Mayo 09_12 Mensaje a las madres del mundo entero.

Rosario vespertino

Temas:

  • Vuestras intenciones, pedimentos, ruegos, oraciones, donaciones, siempre tienen que ir impregnadas de amor, Mis pequeños, pero de un amor profundo y bello.
  • Muchos os despreocupáis de éste Alimento espiritual para dárselo a vuestros hijos y es una responsabilidad muy grande, de la cual se os tomará cuantas al final de vuestra existencia.
  • Mis hijos, los que están Conmigo, deberán ser comprensivos, amorosos, respetuosos y, de esta forma, os ganaréis fácilmente a las almas, porque estaréis actuando según actúa Mi Hijo.
  • Este problema que ahora tenéis, lo resolveré Yo pero, con vuestra docilidad.
  • Cuántas veces no aprendéis cosas grandes de hermanos pequeños, a los cuales no tomáis en cuenta.

 

Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J.V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Vuestras intenciones, pedimentos, ruegos, oraciones, donaciones, siempre tienen que ir impregnadas de amor, Mis pequeños, pero de un amor profundo y bello.
Hijitos Míos, vuestras intenciones, pedimentos, ruegos, oraciones, donaciones, siempre tienen que ir impregnadas de amor, Mis pequeños, pero de un amor profundo y bello, porque si éstas no se hacen de ésta forma, no tienen fuerza ante Mí, vuestro Dios. Deben de salir desde lo más profundo de vuestro corazón vuestros deseos vuestras intenciones, el amor que pongáis en vuestras palabras, en vuestras obras, en vuestros pensamientos, vosotros podréis vencer fácilmente a satanás porque, cuando vosotros lo hacéis así, Me estáis llamando a Mí, vuestro Dios porque Yo habito en vuestro corazón. El Amor profundo y bello solamente puede venir de Mí, Mis pequeños.

Cuando vosotros no actuáis de esta forma, vuestras palabras y deseos, vuestras intenciones, se las lleva el aire, porque no pusiste fuerza en ello. Quizá prometisteis orar, pedir, interceder por algún hermano vuestro, pero solamente por quedar bien con ellos aceptasteis y vuestra petición es a la ligera, no está hecha con un verdadero deseo de ayudar a vuestro hermano pero, cuando tomáis realmente en cuenta y seriamente esa promesa que hicisteis a vuestros hermanos y vuestras oraciones salen desde lo más profundo de vuestro corazón, estad seguros de que lograréis mucho y es así como se logran los milagros porque estáis poniendo toda vuestra intención, todo vuestro deseo y Me lo estáis poniendo a Mí, directamente en Mi Corazón a través del deseo de vuestro corazón. Ya no son palabras que salen solamente de vuestra boca y se las lleva el aire, son realmente intenciones salidas desde lo más profundo de vuestro corazón.

Aprended, Mis pequeños, a hacer esto, a tomar en serio lo que vuestros hermanos os pidan, porque realmente todos vosotros sois intercesores ante Mí, que Soy vuestro Dios. Yo os dije “amaos los unos a los otros” y ese amor debe de ser de hermanos, pero de hermanos verdaderos y, os repito nuevamente, amaos los unos a los otros y que vuestro amor salga desde lo más profundo de vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Muchos os despreocupáis de éste Alimento espiritual para dárselo a vuestros hijos y es una responsabilidad muy grande, de la cual se os tomará cuantas al final de vuestra existencia.
Hijitos Míos, madres del mundo entero, Yo, como Madre del Salvador, (Lenguas…) se Me dio la Gracia inmensa, inconmensurable de llevar en Mi Vientre al Salvador, al Redentor, a Mi Dios y vuestro Dios. Hijas Mías, benditas seáis también vosotras, porque dais vida en vuestro vientre, hacéis crecer un nuevo ser, producto del amor, producto del deseo de Nuestro Padre Dios.

Desgraciadamente, muchos bebés ya no llegan por amor, sino por deseo impuro, humano eso, aún así, es vida, es vida en Dios y debéis respetar y amar cada nuevo ser que llega a la Tierra, porque es fruto y deseo del Amor de Nuestro Dios.

No os imagináis, Mis pequeños, todo el Amor y Dulzura con que ve a cada bebé Nuestro Dios, Padre y Creador de todo cuanto existe.

Ser madre es una dicha inmensa que a vosotras, mujeres, se os dio, como Gracia especial. Ser madres no solamente es transmisión de vida física, sino de vida espiritual, es un compromiso grande con Nuestro Dios, porque debéis transmitir ésa vida humana, ésa vida carnal, pero adornada con el conocimiento del Amor de Nuestro Dios.

Cuando vosotros crecéis solamente en el conocimiento humano, tarde o temprano falláis, porque no estáis completos, no estáis vivos ante la Presencia de Nuestro Dios, porque os falta el conocimiento espiritual, el crecimiento que da vida real al ser.

Sabéis que el cuerpo se quedará aquí en la Tierra y polvo se volverá. Vuestra alma, la cual va a trascender, si no fue alimentada, si no se le ayudó a crecer y, desde el primer momento de su vida, cuando se le da el amor de la madre y del padre y luego el conocimiento en palabras y obras, ésa almita no crecerá y ¿cómo se presentará al final de su existencia ante Nuestro Dios y Señor? No cumplís realmente con Nuestro Dios cuando no dais vida espiritual.

La vida espiritual es la que va a formar realmente al nuevo ser y le dará una personalidad, tanto en la Tierra como en el Cielo. Muchos os despreocupáis de éste Alimento espiritual para dárselo a vuestros hijos y es una responsabilidad muy grande, de la cual se os tomará cuantas al final de vuestra existencia.

Los que sois padres y madres, deberéis dar cuenta de lo que hicisteis con las almitas de los hijos que se os concedió guiar aquí en la Tierra, para que después pudieran regresar al Reino de los Cielos por el bien que hicisteis en su alma.

Sabéis que el hombre actúa de acuerdo a lo que tiene en su corazón, si vosotros no enseñasteis lo correcto, no se podrán comportar correctamente como hombres aquí en la Tierra. Sois seres humanos, pero también sois seres espirituales.

Ser madre y ser padre es una responsabilidad grande, pero también un gusto inmenso, que Nuestro Dios os regala. AgradecedLe de corazón, Mis pequeños, el Bien que habéis recibido con la maternidad y la paternidad, pero recordad que el Alimento que le deberéis dar a vuestros hijos, no solamente deberá ser alimento del cuerpo, sino principalmente Alimento del alma y, muchas veces, los hijos fallan por el error de los padres.
Os amo, Mis pequeños, os amo de corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Mis hijos, los que están Conmigo, deberán ser comprensivos, amorosos, respetuosos y, de esta forma, os ganaréis fácilmente a las almas, porque estaréis actuando según actúa Mi Hijo.
Hijitos Míos, aprended a ser positivos, tanto en vuestras palabras como en vuestras acciones. Si vosotros vivís vida positiva, si vivís en el amor y lo transmitís a vuestros hermanos, vuestro entorno irá cambiando, ya satanás ha diseminado demasiado mal sobre toda la Tierra y vosotros no estáis sobre la Tierra para respaldar ese mal con el que os ha atacado. Vosotros estáis en la Tierra para producir amor, para cambiar todo ésa maldad, ése odio que os rodea, en amor, en respeto entre unos y otros, en vida, en vida espiritual que os haga crecer hacia Mí, vuestro Dios.

Cuando vosotros hacéis a un lado vuestra tarea, que es la de amarMe, principalmente, y la de transmitir Mi Amor a vuestros hermanos, cuando vosotros no lleváis a cabo esto, no estáis cumpliendo con vuestra misión en la Tierra. No importa lo que hagáis, en donde estéis, vuestras acciones, vuestro trabajo, vuestra educación, vuestra donación hacia los demás, siempre debe estar llena de amor.

No es lo mismo que os hagan un favor lleno de amor, que una acción en la cual vosotros no deis amor y es más, que parezca que os está pesando hacer ése favor, vuestro hermano no lo va a recibir de la misma forma, no dejaréis una buena presencia de Mi Vida en vuestra acción. Vuestras acciones, vuestro actuar, vuestras palabras, tienen que ser las Mías, vosotros debéis solamente ser instrumentos de Mi Amor y de Mi Presencia en vosotros. Cuando vosotros no Me transmitís y estáis transmitiendo maldad, en ése momento vuestra posición no es la de ser hijos Míos, hijos de Dios, os estáis poniendo en posición de ayudantes de satanás. Tened cuidado con esto, Mis pequeños, porque se os olvida fácilmente por vuestro mal carácter, por vuestra despreocupación de vivir ante Mí, vuestro Dios y esto es, viviendo virtuosamente y con amor hacia los demás.

Ciertamente, vosotros mismos debéis ser jueces de vuestros actos, de vuestros pensamientos, de vuestras palabras. Vosotros mismos deberéis aprender a mediros cuando vosotros actuéis frente a vuestros hermanos, si no ¿para qué estáis aquí en la Tierra, Mis pequeños? Vuestra presencia debe estar siempre llena de amor, de sencillez, de alegría y con esto será más fácil que vosotros convirtáis a un alma, que si lo hacéis de otra forma, con obligación, castigo, gritos. Las almas responden al amor.

Un alma no va a responder en forma positiva si vosotros la atacáis o si la tratáis de convencer con el dolor o con grosería.

Amad a los demás como quisierais ser vosotros mismos amados y entenderéis cómo debéis tratar a vuestros hermanos, para regresarlos a Mí. Aún a aquellos que os traten mal, si vosotros respondéis con amor y respeto, éstas mismas almas sentirán una diferencia porque sentirán que antes no habían sido tratadas así, sino que ellas respondían de la misma forma en como eran atacadas.

Mi Hijo os enseñó claramente esto. Aún, a pesar, de que era continuamente atacado por los mismos jefes del Templo y, después por los soldados que destrozaron Sus Carnes y Lo Crucificaron, siempre respondió con Amor y respeto, llevándoMe a Mí, Su Padre, hacia los demás.

Si vosotros queréis cambiar corazones, si vosotros os queréis imponer ante los demás mediante la grosería, el dolor, el castigo, no será la mejor forma, Mis pequeños. Mis hijos, los que están Conmigo, deberán ser comprensivos, amorosos, respetuosos y, de esta forma, os ganaréis fácilmente a las almas, porque estaréis actuando según actúa Mi Hijo. Debéis aprender, Mis pequeños, a vivir en el Amor y así os rodearéis de un ambiente bello, pero que vosotros mismos lo lograsteis, por ser como Mi Hijo os enseñó.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Este problema que ahora tenéis, lo resolveré Yo pero, con vuestra docilidad.
Hijitos Míos, os debéis dar perfectamente cuenta de que sois muy pequeños y se os dice continuamente que vosotros, sin Mí, no sois nada, pero vuestra soberbia os hace creer que vosotros sois más importantes que Yo, vuestro Dios.

Cuando vosotros perdéis la humildad, prácticamente perdéis todo, porque os apartáis de Mí. De por sí sois pequeños y no os sabéis cuidar los unos a los otros, no os sabéis comportar ante acontecimientos difíciles.

Yo Soy vuestro Dios y cuando suceden cosas difíciles en vuestra vida y aún las situaciones imposibles a vuestros ojos, Yo os saco adelante y especialmente cuando Me invocáis de corazón.

Estos son momentos de obscuridad en todo el mundo y aún en el Universo entero y ya se os ha dicho esto, Mis pequeños y en los momentos difíciles por venir, menos os sabréis comportar porque vosotros no los conocéis, Yo sí, porque Soy vuestro Dios, vuestro Creador y si vosotros no Me invocáis, no Me pedís ayuda, fácilmente os perderéis y caeréis irremediablemente y os dolerá mucho, Mis pequeños, porque con cada error que cometéis y caéis, vosotros sentís vergüenza, pena, dolor y eso, porque no os acordasteis de Mí.

En estos tiempos de obscuridad y de ataque fuerte por parte de satanás, es cuando mayormente deberéis venir a Mí, tomar de Mi Mano y no soltaros, porque satanás os quiere destruir, porque sois Mi Obra perfecta, Mi Obra maestra, que cayó por el Pecado Original, pero recuperaréis vuestra naturaleza en algún tiempo, Mis pequeños.

Este problema que ahora tenéis, lo resolveré Yo pero, con vuestra docilidad. Os deberéis dejar mover por Mí, vuestro Dios, para que Yo pueda trabajar fácilmente a través vuestro, que no opongáis resistencia a Mis deseos, que serán buenos para cada uno de vosotros, alrededor del mundo y en el Universo entero.

Me tenéis con vosotros, Mis pequeños, y no dudéis, porque la duda Me ofende, Yo Soy Todopoderoso Omnipotente y Omnipresente, Me invoquéis o no Me invoquéis, Yo cubro al Universo entero y, con qué mayor razón estaré en las almas atribuladas.

Confiad en Mí, Mis pequeños, en estos momentos, para que no tropecéis y satanás os aplaste, como lo quiere hacer. Manteneos siempre firmes, erguidos y esto lo lograréis  vosotros, al saber que Yo estoy con cada uno de vosotros. Yo os conozco, en lo personal, a cada uno y os trato así, en lo personal, no en grupos. Cada uno de vosotros es muy valioso y por eso os trato en forma personal y cuando platicáis de Mí y de vuestra vida, de como os han sucedido cosas extraordinarias, generalmente veréis que serán diferentes las situaciones espirituales de unos con otros, y esto es porque cada uno de vosotros tiene diferente espiritualidad, tiene diferente crecimiento en Mí, cada uno difiere en el amor recibido y en el amor que dais, por eso cada uno de vosotros seréis juzgados en forma diferente.

Si venís a Mí, si invocáis Mi Presencia en vosotros y os ayudáis con la Presencia y la Guía amorosísima de Mi Hija, la Siempre Virgen María, seguros estaréis en que lograréis salir avante de las pruebas que tengáis en vuestra vida. Yo todo lo puedo, vosotros sois muy pequeños, sin Mí, no podéis lograr nada.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Cuántas veces no aprendéis cosas grandes de hermanos pequeños, a los cuales no tomáis en cuenta.
Hijitos Míos, os he dicho que en la humildad vosotros crecéis y, esto os lo digo, Mis pequeños, porque sois muy dados a hacer a un lado o despreciar a aquellos hermanos vuestros, o que son pobres, o los veis desaliñados o los veis sucios.

Mis pequeños, cuando vosotros juzgáis a vuestros hermanos, y no juzgáis sabiamente, vosotros sois los afectados. Cuántas veces no aprendéis cosas grandes de hermanos pequeños, a los cuales no tomáis en cuenta, pero cuando los escucháis, os dan lecciones que, aún los sabios y grandes conocedores, no os dan.

Debéis aprender a haceros pequeños, para que vosotros también aprendáis de los pequeños y ése fue el Ejemplo que os dio Mi Hijo, Jesucristo. Siendo Dios y en Mi Santísima Trinidad, se quiso hacer Pequeño, para que vosotros aprendierais en Su  Pequeñez y esto Lo hizo porque normalmente vosotros no queréis escuchar al poderoso, a aquél que se está aprovechando de vosotros, aquél al que veis  más grande y que no se abaja a escucharos, por eso, Él bajo y se hizo Pequeño, como los más pequeños y no mostró Su  autoridad y Su Divinidad en forma en que os pudiera  sojuzgar y que vosotros os sintierais mal.

Ciertamente usó Su poderío, Su Divinidad, Su Omnipotencia, en Sus Milagros, en Sus Enseñanzas, para que vosotros aprendierais de todo un Dios y en esta forma tuvo muchos seguidores, porque se hizo Pequeño, entre los pequeños. No busquéis vosotros ser grandes, faltos de humildad, porque de esa forma, difícilmente llegaréis al corazón de vuestros hermanos. Haceos como ellos, pequeñitos, pero siempre respetando vuestra  pureza y vuestra santidad, en eso no os pido que seas como ellos, que no perdáis  vuestras virtudes, que no perdáis  la gracia que Yo os he concedido, porque entonces perderíais también vuestra presencia santa, que  es Mi Presencia en vosotros.

Os he dicho que  debéis ser santos y perfectos como Yo lo Soy y así os debéis comportar con vuestros hermanos, transmitiendo valores, transmitiendo vida espiritual, transmitiendo enseñanzas, que también harán santos y perfectos a vuestros hermanos y siempre con gran sencillez, sin imponer, solamente aconsejando, sed como Mi Hijo os ha pedido muchas veces y así ganaréis muchas almas para el Cielo.
Gracias Mis pequeños.