Rosario.- Nuestra Señora del Carmen.
Temas:
- Nuestro Padre siempre está llamando a las almas.
- PedidMe la Gracia de tener siempre hambre y sed de Mí.
- La intención del alma llena de Amor, siempre va a ser Santa.
- Llorad Conmigo en el Huerto de los pecados del Mundo.
- Él se ha dejado ultrajar por pecadores y aún a ellos los perdonó.
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J.V.
Primer Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Nuestro Padre siempre está llamando a las almas.
Hijitos Míos, la profundidad de la espiritualidad del hombre, depende principalmente de su donación, la donación del alma hacia su Dios, es Santa.
Nuestro Padre siempre está llamando a las almas.
Mi Hijo toca, toca a las puertas continuamente, desde que el pequeño, el niño, Mis chiquitines, pueden entender lo que es el Amor de su Padre.
Mi Hijo siempre está buscando a las almas, llevándolas hacia esa espiritualidad a esa Perfección en el Amor; muchas almas pierden mucho tiempo durante su vida, y no abren sus puertas.
Se desperdicia mucho tiempo de oración, mucho tiempo de donación.
Aunque la Misericordia de Nuestro Dios es grande, el tiempo que se pierde podría a ayudar a muchísimas almas, a acercarse a su Dios.
Mis pequeños, os pido que os unáis a Mí, vuestra Madre, que estéis Conmigo, que escuchéis Mi Voz, para que Yo os siga Guiando, os siga fortaleciendo, os siga llevando a esa Profundidad del Amor a través de la oración, a través de la donación de vuestra propia persona, de vuestra voluntad.
Y dejad vuestra voluntad a un lado, para que la Voluntad de Nuestro Dios penetre en vosotros, os cubra, os proteja, os llene, os alimente, os dé nueva Vida, porque esa es la Vida que ahora estoy buscando para todos Mis hijos: Vivir en ésa Santa Voluntad de Mi Hijo, porque Mi Hijo llevaba en Su Corazón, en la Profundidad de Su Corazón, la Voluntad de Su Padre, Nuestro Padre.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: PedidMe la Gracia de tener siempre hambre y sed de Mí.
Hijitos Míos, pedidMe la Gracia, tanto para vosotros mismos, como para vuestros hermanos en toda la Tierra, de tener siempre hambre y sed de Mí.
Yo Soy vuestro Dios, Jesús Encarnado, Yo, Mis pequeños, vine a mostraros el Camino, la Luz, las Verdades del Cielo.
Os vine a dar las Enseñanzas que os harían perfectos ante los Ojos de Mi Padre.
Os vine a dar el Amor del Cielo; Yo Mismo lo Viví y os lo di.
Las Enseñanzas que di a Mis Apóstoles se os han dado a todos vosotros alrededor del Mundo.
PedidMe, Mis pequeños, tener más hambre y sed de Mí; Yo Soy el Único que puedo satisfacer el alma, Yo Soy el Único que puede Alimentar vuestra alma para que crezca y dé fruto.
DejadMe Mis pequeños, junto con Mi Madre llevaros a ésa Perfección, porque es tiempo ya de que el árbol dé fruto.
Mis pequeños, Yo Me Di a todos vosotros como Fruto abundante y dejé Mi Alimento para que os alimentarais. Ahora es vuestro tiempo, Mis pequeños y de todos aquellos que Me han seguido, que Me han aceptado alrededor del Mundo, es tiempo de dar ya fruto; y ese fruto alimentará a grandes multitudes.
Gracias por haberme escuchado, gracias por haberme comido, gracias por haber crecido.
Gracias Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: La intención del alma llena de Amor, siempre va a ser Santa.
Hijitos Míos, Yo os he venido a dar Luz, Guía, pero sobre todo he venido a daros libertad. Porque aquél que vive en el Amor, en el Amor pleno, viven en la libertad.
Mis pequeños, aquellos que están Conmigo y que siguen los Mandamientos de Nuestro Padre, que siguen esa espiritualidad que Yo os vine a Enseñar, viven en la libertad.
Porque para el Amor, no hay nada, no hay nada malo, cuando el Amor realmente está llenando sus corazones, todo se ve a través de la Pureza, de Mi Pureza; la intención del alma llena de Amor, siempre va a ser Santa.
Llenaos, Mis pequeños de Mi Santidad a través de dejar que vuestra alma quede perfectamente satisfecha de Mi Amor.
Gracias Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Llorad Conmigo en el Huerto de los pecados del Mundo.
Hijitos Míos, acompañadMe a Amar a aquellos, que no Me aman, aquellos que no aman a Nuestro Padre, aquellos que no aman Sus Obras, a aquellos que no han abierto su corazón al Amor.
Llorad Conmigo en el Huerto de los pecados del Mundo.
DadMe vuestras lágrimas, dadMe vuestro corazón, dadMe vuestras penas, al sentir junto Conmigo lo que Sufro por cada uno de vosotros.
DadMe vuestros actos, acompañadMe en todo momento; así como Yo Me di por vuestros hermanos, ahora acompañadMe y con vuestros actos, queden santificados y sean llevados también al Padre junto con los Míos.
DadMe vuestro corazón, unidlo al Mío, y también agradezcamos unidos hacia Nuestro Padre, por todas las Bendiciones que se os han dado. Muchas de ellas no se han agradecido, otras pocas se han agradecido de corazón.
Uníos Conmigo a vivir en ésa intimidad con Nuestro Padre, con El Amor Infinito, El Creador, para que cree en vosotros Nuevas Vidas, como ya os dije, otros Cristos; y cuando dejéis que Mi Persona, Viva Perfectamente en vosotros, gozaréis y entenderéis lo que tanto se os ha pedido.
Pero gozaría Mis pequeños desde ahora, esas Bendiciones y esos Regalos que os ha dado vuestro Padre Creador, vuestro Padre Amor, vuestro Padre Misericordia.
Gracias Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla
Sobre: Él se ha dejado ultrajar por pecadores y aún a ellos los perdonó.
(Lenguas)… Hijitos Míos, estoy a los Pies de la Cruz, abrazo a los Pies de Mi Hijo, Su Sangre Preciosa Me baña, Sus Dolores consumen Mi Corazón.
Su Dolor es Mi Dolor, Su Vida termina y Me la da a Mí.
Me ha dado la Maternidad, la Maternidad Amorosa de toda la Humanidad, en Juan, en vosotros.
Su Sangre, que es Mi Sangre La ha donado para vuestra salvación, Yo ahora, Soy Su Madre, aquí, ante La Cruz, sellando ése Pacto Divino. Es la Herencia de El que Muere, la última petición Del Moribundo.
Me da una tarea Preciosa, Grande, pero difícil, la Humanidad, el pecado ya adentro de la Humanidad, hace que cada uno de vosotros, al actuar libremente, os desviéis o os unáis.
Pero Yo voy insistiendo, voy insistiendo en todos los Pueblos de la Tierra.
He insistido a través de los siglos, que El Amor, El Único Amor Verdadero y Santo es el de Mi Hijo, El que se dio por cada uno de vosotros, El que está aquí, aquí Conmigo colgado de la Cruz.
Él ha Sufrido como nadie, Él ha Amado como ningún otro ser en la Tierra puede Amar, Él se ha dejado ultrajar por pecadores y aún a ellos los perdonó.
Mis pequeños, daos cuenta de la dignidad que ahora tenéis.
Hermanos de Mi Hijo, Hermanos de Mi Hijo, de vuestro Dios.
Y ahora, en cada uno de vosotros, viendo a Mi Hijo, sufro cuando estáis en pecado, cuando os desviáis, cuando dejáis que el maligno entre en vuestro corazón.
Pero también gozo cuando dejáis que sea Mi Hijo El que Habite en vuestro corazón.
Daos cuenta, Mis pequeños de ésta tarea que Me ha impuesto Mi Hijo. Soy Su Madre, y ahora vuestra Madre.
AcompañadMe Mis pequeños, en éste Dolor de estar aquí junto con Mi Hijo; pero también os pido que os compadezcáis de Mí, en ésta tarea tan grande que Me ha dado Mi Hijo.
Por eso os pido vuestras oraciones, por eso os pido que Me acompañéis en todo momento.
El pecado que Mi Hijo vio, Orando en el Huerto, Yo lo veía también; pero ya cuando Me ha dado ésta tarea lo veo más claro y sufro también con Él.
AcompañadMe Mis pequeños en el Santo Nombre de Mi Hijo, a que os unáis a Mi Oración, a Mi Donación, Mis Plegarias por todos vuestros hermanos, para que haya Vida, que sea aceptada ésa Vida, que vean la Luz, que reconozcan a su Salvador, Mi Hijo, vuestro Hermano.
No dejéis ya que el maligno entre en vuestro corazón, que el maligno destruya todo lo Bueno que os vino a dar.
No desperdiciéis Sus Enseñanzas, Su Amor, Su Sangre, Su Vida, Su Alimento.
AcompañadMe, acompañad a la Madre que Sufre, a la Madre que tiene mucho qué hacer por Sus hijos.
Gracias, Mis pequeños, gracias Mis hijos.