Ago 29_05 La impureza os separa de Mí.

Rosario.

 

Temas:

  • La impureza os separa de Mí.
  • La penitencia, el sacrificio, el ayuno, es una negación a vosotros mismos.
  • Cuando recibís la Santa Eucaristía, debéis transmitirla durante el día.
  • Os pido que Me imploréis que os dé ésa Gracia de ser como niños.
  • Os pido que tratéis de dar día a día un poquito de vosotros, por vuestros hermanos.

 

 

 Mensaje de Dios Padre, a J. V.

 

Primer Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: La impureza os separa de Mí.
Hijitos Míos, satanás sabe perfectamente lo que es la impureza para un alma. La impureza es como un velo denso que no permite la entrada de Mi Gracia, la entrada de la Luz, la entrada de la Verdad, al corazón del hombre. La impureza os separa de Mí, os volvéis mundanos, el pecado está a flor de piel. La impureza no os permite crecer, no le permite crecer al alma como es debido. Al vivir en la impureza, Mis pequeños, os mantenéis fuera de Mis Leyes, fuera de Mi Amor, os enlodáis, os ensuciáis, porque ésa falta de vida en la Virtud, ésa falta de pureza en los corazones, en la mente, en el ser humano, os va a llevar a la destrucción irremediablemente.

Orad, orad por vuestros hermanos que viven en la impureza, porque no se dan cuenta de la destrucción a la que están llevando a su alma y no solamente eso, Mis pequeños, es el ejemplo que están dando a sus hermanos.

Ciertamente, el demonio va a presentar a la impureza como algo agradable a los sentidos y por eso muchos de vuestros hermanos caen en el error, caen en la mentira, caen en ésta trampa que les pone satanás.

No abráis ni una pequeña rendija a la impureza, Mis pequeños, porque tan pronto se mete en vuestro ser, os va envenenando poco a poco, hasta que os va llevando a ésa muerte espiritual. Manteneos atentos a los ataques del enemigo, a su maldad, manteneos en la oración y estad alertas porque él aprovecha cualquier ocasión para tratar de venceros. Pedid, pedid Mis pequeños, ésta Pureza para Mis ministros, Mis sacerdotes, Mis consagrados, porque en el momento que entra la impureza en el corazón del hombre, especialmente en ellos, se desvían, se vuelven del mundo y os desvían a vosotros, que sois Iglesia, que sois Mis hijos. Orad por ellos para que no caigan en el error.

Os amo, Mis pequeños y amo, amo preferentemente a aquellos que están en éste dolor y que no pueden salir de él por la falta de oración de vosotros, sois hermanos, levantadles, enseñadles que pueden regresar a Mí, llevadles Mi Amor, llevadles Esperanza, una nueva vida les espera, dádsela, dádsela, Mis pequeños.
Gracias.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: La penitencia, el sacrificio, el ayuno, es una negación a vosotros mismos.
Hijitos Míos, es tanto el Amor que derramo sobre cada uno de vosotros, que vosotros ni siquiera podéis imaginar Mi Bondad, el respeto que tengo hacia las almas, y la ayuda que os doy a cada uno de vosotros. En las Escrituras está escrito que Yo no trato a las almas como merecen vuestros pecados, no, Mis pequeños. Os he dicho que sois creación de Amor, en vosotros derramo Mis Bendiciones y si vuestra humanidad pecadora no sabe agradecer Mis Bendiciones, la vida que Yo os doy, los regalos con los que os consiento día a día, aún así Yo os sigo manteniendo cerca de Mi Corazón.

 

Mis pequeños, agradeced por los que no agradecen, amad por los que aún no aman, vivid ésa vida que Yo quiero para cada uno de vosotros, por los que no viven así. Necesito de vuestra ayuda, necesito que también vuestro corazón se mueva hacia ésa compasión con vuestros hermanos.

Cuando os ha dicho Mi Hijo que aquél que da la vida por su hermano, es lo más grande que puede hacer, no solamente se refiere a la muerte, a la muerte del cuerpo, se refiere a ésa necesidad que debe salir de vuestra alma, que debe brotar del amor de vuestro corazón, del darse en oración, en sacrificio, en donación personal por vuestros hermanos, que, muertos a la Gracia están. La penitencia, el sacrificio, el ayuno, es una negación a vosotros mismos, a vuestra comodidad, podríamos decir, a vuestra vida y al morir por ellos, al morir a vuestros gustos, al morir a vuestra comodidad, os estáis dando por ellos y estáis muriendo para dar vida.

AyudadMe, Mis pequeños, a levantarlos, a darles vida, a anunciarles el Evangelio que os dio Mi Hijo, que Él murió por vosotros para daros Vida.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Cuando recibís la Santa Eucaristía, debéis transmitirla durante el día.
Hijitos Míos, el vivir la vida en piedad, en unión Conmigo, es para todo el día, es una vida continua, no debéis separar vuestra vida diaria, con vuestra vida espiritual, debéis unir ambas, Mis pequeños.

Lo que tomáis como Alimento, cuando recibís la Santa Eucaristía, debéis transmitirla durante el día. Ésa vida íntima, ésa vida que Yo os doy, al principio del día, debéis vivirla entre vuestros hermanos, para que así os reconozcan, como reconocían a los primeros Cristianos.

Estáis tomando Vida de vuestro Dios, Mis pequeños, ésa Vida Yo os la doy gratuitamente y gratuitamente debéis transmitirla a vuestros hermanos, que se note, Mis pequeños, que Yo Vivo en vosotros, que Yo os estoy guiando, que Yo os estoy aconsejando, que estáis haciendo esto para halagar a vuestro Dios, ayudando a vuestros hermanos.

Debéis ser ejemplo, debéis ser vida y presencia de Cristo entre todos los vuestros, si no lo hacéis así, Mis pequeños, no estáis realmente viviendo lo que debéis vivir, que es vuestra obligación, obligación de Amor, porque Mis regalos son inconmensurables y cuando se tiene Mi Amor, necesariamente se tiene que transmitir. Si realmente estáis tomando con devoción, con respeto, y con la finalidad del crecimiento propio y crecimiento para vuestros hermanos, no debéis limitar lo que es Mío. Debéis recibir y debéis dar, ése es el verdadero hijo de Dios, el que busca por el bien de sus hermanos, el que vive la santidad y con el ejemplo, mueve los corazones, Yo no os obligo, el Amor os obliga.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Os pido que Me imploréis que os dé ésa Gracia de ser como niños.
Hijitos Míos, el ser como niños es una gracia que debéis pedir. El niño que apenas está naciendo a la vida es muy receptivo, muy sensible a todo lo que sucede a su alrededor, él capta mucho mejor, que el adulto, la maldad y la bondad. Cuando vais creciendo, os vais haciendo refractarios a ello, a la maldad y a la bondad, vais haciendo vuestra propia personalidad y vais aceptando cosas negativas en vuestra vida, vais tomando otras cosas buenas y así vais moldeando vuestra personalidad.

El niño, el pequeñito, el que todavía se nutre fuertemente por el Amor, es muy receptivo a ésa maldad que os rodea y por eso os pido que Me imploréis que os dé ésa Gracia de ser como niños, para que podáis sentir, ver, la maldad que os rodea y que así podáis contrarrestarla con la bondad que también debe existir en vuestro corazón.

Mis pequeños, os necesito, son pocos, muy pocos de vosotros hijos Míos, los que se dan para servirMe, que aceptan su Cruz, que aceptan el rechazo de la sociedad porque están Conmigo.  El ataque es fuerte, el ataque satánico hace que muchos, muchos hermanos vuestros, que en un principio habían querido darse por Mí, decaigan en ése deseo, porque no soportan el ataque, no quieren ver “su nombre manchado”, porque están defendiendo lo Mío, y entrecomillo “su nombre manchado”, porque les afecta más el “qué dirán” del mundo y no el “qué dirán” del Cielo. Lo que es del mundo no sirve para el Cielo, si queréis vivir para el mundo y estar bien con el mundo, difícilmente estaréis bien con el Cielo.

Vivid pues, como niños necesitados de Amor y también necesitados por dar Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Dios Padre,
Sobre: Os pido que tratéis de dar día a día un poquito de vosotros, por vuestros hermanos.
Hijitos Míos, os pido que tratéis de dar día a día un poquito de vosotros, por vuestros hermanos, que os propongáis dar algo de vosotros a vuestros hermanos necesitados. Si no habéis aprendido todavía a daros por completo, empezad poco a poco venciéndoos a vosotros mismos.

Cuántas veces, Mis pequeños, un consejo dado a tiempo, puede ayudar grandemente a alguno de vuestros hermanos y continuamente vosotros negáis ése minuto, ésos cinco minutos a vuestros hermanos porque tenéis mucha prisa ó porque no tenéis tiempo en ése momento. Debéis aprender a ver en vuestros hermanos ésa necesidad de Alimento que ellos están viendo que vosotros tenéis y que debéis compartir. Si os están pidiendo ésa ayuda, es porque ellos saben que tenéis en vuestro corazón ésa ayuda.

Al ser otros Cristos, debéis dar lo que se os ha dado, Yo os he equipado para poder ayudar a vuestros hermanos en la misión que os he encomendado. Dad pues de lo que habéis recibido gratuitamente, dándoos a vuestros hermanos poco a poco, que no tengáis ésa vergüenza de hablar de Mí, de dar un buen ejemplo, de dar una ayuda. No le tengáis miedo al “qué dirán”, si Yo os pido que hagáis algo grande por vuestros hermanos, manteneos en la humildad, mantened vuestros ojos, en Mis Ojos, vuestro corazón, en Mi Corazón y así, no tendréis problemas. Ciertamente los tendréis quizá para el mundo, pero Me refiero a no tener problemas con vosotros mismos, sino que sea algo natural, que salga sencillamente de vuestra alma, así, con ése deseo de aliviar la necesidad de vuestro hermano necesitado.
Gracias, Mis pequeños.