Rosario – Mensaje ÚNICO.
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, os pido que viváis en la alegría, a pesar de lo que veáis a vuestro alrededor, que viváis siempre en la alegría, como vivía Yo. Ciertamente, os he dicho que viviréis, padeceréis lo que Yo he padecido, pero, también, triunfaréis, como Yo he triunfado.
Mi Padre, vuestro Padre, Me pidió llevar a cabo esta Misión. Esta Misión en la cual Yo iba a levantar al género humano, una Misión de salvación de almas, de vuestra redención. Satanás ha destruido muchas almas, y las sigue destruyendo, mientras Yo vivo en la alegría de estar sirviendo, primeramente, a Mi Padre y también sirviéndoos a vosotros, Mis hermanos.
Tened siempre en cuenta esto en vuestro corazón: que el servir a vuestro Dios es la mayor alegría que existe en el Reino de los Cielos. Los Ángeles, los Santos, viven en excelsitud, adorando continuamente a Mi Padre, vuestro Dios Creador, Mi Padre, que Me dio esta Misión para que Yo os transmitiera Sus Verdades, Su Amor, Su consentimiento, porque os ama tanto, que os consiente en todo momento, a pesar de vuestras caídas, a pesar de vuestras faltas, a pesar de vuestros errores, os sigue consintiendo. Tenéis que cambiar de vuestra mentalidad, no debéis ya pensar a nivel humano, debéis pensar a nivel Divino, y esto es, pensar en Amor.
Un padre, una madre que tienen a sus hijos, los aman, y los aman al grado de dar su vida por ellos. Ciertamente, hay situaciones en donde satanás se ha metido en el alma, en el corazón de algunas familias, donde actúan en el mal. Pero que esas familias, en donde se actúa en el bien, en el amor, ese amor va creciendo y es el amor que vosotros debéis mantener en vuestro corazón, porque ese amor lo transmitiréis a vuestros hijos, y vuestros hijos a los nietos, y así se dará toda una cadena, una cadena de amor. Por eso, os pido que, a pesar de lo que suceda a vuestro alrededor, aumentad vuestra oración, y con Fe, sabréis que estaréis haciendo un gran bien a las almas.
Ciertamente, todo esto se mueve en Fe. Yo como Dios, sabía lo que era Mi Misión, lo que Me iba a pasar, en qué iba a terminar, lo sabía todo perfectamente, y, aun así, Me di por vosotros. Ciertamente, vosotros tenéis un mérito muy grande, que es actuar en Fe.
Se os ha dicho, que la oración obra milagros, cambia corazones, que podéis vosotros hacer grandes cosas con vuestra oración, con vuestra intercesión, y si actuáis en Fe, esto se da, Mis pequeños. Hay tantas y tantas almas por las que hay que orar para salvarlas y, todo eso, da una alegría muy grande al Cielo. Cuando vosotros, con vuestra oración de intercesión, con vuestra oración llena de amor, actuáis para que muchas almas se salven, y si vosotros salváis un alma, automáticamente, vosotros estaréis salvos, también.
Pero lo que quiero asentar, es que viváis siempre en la alegría, si actuáis en el amor, si actuáis en Fe, mantened la alegría, y pase lo que pase en vuestra vida, mantened la alegría y la Fe. Así han actuado los Santos, y aún en el martirio, van viviendo esa alegría. Ciertamente, hay temor humano, que es natural, pero viven en la alegría, porque en esos momentos de gran tribulación Yo estoy con vosotros, he estado con esas almas mártires, en ese momento Me uno a ellas, para que ese martirio no les lleve a la desesperación, que vivan en la alegría de saber que se están dando por vuestro Dios. Y así deberéis vosotros manteneros, viviendo en la alegría, sabiendo que todo lo que vosotros hagáis, dará una alegría grande a Nuestro Corazón en Nuestra Santísima Trinidad.
Dios os bendiga, Mis pequeños, os amo.
Gracias, Mis pequeños.