Feb 27_02 Las imperfecciones de nuestra Vida Espiritual.

Mensaje.

 

Mensaje de Dios Padre a J.V.

 

Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Las imperfecciones de nuestra Vida Espiritual.
En aquellos días la gente de ese tiempo Me vió, Me tocó, convivió Conmigo, Me vieron curar toda clase de enfermedades, hacer grandes milagros y aun así muchos de ellos no creyeron.

Sí, hijitos Míos, muchos me tuvieron con ellos personalmente, a su Dios, y no lo apreciaron, porque no me ajusté a sus humanas necesidades, a sus intereses mezquinos, a su forma egoísta de ser. Sí, hijitos Míos, el hombre llega, a veces, a dejarse someter tanto a lo humano, a lo mundano, a lo de este mundo, que no le permite ver lo que realmente debe ser su vida aquí en la tierra.

Sí, hijitos Míos, el hombre, al llevar una vida espiritual prácticamente mala, va perdiendo poco a poco sus más grandes regalos, los dones que Yo, vuestro Dios, os concedo.

¿Cuántas veces no os he hablado sobre la fe? ¿Cuántas veces no os he hablado del Amor? ¿Cuántas veces no os he hablado del Reino que habita en vuestro interior? Yo Soy un Dios de Bien. Yo Soy un Dios de Amor. Yo Soy un Dios que, velando por todos sus hijos, voy dando todo lo que necesitáis para cumplir vuestra misión terrena. Yo nunca abandono a la Creación entera, es el hombre quien, escuchando al espíritu del mal, se separa de Mí, su Dios, para buscar hacer su voluntad, la cual, tarde o temprano, le hará ver su error y, en el mejor de los casos, esa caída le ayudará a voltear hacia Mí.

¿Por qué sois así, Mis pequeños? Al estar Conmigo, al buscar hacer Mí Voluntad, sí, por un lado estaréis luchando contra el mal del mundo, el cual os atacará, pero, por otro lado, si estáis Conmigo, ¿quién podrá contra vosotros?

Os habéis vuelto comodines. Al haber experimentado que al portaros bien, según Mis Leyes y Preceptos, el mundo os ataca, el mundo os reprende, el mundo os aparta de sí, entonces, por comodidad y conveniencia, os volvéis del mundo.

Yo, en Mí Hijo Jesucristo, os vine a enseñar cómo os debíais comportar en el mundo; cómo debíais luchar contra el pensamiento del mundo y que. A pesar de vivir en el mundo, no debíais pertenecer a él. Sí, Yo fui muy atacado, fui perseguido, fui ridiculizado por los que, supuestamente, llevaban la Ley y luego ellos movieron al pueblo para que entre todos Me atacarán y se pudieran deshacer de Mí.

¿Os dais cuenta ahora cómo el pensamiento erróneo de unos pocos puede hacer caer en el error a muchos? No siempre aquellos que se dicen guías llevan con ellos la verdad, Mí Verdad; por eso tantas veces os he repetido que tenéis que acudir a una vida espiritual más profunda para que Mí Santo Espíritu os guíe y os ayude a protegeros contra la sutileza del mal.

¿Por qué cae y vuelve a caer repetidamente el hombre? La respuesta es, que su vida espiritual es imperfecta y eso lo sabe muy bien vuestro enemigo y de vuestra carnalidad se aprovecha para corromperos más y más. Él os conoce, conoce vuestra fragilidad, conoce vuestra inconstancia en la vida en la virtud, conoce vuestros deseos carnales y os provee de todo ello para evitaros llegar a vivir una vida espiritual profunda que os dé la fuerza para luchar contra sus mentiras.

Vuestra inestabilidad es vuestro propio enemigo. No os habéis propuesto el vivir una vida en la virtud y por ello caéis a cada rato. Si no aprendéis a escucharMe en vuestro interior, si no aprendéis a actuar lo que os he enseñado, vuestra vida espiritual peligra, peligra para vosotros mismos y peligra para con vuestros hermanos, por el mal ejemplo que dais.

La fe, las virtudes, Mis Bendiciones, todas se os dan gratuitamente y a quien Me las pide, y crecen en corazones dispuestos a recibirlas y hacerlas fecundas en otros corazones. Yo protejo a los Míos y busco el reencuentro con los que no están Conmigo, ¿por qué hacéis vuestra vida tan difícil cuando muy fácil puede ser? El vivir en el mal y con el mal siempre va a resultar en vuestra perdición eterna. El vivir Conmigo y para Mí os va a dar regalos excelsos, sí, con una vida terrena llena de incomprensiones, porque lucháis contra lo que el mal ha impuesto en los corazones, pero al vivir en Mí y para Mí, Yo os voy regalando grandes bendiciones durante toda vuestra vida y así, consintiéndoos, vais cumpliendo gustosamente vuestra misión terrena.

Os doy mucho, Me doy en totalidad. Os doy Mí Cuerpo y Mí Sangre a diario. Os doy Mí Apoyo Divino, os doy Mí Bien. Los que han, alguna vez, sentido en su interior lo que es vivir Mí Bien, se habrán dado cuenta de que éste sobrepasa infinitamente cualquier bien de la tierra. Entonces os vuelvo a preguntar, ¿por qué no buscáis el vivir Mí Bien en vosotros, si él os da más felicidad que cualquier cosa de la tierra?

Meditadlo y entended que vuestra calidad de vida en la tierra depende de que dejéis que Mí Bien os llene, os sature, os envuelva en totalidad y así podréis vivir lo que os prometí cuando conviví con vuestros hermanos, el vivir y hacer vivir Mí Reino de Amor entre vosotros.

Yo os bendigo en Nuestro Nombre y en el Nombre del Amor de Mí Santo Espíritu.