Jun 11_04 Confiad en Mí, en Mi, vuestro Dios, y no tropezaréis.

Rosario.

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Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J.V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: La boca habla de lo que está lleno el corazón.
Hijitos Míos, Yo os He dicho que la boca habla de lo que está lleno el corazón.

Eso es oración, Mis pequeños, esa es la verdadera Oración, teniéndoMe presente en vuestro corazón hablaréis a vuestros hermanos de Mí, actuaréis según Yo prediqué, hablaréis con la Verdad, viviréis Mi Amor y lo transmitiréis a vuestros hermanos.

Mis pequeños, que vuestro corazón, que vuestra intimidad nunca se aleje de Mi Presencia, que estén siempre cerca vuestro corazón y el Mío.

Como ya os he dicho, Yo os he dado Mi Corazón con vuestro corazón, os he dado Mi Corazón y vuestro corazón debe desaparecer ante el Mío.

Dejad que Mi Corazón Viva plenamente en el lugar del vuestro, para que Viva Mi Gracia, para que Viva Mi Amor, para que Viva Mi Presencia totalmente en vosotros.
Gracias Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Estáis llamados a devolverMe esa gracia que Yo puse en vuestros primeros Padres: la Obediencia, la obediencia total hacia Mí.
Hijitos Míos, Yo Soy el Dador de la Vida, y nadie tiene derecho a quitarle la vida a algún hijo Mío.

La vida humana es preciosa, la vida humana es Santa, es prolongación de Mi Vida, debe ser Mi Presencia en la Tierra. Pero así debe ser en la Vida espiritual, Yo en vosotros.

Yo Soy vuestro Dios, Yo os he dado la vida, y ésta vida debe dar fruto en abundancia, el Amor, el Amor tiene que venir a cambiar todo, a modificar todo.

Vuestros Primeros padres se apartaron de Mí, prefirieron al demonio, prefirieron la bajeza, prefirieron su propio “yo”.

Mis pequeños estáis llamados a devolverMe esa gracia que Yo puse en vuestros primeros Padres: la Obediencia, la obediencia total hacia Mí.

Pero esta obediencia no os quita vuestra libertad.

Yo Soy vuestro Dios, Soy vuestro Padre, vosotros como padres, madres, sentís que cuando un hijo se aparta de esa obediencia, sentís una ruptura grande en vuestro corazón.

Mis pequeños Yo sentí ese rompimiento fuerte, doloroso, de vuestros primeros Padres, haberse apartado de Mí, del Creador, del Amor, de su Padre por escoger cosas mundanas, por escoger su propio yo, por tratar de vivir su propia vida.

Son dolores fuertes, Mis pequeños, que vosotros ahora podéis imaginar.

Meditad Mi Dolor en este rompimiento de vuestros primeros Padres, reparad, Mis pequeños, con vuestra obediencia, con vuestra voluntad a Mi Voluntad, por eso lo que se ha estado dando alrededor del Mundo a través de Mensajes es el devolverMe esa Vida, esa Vida que se perdió, esa intimidad, esa obediencia, ese respeto a Mi Palabra y a Mi Voluntad.

EntregadMe Mis pequeños, vuestra vida, vuestras intenciones, vuestros pensamientos, no obréis por vosotros mismos, venid a Mí, venid por un consejo, venid a darMe vuestro pensamiento y vuestras intenciones.

CompartidMe lo que pensáis que vais a hacer.

DadMe todo Mis pequeños, venid con confianza hacia vuestro Padre, somos Familia, vosotros no debéis actuar solos, estáis en un Mundo adverso al Amor, a Mis Leyes, y si venís a Mí, por Consejo, por Guía entonces encontraréis la mejor forma de actuar en éste Mundo.

El engañador, el gran engañador os puede presentar un panorama bello agradable a vuestros ojos a vuestros deseos, pero pueden estar envueltos en mentira, si no os acercáis a Mí, por consejo, podéis caer.

Por eso Mis pequeños, os pido que no os separéis de Mí, y así unidos, unidos en Mí Voluntad, bajo Mi Conocimiento, estaréis actuando de la forma correcta.

Vivid pues, bajo Mi Amparo, bajo Mi Amor, bajo Mis Leyes, bajo Mi Voluntad y todo se abrirá adelante vosotros, vuestro horizonte será amplio, sencillo, sin tropiezos.

DejadMe Mis pequeños pues, que Yo os Guíe y Guíe a los vuestros.

Yo os Bendigo en Mi Nombre, Mis pequeños, de vuestro Padre, de vuestro Creador, del Amor, el Amor Infinito que aún Vive y Vivirá.

Tercer Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Debéis tener más cuidado en vuestro pensamiento.
Mis pequeños, el hombre es muy dado a dejar que sus pensamientos vaguen, no los limitan con el Pensamiento de Dios, debéis tener más cuidado en vuestro pensamiento.

Pero recordad que no solamente son las obras las que van a salir de un mal pensamiento sino las palabras.

Una palabra puede destruir mucho en un prójimo, en uno de vuestros hermanos.

Debéis cuidar vuestra palabra. Si tenéis a vuestro Dios en vuestro corazón, así hablará vuestra boca también.

Mi Hijo Jesucristo, de Él nunca salió una palabra negativa, hiriente, con maldad.

La alabanza ayudará al espíritu a que crezcan las almas.

Mis pequeños, que vuestras palabras alienten, que vuestras palabras hagan crecer la espiritualidad de las almas, que vuestras palabras apoyen a vuestros hermanos, tratad de entenderlos, tratad de guiarlos, tratad de que ellos mantengan también una íntima relación con su Dios en su corazón.

Nuestro Dios, El que Es Todo Amor, El que es Todo Sabiduría, El que es Todo Verdad, debéis trasmitirlo en vuestros actos y en vuestras palabras.

Por el Bautismo, Mis pequeños todos vosotros, sois Profetas, sois Apóstoles, sois Vida en la Iglesia, vuestra obligación en el Amor de Nuestro Padre tiene que ser esta: ser Apóstoles del Divino Amor que os vino a Enseñar Mi Hijo, debéis predicar con vuestras acciones y con vuestra palabra.

Tratad de ser más cautos con lo que decís.

Pedid, pedid ayuda a Mi Esposo, el Espíritu Santo, para que os enseñe a limitar las palabras hirientes, las palabras que destruyen, las palabras que pueden hacer el mal en el corazón de vuestros hermanos. Que no salgan de vosotros, ni en pensamiento.

Tratad Mis pequeños de buscar ésa perfección que tanto se os ha pedido.

Sed como Yo, vuestra Madre y Maestra. Pocas palabras y más corazón.

Así lo dicen las Escrituras, que Yo guardaba las Enseñanzas, las Palabras, los acontecimientos en Mi Corazón para meditarlos. Tratad de hablar menos y meditar más en Presencia de vuestro Dios, en Presencia de Mi Esposo que habita en vosotros.

Que vuestras palabras, que sean pocas estén llenas de riqueza, riqueza espiritual, para ayudar a vuestros hermanos a alcanzar esa Vida espiritual que tanto se necesita en estos tiempos, que tanto se ha perdido, porque se han enamorado del Mundo y el Mundo en lugar de pagar con bienestar, produce destrucción y malestar interno.

Llevad, llevad a vuestros hermanos esa vida íntima con vuestro Dios, gozad, gozad en vuestro interior esa Vida y dadla a vuestros hermanos en obras, en palabras, en deseos.

Pero nunca os apartéis de esa Vida que se os da gratuitamente, porque estáis en vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: El alma humana es como un vaso, se le puede llenar de agua pura, cristalina, sana, o se le puede llenar de mugre, de lodo perjudicial para el organismo.
Mis pequeños, el alma humana es muy bella, es Esencia Divina, es parte de Mí, vuestro Dios.

El alma humana es como un vaso, se le puede llenar de agua pura, cristalina, sana, o se le puede llenar de mugre, de lodo perjudicial para el organismo.

Mis pequeños, muchas almas han preferido llenarse de ese lodo; su misma alma está enferma por ese lodo, el cuerpo, su vehículo también se afecta por ese lodo.

Os pido mucha oración, Mis pequeños, donación, reparación, por aquellas almas las cuales, sus mismos padres ayudaron a que se llenaran de lodo, de maldad, corrupción.

Vuestra Oración, la Oración, ese poder que Yo he puesto en vosotros y en muchos de Mis hijos alrededor del Mundo puede alcanzar que se vayan purificando.

Muchas almas no tienen la culpa de ser así, y por eso no debéis juzgarlas, debéis ayudar, nunca juzgar.

Porque no sabéis lo que hay en su historia, eso solamente lo sé Yo, vuestro Dios, vuestra función como hermanos es reparar, orar, darse por ellas, pedir fuertemente a Mi Corazón por la salvación de ésas almas.

La purificación de un alma se puede llevar mucho tiempo; por eso no creáis que con cualquier acto bueno que hagáis y sencillo podéis levantar.

Sí, es muy valiosa vuestra oración, vuestra intención, pero la perseverancia es la que va a ayudar a levantar a muchas almas.

Perseverad, Mis pequeños en la oración, en vuestra donación, en vuestras intenciones, perseverad. Nunca os toméis descansos espirituales, como decís, creéis que ya habéis orado demasiado, no, Mis pequeños nunca es demasiado.

Ahí está el Ejemplo en Mi Hijo, Jesucristo, día y noche orando.

La tentación es fuerte, los pecados graves; se necesita mucha, mucha donación para reparar, para levantar, para salvar a las almas. 

Por eso os pido también lo mismo, si podéis Mis pequeños, día y noche, unios a Mi Hijo, manteneos en oración también con Él.

Amad, amad a vuestros hermanos que han caído en el error, porque posiblemente no sea culpa de ellos sino de sus padres o de almas malas que se acercaron a ellos en su niñez o juventud.

Os vuelvo a repetir, no juzguéis, orad y reparar.
Gracias Mis hijos.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: No perdáis nunca la Paz, Mis pequeños, os lo pido, nunca perdáis la Paz, porque la Paz os dará el Conocimiento de la Verdad, os ayudará a razonar correctamente lo que deberéis hacer en todo momento.
Mis pequeños, aunque veáis que a vuestro alrededor, los tiempos, el estado espiritual en el que estáis se vuelva adverso, aunque veáis que todo a vuestro alrededor se vuelva obscuro, difícil, porque ya hay muchos enemigos en el Mundo, enemigos de la Fe, Mis pequeños, perseverad. La Luz, Mi Luz os Guía, os abrirá los caminos, os señalará por donde deberéis ir.

No perdáis nunca la Paz, Mis pequeños, os lo pido, nunca perdáis la Paz, porque la Paz os dará el Conocimiento de la Verdad, os ayudará a razonar correctamente lo que deberéis hacer en todo momento.

Guiaréis a otras almas, y si perdéis esa Paz, no las podréis guiar por caminos rectos.

Manteneos siempre unidos a Mí, a través del estado de Gracia, a través de la Oración, no os apartéis nunca, Mis pequeños.

Las tinieblas ahora ya cubren al Mundo, las tentaciones son fuertes, las facilidades que os da ahora el demonio para aparataros de Mí, son grandes, envueltas de gozo, es el dulce amargo que tomáis. Dulce en un principio y destructivo en vuestro interior.

Manteneos siempre pendientes en ese caminar de la Virtud.

Mis pequeños no perdáis el paso, no os detengáis en las cosas que aparentan ser buenas.

Perseverad en la Fe, manteneos en la confianza y en esa Esperanza de que vendrá ese cambio Bello y Santo, que llevará a las Naciones a ser una sola con vuestro Dios en la Trinidad.

Vivid ansiosos y agradecidos Mis pequeños, de que estos momentos lleguen.

Vivid pues alegres y no tristes, por lo que suceda y veáis a vuestro alrededor. Se os ha dicho que lo material se os quitará, pero la Fuerza Espiritual crecerá y Mi Presencia, tanto en vosotros, como en el Mundo entero no la podrá detener el mal.

Confiad en Mí, en Mi, vuestro Dios, y no tropezaréis.
Gracias Mis pequeños.