Jun 02_05 Enmendad Vuestro camino, ¡quedan segundos! Y luchad contra vosotros mismos.

Rosario.

 

Temas:

  • Enmendad vuestro camino, ¡quedan segundos!, ¡quedan segundos!
  • Debéis luchar contra vosotros mismos y tratar de erradicar toda ésa hierba mala que ha crecido con vuestra alma.

 

Mensaje de Dios Padre, a J. V.

Primer Misterio.
Habla Dios Padre:
Sobre: Enmendad vuestro camino, ¡quedan segundos!, ¡quedan segundos!
Hijitos Míos, Soy vuestro Padre y Creador, el Creador de todo el Universo, el Padre de todos vosotros.

Mis pequeños, Me disgusta que Me veáis como el Dios del Antiguo Testamento, Dios de los Ejércitos, Dios de Lucha, Dios Vengador, Dios temido. Por eso, Mis pequeños, todo lo que Yo os había dado en el Antiguo Testamento, a través de Mis Profetas, era para mantener una Ley, una Ley por la cual se debía, en ése tiempo, guiar Mi pueblo y éste, a la vez debía transmitir Mis enseñanzas y Mis Leyes a los demás pueblos.

Ese Dios del Antiguo Testamento, que así, Me mostraron los Profetas y que el mismo pueblo tergiversó, dejándome como un Dios Vengador, al mandaros a Mi Hijo, todo Amor, toda enseñanza, fue para cambiaros esa mentalidad equivocada.
Un padre no puede odiar a sus hijos, un padre, una madre, siempre velará por ellos.
Yo no Soy ése Dios del Antiguo Testamento. Soy el Dios del Nuevo Testamento que os mostró Mi Hijo.

Mi Amor es Misericordioso, Mi Amor es infinito, Mi Amor todo lo perdona y Mi Justicia entra solo cuando la necedad del hombre ya no quiere ni recibir Mi Misericordia, ya no quiere recibir Mi perdón, ya no quiere estar con su Dios.

Pensad en Sodoma y Gomorra, pensad en su pecado, meditad la vida de aquellos hombres. Ciertamente, hijos Míos, eran creación Mía y tuvieron profeta para anunciarles que enmendaran su camino, pero negaron a los Profetas, negaron un cambio de vida, no quisieron dejarse guiar por Mi Voz, por Mis Leyes, por Mis Consejos y fue destruida por su necedad.

Mis pequeños, ahora muchos de vuestros hermanos están caminando por la misma senda, os vuelvo a repetir, ciertamente Mi Amor y Misericordia se siguen derramando sobre todos vosotros, pero vuestra necedad, vuestros oídos sordos, vuestro corazón satanizado, están haciendo que Mi Justicia se acerque.

Utilizo Mi Justicia cuando vuestra esencia, vuestra alma aún a pesar de todos Mis esfuerzos, de todo Mi Amor, no quieren volver a su Dios, no quieren regresar al Amor y se vuelven contaminación para las almas buenas, para las almas que luchan por mantenerse en el Bien, bajo Mis Leyes, bajo Mis Decretos, bajo Mi Amor. Por el bien de ésas almas, Yo tengo que purificar y apartar de la Tierra lo que es dañino a ellas.

El agricultor lo sabe bien, aquellas plantas, aquellos insectos nocivos, tienen que ser eliminados para que la planta crezca bien y dé mucho fruto.
Se está acercando el tiempo de ello, Mis pequeños, para con todo el género humano, las plantas dañinas, los insectos nocivos, que son todas ésas almas que viven muy apartados de Mis Leyes y de Mi Amor y os están dañando, no puedo permitir ya que echen a perder Mi Obra, bastante han luchado contra toda ésta corrupción que los envuelve, tratan de salirse, pero el hombre es débil y cae, pero Yo aún así, os levanto, os doy aliento para que sigáis adelante, protegiéndoos y protegiendo a vuestros hermanos. La lucha se ha vuelto muy difícil, porque las fuerzas del mal han diseminado su maldad por doquier, por eso, Mis pequeños, Mis hijos de todo el mundo, entended, que Yo no Soy el Dios del Antiguo Testamento, pero que Mi Justicia se tiene que dar para defender lo que es bueno, lo que tiene buena cepa, lo que es bueno para el futuro, lo que será bueno para los Cielos Nuevos y Tierras Nuevas.

Hay almas con las que puedo contar, para que ya purificadas y aliviadas de todo el error que las rodea, van a volverse plenamente a Mí y van a dar mucho fruto. Por ellas Me debo, por ellas Me doy, por ellas utilizo la Justicia, aunque Me disguste, Mis pequeños, porque sois Mi Obra, porque salisteis de Mis Manos, pero preferisteis malos caminos.

Mis pequeños Me obligáis a algo que no quiero hacer, pero muchas almas ya no son dignas de permanecer en el Reino de los Cielos aquí en la Tierra, no pueden estar en éstos Nuevos Cielos y Nuevas Tierras, porque echarían a perder las nuevas plantitas.
Entended, Mis pequeños, los que vais por mal camino, entended bien estas Palabras y enmendad vuestro camino, estáis dañando Mi Amor, estáis dañando a vuestro Dios, a vuestro Creador. No es venganza, Mis pequeños, un Padre que Ama no puede vengarse del hijo que crió, y que ha amado desde pequeño.

Entended, Mis pequeños que Me habéis vuelto la espalda y sois traidores a Mi Obra, porque no producís el Amor que Yo quisiera que saliera de vuestro corazón, sino que estáis dañando con fiebre satánica lo que es Santo y eso Yo ya no lo puedo permitir ya.
Arrepentios, para que alcancéis vuestra salvación eterna, pero vuestro lugar ya no puede estar entre los escogidos.

Tengo que Ser duro, Mis pequeños, porque tengo que Ser fiel a los que Me han sido fieles prácticamente toda su vida. Ciertamente, habrá algunos arrepentidos con los que podré contar, pero las mismas Escrituras ya os hablan de estos momentos de la Purificación, en donde muchas, muchas almas serán eliminadas.

El dolor es grande, Mis pequeños, porque os Amo a todos, pero vosotros no Me amáis a Mí y un padre no puede dejar entrar al ladrón en su hogar, no puede dejar entrar al que va a destruir a los hijos. Yo no puedo dejar en los Cielos Nuevos y en las Tierras Nuevas a aquellos que van a querer destruir Mi Obra.

Orad por vuestra salvación, Mis pequeños porque es inminente el cambio, os lo he venido anunciando por mucho, mucho tiempo y no habéis querido entender, los momentos ya están sobre vosotros.

El Ángel Exterminador, está por bajar a la Tierra y llevar a cabo su Misión. Podéis protegeros y proteger a los vuestros. Arrepentios, haced penitencia, haced ayunos, cambiad realmente de vida, Mis pequeños y el Ángel Exterminador, pasará de largo y no os tocará. Cada uno de vosotros en lo personal deberá responder por su conducta. ¿Estáis preparados, Mis pequeños, para que no os toque el Ángel Exterminador y pase de largo?
Enmendad vuestro camino, ¡quedan segundos!, ¡quedan segundos!
Os Amo, Mis pequeños, os Amo.

Segundo Misterio.
Habla Dios Padre:
Sobre: Debéis luchar contra vosotros mismos y tratar de erradicar toda ésa hierba mala que ha crecido con vuestra alma.

Mis pequeños, habéis sido llamados a la vida para que vivierais junto Conmigo la plenitud del hombre y esto es, la vida total Conmigo, con vuestro Dios.
En estos momentos el hombre no vive en plenitud, porque vive más vida de carne, más vida de mundo que una vida espiritual, íntima, gozando de Mi Presencia y gozándome en su interior.

Estáis llamados a ésa plenitud y debéis luchar por ella. El regalo os está esperando, Yo Soy el regalo más grande que el hombre puede tener, vivir en ésa plenitud íntima Conmigo, con vuestro Dios, pero ¿qué es realmente ésa plenitud?

Mis pequeños, vuestra mente es tan pequeña, tan imperfecta, que no puede entender la inmensidad de Mi Amor y de Mi Poder. Vivir la plenitud, es vivir ése Cielo del cuál salisteis, el cual debéis propagar, y al cual regresaréis. Es vivir Mi Voluntad Divina, es como os enseñó Mi Hijo, Mi Hijo muy Amado, Jesucristo, que Vivió entre los hombres, es la negación de vuestra humanidad, que os lleva a apartaros de Mis Leyes, de Mis Decretos y de Mi Amor, es dejar todo el lastre de aquí de la Tierra y regresar a los bienes del Cielo, unirse a los bienes del Cielo, aún viviendo aquí en la Tierra. Al vivir ésa fusión entráis a la plenitud, empezáis a dar vida real entre los hombres, empezáis a vivir como Mi Hijo Vivió entre los hombres, es mostrar a vuestros hermanos que se puede gozar realmente, aún a pesar de que casi todo lo que está a vuestro alrededor es dañino, va contrario a Mis Leyes, a la Pureza del alma, a su crecimiento real.

Debéis luchar contra vosotros mismos y tratar de erradicar toda ésa hierba mala que ha crecido junto con vuestra alma. La perfección se da en la lucha, en la lucha interior, en la lucha cotidiana, no podéis dar fruto bueno si vosotros no habéis crecido bien.
Las Escrituras dicen que “Un árbol bueno, tiene que dar buenos frutos”. Todas Mis enseñanzas, el ejemplo de Mi Hijo, la guía amorosa de Mi Hija, la vida de ejemplo de vuestros hermanos en santidad, son para ello, Mis pequeños, para que veáis que si os  proponéis ésa purificación interior, ésa unión Conmigo, con vuestro Dios, para lograr la fusión, se puede lograr.

Os tenéis que hacer la guerra, vosotros mismos, para dar el fruto que debéis dar. Fuisteis llamados a la vida para dar fruto, para salvar almas, para transmitir las enseñanzas de Mi Hijo. Vuestra posición en la Tierra es muy grande, cuando realmente el alma busca hacer la Voluntad de su Dios. Continuamente os debéis estar haciendo la guerra a vosotros mismos para no dejar crecer la cizaña en vuestro corazón, para no entrar en soberbias, que os llevarán a una confusión de alma.

Debéis dejar que sea la Luz del Santo Espíritu de Amor, el que os guíe, que para ello están los Sacramentos, los Sacramentos de Vida que Yo os he dejado.
Si humanamente os alimentarais una vez por semana, cada tres, cuatro días, ó una vez al mes, moriríais, ó estaríais en grandes problemas nutricionales, ó de salud. Y así está vuestra alma, en graves problemas, porque no le habéis dado el Alimento que Yo os dejé a través de Mi Hijo.

Mis pequeños, entended, que debéis alimentaros, que debéis crecer, que debéis estar más unidos en Mí, para que seáis buenas plantas, buenos árboles frondosos y que deis un fruto excelente, jugoso, nutritivo, para vuestros hermanos.

Manteneos en ésa guerra interior, para que solamente entre y prevalezca lo Mío y pronto veréis coronado vuestro triunfo, tanto, con lo que vosotros hicisteis en vuestra alma, como lo que hicisteis con la de vuestros hermanos. Que ése sea vuestro interés de ahora en adelante, Mis pequeños, dejad vuestra vida pasada y haced una nueva vida para vosotros y para vuestros hermanos. Estando Conmigo en la lucha, es más fácil, es más llevadera, porque Yo lucho con aquellas almas que Me han dejado obrar en ellas. Manteneos Conmigo, en ésa fusión espiritual, manteneos Conmigo, Mis pequeños y pronto venceremos.
Gracias, Mis pequeños.