Sep 29_05 Yo os daré otra oportunidad para servirMe.

Rosario vespertino.

Temas:

  • El servicio, es para todos aquellos que se consideren hijos de Dios.
  • ¡Es tan grande la capacidad que Yo he puesto en cada uno de vosotros en vuestra alma!
  • Ahora es agua, esperad el fuego. Vendrán vientos huracanados con calores tremendos, que arrasarán pueblos y naciones.
  • Cristo, Mi Hijo, vivo entre vosotros  se hará cada vez más manifiesto en vuestro corazón, en vuestra mente, en vuestra vida.
  • Lo único que quiero de vosotros es ése deseo de servirMe, es ése deseo de ayudar a vuestros hermanos a levantarse.

 

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, a  J. V.

 

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: El servicio, es para todos aquellos que se consideren hijos de Dios.
Hijitos Míos, (Lenguas…, sumamente dulce y duró mucho tiempo), hijitos Míos, todos vosotros estáis llamados a la Salvación Eterna, vuestra presencia en la Tierra no es casualidad, como hoy muchos así quieren hacerlo ver. La irresponsabilidad del hombre es grande, porque a eso os ha llevado satanás, a ser irresponsables con la misión que cada uno de vosotros tenéis. Mi Amor es grande, Mi Paciencia también pero, Mis pequeños, veo que no estáis haciendo nada por el Reino de Dios.

¡Oh!, Mis pequeños, Yo, Jesucristo, el Verbo de Dios, vine a la Tierra a servir a Mi Padre, a hacer lo que Mi Padre quería, (Lenguas…,), quiero que entendáis esto, Mis pequeños, quiero que lo entendáis perfectamente, satanás, al momento de ser vencido, vociferó contra el Padre, contra Mi Padre, pero antes de ésa lucha tremenda, le dijo “no Te serviré”.

Mis pequeños, el servir, es para todos aquellos que se consideren hijos de Dios. Yo, siendo Dios, vine a servir a Mi Padre, vine a serviros a todos vosotros y servir, quiere decir Humildad, quiere decir donación, quiere decir Amor por el prójimo. ¿Qué ha hecho satanás?, denigrar el servicio.

Mis pequeños, vosotros denigráis a la gente que sirve, la llamáis con nombres denigrantes, bajos, viles, porque sirven en vuestra casa, porque sirven en vuestras calles, porque sirven en los comedores. Mis pequeños, todos vosotros servís, todos vosotros sois sirvientes, si así lo queréis saber y queréis oír, todos vosotros sois sirvientes de vuestros hermanos, no hay ni mayor ni menor, aquél que viene a la Tierra, viene a servir; el servir os da Gracia a los Ojos de Mi Padre, mientras que satanás hace creer que el servir denigra al ser humano. Yo, como Dios, como Hijo del Padre, el Verbo Encarnado, tenía derecho a ser servido, porque Soy Dios y, fue lo opuesto, Mis pequeños, os vine a enseñar lo que es el servir, Yo Me abajé, quise ser como cada uno de vosotros y os serví.

Se os ha dicho que aquél que sepa más, que aquél que tenga más, que aquél al que se le ha dado más, tiene más compromiso con Mi Padre y tiene que dar, tiene que servir, tiene que transmitir lo que gratuitamente se le dio, pero satanás, os hace creer que aquél que tiene más, que sabe más, que posee más, por las capacidades gratuitas que se le dieron, tiene que ser servido y se le tiene que alabar como a un dios y estáis equivocados, Mis pequeños, aquél que quiera entrar en el Reino de los Cielos, tiene que ser el más pequeño. El más pequeño es el que sirve a sus hermanos, el que sirve será grande a los Ojos de Mi Padre, aquél que sirve lleva consigo la humildad suficiente para ganar el Reino de los Cielos.

Os recalco, Mis pequeños, que debéis servir a vuestros hermanos, no vinisteis a ser servidos, gratuitamente se os dieron las capacidades que tenéis y gratuitamente las debéis dar a vuestros hermanos sirviéndoles, como Yo os serví a cada uno de vosotros y sigo sirviendo, para que podáis alcanzar el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: ¡Es tan grande la capacidad que Yo he puesto en cada uno de vosotros en vuestra alma!
¡Oh!, Mis pequeños, vosotros os enternecéis cuando veis a la madre cargando a su bebé, besándolo, acariciándolo, cubriéndolo con su sabanita, protegiéndolo de las inclemencias del tiempo, amamantándolo.

Mis pequeños, aún no conocéis totalmente Mi Amor hacia vosotros, ¡Os amo tanto, Mis pequeños!, tenéis la figura de la madre, haciendo todo esto y más, pero aún así la madre, todavía queda muy por debajo del Amor que Yo os tengo. El Amor que Yo os doy, os cubre completamente, cubre vuestro cuerpecito, pero también cubre vuestra alma.

No os imagináis, Mis pequeños las potencias reales del alma. ¡Es tan grande la capacidad que Yo he puesto en cada uno de vosotros en vuestra alma!, ¡es infinito su poder, es infinita la Gloria, los dones que Yo os doy a través del Mi Santo Espíritu de Amor, son inmensos, inconmensurables!

Vivís limitados por el pecado de la carne, la misma carne afectada no deja que vuestro interior se expanda, por eso debéis pasar ésta purificación y será para vuestro bien, como ya os lo he dicho y que tendréis ya un cuerpo luminoso, un cuerpo bellísimo, un cuerpo santo, que podrá expandirse como el alma se debe expandir. Yo le daré al alma ésas capacidades reales que ya tenéis, pero que no se pueden ver, porque todavía sois pecado.

Grandes cosas tendréis, Mis pequeños, pero tendréis que luchar por ellas, aquél que busca cosas grandes, cosas bellas, como la perla de la Parábola, vende todo, con tal de tener ésa perla. Ahora también, cuando veáis la grandeza que Yo os quiero dar, es cuando diréis, me quito todo, me arranco todo, vendo todo, me deshago de todo, con tal de tenerte a Ti, Mi Señor y Mi Dios. Es cuando veréis la realidad de vuestra persona, veréis vuestra presencia ante Mí, es cuando veréis Mis Potencias, las Bendiciones, los regalos que Yo he puesto en vuestra alma, es cuando agradeceréis de corazón tanta Bendición.

Incluso agradeceréis lo que no aprovechasteis por vuestro pecado, por vuestra conveniencia, por no haberMe dado vuestro “sí”, porque Yo os daré otra oportunidad para servirMe, a Mí, vuestro Dios, en el Amor, en la confianza de darMe vuestra voluntad, totalmente, como Me la dio Mi Hijo, entonces, ahora sí, hablaremos Cara a cara, como el hijo habla a su Padre, Me veréis, sentiréis Mi Amor, os dejaréis arrebatar por Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Ahora es agua, esperad el fuego. Vendrán vientos huracanados con calores tremendos, que arrasarán pueblos y naciones.
Hijitos Míos, estáis viendo cómo las fuerzas de la naturaleza se desatan ahora contra el hombre, contra todo lo creado, las fuerzas satánicas están tratando de eliminar todo aquello que Yo creé con Amor. Yo os creé para consentiros, para que estuvierais a gusto, como en el Paraíso.

Mis pequeños, poco hace el hombre para tratar de contrarrestar toda ésta maldad, todo éste ataque de satanás. Poco a poco el hombre se irá dando cuenta de que esto no es normal, que se ha salido ya totalmente de lo que llaman cíclico y que los mismos científicos tratarán de convencer al hombre que esto es normal. No, Mis pequeños, ahora es agua, esperad el fuego. Vendrán vientos huracanados con calores tremendos, que arrasarán pueblos y naciones.

Mis pequeños, os aviso todo esto, para que podáis contrarrestar toda ésta maldad, todo éste daño que os quiere hacer satanás. Tenéis el poder en vuestras manos, tenéis Mi Poder en vuestro corazón, tenéis Mi Poder dentro de vosotros. Yo ya estoy con vosotros, Os amo, Os protejo, Os quiero de regreso y eso es lo que trata de evitar el enemigo, que estéis de regreso nuevamente en el lugar en donde seréis consentidos por toda la Eternidad.

No os preocupéis tanto por vosotros mismos, sino por los vuestros, por aquellos de vuestros hermanos que se han apartado de Mis Leyes y de Mi Amor. A vosotros os he dado mucho, conocéis todas éstas cosas porque así lo he querido Yo. Habéis sufrido y con el sufrimiento habéis ganado éste gran premio, conocer Mi Voluntad.

Todo cuesta, Mis pequeños, vuestra salvación le costó a Mi Hijo, ahora deberéis vosotros ganar la salvación para vuestros hermanos. Ganándola para ellos, ganaréis la vuestra propia. Ésa es la Ley del Amor, darse por el hermano, Mi Hijo os la enseñó. Ya éste es el tiempo en que debéis daros por vuestros hermanos, mucho se os ha dado, conocéis mucho más que la gran mayoría de vuestros hermanos, el compromiso es mayor, pero el Amor también se derrama fuertemente sobre vosotros, y también Mi protección sobre vosotros es total, no temáis, Mis pequeños. Vuestro trabajo, vuestra misión, es loable, es grande, es inmensa, grande a Mis Ojos, así seréis también recompensados, no temáis, Mis pequeños, porque cuando teméis, cuando dudáis, hacéis daño a Mi Corazón. Os falta confianza todavía, Mis pequeños, pero Yo iré quitando de vuestro corazón y de vuestra mente todo aquello que pueda afectar la obra que debéis hacer para Mí, vuestro Dios.

Amad, amad aún a aquellos que os hagan daño, os lo he repetido mucho, Mis pequeños, el hombre no entiende esto porque todavía está muy afectado por el pecado. Hay mucho error en vuestro corazón, no os queréis dar totalmente, porque veis la maldad del hombre, antes de ver que es vuestro hermano,  que vuestro hermano os necesita y que recibirá Mis Bendiciones a través de vuestra oración por él. Es Mi grey, sanadles, levantadles, llevadles nuevamente a ésa posición de hijos del Rey, a través de vuestra misión, a través de vuestra donación, a través de vuestro ejemplo, a través de vuestro consejo. ¿Veis, Mis pequeños, cómo se abre el panorama de vuestra misión? Así pues, Mis pequeños, levantaos y no temáis, haced grandes cosas para vuestro Dios. Mucho todavía Me tendréis que dar, dadMe, dadMe muchas almas, Mis pequeños, ¡hay tantas que necesitan de Mi Presencia en su corazón!
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Cristo, Mi Hijo, vivo entre vosotros  se hará cada vez más manifiesto en vuestro corazón, en vuestra mente, en vuestra vida.
(Lenguas…,) Hijitos Míos, ciertamente que las tinieblas ya os cubren, ciertamente el mal camina libremente ya sobre vuestras calles, ciertamente el mal ya se ha introducido hasta en vuestra familia, ciertamente el mal os ataca continuamente y os hace caer, pero Mis pequeños, Mi Gracia, Mi Paz, Mi Amor, también está actuando fuertemente y para eso, Mis pequeños, debéis soltaros totalmente a Mí, vuestro Dios, para que seáis marcados por éste signo del Amor, que es la Paz, la paz interior.

Mis pequeños, dejad que Mi Paz os cubra, Mi Paz llene vuestro corazón, Mi Paz os deje pensar correctamente. Dejaos invadir por ésa paz que derramo ahora sobre vosotros. Recibid, Mis pequeños ésta Paz, veréis muchas cosas feas a vuestro alrededor, pero la Paz que estoy poniendo en vuestro corazón os dejará caminar, pensar, actuar en medio de la obscuridad, en medio de las tinieblas, en medio de la maldad.

Sois Mis hijos, sois Mis enviados, tenéis la responsabilidad de unir el rebaño. Cristo, Mi Hijo, vivo entre vosotros, se hará cada vez más manifiesto en vuestro corazón, en vuestra mente, en vuestra vida, en vuestras palabras, en vuestros actos, en vuestro mundo, en lo que deis a vuestros hermanos.

Teniendo ésta Paz, que ahora os regalo, tendréis todo, podréis caminar libremente, y mientras todos correrán de un lado para otro sin saber a dónde ir, vosotros conoceréis el camino y así daréis seguridad a muchos de vuestros hermanos que os seguirán.

Recibid pues ésta Paz, ahora ya es derramada, llenaos de ella, confiad plenamente en Mí, vuestro Dios, estoy guiando vuestros pasos, estoy guiando vuestra vida y estoy uniendo vuestro corazón al Mío.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Lo único que quiero de vosotros es ése deseo de servirMe, es ése deseo de ayudar a vuestros hermanos a levantarse.
Hijitos Míos, debéis de ser sinceros con vuestro corazón, honestos, verídicos, cuando sea un“sí”, sea un “sí” de corazón, cuando sea un “no”, sea un “no” de corazón.

Se os dice en los Evangelios esto y Yo os lo repito. Éste es el tiempo de la mentira, es el tiempo de satanás, es el tiempo de la obscuridad, es el tiempo en que vuestros hermanos y aún vosotros, no sabréis cuándo será un verdadero “sí” y un verdadero “no”, solamente aquellos que se dejen inundar por el Santo Espíritu, podrán tener éste discernimiento.

Ya os he dicho que pidáis el don del Espíritu Santo para vosotros y para vuestros hermanos. Son tiempos de confusión los que estáis viviendo, se os hará creer en falsa verdad y así es como satanás os está llevando por caminos falsos, haciéndoos creer que son verdaderos.

Todo lo que viene de Mí os cuesta, se os hace difícil, ahora lo fácil es el pecado. Tenéis todo fácil a vuestro alrededor, se da gozo inmenso al cuerpo, al alma. Tarde se da cuenta el alma de su error, pero os envuelve tanto el mal en éstos tiempos difíciles, Mis pequeños, tiempos de confusión y el hombre, afectado en ésta confusión, no sabe qué camino tomar para salirse. Por ello, el hombre está viviendo ahora a espaldas Mías, Me ha hecho a un lado de su vida, el demonio os acorrala, os cierra todas las salidas, os hace creer que ya no hay salvación, todo lo vuelve obscuridad, todo lo vuelve falsedad, así es como el hombre va perdiendo su dignidad, va perdiendo confianza en Mí, su Dios, no entra Luz, porque tampoco la ha dejado entrar en su corazón.

¿Veis Mis pequeños, ahora, cuál es vuestra misión?, es Luz, Luz para llevar a vuestras hermanos. Pedid ésa Sabiduría, ése entendimiento, ése discernimiento, para que no caigáis en la maldad de satanás, en su mentira, en su confusión. Dejad que Yo, vuestro Dios, viva perfectamente en vuestro corazón. Yo Soy el Único que os podrá guiar en éstos momentos de obscuridad hacia una Luz Verdadera. Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, tengo todo el Poder, Yo podría terminar con todo esto en un abrir y cerrar de ojos, vosotros Me lo estáis impidiendo, porque ni Me dejáis actuar, porque no Me conocéis, porque no vivís Conmigo, ni Me dejáis Vivir en vuestro interior.

Habladles a vuestros hermanos, que tienen un Padre Amorosísimo, que os Ama, que os perdona y que os quiere regresar nuevamente a Su Corazón. Llevadles nuevamente a la cordura, a ésa Luz, que solamente puede venir de Mí, desde vosotros.

Tened cuidado y no os envanezcáis por los dones que os daré, porque tendréis que trabajar fuertemente. No porque tengáis ésos dones que os prestaré, os sintáis mejores que vuestros hermanos, por eso os di el mensaje del servicio, trabajaréis fuertemente por vuestros hermanos, como lo hizo Mi Hijo, hasta el cansancio, hasta la muerte. Tendréis que levantar muchas almas necias, tercas, muertas a la vida del espíritu, que Yo os daré las palabras sencillas, llenas de Luz y llenas de Amor, para que sea tocado su corazón y regresen a Mí y lo único que quiero de vosotros es ése deseo de servirMe, es ése deseo de ayudar a vuestros hermanos a levantarse y que ése deseo salga de lo más profundo de vuestro corazón.

Por eso se os ha dicho que no os veáis a vosotros mismos, que veáis Mi Obra, que veáis Mis necesidades como Padre de Familia, para que Me traigáis a vuestros hermanos de regreso. Estáis trabajando para vuestro Dios, entended eso, Mis pequeños, os estoy dando mucho, es Mío todo lo que tenéis, vuestro mérito al final será éste, las almas que hayáis salvado para el Reino de los Cielos, el Amor que hayáis dejado en el corazón de los hombres Mi medio.
Gracias, Mis pequeños.