Ago 03_2022 Sí, ciertamente, son tiempos de prueba y como se os ha dicho antes, es tiempo de acrisolamiento.

RosarioMensaje ÚNICO

.

==============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

==============================

.

Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Hijitos Míos, estáis entrando, ya, a estos tiempos que, en cierta forma, he esperado ver en quiénes son, realmente, los que Me siguen. Os preguntaréis a qué Me refiero y os digo, que os he querido ver como Yo Mismo pasé en la Tierra, siendo otros Cristos. Como os he pedido, estos son los tiempos en que deberéis vosotros actuar como Yo actué, vivir como Mi Padre Me lo pidió, y dando lo que Mi Padre Me dio para compartir con vosotros. Son tiempos en que deberéis dar lo que habéis recibido, y Me refiero, tanto en lo material como en lo espiritual.

Nuestra Divina Providencia os ha cuidado, os ha dado lo necesario para cuidar vuestro cuerpo, vuestra vida humana, vuestros recursos necesarios para cuidar de vosotros y de los vuestros, pero, también, son tiempos en que se os ha pedido que entreguéis, en lo espiritual, lo que se os ha dado en el corazón, y lo que habéis aprendido a lo largo de vuestra existencia. Sí, ciertamente, son tiempos de prueba y como se os ha dicho antes, es tiempo de acrisolamiento.

Al oro se le acrisola, para que quede en una pureza total, y estos son tiempos (Lenguas…) son tiempos en que seréis acrisolados, para que mostréis, ante Nuestra Santísima Trinidad, quiénes sois realmente, si sois verdaderos hijos de Dios, seguidores Míos, vuestro Salvador, o estáis pasando, nada más, un tiempo, en el cual no estáis dando fruto y no aprovechasteis ese tiempo para producir un bien a vuestros hermanos y dando Gloria a Nuestra Santísima Trinidad.

Fijaos bien en lo que os digo: es tiempo de acrisolamiento, en donde todavía, deberéis ser más cautos en lo que decís, en lo que hacéis, debéis cuidar vuestras acciones, pensamientos, deberéis hacer vida lo que habéis aprendido de Mí, vuestro Dios, vuestro Señor, vuestro Maestro. Son tiempos en los que, también, gozaréis de las Bendiciones de Nuestra Santísima Trinidad sobre vosotros y de los cuidados de Mi Hija, La Siempre Virgen María, de Mi Esposa, de Mi Madre, y los cuidados que Ella tendrá sobre vosotros contra las fuerzas de satanás, que también se dispararán fuertemente, para tratar de destruiros, primeramente, a vosotros, los que más habéis recibido y que estáis dando fruto, fruto de oración, fruto de ejemplo, fruto de una vida ejemplar.

Debéis cuidar, perfectamente, todo vuestro ser, tanto en lo físico como en lo espiritual y prepararos para que, después de ser acrisolados, podáis gozar del tiempo bellísimo, que se os dará como premio a vuestra Fe, a vuestra confianza, a vuestro amor hacia Nosotros, que tanto os heMos cuidado y que os heMos guiado hacia la perfección.

Recibid, Mis pequeños, Nuestra Bendición, y gozad de ella, y pedid todo lo que queráis dentro de esta bendición, para que se os dé y podáis alcanzar esa perfección, como os dije, a la que debéis vosotros llegar, para que con ella gocéis fuertemente, el regalo que se os dará. Un alma, mientras más haya llegado a la perfección, más gozo tendrá, porque entenderá, todavía mejor, Nuestros Misterios de Amor.

Gozad, pues, lo que se os ha dado y no despreciéis nada de lo que pasa en vuestra existencia, sobre todo para que el acrisolamiento sea benéfico y total.

Gracias, Mis pequeños.