Ago 24_2020 Debéis ofrecerMe por cada persona que hay en el mundo, por cada una que hay en el Universo entero, por todos aquellos creados por Mí para el bien.

Rosario matutino – Mensaje ÚNICO.

===============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

===============================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

(Lenguas…)

Visión: Desde el principio del Santo Rosario Nuestro Señor vino, estaba ahí junto a nosotros. Después de un rato, llegó también la Santísima Virgen.

Me pides, hijo Mío, que te diga la forma de salvar almas, una forma efectiva, y tienes que recordar que en el Antiguo Testamento se ofrecía un animalito para que fuera llevado al templo y con eso quedarían purificados los pecados de la persona. A partir de que vengo Yo a darMe por vosotros, Soy Yo el que Soy ofrecido a Mi Padre por la salvación de todos vosotros.

Con esto os quiero decir, Mis pequeños, que debéis ofrecerMe por cada persona que hay en el mundo, por cada una que hay en el Universo entero, por todos aquellos creados por Mí para el bien. Ciertamente, todos vosotros caéis en pecado, en faltas graves o faltas leves, pero pecados son, y así, tomándoMe, ofrecedMe a Mi Padre como Víctima de Expiación por los pecados de cada uno de vosotros; continuamente debéis hacerlo, Mis pequeños, porque muchos sois, imposible es salvarlos sin Mi ayuda. Al momento en que vosotros Me ofrecéis al Padre, en Mi Omnipotencia infinita, Mi Sacrificio cae sobre cada alma, que misionando está, y sobre cada alma que en el Purgatorio está. Yo Soy Víctima de Expiación, Soy el Cordero que se ofrece por vuestros pecados, por vuestra salvación, por vuestra liberación.

Esa es una misión que tenéis vosotros, los que entendéis lo que es Mi Amor, el Amor de Mi Santísima Trinidad por vosotros. Ciertamente, vosotros ofrecéis ayunos, penitencias, sacrificios, que son válidos porque os estáis ofreciendo a Mí, vuestro Salvador, vuestro Redentor. Yo tomo vuestras oraciones y vuestra donación, y bendiciones caen sobre vosotros por daros por vuestros hermanos, pero el mayor sacrificio que Mi Padre acepta como oblación por vuestra salvación y la de vuestros hermanos, es Mi propia Donación.

Vuestra donación es aceptable y bendecida fuertemente por el Cielo, unidla, Mis pequeños, a Mi Donación por cada uno de vosotros y así Me acompañaréis a la salvación de vuestros hermanos. Esta es la forma de caminar juntos, como Yo caminaba junto con Mi Padre cuando estuve entre los hombres, no Me separaba en ningún momento de Él, no os separéis vosotros tampoco de Mí.

Mientras misionáis en la Tierra, ofrecedMe a todas las almas por su salvación; que Mi Sangre Preciosa caiga sobre ellos, os purifique y los salve. Ciertamente, habrá algunos que no querrán aceptar Mi Donación y no aceptarán vuestra intercesión ni vuestras oraciones, porque ya satanás logró que esas almas ya no Me quieran, ya no Me amen, ya no Me busquen, pero como vosotros no sabéis eso, dadMe al Padre por todas las almas, porque Yo Me di por buenos y malos, especialmente por los malos.

La insistencia en vuestro bien y en el deseo grande de salvar almas de dura cerviz, en algún momento les tocará su corazón y algunas las recuperaré para el Reino Celestial. Vosotros no juzguéis, amad como Yo os amo, porque también vosotros sois pecadores, y si vosotros rechazáis a los pecadores, que son vuestros hermanos, Yo también os rechazaré a vosotros porque no estáis actuando en el bien que os he enseñado.

Amaos los unos a los otros, os he pedido, con eso aseguraréis el Reino de los Cielos. Como dicen las Escrituras: “¿Qué bien hacéis si amáis solamente a los que os aman?”, amad a los que os hieren y a los que Me hieren a Mí, porque a Mí Me hieren antes que a vosotros. Vosotros os sentís más importantes que Yo cuando os hieren, y se os olvidan las palabras que os he dado de amaros los unos a los otros y no juzgar.

Mantened esto siempre en vuestra mente y en vuestro corazón. Fuisteis llamados para servir al Cielo, debéis ser ejemplo de ello. Estoy con vosotros, Mis pequeños, seguid orando, aquí estoy con Mi Madre, os acompañaMos.

Gracias, Mis pequeños.