Mar 24_2022 Estáis caminando hacia un desfiladero, desde ahí −el Cielo− se ve cómo van cayendo las almas al Infierno, pocas, muy pocas son tomadas al Purgatorio.

Rosario – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

(Lenguas…)

Visión: Está Nuestro Señor en la Cruz, y nos dice:

Estos son tiempos de Mi Madre, estos son los tiempos profetizados desde el Génesis, cuando Promete Mi Padre que vendrá una Mujer y le pisará la cabeza con su Calcañal, al gran engañador, satanás.

“Madre, he ahí a Tu hijo, hijo, he ahí a tu Madre”. Mis pequeños, en este momento, todos vosotros os hermanáis Conmigo, vuestro Dios y Salvador.

Mi Madre, Mi Madre también Misericordiosa, Corredentora, Amorosa, que cuida a Mi rebaño, os está protegiendo, os está guiando, os está llevando por un buen camino.

Ved a Mi Madre, el dolor tan grande que sufre una Mujer. Una madre al ver a su hijo, a su hija, dolientes, pero el dolor de Mi Madre es inmensamente más grande, porque no solamente Soy el Hijo, sino que Soy el Dios, el Salvador que ha venido a redimir al género humano. Es un dolor inmenso el que Mi Madre tiene. Juan la abraza, la consuela, María Magdalena también está con ellos, lloran, sufren, pero Yo Me he ofrecido por todos vosotros, y dentro de tanto sufrimiento, hay Alegría en Mi Corazón, porque Yo he obedecido al Padre para Bien vuestro. Ciertamente sufro en Mi Ser Humano, pero gozo en Mi Ser Divino, porque gracias a Mi Donación, muchas almas se salvarán. Pero, también, Mi Dolor es grande, como en Getsemaní, que veía que no muchas almas se van a salvar.

¡Cuánto dolor Me dan esas almas necias, tontas! No se dan cuenta de cómo satanás las ha llevado por el mal camino. ¡No os dais cuenta que Mi Padre os ha creado! Dependéis totalmente de Nuestra Santísima Trinidad y estáis desperdiciando esa Gracia, esos cuidados de Nuestra Santísima Trinidad, y los estáis desperdiciando por vuestra traición, porque no os importa lo que pase con vuestra alma.

Cuando Mi Padre escogió al pueblo judío, les dijo: Yo Seré vuestro Dios, vosotros seréis Mi pueblo y estaré con vosotros siempre y cuando cumpláis, cumpláis los Mandamientos. ¿Y qué ha hecho el hombre?

Primeramente, el pueblo judío traiciona también al Mesías a Mí, su Salvador y las Promesas que tenía para el pueblo judío pasan a toda la humanidad, así que, toda la humanidad está bajo esa Promesa que le hice al pueblo judío: Si cumplís Mis Mandamientos Me tendréis con vosotros, Soy vuestro Dios, vosotros Mis creaturas, cuidaré de vosotros, siempre y cuando cuidéis de lo que es Mío. Pero no entendéis, y el Primer Mandamiento, ¿cuál es? Amaréis a vuestro Dios con todo vuestro corazón, con toda vuestra alma, con todo vuestro ser y al prójimo como a vosotros mismos.

Desde el Primer Mandamiento ya estáis fallando, esta humanidad Me ha venido fallando desde hace mucho tiempo.

Vuelvo a repetiros: vosotros fuisteis creados por Mi Padre, y como Le fallasteis, he venido ya a levantaros. Ciertamente, Adán y Eva desde ese Principio fallaron, y nuevamente han fallado contra el Primer Mandamiento todo el tiempo. No Le dais a Mi Padre Su lugar, no Me dais Mi lugar a Mí, vuestro Dios Salvador y Redentor, no Le dais Su lugar al Espíritu Santo que Vive en vosotros, que os aconseja, que os lleva por el buen camino. Queréis seguir caminando por este Mundo que está lleno de maldad. Con vuestros ojos físicos, veis las bellezas que Mi Padre preparó para que gozarais, para que alabarais, y agradecierais todo lo que se os da, y ¿qué hacéis vosotros?, no agradecéis seguís caminando por el Mundo y viviendo según las leyes de satanás, que son destrucción, maldad, muerte.

Ya vengo Yo a levantaros, vengo a abriros el Reino de los Cielos, y no os importa ese gran regalo que se os da, no os importa Mi Sufrimiento, no os importa cada Gota de Sangre que derramé por vuestra salvación para vosotros, para los vuestros, para los del pasado, los del presente y del futuro y las almas no entienden. Prefieren vivir en la maldad, prefieren seguir al que os va a hacer sufrir eternamente, y aun así, como os dije en un principio: estos son tiempos de Mi Madre, La Mujer por excelencia, La Perfecta, La Santa, La Inmaculada, el Amor, el Amor de la Trinidad en Ella.

¡Cuánta Belleza! ¡Cuánta Santidad pusiMos en Ella!, y ¡Cuánta Sencillez! ¡Cuánta Humildad! ¡Cuánto agradecimiento!, y ¡Todas las Virtudes en Ella viven en su máxima expresión! Por eso satanás no puede verLa, porque satanás es todo lo contrario, y lo que menos le gusta a satanás de Ella, es que, esta Creaturita, Mi Madre, La Perfecta en Santidad, le quitará su poder, lo encadenará, le aplastará la cabeza, cuando menos por un tiempo, y dejará de molestar al género humano un tiempo. Y vosotros no entendéis, la Purificación está sobre vosotros, y no aprovecháis estos llamados, estas ayudas que se os dan del Cielo, por más que trataMos de recordaros, en qué situación tan difícil estáis, no hacéis caso. Vosotros mismos estáis cavando vuestra propia fosa con una condenación eterna.

Acudid a Mi Madre, acudid a Mi Padre, San José, juntos os protegerán os guiarán, os tomarán de la mano, como Me tomaban la Mano a Mí de Pequeñito. Ellos cuidan de vosotros, de vuestras familias, de la Iglesia, de vuestra pureza, os guían hacia la Santidad; los Santos Ángeles revolotean alrededor vuestro, os protegen, y ni a ellos les agradecéis lo que tanto hacen por vuestro Bien.

El Cielo entero está a la expectativa de todo lo que está sucediendo y que pronto vendrá. Estáis caminando hacia un desfiladero, desde ahí se ve cómo van cayendo las almas al Infierno, pocas, muy pocas son tomadas al Purgatorio. Ninguna, prácticamente, va al Cielo, salvo aquellas almas sacerdotales o laicas, que se están ofreciendo en sacrificio en estos tiempos, tiempos de grandes martirios, defendiendo la Fe, Mi Amor, la redención que os traje para que pudierais vivir eternamente en el Reino de los Cielos.

No entendéis, la gran mayoría de vosotros, lo que está sucediendo, porque no hay oración suficiente en vosotros, pidiéndoLe a Mi Santo Espíritu os guíe, y entendáis la magnitud del problema que estáis padeciendo. ¡Cómo Nos duele! ¡Cómo Nos duele vuestro actuar en la Tierra! Despreocupados estáis de vuestro futuro, seguís viendo vuestro presente pecaminoso, no os importa nada, más que tengáis salud, dinero, bienes, ya no os acordáis de Quien os creó y que os mantiene en vida, que es Mi Padre, vuestro Dios.

Pronto se os dará la oportunidad de entender este Amor tan grande de Nuestra Santísima Trinidad.

Orad, vosotros, los que sí entendéis todo esto que os platico, para que intercedáis por vuestros hermanos, que ciegos y sordos están, de lo que sucede a vuestro alrededor. TraédMelos, traédMelos a Mí, como os lo pedí en la Cruz, tengo sed de almas. TraédMelos, por favor, orad por su salvación, traédMelos por favor, os lo pido.

Gracias, Mis pequeños.