Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Dios Espíritu Santo a J. V.
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Habla Dios Espíritu Santo.
Visión: Veo cómo nos miran desde el Cielo, es como un círculo que ya he visto otras veces, se están asomando, desde ahí nos están viendo. Pero en medio de ese círculo viene bajando el Espíritu Santo y nos dice:
DejadMe, Mis pequeños, que os prepare para estos tiempos, éstos son tiempos de Purificación, que no todas las almas entienden, algunas se preguntan el porqué de esta Purificación, no tienen respuesta, porque no están en Dios, no viven la vida espiritual, han vivido para el mundo.
Las almas en el Cielo, las almas en el Purgatorio, oran por todos vosotros, por estos momentos que se acercan. Tenéis la Purificación Universal, son momentos difíciles para las almas, especialmente, aquellas que no han buscado una defensa, un crecimiento espiritual, que no entienden, lo que está sucediendo. Desgraciadamente, las últimas generaciones no han transmitido a sus hijos la vida espiritual, la vida del Amor, la que vino a daros Jesucristo, vuestro Dios, vuestro Salvador.
Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, Vivo en vosotros, pero infinidad de almas no Me dejan Vivir como debo Vivir, y esto es, para iros preparando para un crecimiento espiritual, para un cambio de vida.
El Amor que os teneMos, en Nuestra Santísima Trinidad, es inmenso y Yo, que Vivo en vosotros, os trato de llevar a esa perfección a la que estáis llamados todos vosotros, pero son tan pocos a los que les interesa vivir ese crecimiento espiritual.
Con esta Purificación que se acerca, infinidad de almas serán apartadas de la vida, regresarán a su Juicio Personal, y muchas se perderán.
Tiempos tremendos se vienen y solamente las almas que se dejaron preparar, son las que podrán soportar el cambio con la Purificación, la cual, los que han entendido la Obra de Dios en vosotros, agradecerán, ya que entenderán lo que vuestro Dios Jesucristo os enseñó: debido a que todos vosotros, le habéis abierto vuestro corazón, en algún momento, a satanás, él ha dejado la semilla del mal en vosotros. Esta Purificación es para eliminar esa semilla del mal y regresaros a una vida de amor, de paz, de crecimiento espiritual, una vida donde se vive el Verdadero Amor que se vive en el Cielo y que viviréis en la Tierra. Tiempos muy bellos, también, vendrán, regresará el hombre a gozar la vida que debisteis haber vivido antes del Pecado Original.
Los que estáis con Nosotros, los que habéis abierto vuestro corazón al cambio, los que habéis vivido con un corazón ardiente de amor, deseando el Bien a todos vuestros hermanos, anhelando la eliminación de las injusticias, del pecado, de la maldad que satanás ha diseminado, obtendréis, por fin, esa alegría plena de vivir lo que tanto habéis anhelado. Vosotros habéis entendido la Donación del Padre, al entregaros al Hijo por vuestra salvación y habéis agradecido, infinidad de veces, esa Donación del Padre por vuestra salvación.
Entendéis con esto, que vuestra vida ha estado llena de faltas, de pecados graves y leves, pero os levantabais y seguíais adelante, buscando la perfección, la cual, poco a poco, ha ido eliminando, dentro de vuestro ser, toda esa maldad y os habéis llenado de la Gracia, del Amor, de la Pureza, de la Santidad. Yo, viviendo en vosotros os he ido llevando por esos caminos de Perfección, os llevo a la oración profunda, al arrepentimiento de corazón, a la donación de vuestro ser, para el Bien de las almas tercas, de las almas que siguen queriendo vivir en el mal. Habéis aprendido lo que es el darse por los demás, aceptar vuestra cruz de cada día por el bien de vuestros hermanos, tal y como os enseñó vuestro Dios Jesucristo. Vosotros, los que habéis abierto vuestro corazón, deseando vivir esa vida que os enseñó Jesucristo, vuestro Salvador, sois los afortunados en estos momentos de Purificación. Se os dio una tarea y supisteis llevarla, de acuerdo a la Voluntad del Padre y vuestro regalo va a ser el tener la oportunidad de ver los Cielos Nuevos, Tierras Nuevas, empezar una nueva generación viviendo un Amor como nunca se ha vivido en la Tierra desde la caída de Adán y Eva. Amores Puros, Santos, Bellos, una nueva generación de Amor iniciaréis vosotros, los escogidos, los que habéis soportado las burlas de vuestros hermanos, los ataques de satanás a través de ellos. Vosotros que soportasteis el que os hicieran a un lado, porque no erais del mundo, como aquellos que os blasfemaban por llevar el Verdadero Amor en vuestro corazón.
Tarde se darán cuenta, todos aquellos que os atacaron, que estaban viviendo en el mal. Orad por ellos, Mis pequeños, orad por ellos, para que se puedan salvar, no empezarán ellos esta nueva generación, pero los quiero de regreso, estoy en el corazón de todos vosotros, pero no todos quieren escucharMe.
Orad, Mis pequeños, para que todas las almas entren a su corazón, Me busquen y Yo los guíe, les enseñe las Verdades que han despreciado por años, pero que al menos, en estos últimos momentos que les quedan ya de vida, puedan gozar lo que despreciaron, se arrepientan de ello y regresen al Amor Verdadero.
Manteneos, pues, Mis pequeños, en íntima comunicación Conmigo, vuestro Dios Espíritu Santo. Yo os iré guiando por caminos seguros para ir protegiendo vuestra persona, vuestra alma, hasta esos lugares en que seréis protegidos por Nuestra Santísima Trinidad.
No os preocupéis de lo que venga, vosotros estaréis protegidos porque así se os ha prometido, pero sí, preocupaos por el alma de vuestros hermanos. Que reciban, pues, vuestros hermanos, vuestro amor, porque así dicen las Escrituras: que aquél que paga un mal por mal, no es bien visto a los Ojos del Padre, pagad con un Bien, al mal que recibisteis a lo largo de vuestra existencia, perdonad a todos aquellos hermanos vuestros, que en diferentes momentos de vuestra existencia, recibisteis ataques, burlas, odios, maldades de parte de aquellos hermanos que no entendían lo que era el Amor.
Vosotros tenéis el Amor, tomadlo y aprovechadlo, para que bendigáis a esos hermanos vuestros, de los cuales recibisteis todo ese mal, y tened por seguro que recibirán ese Bien que vosotros les deseéis, porque el mejor Bien es cuando un alma mala recibe un Bien de aquél a quien hirió. Como Jesucristo, vuestro Salvador, que durante Su Vida Pública recibió tantos males, pero Su Oración siempre era: “Perdónalos Padre, porque no saben lo que hacen”.
Gracias, Mis pequeños.