Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.
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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, cuando tenéis vosotros una amistad grande con alguno de vuestros hermanos, le procuráis mucho; continuamente tratáis de ver por su salud, por sus necesidades, por su problemática. Habláis de ellos porque es vuestro buen amigo y también hay reciprocidad con ese amigo, porque el amor de la amistad os une.
Esto os lo digo, Mis pequeños, porque sigo siendo vuestro Dios olvidado en el Tabernáculo. Tantos Tabernáculos alrededor del mundo y Yo, vuestro Dios, que debiera ser vuestro mejor amigo, puesto que os amo, os procuro, os protejo, os alivio, veo por vuestro bien en todas las formas y necesidades de vosotros, aun así Me olvidáis y no hay reciprocidad de parte vuestra.
Vuestro corazón es muy mezquino, no Me dais ni siquiera las migajas de vuestro amor. Seguís siendo esos niños que solamente piden pero no están conMigo, no buscan el agradarMe ni agradecerMe de todos los bienes con los que Yo os consiento. Son tan pocas las almas alrededor del mundo que realmente Me aman, Me buscan, reparan y Yo, para la gran mayoría, sigo siendo el Dios olvidado.
Si vosotros repasarais Mi Vida sobre la Tierra y meditarais todos los momentos que Yo pasé en la Tierra, desde el principio, desde Mi Concepción en el Vientre de Mi Madre, veríais que todo fue hecho por Amor y por el bien para vosotros. Si realmente Me amarais y tomarais un solo momento de Mi existencia sobre la Tierra y lo meditarais, os podríais quedar horas meditando ese momento porque es Mi Amor el que está atrás de todo ese hecho, de ese momento, pero os importan más las cosas del mundo o vuestras amistades del mundo y Yo Soy mucho más que cualquier amistad del mundo.
Cómo quisiera veros más seguido adorándoMe, al menos platicándoMe de vuestra vida, de lo que habéis hecho, cómo habéis actuado, cómo habéis llevado Mi Amor a vuestros hermanos. ¡Me encantaría escuchar eso, Mis pequeños!, al menos para saber que Mi Presencia en la Tierra os dejó una Enseñanza, la cual estáis vosotros utilizando para llevar el amor, Mi Amor, a vuestros hermanos. Saber que toda Mi Vida sobre la Tierra no fue inútil para el bien de vuestra alma y para el bien de aquellos que os escuchan hablar de Mí.
¡Cómo Me gustaría que Me dijerais que necesitáis más de Mi Amor para darlo a tantos hermanos vuestros que vacíos están de Mi Amor en su corazón! Cómo Me gustaría escuchar de vosotros que, porque habéis tomado Mi Palabra y Mis momentos y los habéis hecho vuestros, ya estáis ayudando a muchas almas a través de milagros ya realizados por vosotros para ayudarles a encontrarMe, porque es Mi promesa que aquellos que sean otros Cristos en la Tierra han de hacer lo mismo que Yo hice y aún más.
Me alegra ver almas dedicadas a la oración, ya sea oración profunda, oración mística, o aunque sea una pequeña oración pero hecha con amor para que llegue a Mi Corazón. Todo esto y más Me gustaría ver en vosotros, Mis pequeños, simplemente el saber que Me necesitáis, que Mi Ejemplo y Mis Palabras, Mis Milagros, dejaron mella en vuestros corazones y que, al tomar vosotros Mi Vida, Me estáis necesitando, que eso os llena, pero que queréis más de Mí.
Yo os puedo dar mucho más, Mis pequeños, y enviaré Mi Santo Espíritu para que os vaya transformando, para que os vaya haciendo nuevas creaturas, para que vayáis reproduciendo Mi Presencia en vosotros. ¡Cómo añoraría eso, Mis pequeños!, verMe en vosotros que estáis misionando sobre la Tierra, ver Mi Presencia en los corazones en estos tiempos y ver cómo os transformáis en Mí, cómo Me transmitís, cómo ayudáis a vuestros hermanos en su salvación.
Soy vuestro Dios, Me di por completo por vosotros, sufrí inmensamente por dejaros un Bien Eterno, y vosotros ¿qué hacéis con todo ese tesoro que os heredé? Tenéis tanto que aprovechar de Mí y esto os lo doy a través de ese contacto Divino, que es la oración, pero ya no tenéis tiempo para Mí, estáis tan apurados con las cosas del mundo que ya no tenéis ni siquiera 15 minutos para estar conMigo, y sigo estando olvidado, espero y espero a las almas a ver quién se acerca a platicar conMigo, vuestros Dios.
Gracias, Mis pequeños.