Sep 22_2020 Insisto en todo esto para que podáis recapacitar y, como en la Parábola de los denarios, aunque sea poco el tiempo que trabajéis para el Bien de Mi Reino, podáis ganároslo.

Rosario matutino- Mensaje ÚNICO

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Mensaje de  Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Visión: Veo una balanza dorada, brilla. Me dice Dios Nuestro Señor:

Hijitos Míos, cada uno de vosotros tenéis una balanza donde seréis pesados. ¿Qué habréis hecho a lo largo de vuestra existencia? Está en esa balanza lo bueno y lo malo, ¿hacia dónde se dirigirá el peso mayor: hacia lo bueno que hicisteis a lo largo de vuestra existencia, o hacia lo malo que hicisteis o lo que dejasteis de hacer de bueno durante vuestra existencia?

Todos vosotros tenéis una libre opción de vivir para el bien o vivir para el mal. Así como el agua puede dar vida, también puede dar muerte; así como el fuego os puede dar un calor agradable, también puede producir un incendio que destruya bosques y hogares. La fuerza que lleváis en vuestro interior, que es vuestro libre albedrío, la fuerza de Mi Creación sobre vosotros, la debéis saber manejar y esto lo sabe también satanás, es la eterna lucha a lo largo de vuestra existencia: Hacia dónde os llevará vuestro libre albedrío si Me hacéis, primeramente, caso a Mí, ayudado con lo que Yo os dé de Virtudes, Bendiciones, Amor, guía sapiencial, o si le abrís vuestro corazón a satanás, también ¿a dónde os llevará él?

Vosotros sois los que estáis dándole destino a vuestra alma, Yo respeto vuestro libre albedrío. Pero vosotros, si no buscáis actuar en la Verdad, si no Me pedís a Mí, vuestro Dios, que os ayude a entender lo que debe ser vuestra existencia sobre la Tierra, el tratar de buscar vuestra misión, el buscar a través de la oración la guía que Yo os dé para hacer el Bien a lo largo de vuestra existencia, si no buscáis hacer el Bien y ser apoyados por Mí, vuestro Dios, fallaréis muchas veces, y lo digo así, fallaréis muchas veces, aunque ciertamente Mi Gracia seguirá cayendo sobre vosotros.

Fallaréis, pero si hay un bien dentro de vosotros, os levantaréis, os arrepentiréis. Un tiempo después actuaréis en el Bien, y nuevamente caeréis, que, ciertamente, este es el patrón que sigue la gran mayoría de las almas sobre la Tierra. Pocas almas son las que se mantienen mucho tiempo en el Bien, pero siempre hay caídas por las envidias y ataques de satanás hacia vosotros, pero es diferente este actuar de caer y levantarse, que el actuar de muchas almas también de caer, no levantarse y mantenerse ahí en el pecado, en la maldad, en la corrupción, en todo aquello a donde satanás os lleva para que destruyáis la misión que se os ha encomendado.

Mientras no utilicéis el Discernimiento Santo que Yo pongo en vosotros, difícilmente actuaréis en el Bien y fácilmente caeréis en el mal. Ciertamente, también tenéis el apoyo de la oración que continuamente recorre toda la Creación, oración que viene de los Cielos, oración que brota también del Purgatorio hacia vosotros, oración que hay de entre vosotros, almas buenas, almas que continuamente piden por otras almas.

Estas son Gracias muy grandes que caen continuamente sobre las almas. Tanto Yo como Mi Hija, la Siempre Virgen María, vaMos llevando esas Bendiciones y Gracias que Yo concedo, porque las piden las almas en su oración; éstas son llevadas a las almas que necesitan de una ayuda por los problemas que todos vosotros padecéis a lo largo de vuestra existencia, problemas, dolores, pecados que resolver.

Los que están adentrados en la vida de la Gracia, ciertamente, fácil salen de sus problemas porque saben reconocer y agradecer las ayudas que les llegan de repente, que ciertamente saben que llegaron de parte Mía o de parte de sus hermanos que oran continuamente por el bien de todos vosotros.

Os he explicado que esta es la ayuda que todos obtenéis por actuar en la Comunión de los Santos, unos ayudándoos a otros, almas buenas ayudando a las almas débiles. A las almas más avanzadas les llamo “hermanos mayores”, porque así como en una familia los hermanos mayores ayudan a los hermanos menores, esta misma forma de actuar la debéis utilizar con todos vuestros hermanos alrededor de la Tierra. Esto os lo he explicado antes y necesitáis recordarlo por la problemática tan difícil que se os acerca.

Si realmente vivís como hermanos, como os pidió Mi Hijo, de amarse los unos a los otros, tendréis que ver por las necesidades reales de vuestros hermanos, y no estoy hablando solamente de lo económico, sino primordialmente de lo espiritual. Viviréis momentos muy fuertes que, si no estáis preparados espiritualmente, moriréis eternamente.

Os quiero seguir recordando esto, Mis pequeños, porque estos momentos que vosotros os habéis causado a vosotros mismos por apartaros de Mí, porque no quisisteis cumplir con lo que Yo os pedía, cumplir con los Mandamientos, primeramente, vivir vida de Gracia, vivir como hermanos ayudándoos unos a otros, apreciar y agradecer la Donación de Mi Hijo por vosotros para abriros nuevamente el Reino de los Cielos, por esto que no habéis hecho, ahora se vienen todas estas calamidades y dolores a esta pobre humanidad, no desamparada por Mí, sino que vosotros, por vuestro libre albedrío, os apartasteis de Mí que Soy fuente de todo Bien. Vuestra maldad os ha llevado a que toda la Creación haya caído en esta vorágine de maldad en la que sufriréis muchísimo.

Vosotros escogisteis vuestro destino, ahora ese destino os alcanza. La balanza, para la mayoría de vosotros, está inclinada hacia el mal, hacia la condenación, porque no hicisteis mucho para ganaros el Reino de los Cielos, por eso insisto en todo esto para que podáis recapacitar y, como en la Parábola de los denarios, aunque sea poco el tiempo que trabajéis para el Bien de Mi Reino, podáis ganároslo.

El tiempo apremia, los dolores fuertes serán si seguís sin entender, sin hacer un cambio radical en vuestra existencia, si no queréis volver hacia Mí. Vuestra tontería os llevará a la condenación eterna.

Soy un Dios de Amor, Soy vuestro Padre, Soy vuestro Creador, no quiero vuestra condenación, ¡entendedlo! Son vuestros actos que en libertad escogisteis, actos erróneos, maldad en vuestro corazón que no quisisteis erradicar, sois vosotros mismos los que os estáis condenando, pero Yo os sigo buscando, quiero que estéis conMigo.

¡Arrepentíos de corazón, Mis pequeños! Regresad a Mí, vuestro Dios, y os perdonaré de todo corazón, pero entended, el tiempo apremia. Salvaos y salvad a vuestros hermanos.

Gracias, Mis pequeños.