Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Visión: Veo, como, en una casa antigua, una reunión, una mesa redonda, vestidos a la usanza de tiempos de Nuestro Señor, pero, también, veo que, viendo exactamente, arriba sobre ellos, está Nuestro Señor, y les dice: reciban Mi Santo Espíritu, y en ese momento Me dice Dios Nuestro Señor:
Vayan y lleven Mi Palabra, Mi Ejemplo, Mis Obras a todo el Mundo. Ciertamente, en ése tiempo, había que llevar a la gente de los pueblos alrededor de Jerusalén, Mi Palabra, Mi Ejemplo, misionando, llevando lo que Yo les enseñé. Ciertamente, fueron a lugares en donde fueron atacados Mis Apóstoles y Discípulos, y asesinados, muchos de ellos, que ahora están Conmigo, aquí, en el Reino de los Cielos.
Ahora, en estos tiempos, os vuelvo a enviar Mi Santo Espíritu a todos vosotros, los que estáis Conmigo; pero lo más inverosímil, podría decir, y dolor Me da, es que, al pediros también, lo que le dije a ellos: id por todo el Mundo y predicad Mi Evangelio; ahora, ya no es necesario salir tan lejos, desgraciadamente, ahora, a los que vosotros debéis llevar Mi Evangelio, son a los que están a vuestro alrededor.
Son tiempos de la apostasía ya anunciada por Mi Hija en Fátima y en las Sagradas Escrituras, un tiempo en el cual se iba a perder la Fe, que se iba a perder todo aquello que las almas deben tener para poder regresar al Reino de los Cielos.
Me duele tanto que se llegue a esto, que sean tantas, tantas las almas que no Me llevan en su corazón y ahora tienen que ser evangelizadas, para que se dé lo que Yo os pedí, que todas las almas alrededor del Mundo recibieran Mi Palabra para que esto les llevara a la conversión.
Pero satanás ha hecho muy bien su tarea, y Me duele ello, porque son tantas las almas que, habiendo tenido la oportunidad de escuchar Mi Palabra, de hacer Mis obras, de llenarse con esa Fuerza del Espíritu Santo, han rechazado todo eso y prefieren vivir en el mal. Sí, Mis pequeños, viven en el mal, viven con satanás, con sus obras, viven haciendo el mal a su alrededor de múltiples formas. Y eso es lo que más Me duele, que todas ellas, la gran mayoría, terminarán en el Infierno eternamente.
Reparad, Mis pequeños, por este gran dolor, que Me causan vuestros hermanos, reparad, porque fuisteis creados para llenaros de Mi Vida y de las Verdades del Cielo, y que las gozarais, porque cuando un alma abre su corazón, y Yo penetro en esa alma, gozan, gozan las maravillas del Cielo.
Aquellos que Me siguieron desde un principio, cuando estuve en la Tierra, Me vieron hacer muchos Milagros, gozaban el que Yo estuviera con ellos en ese momento. Y, ahora, cuántas almas, cuántas almas que aun habiendo tenido la oportunidad de estar Conmigo, porque tenéis en las Sagradas Escrituras todo lo necesario para que abráis vuestro corazón y Yo habite en vuestro corazón, no lo queréis hacer.
Se os han dado muchas oportunidades de volver a Mí. Sigo insistiendo, os voy levantando, como a cada uno de esos enfermos que Yo levanté, aun a los muertos que resucité, a los leprosos que curé, a tantos y tantos que necesitaban de Mí y que los regresé al estado de salud, el cual debían tener, porque habían visto al Mesías, habían visto al Maestro, y les dejé lo que el Mesías puede hacer con las almas, con los cuerpos, y aun así, viendo, Me rechazaron en el momento de Mi Crucifixión.
Ahora, son tantas las almas que ya no les interesa tenerMe, ya no les interesa buscarMe, ya no les interesa perfeccionarse en el Amor.
Orad, Mis pequeños, orad por vuestros hermanos, son vuestros hermanos, son Mis hermanos, son Mis hijos, sois Creación Divina y estáis desperdiciando tanto, tanto, tanto que se ha dado por vosotros.
Tenéis un cuerpo, con él estáis habitando en la Tierra, se os dio la oportunidad a venir y estar entre los hombres, como Yo también bajé para estar entre los hombres, pero Yo bajé para levantar a las almas, para que regresaran al Reino de los Cielos, y ahora, son tantas las almas que, teniendo la vida que se os dio desde el Cielo, no queréis trabajar para el Cielo, estáis trabajando para satanás y estáis perdiendo la oportunidad de regresar al Reino de los Cielos. Ya no hay Fe en vuestro corazón, ya no hay Amor por vuestro Dios, por Mí vuestro Salvador, que os traje las Enseñanzas del Cielo, ya no buscáis tener esa vida espiritual, que os va a ayudar a gozar de tantos bienes, desde ahora y para toda la eternidad.
Orad, Mis pequeños, orad por vuestros hermanos, la oración es fortísima cuando la hacéis de corazón. Cuando de vuestro corazón brota Mi Amor que vosotros tenéis, porque sí estáis Conmigo, Mi Amor puede cambiar a muchas almas y hacerlas nuevamente hijos y hermanos Míos.
Venid pues, a Mí, Mis pequeños, venid, vosotros los que Me amáis, y traedMe a muchas, muchas almas, que alejadas de Mí están.
Gracias, Mis pequeños.