Ago 15_2024 El Don de la vida no es una casualidad, es una misión de la cual tendréis que dar parte al final de vuestra existencia, a Mi Hijo, vuestro Juez, vuestro Dios.

Rosario – Mensaje ÚNICO

.

================================

Mensaje de La Santísima Virgen María a J. V.

================================

.

Habla La Santísima Virgen María

(Lenguas…) Ciertamente, Mis pequeños, os he venido cuidando desde siempre.

Mis pequeños, Mi Hijo Me lo pidió y a partir de ese momento os he venido cuidando, he venido cuidando el rebaño de Mi Hijo, porque el lobo, siempre ha estado presente, y también, porque muchas ovejas no han querido seguir al Pastor, a Mi Hijo.

He tenido que luchar contra satanás en todo momento y, al decir en todo momento, os estoy viendo a cada uno de vosotros. Os voy cuidando en todo momento y a lo largo de vuestra existencia, de los ataques de satanás, pero, desgraciadamente, la gran mayoría de vosotros, rechazáis la espiritualidad, la vida en la Gracia, la Vida Divina en vosotros.

No os acabáis de dar cuenta de los ataques que recibís a cada momento, a lo largo de vuestra existencia. Habláis de casualidades, habláis de mala suerte, habláis de errores, que vosotros mismos causáis, pero atrás de todo ello, está satanás, y no lo queréis ver así, porque así como no queréis creer en Mi Hijo y en Mí, vuestra Madre, tampoco queréis creer que hay un ser satánico, que quiere destruir vuestra existencia, y con ello hablo de la vida espiritual y la vida física que tenéis cada uno de vosotros.

Tenéis que entender, Mis pequeños, que fuisteis escogidos por Mi Padre, vuestro Dios, para que se os diera vida y bajarais a la Tierra a servirLe, y eso, como se os ha dicho, es un gran honor para un alma bajar a la Tierra, con una misión específica, pero no queréis entender esto y dejáis todo en la casualidad, siendo que en Nuestro Padre Dios, no hay casualidades. Cada uno de vosotros estáis bajo el cuidado, bajo el Amor, de Nuestro Padre Dios y, ciertamente, Mi Hijo en la Cruz, Me dio la oportunidad de serviros para alcanzar vuestra santidad y vuestro gozo eterno, al cumplir lo mejor posible, la misión que se os ha encomendado.

Así que, entended, Mis pequeños, que el Don de la vida no es una casualidad, es una misión de la cual tendréis que dar parte al final de vuestra existencia, a Mi Hijo, vuestro Juez, vuestro Dios.

¡Desperdiciáis tanto tiempo, Mis pequeños, en tonterías, en cosas que hacen desviaros de la misión real que tenéis! Os buscáis otras distracciones, que en cierta forma, satanás os las pone al frente, para desviaros, y con ello, perdéis la oportunidad, Mis pequeños, de alcanzar tantas Gracias, tantas Bendiciones, y no solamente para vosotros, sino para todos aquellos por los cuales, pedís, por los cuales, vivís; pero tampoco lo veis así.

Os alejáis tanto del estado de Gracia, buscáis solamente los placeres, buscáis el pasar el día de la mejor forma, a vuestra forma de pensar, y esa forma de pensar lleva mucho pecado de por medio: intereses personales, desviaciones, en negocios mal encausados, sexo desviado, robos y tantas y tantas formas de pecado, a donde os lleva satanás, y no os queréis dar cuenta de ello.

Nuestro Dios y Señor no gusta de ninguna forma de pecado, vosotros continuamente estáis pecando, aún aquellos que están buscando el estado de Gracia, caéis, pero ciertamente, se tomará en cuenta vuestros deseos de mejora y se os ayudará a alcanzar el Reino de los Cielos. Pero, hay otros hermanos vuestros que no desean ningún tipo de mejora espiritual, insisten en seguir las desviaciones a donde os lleva satanás y creéis que es lo mejor; pero llegará el tiempo en que os daréis cuenta que fue un error seguir a satanás, y ya no habrá marcha atrás, todo va a ser destrucción en vosotros y rechinar de dientes por toda la eternidad.

Estoy con vosotros, Mis pequeños, satanás Me teme, no puede estar donde estoy Yo, y esto lo debieras tomar muy en cuenta, Mis pequeños, para que en los momentos difíciles de vuestra existencia, Me llamarais, e inmediatamente estaré con vosotros y, especialmente, para protegeros de las fuerzas de satanás. ¡Sois tan débiles ante las potencias satánicas!, pero vuestra soberbia salta y no queréis protegeros, porque no creéis en lo que sucede alrededor vuestro y en vuestra propia vida.

Estáis viendo alrededor vuestro y alrededor del mundo todo lo que se está dando, que ya se salió de orden, porque ya son tiempos, ahora, de satanás, y así se ha dicho.

¿Qué tanto más, tiene que suceder alrededor vuestro y en vuestra vida, para que entendáis, antes de que seáis llamados a vuestro Juicio Personal, y que ya no tengáis remedio para vuestra condenación eterna? ¿Qué tanto más necesitas para arrepentiros de vuestro mal actuar? Ciertamente, Mi Esposo, El Santo Espíritu de Amor, que vive en vosotros, continuamente os está haciendo saber que estáis cometiendo pecados, errores, con los cuales, azotáis, nuevamente, el Corazón de Mi Hijo. ¡Esos azotes que recibió en Su Pasión, son vuestros pecados! Destrozasteis a Mi Hijo y lo seguís destrozando con vuestros pecados, con vuestra maldad, con vuestros errores, ¿hasta cuándo vais a entender de tanto mal que causáis al Cielo?

Venid, pues, Mis pequeños, venid Conmigo, vuestra Madre Santísima, que os ayudaré en estos tiempos tan difíciles, a retomar el buen camino que Mi Hijo os enseñó. Confiad en Mí, venid a Mí, que os puedo proteger contra las fuerzas de satanás.

Confiad, Mis pequeños, así como Mi Hijo confiaba en Mí y en José, Mi esposo, sed como Mi Hijo: sencillos, humildes, amorosos, puros, santos. Ésa es vuestra misión, Mis pequeños, ser como Mi Hijo Jesucristo, vuestro Dios y Salvador.

Venid, pues, Mis pequeños, no desperdiciéis ya el tiempo, se va a acabar el tiempo en lo personal de cada uno de vosotros, y llegará el tiempo en que cada uno de vosotros os presentaréis ante Mi Hijo, que primeramente, os salvó, dio Su Vida para salvaros, ahora os presentaréis ante Él, para ser juzgados, ¿cómo estaréis, espiritualmente hablando, cuando os presentéis a vuestro Juicio Personal?

Gracias, Mis pequeños.