Abr 09_2023 Ya os va a tocar sufrir por vuestros propios pecados, os he dicho que el Tiempo de Misericordia terminó, ahora la Justicia Divina cae sobre vosotros.

Mensaje 1 de 2 – la madrugada de Pascua (1:00 am aprox.)

.

==============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

==============================

.

Habla Nuestro Señor Jesucristo

Hijitos Míos, para muchos de vosotros, habréis pasado ya muchas Cuaresmas, tiempos de reflexión, tiempos para que vosotros os pudierais unir a Mí, vuestro Dios y Señor, tiempo en el cual se os da la oportunidad de meditar sobre vuestra existencia, sobre vuestra vida, cómo la habéis llevado, qué habéis hecho con ella.

Está anticipando el momento en que os encontraréis Conmigo al final de vuestra existencia. Para muchos, la existencia será de varios años, para otros, de menos años, pero, al fin y al cabo, al final de vuestra misión, os preguntaré eso, Mis pequeños: ¿qué hicisteis con vuestra vida? ¿Cuánto amor dejasteis en la Tierra? ¿Cuánto hicisteis para salvarMe almas?

Muchos os quejáis de los dolores del Mundo y ya se os ha explicado que el dolor es una bendición, y os lo digo así, Mis pequeños, es una bendición, para que vosotros podáis tomar, ese dolor salvífico, para que podáis con él, lavar muchas, muchas de vuestras faltas (Lenguas…), y de ellas, muchas graves. Al ofrecerMe vuestro dolor, como Yo lo ofrecí por vosotros, tomando vuestros pecados, tomando Mi dolor también, y pudierais meditar Mis Palabras, Mi tiempo de sufrimientos, en donde os explico que en esos momentos de gran dolor, Yo no blasfemaba contra aquellos que Me estaban causando esos dolores atroces, sino que Yo pedía por su salvación y por la de vosotros, Mis pequeños, que eso es lo que debéis hacer vosotros, el ofrecer vuestros dolores, tanto para ir aminorando vuestras faltas y vuestro tiempo en el lugar de purificación, en el Purgatorio, y también, podáis ofreceros como Yo Me ofrecí por vosotros, por cada uno de vosotros.

El dolor es salvífico, os repito y muchos desperdiciáis ese tiempo, blasfemando, injuriándoMe y haciendo barbaridad y media, porque no soportáis esos dolores, según vosotros, y hasta llegáis al suicidio o a la eutanasia, para quitaros esos dolores que podrían salvaros o aminorar, como os dije, los dolores en el Purgatorio y salir pronto de ahí, pero preferís más el quitaros la vida y pasar eternamente en el Infierno, porque vosotros no sois dueños de vuestra vida, Yo Soy el Dueño de vuestra vida, y si os permito esos dolores, es para vuestro bien, Mis pequeños.

No los soportáis porque no vivís en el Amor, porque no os dais por vuestros hermanos, porque no os queréis compadecer de lo que Yo hice por vosotros y unir vuestros dolores a los Míos, y de esa forma, quitarMe a Mí, los dolores que Yo tomé vuestros, y así aminorar la carga que llevé de vuestros pecados y de todo el mundo, pasados, presentes y futuros; pero no, no lo hacéis y pensáis solamente en vosotros, en vuestro egoísmo, en vuestra maldad, en vuestro error.

¡Cuántas oportunidades dejáis pasar, Mis pequeños! Cuántas oportunidades no aprovecháis para salvar almas y para aminorar vuestro tiempo en el Purgatorio, que no es un lugar bello; ciertamente, saldréis de él, pero los sufrimientos serán grandes, dependiendo de vuestras faltas.

¡Cuánto dolor Me causáis!, pero Yo no estoy, en ningún momento reprendiéndoos, blasfemándoos por los dolor que Me causáis por vuestros pecados, al contrario, recordad las Palabras que Le dije a Mi Padre en favor vuestro: “Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen”. Aunque, ciertamente conocéis vuestros pecados, los cometéis, pero Yo sé que sois débiles que no tenéis una espiritualidad lo suficientemente fuerte como para resistir los ataques de satanás y caéis, no una sola vez, sino cientos de veces, y aun así, os sigo perdonando y os sigo dando la oportunidad, de que, con vuestro arrepentimiento podréis, en algún momento, entrar al Reino de los Cielos.

Mis pequeños, entended que os amo demasiado, pero vosotros no correspondéis, prácticamente, en nada, a ese Amor tan grande que tengo por vosotros.

¡Cuánto desperdiciáis de Mis Dolores, de Mi Pasión, de Mi Donación por vosotros!, desperdiciáis tanto y eso va acarreándoos males, tanto personales, como sociales y mundiales.

Entended, Mis pequeños, entended, que no viviréis toda vuestra existencia en la Tierra, pensáis que con los bienes que tenéis podréis vivir mucho tiempo y en las mejores condiciones, y tenéis el ejemplo en las Escrituras, de aquél, que de repente, sus cosechas fueron altas, se sintió un gran millonario, ya no quería trabajar, porque tenía suficiente para vivir toda su existencia con lo que iba a ganar, y ¿qué le dice Mi Padre?, morirás esta noche, porque se creyó él, el dueño de su vida, se sintió grande, con los bienes adquiridos.

Pero, os vuelvo a repetir, vosotros no sois los dueños de vuestra existencia, vinisteis a cumplir una misión y una  misión muy diferente a lo que humanamente creéis, que es la de ganar todos los bienes materiales posibles para tener una existencia sin molestias, sin dolores, sin preocupaciones, y vuestra misión, es totalmente lo contrario, es espiritual.

¿Cuántos de vosotros habréis sacado de esta Cuaresma un bien espiritual? ¿Cuántos de vosotros seguisteis Mis Pasos? ¿Cuántos de vosotros alguna frase, alguna palabra que oísteis en estos días, cambiaron vuestra existencia, vuestra manera de ver vuestra vida? Es más, ¿cuántos de vosotros, realmente, Me acompañasteis en estos días, a Mí, vuestro Dios, a aminorar Mis dolores por vuestros pecados? Yo no peco, tomé vuestros pecados y sufrí por ellos, para que vosotros no sufrierais las consecuencias de vuestros pecados, y eso no lo entendéis o no lo queréis entender. Os lo he repetido, pero no queréis entender, pero ya llegó todo a un límite, Mis pequeños.

Muchas oportunidades habéis tenido para el cambio, no habéis querido tomar ninguna de estas posibilidades de hacer un cambio fuerte en vuestra existencia y Me seguís dando latigazos, clavando Mis Manos y Mis Pies, poniéndoMe Coronas de Espinas, destrozándoMe hasta dejarMe irreconocible, y vuestro corazón no se apiada en ningún momento en Mí, vuestro Dios, de que como estoy así, irreconocible por tantos golpes, latigazos, dolores, es por causa de vuestros pecados. Me castigaron por algo que Yo no hice, porque tomé vuestros pecados y vosotros, ni las gracias Me dais, seguís pecando y no os importa lo que Yo siga sufriendo por vosotros.

Pero ahora, ya os va a tocar sufrir por vuestros propios pecados, os he dicho que el Tiempo de Misericordia terminó, ahora la Justicia Divina cae sobre vosotros. Habéis tenido muchas oportunidades, os repito y no las habéis querido tomar.

Todavía tenéis tiempo de arrepentimiento y podréis volver a Mí, y hacedlo pronto, Mis pequeños, os amo como no os imagináis, pero tenéis el libre albedrío, tenéis libertad de actuación, Yo no os presiono, tenéis toda la libertad para actuar en el bien o en el mal, si estáis en el bien, os protegeré y os amaré más, porque sois verdaderos hijos Míos, si habéis escogido el camino del mal, lo siento, Mis pequeños por lo que os sucederá.

Gracias, Mis pequeños.