muy grande y muy bello, podéis sentir el calor de Mi Corazón, la seguridad de que os estoy protegiendo, guiando y dándoos lo necesario. A veces dudáis, pero Yo voy guiando vuestros acontecimientos personales, de familia, aún los materiales. No desfallezcáis, Yo estoy con vosotros, seguid adelante, las pruebas están presentes, pero Yo os ayudo a salir adelante, confiad en Mí, vuestro Dios, confiad en Mi Bondad, en Mi Misericordia Infinita, pero sobre todo, confiad en que estando en Familia, Conmigo, nada os faltará.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Ser como niños es buscar Mi Magnificencia en la sencillez que os rodea.
Hijitos Míos, cuando os he pedido ser como niños, no es solamente lo que Yo os he dicho, ser dóciles, obedientes, saber hacer Mi Voluntad, sino vivir en la pureza, vivir en ése estado infantil, en el cual vosotros veis a todos como hermanitos, no veis el como aprovecharos de vuestros hermanos, ver lo que es la sexualidad en pureza, es más, el niño no busca nada de ello, simplemente vive sonriendo, vive jugando, vive aprendiendo.

Sed así como niños, en ésta nueva forma de ver la niñez, con ésa pureza infantil, con ése deseo de ir aprendiendo a través del juego, a través del ejemplo de vuestros padres, a través del ejemplo de vuestros maestros. Pedid ése don del discernimiento que tanto os he dicho que pidáis, para que podáis sacar de vuestros hermanos mayores ó de los que os rodeen las cosas buenas que tengan y hacerlas propias. Es vuestra obligación, como hijos de Dios, buscar vuestra perfección y no solamente os lo pido como obligación, sino que es un deseo Divino, para que podáis gozar mejor de lo que os rodea, de lo que Yo os doy y para que os preparéis para el Nuevo Reino y podáis entender y gozar las Maravillas que voy a derramar sobre todos vosotros.

Aquél que no sabe leer se pierde de muchas cosas, porque puede obtener el conocimiento a través de la lectura. Muchos de vosotros no sabéis leer lo espiritual que os rodea, no sabéis ver ni leer lo que tenéis en la Naturaleza, en el Universo, en una pequeña flor, en el insecto, pocos lo han podido leer y su perfección los ha llevado a la santidad y al agradecimiento.

Ser como niños es buscar Mi Magnificencia en la sencillez que os rodea. Aprended pues, Mis pequeños, en ésa niñez espiritual a conocer a vuestro Dios, a conocer Mi grandeza y sobre todo a conocer el Amor que Yo os tengo y con el que os proveo día a día.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Si desperdiciáis el tiempo os daréis cuenta ahora, claramente, el daño que Me estáis haciendo, estáis deteniendo Mi Obra por vuestra distracción.
Hijitos Míos, una de las armas favoritas del demonio, para atacaros, para que no podáis llevar a cabo vuestra misión sobre la Tierra, es la distracción. Estáis llenos de distracciones a vuestro alrededor, Mis pequeños, os llenáis de preocupaciones, queréis abarcar demasiado, cuando una sola debe de ser vuestra preocupación, el agradarMe, el servirMe, el ayudarMe en vuestros hermanos.

Vosotros mismos os llenáis de ésas preocupaciones, rápido se os olvida que vuestra misión en la Tierra es servicio, pero servicio a Mí, al Cielo, a la conversión y salvación de las almas. El demonio continuamente os está poniendo distracciones y deberéis tener ése discernimiento con sabiduría, para que no os dejéis llevar por todo aquello que os propone el demonio y que os saca, a veces totalmente, de ésa misión que tenéis cada uno de vosotros, de ésa tarea que debéis hacer en perfección.

La distracción es tan fuerte en muchos de vuestros hermanos que pasan por el mundo, a veces creyendo que no han hecho daño y siguen así, proclamándolo, que no hicieron daño a nadie, pero no hicieron nada para Mí, vuestro Dios, se distrajeron en cosas que ciertamente no dañaban a ninguno de sus hermanos, pero que no ayudaba tampoco en lo espiritual, en la salvación de las almas y sobre todo, no agradecían el bien que estaban recibiendo.

Mis pequeños, todo bien que recibís, viene de Mí, de vuestro Padre, de vuestro Dios, ya el hecho de agradecerMe, porque os dais cuenta perfectamente de que estáis recibiendo Mi Bendición ó Mi don, ya con ello os estáis apartando de la distracción, estáis conscientes de que Yo estoy con vosotros, si al menos Me agradecierais lo que recibís, ya sería un paso grande de parte vuestra. De ahí en adelante, Mis pequeños, estad pendientes en todo lo que suceda a vuestro alrededor y las necesidades que Yo pongo en vuestro camino. Debéis pues, daros cuenta de ello, debéis estar atentos, pasáis por el camino y como estáis pensando en lo vuestro no veis la necesidad del hermano, no hay caridad en vuestro corazón, no hay donación, no hay servicio.

Vuestra vida debe de estar dedicada al cien por ciento a Mí, a vuestro Dios y es Mi Promesa daros a cada uno de vosotros lo que necesitéis en lo material y en lo espiritual. Yo proveo todo lo que necesitáis y vosotros debéis proveer lo que Yo necesito, sois Mis brazos, sois Mis manos, sois Mi Corazón y deberéis de estar conscientes de ello. Yo Me sirvo de vosotros para hacer el bien, para ayudar a vuestros hermanos en sus necesidades, sois Mi prolongación, sois Mi Vida, sois Mi Amor. Daos cuenta ahora, Mis pequeños, el grado de compromiso que tenéis y si desperdiciáis el tiempo os daréis cuenta ahora, claramente, el daño que Me estáis haciendo, estáis deteniendo Mi Obra por vuestra distracción.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Deberéis preocuparos por vuestros hermanos, para que ellos reciban las bondades que Yo he puesto en vuestro corazón.
Hijitos Míos, os he dicho que nunca podréis separar el dolor del amor. Pero éste dolor es un dolor santo cuando realmente estéis viviendo en la profundidad del Amor. El dolor que os da el amar es el dolor de la preocupación por el bien amado, por su bienestar, por proveerle lo mejor que podéis darle. Ése es el dolor que Yo tengo por vosotros, Mis pequeños. Yo, vuestro Dios, os amo infinitamente y Mi dolor es ése, que vosotros caéis y caéis y además cerráis vuestro corazón a Mi ayuda, no apreciáis lo que se os da.

Ésta preocupación de Amor también debe existir en vosotros, por vuestros hermanos y es así como empezareis a cambiar todo a vuestro alrededor, amando de corazón, preocupándoos por vuestro prójimo, porque le amaréis de corazón, buscaréis su bienestar, como Yo busco el vuestro.

Ciertamente sentiréis Mi dolor, como Mi Hijo Jesucristo lo sintió al estar entre vosotros. Al tomar presencia humana, Él sintió ése dolor grandísimo, el dolor de todo un Dios de querer tranformaros, de querer levantaros y el hombre, neciamente, no querer tomar lo bueno que se les daba.

El tiempo actual no es diferente al antiguo. Yo sigo derramando Mis Bendiciones, os sigo amando, os sigo tratando de levantar y el hombre no quiere, cierra su mente, cierra su corazón, quiere hacer su propia vida, quiere ser un individuo entre la multitud, no quiere tener compromisos, no quiere darse a los demás, no ayuda, ni permite ayuda.

Vivís en un mundo de individuos, ya no sois familia, ya no buscáis el bienestar de vuestros hermanos, os importa muy poco lo que suceda al hermano que está sufriendo. Por eso os digo que ése es el gran dolor de Mi Corazón y debe ser también el gran dolor de vuestro corazón.

Deberéis preocuparos por vuestros hermanos, para que ellos reciban las bondades que Yo he puesto en vuestro corazón, que Yo he sembrado y que están dando fruto. Vuestro fruto debe ser abundante.

Dad pues todo lo que podáis, Mis pequeños y que vuestro dolor os lleve a la acción para transformar a vuestros hermanos en la misma libertad con la que Yo os proveo. Yo no limito vuestros actos, Yo no os limito en lo absoluto, Yo espero, hasta que el hombre libremente viene a Mí, ya que se haya dado cuenta, perfectamente, de su pobreza espiritual, de la necesidad de su corazón y de su crecimiento en la vida, en la Verdad y en la Sabiduría.

Ayudad a vuestros hermanos y Yo os ayudaré más, porque Yo doy a aquél que está Conmigo mucho más de lo que necesita, para ayudarMe a acrecentar Mi Reino entre los hombres.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: PedidMe valentía, fortaleza, para que podáis soportar los embates del enemigo.
Hijitos Míos, pedidMe valentía, fortaleza, para que podáis soportar los embates del enemigo. Él os amedrenta en muchas formas, os atemoriza, os trata de sacar de vuestro camino, precisamente, a través del temor. Mis pequeños, cuando estáis Conmigo, nada debe temer vuestra persona, nada os hará daño, Mi Poder es Infinito, el de él es limitado. Sí, ciertamente será como el león rugiente, podéis tener sus fauces frente a vosotros, podréis oler su fétido aliento, sus garras casi tocarán vuestra cara, quizá os arañe, pero no más, Mis pequeños, no más.

Estad conscientes, Mis pequeños, que estar Conmigo, vivir para Mí, vivir plenamente para vuestra misión, os va a asegurar Mi cuidado continuo, es vuestro libre albedrío. Es vuestra predilección hacia el pecado, hacia la aventura malsana la que os puede llevar a perder la vida ó tener un ataque más fuerte del enemigo, pero mientras os mantengáis Conmigo, vuestra seguridad la tendréis plenamente.

No dudéis, Mis pequeños y seguid adelante, seguid con firmeza, seguid dando lo que debéis dar, lo que Yo pondré en vuestro corazón, por eso, vuestra oración, debe ser profunda, debe ser constante, debéis tener una donación total y así, Yo haré grandes cosas a través de vosotros.

Os vuelvo a repetir, no temáis a los embates del enemigo, Yo estoy con vosotros y os protejo en todo momento, a vosotros y a los vuestros, para que no caigáis en la preocupación y os sintáis indefensos. TomadMe de la Mano, entrad en Mi Corazón, vivid en ésa libertad que Yo os doy, para que podáis caminar libremente en la Tierra, aún entre rocas, entre espinas. El Amor todo lo puede, el Amor os abre todos los caminos, todas las puertas se os abren cuando vivís para Mí, cuando ayudáis a vuestros hermanos, cuando os dejáis poseer por vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.