Ago 25_04 Una sola plática dada con Amor puede cambiar un alma para siempre.

Rosario.

Temas:

  • Yo Vivía entre los hombres llevando a Mi Padre.
  • Manteneos en oración y así la Promesa de Mi Hijo se realizará, que cuando dos o más estén reunidos, Él estará en medio.
  • Poco se Me conocía.
  • Ved siempre primero a los demás antes que a vosotros mismos.
  • Las Pasiones Desordenadas.

 

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J.V.

 

Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Yo Vivía entre los hombres llevando a Mi Padre.
Hijitos Míos, que vuestro apostolado, que vuestra dedicación a vuestra Misión aquí en la Tierra, siempre sea dada en la mayor delicadeza, con el mayor cuidado espiritual que podáis dar.

Dad vuestra vida, dad vuestro interior en donde Yo debo de Ser el partícipe principal y vosotros sois copartícipes de lo que de vosotros salga.

Yo actuaba con esa delicadeza entre los hombres, Yo Vivía entre los hombres llevando a Mi Padre, Yo tenía que dejar el Ejemplo que daría Mi Padre. Y así vosotros debéis estar también entre los hombres, dejando ese buen ejemplo, dejando esta dedicación, dejando el Amor con el mayor respeto que podáis tener hacia vuestros hermanos.

El respeto ante los demás es imprescindible; así como no se os fuerza a seguirMe y a seguir las Palabras y las Acciones de vuestro Dios, tampoco vosotros debéis forzar ni impedir la libertad del hombre.

El alma tiene esa libertad para escoger entre el Bien y entre el mal; tiene la libertad de quedar prisionera en el Amor de Dios o prisionera en las garras del mal.

Sabéis que si estáis prisioneros en el Amor de vuestro Dios, tendréis esa libertad inmensa de todo lo que a Dios pertenece.

Por eso os pido, Mis pequeños, que os deis a vuestro Dios, que al ser prisioneros de Su Dios tendréis esa libertad inmensa que os da el obrar en el Amor. Amad y no os preocupéis de nada, amad a vuestros hermanos en la total libertad; en esa delicadeza del respeto al hermano y llevando al Amor a todos, a todos los que estéis en contacto durante el día.

Amad sin medida, pero respetando su libertad, como Nosotros respetamos la vuestra.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Manteneos en oración y así la Promesa de Mi Hijo se realizará, que cuando dos o más estén reunidos, Él estará en medio.
Hijitos Míos, a través de la oración, podréis obtener todo, sabéis lo importante y necesaria que es la oración; que es la unión íntima con vuestro Dios. Yo Soy la Madre que Guía al género humano, que os trata de llevar hacia esa intimidad que Yo siempre tuve.

Mis pequeños, manteneos unidos, manteneos en oración y así la Promesa de Mi Hijo se realizará, que cuando dos o más estén reunidos, Él estará en medio.

Mis pequeños, ésta es una Promesa que se da en realidad, y se adquiere una fuerza tremenda, porque es vuestro Dios el que está en medio de vosotros.

El demonio, satanás, esa fuerza invasora de las almas, siempre está tratando de desunir, de apartar a las almas de orar, de convivir con su Dios, entra en las familias, entra en la Iglesia, entra en los grupos. Trata siempre de desunir, porque él sabe que aislados seréis presa fácil de las pasiones, del error, del pecado; unidos siempre tendréis más fuerza, porque Nosotros Estaremos ahí, protegiéndoos, ayudándoos, levantándoos.

Siempre contaréis con Nosotros para haceros crecer espiritualmente, para protegeros contra las fuerzas del mal, para ayudaros en vuestra Misión en la Tierra, para llevaros a la Perfección del Amor.

Nunca os separéis, Mis pequeños, manteneos unidos, orad unos por otros, orad en familia, con la vuestra que tenéis aquí en el Cielo, unios siempre, unid el Cielo al Purgatorio así como lo hacéis; unidos todos, sois familia Mis pequeños, siempre, siempre debéis manteneros unidos, que vuestro Dios siempre esté en medio de vosotros, que vuestro Dios que escucha todas vuestras oraciones, derrame siempre en vosotros las necesidades espirituales para cada uno de vosotros, pedidLe, pedidLe sin cansancio para vuestro prójimo, para vosotros mismos, sois muy pequeñas y no sabéis pedir Mis pequeñas. Acercaos a Mí, pedidMe Mi ayuda, para que Yo pida por vosotros.

No os desesperéis, no perdáis esa paz en vuestro corazón, no estéis aislados para que no os sintáis aislados. Las Gracias se reciben más en grupo que en aislado.

Entrad, entrad como os he dicho en esa intimidad con vuestro Dios que lleváis en vuestro corazón y compartid todas las Bendiciones que recibáis.

Mientras más deis, más recibiréis, se os ha dicho y así debe ser.

Que lo que obtengáis lo deis a vuestros hermanos, sois muy pequeñas y debéis acercaros con más confianza y pedir con más confianza para que se derramen todas las Bendiciones del Cielo sobre cada uno de vosotros.

Entended esto, Mis pequeños, no os apartéis nunca, no viváis aislados, os necesitáis unos a otros, como cada uno de Nosotros necesita de cada una de las almas que están sobre la Tierra.

Necesitamos de vosotros Mis pequeños y vosotros Nos necesitáis.
Gracias Mis pequeñas.

Tercer Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Poco se Me conocía.
Hijitos Míos, muchos ejemplos se os han dado y se os ha dicho que busquéis esa pequeñez, que seáis esas piedrecillas en el camino, que seáis los desconocidos para el Mundo, que no busquéis honores, que no busquéis los primeros lugares.

Debéis servir, Mis pequeños. Debéis dar lo que tenéis, lo que se os ha dado, toda la Sabiduría, el Amor, el Conocimiento que se os ha dado es para servir a vuestros hermanos en vuestro Dios.

Mis pequeños, se os ha dicho que os mantengáis fuera de las cosas del Mundo, que no busquéis puestos importantes, manteneos en lo escondido, en lo recogido, así como Yo estuve en la Tierra -la Madre del Salvador-, pero poco se Me conocía.

Yo no salía a predicar, Yo mantenía esa intimidad con Mi Dios y con Mi Hijo, Yo lo acompañaba.

La predicación no necesariamente tiene que ser con palabra, sino con ejemplo, con ejemplo de vida.

Si estáis llenas de Dios, si vivís para vuestro Dios, la Fuerza que saldrá de vosotros, la Sabiduría, el Ejemplo será el de vuestro Dios. Porque el que piensa en Dios, come a Dios, vive el Ejemplo de Dios, su alma se transforma, su alma se vuelve gemela y eso es lo que debéis vosotros buscar; ser gemelos de Mi Hijo.

Que Mi Hijo se manifieste perfectamente en vosotros, que vuestra alma sea modificada hacia la perfección, porque estáis aceptando en vuestra vida a vuestro Dios.

Vivid pues en el camino del Bien y llevad a vuestros hermanos hacia éste Camino. Vivid en la intimidad para que podáis dar frutos de Bien. Lo que está dentro de vuestro corazón, en lo que pensáis, en lo que habláis con vuestro Dios, en lo que vivís en la intimidad, tarde o temprano aflora.

Que cuando venga la prueba, Mis pequeños, que aflore vuestro Dios, que no afloren vuestros defectos humanos, sino que aflore vuestro Dios en toda Su Magnificencia.

Yo os estaré cuidando; Yo os estaré Guiando, simplemente sed pequeños.
Gracias, gracias Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Ved siempre primero a los demás antes que a vosotros mismos.
Hijitos Míos, os pido tengáis siempre un corazón generoso. En todos sentidos dad, dad sin medida, dad a vuestro Dios sin medida, dad a los hombres sin medida. Y ved siempre primero a los demás antes que a vosotros mismos.

La generosidad, es un acto grandísimo del Amor del alma; es el olvido de sí mismos para que los demás crezcan, para que los demás tengan, para que los demás vean el Amor de vuestro Dios en vosotros.

El no verse a sí mismos y vivir en la generosidad, es el darse sin medida como Mi Hijo se dio. El iba por los pueblos enseñando. Sus Apóstoles cansados se detenían, pero Mi Hijo se apartaba a orar.

El se daba a los demás. En la Predicación, en el Buen Ejemplo, en los Milagros. En los demás, en vuestros hermanos, vuestros hermanos de ese tiempo, que recibieron las Bendiciones de Mi Hijo.  Era Su preocupación. Mi Hijo bajó a servir a cada uno de vosotros y sirvió con generosidad.

No pongáis pretextos, muchas veces, Estoy de acuerdo que estaréis cansados, que queráis tener un momento para vosotros, pero dad, dad aún un poquito más, aún en esos momentos en que ya casi desfallecéis; porque esos momentitos, esos pequeños sacrificios, ese el dar un poquito más en los momentos en que ya estáis que no aguantáis, esos son los momentitos más agradables a vuestro Dios.

Esa es la generosidad del alma, darse, aún cuando estéis desfalleciendo.

Dad, porque sabréis que mientras más deis, más tendréis y más obtendréis. Pero no deis por ésta causa de ver que es lo que os va a dar vuestro Padre después; sino dad con Amor, simplemente con abandono, para servir a aquel que necesite de vosotros.

Tendréis en vuestra vida éstos pequeños momentos, éstas pruebas de vuestro amor generoso, no las despreciéis, que serán momentos que os mandará vuestro Padre para que podáis obtener grandes regalos en lo futuro, en el Reino de los Cielos.

Os vuelvo a repetir, sed almas generosas y no os veáis a vosotros mismos, dejad aparte vuestro “yo” y ved con generosidad la necesidad de vuestros hermanos.

Muchas almas se acercarán a vosotros pidiendo ayuda y dad lo que ya habéis recibido y dad con generosidad y con una sonrisa en los labios, que no sientan ellas que os estáis forzando, sino en esa simplicidad, con ese amor, con esa entrega generosa; dejando a esa almas llenas de vida y sin ver vuestro cansancio, sin ver vuestras preocupaciones, dad, dad sin medida.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Las Pasiones Desordenadas.
Hijitos Míos, las pasiones desordenadas son las que apartan al hombre de la Gracia, o lo desvían. Entre las pasiones desordenadas no necesariamente podemos hablar que sean pecaminosas, sino que son desvíos de la mente humana, son desvíos del mismo corazón que prefieren las cosas del Mundo, lo que el demonio pone ante los ojos el hombre para deslumbrarlo y se guíe por el camino del error.

Muchas, muchas almas se han desviado porque no han tenido una base fuerte espiritual. Ese espejismo de ver en las cosas del Mundo una finalidad, una meta, un deseo de obtener a como dé lugar las cosas, cosas materiales que lo único que están haciendo es hacer que el alma se vacíe de la espiritualidad que Nuestro Dios quiere de cada uno de vosotros.

Almas que bajan a la Tierra a servirle, que deben de llenarse cada vez más de la espiritualidad del Cielo, de la Sabiduría del Cielo, porque eso es lo que hace que el alma viva y que haga que vivan otras almas.

Las cosas del Mundo no aprovechan para nada, las cosas del Mundo apartan a las almas de la realidad y las debilitan hasta algunas de ellas morir, morir en el pecado, morir en la desgracia, en la desgracia espiritual.

Ya que sabéis vosotros, Mis pequeños, lo que debéis buscar y lo que se os ha dado, ayudad a vuestros hermanos a encontrar ese Alimento de Vida del cual os debéis alimentar fuertemente vosotros, para que podáis dar a vuestros hermanos de ese Alimento; compartir de ese Alimento, hacedles gozar de ese Alimento.

¡Cuántas almas no han cambiado! después de que Nosotros al escoger a algún alma, da sus experiencias a esas almas necesitadas. Una sola plática dada con Amor puede cambiar un alma para siempre. Simplemente dejaos que se os mueva, pero llenaos antes de esa Vida para que la podáis dar.
Gracias, Mis pequeñas.