Oct 28_04 Es Mi tiempo el que estáis utilizando ahora en vuestra vida.

Rosario.

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J.V.

Ofrecimiento. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, Yo El Hijo de Dios, os vine a traer toda una Evangelización de Amor, os vine a traer el Amor del Cielo, Yo Mismo vine a Ser Apóstol de Mi  Dios, de Mi Padre.

Una Palabra os digo Mis pequeños, como quedó plasmada en las Escrituras: “No pasarán éstos Tiempos sin que, ni una coma, ni un punto, dejen de llevarse a cabo”. 

Las Palabras que se han dado en el Evangelio, en las Sagradas Escrituras, se cumplirán Mis pequeños, y por eso mismo, debéis tener muy presente todo esto que Yo os he dicho, y se os han dicho a través del Tiempo, por las Profecías antiguas y posteriores.

Mis pequeños, preocupado debe estar vuestro corazón, pero no atemorizado, preocupado por el alma de vuestros hermanos que están alejados de Mí, que están alejados del Amor.

Vuestra preocupación debe de ser grande, en ello debe radicar vuestra oración, vuestra donación; debéis levantar muertos, muertos a la Gracia, muertos a la Vida Divina, muertos a la Salvación Eterna.

Mis pequeños, dejad que Mi Santo Espíritu de Amor os guíe en la oración, os guíe en vuestros pasos, guíe vuestra mente, guíe vuestra vida, para que Él os indique qué es lo que debéis hacer; por quién debéis pedir, por quién debéis interceder, a quién debéis acudir.

Dejad ya, que el Don de Dios Habite en vosotros, es el Amor, os he dicho, lo que va a ser que todo cambie.

Debéis desarraigaros de todo aquello que no es bueno para vuestro crecimiento espiritual; debéis dejar todo aquello que os detiene en éste Mundo, no os llenéis de sobrepeso de aquello que solamente os va a detener en el Camino del Bien y de la Verdad.

Cada vez más debéis estar atentos a lo que el Espíritu de Amor os diga en vuestro interior.

Sabéis que los Tiempos son difíciles, el mal ataca más fuertemente día a día; se vuelve más poderoso porque el hombre se ha apartado de la oración y de la vida en la Gracia; ya no hay Virtud entre los Hombres y de ahí toma su fuerza el mal, porque ya no se le ataca, se le deja vivir, se le deja moverse en todos los ámbitos de la sociedad. Debéis contraatacar con Mi Gracia que Habita en vosotros.

Vuestras obras deben de ser excelsas, deben de ser purificadas con la más bella intención de halagarme, de servirme. Buscad, buscad en todas vuestras intenciones primeramente el servirme y el de darme lo que Yo os He pedido: Salvación, amor, unión, vida espiritual.

Venid, venid a Mi Corazón, Mis pequeños y tomad de Mí, todo lo que necesitéis, Yo Soy vuestro Alimento, Yo Soy vuestra comprensión, Yo Soy vuestro perdón, Yo Soy  vuestra ayuda, Yo Soy vuestra Luz, Yo Soy el Camino, Yo Soy la Verdad.

Por eso os digo otra vez, Mis pequeños, no os apartéis de Mí, aquel que se aparta de Mí y busca hacer con sus propias fuerzas su propio destino, no lo va a lograr, Mis pequeños.

Vinisteis a servir a vuestro Dios, y en Mí debéis tomar todo aquello que necesitaréis para cumplir vuestra Misión.

No estáis bajo la influencia de un destino, como muchos creen, Yo os voy llevando hacia la perfección, y tenéis la libertad de actuar en ella.

No os arraiguéis a nada, ni a nadie, solamente en Mí, vuestro Dios.

Poned todas vuestras fuerzas y toda vuestra esperanza en Mí, que Yo os llevaré a esos pastizales verdes, a esa paz interior, a esa Vida Celestial.

Creed en vuestro Dios, que Él nunca os va a engañar.

Orad por vuestros hermanos que viven engañados por el mal y por el Mundo.

Orad, orad intensamente, pero dentro de vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, Mis pequeños, sabéis que vuestra fuerza radica en Mí, sabéis que sois pocos alrededor del Mundo los que están Conmigo.

Pero así como Yo escogí solamente a Doce, y esa Evangelización, Mi Evangelización llegó a todas las partes del Mundo; así al haberos escogido voy dando fuerza al Mundo a través de vuestra oración, voy uniendo al Mundo a través de los corazones que se han apartado del Mundo y están Conmigo.

Vuestra fuerza radica en Mí, la unión se da en Mí. Permaneced unidos en la oración con vuestros hermanos alrededor del Mundo, aunque no los conozcáis, uníos espiritualmente, sabiendo que Yo voy tendiendo puentes de país a país, de estado a estado, de ciudad en ciudad, de corazón, a corazón. Todo se va entrelazando, todo, para cumplir Mi Obra, para cumplir la Obra de Nuestro Dios.

Manteneos siempre en ésa idea, Mis pequeños, de que no estáis solos, que no estáis abandonados, que ya pertenecéis fuertemente a Mi Cuerpo Místico y que debéis atraer a multitudes a unirse a Éste, Mi Cuerpo.

Ya os dije que no todos pueden ser Cabeza, que no todos pueden ser Corazón, que no todos pueden ser Mano; pero todos a la vez pertenecen a Una sola Entidad.

Así que, Mis pequeños, no os consideréis apartados, insignificantes, pobres, sino tened presente y firmemente en vuestro corazón, que vuestras pequeñas obras van a dar grandes frutos si os mantenéis Conmigo, con vuestro Dios, con vuestro Salvador.

Os Amo, Mis pequeños, os estrecho fuertemente en Mi Corazón, porque a pesar de que el Mundo se debate ahora en el mal, en tanta tentación, vosotros habéis escogido la mejor parte y por eso os acerco cada vez más a Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, os pido con todo el Corazón que os mantengáis en esa Alegría Santa.

Mis pequeños, ¿Cómo puede estar el alma triste, cuando está llena de su Dios, y está viviendo para su Dios? No puede existir la tristeza en un corazón donde Yo habito.

Ciertamente veis cosas feas a vuestro alrededor, pero debéis estar seguros, de que Yo, como Padre, estoy realizando grandes cosas en lo secreto, en donde solamente el corazón conoce.

Por eso, Mis pequeños, que vuestro corazón se llene de esa Alegría Santa, llevándome a todos vuestros hermanos, que ellos mismos se den cuenta de vuestra alegría, que os pregunten el por qué de esa alegría siendo que todo alrededor se ve en tinieblas y, vosotros responderéis: “Es que llevo a Mi Dios en mi corazón, vivo para Él, lo transmito y lo amo”. El enamorado lleva a la enamorada en su corazón, se le nota, vosotros debéis estar enamorados del Amor, que Soy Yo, vuestro Dios, debéis transmitir esa alegría, debéis darles vida a vuestros hermanos con esa alegría, debéis darles seguridad, debéis decirles que se está reconstruyendo el Reino del Amor, y vosotros sois parte de ese Reino del Amor. Haced conciencia de esto, Mis pequeños, no debe haber ya más desdicha en vuestro corazón, la alegría la debéis transmitir.

Ciertamente debéis orar por todos aquellos que no viven esa alegría, que no tienen la certeza que vosotros tenéis y que Yo os he dado, del cambio tan maravilloso que se viene, pero la alegría que vosotros transmitáis va a hacer que muchos cambien, porque me verán a Mí, en vosotros y vosotros, seguros de que estáis Conmigo.

El Amor, Mis pequeños hace grandes cosas, hace grandes milagros; la alegría está llena de Amor, y con ese Amor debéis transmutar a las almas, debéis cambiarlas, debéis ver por vuestro prójimo.

Llenad los corazones de vuestros hermanos con esa alegría; que si vienen con tristeza,  platicadles, habladles de Mí, de vuestro Dios, de su Padre que los Ama tanto, que perdona tanto, que os comprende, que comprende vuestra pequeñez y vuestro pecado y aún así, no solamente perdona sino repara el pasado; todo, todo está en Mí, todo el Poder lo tengo Yo y os quiero así, felices, contentos. El alma que ya se ha acercado a Mí, debe de ser un alma que ya ha sido restaurada por Mi Amor, por Mi Presencia en ella.

Por eso, Mis pequeños, dejad a un lado la tristeza y las preocupaciones, Yo Soy vuestro Dios y Yo os quiero llenos de Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, la negación a vosotros mismos es muy importante, y más en éstos tiempos en donde a pesar de todo lo que veáis y que sea difícil a veces ya entrar en ciertos corazones, en ciertos grupos en donde están completamente cerrados a que entre Mi Gracia, a que entre Mi Sabiduría, debéis manteneros en insistencia, si no es con vuestra persona, que sea a través de vuestra oración.

Debéis insistid y en ningún momento dejéis a un lado lo que es Mío, Mis pequeños; por eso os pido que os olvidéis de vosotros mismos, estáis trabajando para vuestro Dios y debéis llevar esa Evangelización a través de vuestra persona, a través de vuestros consejos, a través de vuestra oración.

Insistir en la salvación de vuestros hermanos, dejad a un lado vuestro cansancio, dejad a un lado vuestras propias penas, dejad a un lado todo lo que Me quite tiempo, es Mi tiempo el que estáis utilizando ahora en vuestra vida, después tendréis vuestro tiempo en la eternidad. Es un intercambio amoroso, Mis pequeños, podría decirse, desigual porque Yo os doy muy poco tiempo para que estéis en la Tierra sirviéndome, vosotros sirviendo a vuestro Dios y Yo os daré toda una Eternidad en donde Yo, vuestro Dios os serviré.

Creo que es justo, Mis pequeños, que utilicéis Mi tiempo aquí en la Tierra, sirviéndome, honrándome, llevándome a las almas, porque la Eternidad la gozaréis Conmigo, con vuestro Dios sirviéndoos, y dándoos todo lo que  necesitaréis y llevándoos a un Gozo inmenso.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Os pido que os revistáis de la coraza del Amor. Os dije que a un corazón lleno de Amor, todo lo que está a su alrededor, todo queda sometido al Amor, porque el Amor Soy Yo.

Yo Creé todo, y todo está sometido a Mi Creación, a Mi Poder. Podéis ver, corroborar, en vuestros hermanos, en los santos de la historia, cómo con el Amor podían vencer todo. Aún cosas imposibles, batallas, grandes guerras, grandes enemigos, pestes, grandes epidemias, enemigos de toda índole, bestias salvajes, todo, todo queda sometido a Mi Amor.

Tenéis a Mi hijo Francisco, cómo todo lo llevaba al Amor, los mismos animalitos, la misma naturaleza todo lo hermanaba y todo al quedar sometido al Amor, saludaba al Amor. Porque Yo Vivía en él. Por eso, Mis pequeños, os He dicho que hagáis una coraza, que os llenéis de Mi Amor, penséis solamente en Él, que lo transmitáis, quitando vuestros egoísmos, quitando vuestro “yo”, quitando vuestros intereses personales, efímeros y tontos.

Buscad, buscad solamente llenar a las almas de amor, hacedlas vivir en el amor, que aprendan a vivir como Yo en un principio las creé.

Todas las cosas están envueltas en Mi Amor, cada cosa la fui Creando en toda su plenitud, en toda su perfección, con la máxima belleza que puede lograr el Amor.

Cuando vosotros entendáis esto y que os llenéis de Amor, todo se os someterá, pero no en un sometimiento de esclavitud, sino en un sometimiento de hermandad, y así debéis estar ante vuestros hermanos, ante la naturaleza, ante los Cielos, ante el universo entero. Sois parte de un todo que Yo Creé. El Amor Creó todo, sois parte del Amor, y debéis manteneros en esa plenitud del Amor.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Nuestro Señor Jesucristo.
(Lenguas…) Hijitos Míos, el resumen de toda Mi Evangelización, fue el gran secreto que tanto os He dicho: “sed como niños”. Los que se han abocado por el mal, buscan grandes secretos en donde no existen.

Aquel que se ha hecho pequeño, aquel que vive unido a Mi Corazón, y que está en este gran secreto, de ser como niños, es el que obtiene las grandes maravillas del Cielo.

Los que son como niños hablan la Lengua de los Ángeles, hablan con Sabiduría Divina, utilizan Poderes inmensos que pertenecen solamente a su Dios; los Dones del Dios Amor fluyen libremente a través de ellos.

¿Por qué buscar los poderes del Mundo, las riquezas del Mundo, cuando son solamente eso; Mundo y desaparecerán y no harán bien?

Mis pequeñitos, los que son como niños, son los que tiene realmente el poder del Mundo y no solamente del Mundo, sino del Cielo, del  Universo entero, de todo lo visible y lo invisible, Me tienen a Mí, su Padre en su corazón, ¿Qué más puede tener la creatura? ¿Hay acaso un Tesoro más grande que tener a su Dios en su corazón?

Mis pequeños, vivid pequeñitos, humildes, sencillos, donados a Mi Voluntad y obtendréis Mi Todo.

Yo Soy el Gran Señor, el Gran Dios, el Creador, el Padre de todo y de todos.

Sed sencillos, sed humildes, porque es ahí en donde Yo aparezco con todo Mi poderío y Majestad.

El pequeñito ni cuenta se da de la grandeza que tiene en su corazón, el pequeñito, puede hacer obras inmensas, en donde el poderoso de la Tierra cede y se arrodilla.

Buscad y haced vuestro éste gran Don, este gran Regalo de vuestro Dios, la pequeñez, la inocencia, la donación, el abandono total a su Dios.
Gracias, gracias Mis niños.