Jun 06_05 La misión de cada uno y la Solidaridad con la Naturaleza.

Rosario.

Temas:

  • Aunque veáis pequeña vuestra misión, no envidiéis la de otros, porque os necesito así.
  • Despertad, Mis pequeños, despertad, ya es tiempo. No viváis en el conformismo.
  • Todos vuestros actos, buenos ó malos afectan a la Creación, aunque los hagáis a escondidas. (Solidaridad de la naturaleza con la humanidad: en la Gracia, o en el pecado)
  • También la naturaleza necesita oración, también necesita protección espiritual.
  • Me deleité creando, para que os deleitaras con Mi obra.

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Primer Misterio Habla Dios Padre.
Sobre: Aunque veáis pequeña vuestra misión, no envidiéis la de otros, porque os necesito así.
Hijitos Míos, nunca subestiméis la misión que cada uno tenéis aquí en la Tierra.
Todos vosotros habéis sido preparados en diferente forma, todos vosotros tenéis una particular historia en vuestra vida. Las experiencias que cada uno de vosotros habéis tenido, tenéis y tendréis, son diferentes.

A cada uno de vosotros os he puesto en diferente lugar, para que desde ahí, dierais Luz en Sabiduría, en Verdad, en Amor. Cada uno de vosotros es grato a Mis Ojos, cuando lleváis a cabo vuestra misión particular, no os comparéis con vuestros hermanos, cada uno de vosotros tiene que completar ése rompecabezas del Cuerpo Místico de Mi Hijo. Sois como una casa en construcción. Algunos de vosotros sois cimientos, otros sois columnas, otros sois trabes, otros techos, y ya que está la fuerza de ésa casa puesta, a otros os toca ser los adornos, las delicadezas, los apoyos, las bellezas que llevarán ese hogar.

Así que no envidiéis lo que vuestros hermanos tengan, tomad vuestra misión de corazón y dadla a vuestros hermanos, ayudadles en lo que Mi Santo Espíritu os indique en vuestro corazón. Tened por cierto que lo que vosotros hagáis, otro no lo podrá hacer tan bien, podrán tratar otros, pero la mejor forma de hacer eso que Os he indicado, sólo lo podréis hacer cada uno de vosotros.

Aunque veáis pequeña vuestra misión, no envidiéis la de otros, porque os necesito así, os necesito a cada uno de vosotros, confío en cada uno de vosotros, pero todo lo que hagáis, Mis pequeños, hacedlo con vuestro corazón, con todo el amor que podáis, con toda la dedicación y el gusto para darMe gusto a Mí, vuestro Padre. No es lo mismo tener que hacer las cosas por obligación, que hacer las cosas por darle gusto a quien se lo pida, con amor, con agradecimiento, con delicadeza.

DadMe vuestra vida, Mis pequeños, dadMe vuestra vida, que Yo la perfeccionaré y la haré grande.

DejadMe a Mí, vivificaros, dejadMe a Mí, fortaleceros, dejadMe a Mí, llevaros a ésa perfección, en vuestros actos, en vuestro amor.

Sois pequeños e imperfectos, necesitáis de Mi guía amorosa y sabia. No os confundáis, Mis pequeños, no permitáis que la soberbia entre a vuestro corazón y a vuestra mente, la Perfección solamente puede venir de Mí, de vuestro Dios, el Santo, el Perfecto, el Inmutable.

Venid a Mí con inocencia de niños y pedid Mi ayuda con humildad, pedidMe ésa perfección que tanto necesitáis, y Yo gustosamente os la daré, porque necesito a niños, niños totalmente donados a Mi Corazón, niños obedientes, niños en los que Yo pueda confiar plenamente para derramar Mis Dones, para derramar Mis bendiciones, para que podáis hacer grandes cosas por Mi Reino, entre vuestros hermanos.

Sed obedientes, sed sencillos, donaos plenamente, dejadMe trabajar en vuestro corazón, dejadMe llevaros a ésa perfección.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Despertad, Mis pequeños, despertad, ya es tiempo. No viváis en el conformismo.
Hijitos Míos, una de las formas elegidas y principales con que os ataca el maligno, es llevándoos a una vida de conformismo. Hay pecado envuelto en ello.

No os dais cuenta y estáis viviendo en la tibieza, lleváis ése conformismo en vuestra vida y en la vida de los que os rodean. Algunos dicen no hacer el mal, no se meten con nadie, no ayudan en nada. Otros no buscan su perfeccionamiento por ésa tibieza, porque saben que tendrán que dar servicio, que tendrán que dar ayuda con lo que Yo les pida por saber más, por vivir más unidos a Mi Corazón. Ésa es una falta grave.

El demonio os mantiene así, en una vida pasiva, en una vida en la cual no hacéis gran  cosa por vuestros hermanos ni por Mí, vuestro Dios. Es tiempo en que despertéis, Mis pequeños, es tiempo en que os deis cuenta de lo que sucede a vuestro alrededor.

Vosotros decís, “la unión hace la fuerza” y éste es el momento en que se debe dar la unión con Mi Santísima Trinidad, debéis uniros. Y es feo que os diga esto, pero el infierno está unido para atacaros, para destruir Mi obra, para destruiros a vosotros.

El demonio tiene sus ejércitos, su fuerza unida, Yo os voy protegiendo y os voy llevando a ésa unión, pero vuestra tibieza, impide Mi trabajo en vuestras almas. No os gusta trabajar para vuestro Dios, el demonio lo sabe y os lleva a ésa tibieza, no permite que vosotros veáis Mis necesidades y si las lográis ver, os mete ésa flojera espiritual, para que no os deis en la salvación de vuestros hermanos, en el engrandecimiento de Mi Reino en la Tierra.

Ciertamente, cuando vuestro corazón atiende a Mis súplicas y os queréis salir de ése adormilamiento espiritual, el demonio os atacará, porque no quiere almas que le ataquen a él. Las almas de oración, las almas en la pureza, las almas en la vida en la Gracia, son grandes enemigas para él.

Cuando vosotros queréis saliros de ésa tibieza, cuando ya os disteis cuenta del tiempo perdido y queréis reparar ése tiempo perdido, el demonio os atacará fuertemente, pero recordad Mis pequeños, que contáis con Mi Fuerza, con Mi Vida, con Mis bendiciones.

Al demonio no le gustan las almas activas, las almas que pueden destruir su reino de maldad y de error. Por el contrario, os quiere así, como almas muertas, almas que no sirvan, almas distraídas en las cosas del mundo.

Pedid sabiduría, Mis pequeños, pedid discernimiento, para que os deis cuenta en qué nivel estáis de servicio y de vida espiritual.

Como os digo, al momento en que os deis cuenta de vuestra tibieza y queráis salir de ella, él os atacará. Mi Madre os protegerá, tened confianza, Mis pequeños, en que contáis con los Poderes del Cielo. Sois instrumentos y si el instrumento no quiere trabajar, todo lo que podría haber hecho se desperdiciará. Todos los planes que Yo tengo para cada  uno de vosotros se desperdician, porque el instrumento no se donó, no se dejó conducir, prefirió la tibieza, no quiso rechazar el ataque del mal.

Despertad, Mis pequeños, despertad, ya es tiempo. Actuad para vuestro Dios, vivid para vuestro Dios, moved al mundo para vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Todos vuestros actos, buenos ó malos afectan a la Creación, aunque los hagáis a escondidas. (Solidaridad de la naturaleza con la humanidad: en la Gracia, o en el pecado)
Hijitos Míos, alguna vez os pedí, que os pusierais en Mi posición como Padre y aunque no lo entendáis plenamente, que os pusierais también en Mi posición de Dios y Creador.

En vuestras capacidades humanas, y con el entendimiento que os pueda dar Mi Santo Espíritu, al poneros en Mi posición de Dios, de Padre, de Creador, con humildad, con sencillez, Me podríais entender un poquito, aunque fuera, en Mi posición amorosa hacia cada uno de vosotros.

Como seres humanos, como padres, aunque no tenéis ésa sensibilidad que Mi Perfección tiene, lloráis, os abatís, cuando en vuestros hijos no se da lo que vosotros quisierais. No siempre está en vuestras manos que las cosas salgan como cada uno de vosotros quisierais. El medio ambiente, las personas que os rodean, las inclinaciones que cada alma tiene, todo eso va afectando Mi Obra en cada uno de vosotros.

Si vosotros sufrís, imaginad, Mis pequeños, el sufrimiento de vuestro Dios. Yo que conozco a la perfección a las almas, Yo que conozco vuestro pensamiento, vuestros actos ocultos, Mi dolor es mayor, Mis penas son mayores.

Mis pequeños, cuando os he pedido que os unáis a Mí, vuestro Dios en Mi Trinidad Sacrosanta, es para que podáis acompañarMe, tanto en el gozo que tengo en las almas que responden, como en el dolor que Me producen aquellas que Me rechazan.

Somos familia, Mis pequeños, tenemos que hacer una sola vida, os he dado el don de la vida y la Vida proviene de Mí, así que todo aquello que os afecte para bien ó para mal, Me afecta a Mí, en Mi Trinidad, afecta al Cielo, afecta a todo lo que hago. Vosotros imagináis que por ser individuos aislados, porque vosotros mismos os aisláis, creéis que vuestras obras se quedan en vosotros y ahí se quedan, sin afectar a nadie ni a nada y estáis equivocados, Mis pequeños.

Al estar unidos a Mi Cuerpo Místico, vuestras buenas ó malas obras, afectan a todo el Cuerpo, no podéis hacer cosas a escondidas, porque Yo todo lo veo, todo lo vivo, todo lo palpo y necesariamente, lo que tenéis de bueno ó de malo en vuestro corazón, tarde ó temprano sale y afecta a los que estén a vuestro alrededor.

Os vuelvo a repetir, todos vuestros actos, buenos ó malos afectan a la Creación, aunque los hagáis a escondidas. Tened cuidado, Mis pequeños por ello, con lo que pensáis, con lo que hacéis, porque perjudicáis a muchas almas cuando obráis mal, ó por otro lado, ayudáis a muchas almas cuando obráis en el bien.

La prueba en ello queda con las Palabras de Mi Hijo, cuando os dijo que la oración la hicierais a solas, en lo oculto, en lo íntimo, podríais decir, que ésa alma así, no va a dar frutos, porque está oculta al mundo y solamente está orando en lo íntimo de su corazón, y no es así, Mis pequeños, porque os digo que vuestra vida está unida a la Mía, y ésas almas van a producir mucho bien, porque Yo conozco lo oculto aún en vuestro corazón, vuestros buenos deseos y vuestras buenas obras.

Así que no os sintáis abatidos, decepcionados, que creáis que no servís para la obra de vuestro Dios, cuando por hacer vuestros deberes cotidianos, os mantenéis así, en una oración, oculta, sencilla, íntima con vuestro Dios. Vuestra oración, vuestra donación, vuestro ofrecimiento, llega a Mí, vuestro Dios y Yo agradezco y bendigo lo que hacéis por Mí, en ése ocultamiento.

Tened más cuidado pues, Mis pequeños, en lo que pensáis, en lo que obráis, en lo que deseáis para los demás, porque bueno ó malo, os afectará y afectará a vuestros hermanos, y afectará Mi Corazón y a Mi Santísima Trinidad.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: También la naturaleza necesita oración, también necesita protección espiritual.
Mis hijitos, Mis pequeños, sabéis que lo más importante que os he dado, es vuestra alma y ella es la que ganará los méritos ó los castigos por vuestro actuar aquí en la Tierra.

Pero no solamente vosotros sois creación, todo lo que está a vuestro alrededor fue creado también por Mis Manos, por Mi Corazón amoroso, para que todo os sirviera, para que todo lo que está a vuestro alrededor os cuidara. Tenéis las bellezas del cielo, las bellezas del mar, la naturaleza entera, todo lo vivo que os rodea y poco os acordáis de ello, Mis pequeños.

Ciertamente, Mi Providencia, es la que mantiene la vitalidad de todo lo que os rodea, pero se os dio el cuidado de ella, para que ella respondiera con sus frutos.

Así como también vosotros dais frutos al vivir en Mí, la naturaleza os da sus frutos cuando la cuidáis por Mí.

Habéis puesto en segundo plano ó más allá, el cuidado de la naturaleza. No le estáis dando ése valor que tiene, os estáis despreocupando por ella. También la naturaleza necesita oración, también necesita protección espiritual. Os he explicado, que los acontecimientos, principalmente, se dan en lo espiritual y afectan en lo material, si vosotros no oráis por vuestra naturaleza, no la protegéis de los ataques del enemigo, ella se volcará también contra vosotros, no dará los frutos que debe daros, para que vuestro cuerpo subsista sano aquí en la Tierra.

No os confundáis, como el demonio ha confundido a algunos, hacer ver Mi Divinidad en la naturaleza. Sí, ella es obra Mía, más no Soy Yo el que está allí, Mi cuidado, Mis bendiciones, están en todo lo que os rodea, pero Yo Soy vuestro Dios, Yo Soy el Creador y todos vosotros brotasteis de Mi deseo de Amor, de daros vida.

Cuidad, pues, Mis pequeños lo que se os ha dado para que os cuidara, para que estuvierais sanos, para que vuestra misión en la Tierra se alargara y así pudierais vosotros, ayudados con los frutos de la Tierra, dar muchos frutos para vuestro Dios. Ahora podéis ver cómo unos sirven a los otros, la naturaleza os sirve, vosotros servís a vuestros hermanos y así todos unidos, os unís a Mí, a través de Mi Hijo, que también os sirvió a vosotros.

Es la humildad, Mis pequeños, es la donación total, en sencillez, en Amor lo que os engrandece. El demonio os ha hecho creer que debéis ser grandes ante los ojos de los hombres y ved cómo sus obras son las que no permanecen. En cambio, permanecen las obras de los sencillos, de los que pusieron su corazón en servir a los demás.

Tomad el ejemplo de Mi Hijo, tomadlo de corazón, porque es una Vida ejemplar del Cielo, es vuestro Dios en la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Me deleité creando, para que os deleitaras con Mi obra.
Mis pequeños, os he dicho que la llave que abre todas vuestras potencias hacia Mí, es la humildad.

Cuando sois humildes, cuando sois sencillos, Me podéis ver a vuestro alrededor, en vuestros hermanos, en la naturaleza, en todo lo creado, de todo podéis obtener sabiduría.

Muchos de vuestros hermanos han obtenido ésa sabiduría, simplemente en la observación en la perfección de Mi Obra, en el Universo, en vuestro propio planeta, en la naturaleza, en la observación de lo que os rodea.

Tenéis tanto, tanto a vuestro alrededor, Mis pequeños, tenéis tanta Sabiduría Divina derramada y patente a vuestro alrededor, que no habéis aprendido, porque no os habéis tomado el tiempo para observar, para meditar, para agradecer, lo que Yo, con Amor, Creé para vosotros. Todo, todo lo que os rodea, todo lo creado, es perfecto.

Si vosotros aprendéis a observar Mi Perfección, entraréis en ésa pequeñez, en ésa humildad, en ése reconocimiento de Mi Obra en vosotros y en Mis obras para vosotros. Sobre todo, lo que quiero que veáis, Mis pequeños, es el Amor, el Amor que puse en cada cosa, todo fue para vosotros, Mis pequeños, Me deleité creando, para que os deleitaras con Mi obra. Os quise consentir e hice cosas maravillosas para que las gozarais, pero estáis tan apurados en vuestra vida, en vuestras cosas, que no veis las maravillas que os estoy dando día a día, que ya hasta se os hacen normales en vuestra vida.

Observad, meditad, pedidle a Mi Santo Espíritu de Amor que os enseñe a ver, que os enseñe a sentir, que os enseñe a escuchar, que os enseñe a verMe en toda la Creación y en vosotros mismos.

¡Hay tanto de bueno a vuestro alrededor! y os quejáis de que no tenéis nada. Aprended a ver Mis maravillas, Mis milagros de Amor por vosotros.
Gracias, Mis pequeños.