Rosario – Mensaje ÚNICO
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, en Mi Predicación en la Tierra, os dije: “Muchos son los llamados, pocos los escogidos”. Yo cumplo Mi parte, os llamo a todos, porque Me vine a dar por todos. La parte que os corresponde, no se cumple perfectamente, porque, como os explicaba anteriormente, el primer gran pecado que vosotros cometéis, es no darMe Mi lugar. Es contra el Primer Mandamiento: Amarás a Dios por sobre todas las cosas; que llevó a Adán y a Eva a perder el Paraíso, el primer Pecado. Prefirieron seguir a satanás, Me hicieron a un lado, un error gravísimo por parte de ellos, un Pecado que les costó el tener que dejar ese Paraíso, que fue creado para ellos y para toda su descendencia, todos vosotros debierais estar gozando el Paraíso Terrenal, pero satanás convenció a vuestros Primeros Padres de fallarLe a Mi Padre, y con eso, todos vosotros, su descendencia, quedasteis afectados para siempre, y hasta que venga el Juicio Final, todo será restaurado.
Y el segundo Mandamiento es: amaréis, también a vuestros hermanos, como a vosotros mismos. Pero, ¿cuál fue el segundo gran pecado? Un pecado fraterno, la muerte de Abel por manos de Caín, ahí empieza el odio fraterno, y lo tenéis hasta estos días.
Os explicaba anteriormente, que estando en la Cruz, os hice Mis hermanos, al dejarle a Juan, a Mi Madre, como su Madre, y pedirLe a Mi Madre que viera por todos vosotros; en ese momento os hermanasteis Conmigo. Son un poco más de dos mil años, y no acabáis de amaros los unos a los otros, todos los pecados se desenvuelven a vuestro alrededor: odios, violencia, robos, asesinatos, el aprovecharse los unos a los otros; sabéis muy bien todo esto y más, de cómo no os tratáis como verdaderos hermanos. Pleitos desde pequeños, vais creciendo, pleitos de adolescentes, de adultos, y hasta la muerte, algunas veces, siguen los pleitos. ¿En dónde está la fraternidad humana?, no estáis respetando Mis Leyes, Mis Decretos, Mis Cuidados.
Yo Le pedí a vuestros Primeros Padres que cuidaran de toda la Creación, y la Creación también es amarse los unos a los otros, no estáis cuidando el bien de vuestros hermanos, no los estáis cuidando para ayudarles con los dones que tenéis cada uno de vosotros para su crecimiento espiritual.
En algún momento seréis llamados ante Mi Presencia, ¿cómo os presentaréis? ¿Con las manos llenas o con las manos vacías?, difícilmente os podréis presentar con las manos llenas, buscáis más las cosas materiales, y de esas sí, os llenáis las manos con ellas, pero en el momento en que os presentéis ante Mí, desaparecerán, porque las cosas materiales han sido creadas para ayudaros a vivir en la Tierra, para cumplir vuestra misión, pero no fueron creadas para que fueran vuestro fin último, y que lucharais por obtenerlas y hasta, algunos de vuestros hermanos, mataran por ellas.
Vuestra espiritualidad, vuestro amor, primeramente, a Mí, vuestro Dios, y vuestro amor para cumplir vuestra obligación hacia Mí, deja mucho que desear, y hasta nula es, en muchos de vosotros. Buscáis solamente vuestro bien, pero, repito, llegará un momento en que os presentaréis ante Mí, y ¿qué traeréis para presentarMe, que pueda ser vuestro pase al Reino de los Cielos? Ciertamente, hacéis una buena acción de vez en cuando, pero creéis que ya con eso os ganasteis el Cielo cuando, por otro lado, la gran mayoría de vuestras acciones son negativas, nefastas, que no cumplen los requisitos ni de amor ni de respeto hacia Mí ni hacia vuestros hermanos.
Cuando estéis ante Mí, Seré un Juez severo, habéis tenido mucho tiempo para que os aprovecharais de Mi Misericordia, pero el hombre es así, busca nada más pasarla bien en lo individual, y aprovecharse de los demás, creyendo que con eso será alguien respetable en la Tierra, cuando, realmente, se está ganando el ser un alma deplorable ante Mis Ojos y Mi Juicio para él, será severo.
Tenéis un tiempo para vivir, tenéis un tiempo para cumplir vuestra misión y deberéis ir haciendo méritos, méritos de amor, méritos, en los cuales os estéis ganando Mi Corazón Amoroso y no Mi desprecio por vuestras vilezas, por vuestra maldad, porque os habéis vendido a satanás. Cada uno de vosotros tiene un tiempo de vida, que debéis aprovechar para subir escalafones.
En el Reino de los Cielos, ciertamente, es un lugar bellísimo, y éste tiene niveles, y cuando muráis, cuando estéis ante Mí, se os juzgará. Si hicisteis el bien, se os dará el nivel de amor con el que tratasteis a vuestros hermanos, y sobre todo, con el Amor que vosotros tomasteis de Mí, con el que os llenasteis para normar vuestra existencia y ese mismo Amor, que os llevó a cuidar el bien de vuestros hermanos, su crecimiento espiritual y cuidados que tuvisteis para vuestra misión, de los cuidados materiales, que entran dentro de la Caridad fraterna, atesoráis mucho, pero no dais nada, recordad que lo material es Mío y es prestado, y lo recojo al momento de vuestra muerte.
Se os juzgará por vuestros méritos, no por lo que obtuvisteis de lo material. Pocos, muy pocos piensan en el momento, en que estaréis ante Mí, vuestro Dios. Hasta podría deciros que, miedo debiera daros en ese momento, porque Mi Juicio será severo, pero miedo tendrán aquellos que no cumplieron con lo que se os pidió, y fue tan simple: amarse los unos a los otros, así como os lo pedí en la Cruz. Amar, amar a los demás, dar vuestro amor para la salvación de todos, y traerMe almas, a Mí, el Amor para salvarlas. El Amor es el que os abrirá las Puertas del Reino de los Cielos.
Meditad internamente, a solas, ante Mí, ahora que podéis, en donde todavía no Soy el Juez Severo.
Meditad en qué estado está vuestra alma, ¿cómo estaríais en este momento si os llamara ante Mi Presencia? Esto os lo pido, os lo recuerdo, os lo hago meditar continuamente, porque muy distraídos estáis en el Mundo, y no os imagináis que en algún momento estaréis ante Mi Presencia.
Las cosas importantes de vuestra vida, no las tomáis en cuenta y os dejáis llevar por las cosas temporales, que no os darán, prácticamente, el pase al Reino Eterno. ¡Qué lástima Me dan tantas almas que se condenan, porque tapan sus oídos ante Mis Palabras! Palabras de Amor, Palabras de deseo de vuestra salvación.
Tenéis un tiempo muy pequeño ya, algunos de vosotros, como para que tengáis un cambio definitivo, con un arrepentimiento de corazón. Aprovechad ya el tiempo corto que os queda a la gran mayoría de vosotros, aprovechadlo, Mis pequeños, antes de que estéis ante Mí, vuestro Dios, como Juez Severo.
Que Mi Amor esté con vosotros, y que Mi Amor os haga meditar vuestro estado de vida.
Gracias, Mis pequeños.