Mayo 02_2020 Venid pues, os recibo con esta Luz, con esta Llama de Amor que pondré en vuestro corazón, si así lo deseáis, si realmente queréis ser servidores de vuestro Dios en este tiempo.

Rosario matutino -Mensaje ÚNICO

======================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

======================

Primer Misterio. Habla Dios Espíritu Santo.

(Lenguas…)

Visión: Veo al Espíritu Santo caminando hacia nosotros, viendo hacia acá, lleva en Sus manos una llama, dice:

Esta es una llama transformadora, purificadora, santificadora. Es una llama de Amor que necesitáis todos vosotros y que Yo os concedo cuando Me lo pedís. Esta llama viene a transformar al mundo entero.

Soy Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, el que viene hacia vosotros para transformaros, para purificaros, para daros nueva vida. Soy igual Yo, vuestro Dios, Espíritu Santo, el que ahora llega para que podáis tener la vida que el Padre Me ha pedido que os dé, y que se tuvo en el Principio, pero se perdió.

Venid, ¡venid a Mí, Mis pequeños!, con vuestro corazón abierto y deseoso de recibir esta llama transformadora, purificadora. PedidMe, Mis pequeños, con humildad, que Yo os transforme, lo necesitáis, Mis pequeños, lo necesitáis para que entendáis la Palabra, para que entendáis todo lo que se ha dado y se ha hecho por vosotros. Mucho os ha escondido satanás para que no conozcáis las bondades de vuestro Dios. Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, os hemos dado mucho, pero satanás cierra vuestra mente, vuestros oídos, opaca vuestro corazón, y vosotros no recibís por completo Nuestras Bendiciones, salvo aquellos que profundamente se introducen en su corazón y alcanzan a escuchar Nuestra voz.

Hay mucho mal a vuestro alrededor, pero eso no impide que Yo pueda actuar firmemente en vosotros. Esta luz que os traigo, esta llama de Amor es para que vosotros deis lo que en vuestra misión necesitáis y podáis compartir. Vengo Yo, vuestro Dios, en humildad vengo hacia vosotros…

Visión: En este momento veo que se acerca a nosotros en una posición muy humilde, a tal grado que me conmueve fuertemente el corazón, porque nunca me imaginé que todo un Dios tomara esa actitud tan humilde al comunicarse con Sus creaturas.

porque muchos no Me invocan, no Me buscan, no desean que Yo derrame Mis bendiciones sobre vosotros. Aquel que no pide, no se le da, pero al que pide se le dará en abundancia. Al ser transformados empezaréis a conocer los secretos de Nuestro Amor, y hambre y sed tendréis en abundancia y ya nunca os querréis separar de Nosotros.

Venid, ¡venid, Mis pequeños!, dejadMe que Yo, vuestro Dios, os guíe, os lleve por caminos seguros, os dé las palabras correctas para que mováis corazones hacia la Verdad. PedidMe que tengáis un entendimiento santo y acorde a Nuestra Divinidad, para que podáis vosotros explicar a vuestros hermanos lo que necesiten para su perfección y llevarlos a su santificación.

BuscadMe, Mis pequeños, y Me encontraréis. Vivo en lo profundo de vuestro corazón, pero pedidMe que salga, que os tome, que os mueva, que seáis los Cristos de este tiempo, no Me dejéis en las profundidades de vuestro corazón y de vuestra mente. DejadMe actuar libremente en vuestra alma, en vuestras potencias, que muy reducidas están, porque vuestra humanidad no ha sabido entender los poderes de Nuestra Divinidad y que os podemos compartir, para que vayáis recuperando la santidad a la que debéis llegar.

PedidMe Sabiduría para que vayáis entendiendo vuestra posición en la misión que se os ha encomendado, para que sepáis moveros en este mundo que ahora pertenece a satanás y para que sepáis mover almas hacia su santificación y le quitéis a satanás lo que no le pertenece. Moveos siempre hacia la Luz, por el camino que Yo os indique; manteneos siempre en oración profunda para que aprendáis a escucharMe, aun a pesar de los ruidos del mundo. Empezad en lo callado, donde haya ese coloquio divino entre vosotros y Yo, vuestro Dios. Llevad estos coloquios más seguido en vuestra vida, para que aprendáis a conocerMe y después sepáis reconocer Mi voz y Mis indicaciones hacia donde dirigiros, aun a pesar de los ruidos y distracciones del mundo.

PedidMe ser instrumentos Míos y Yo os daré todo lo necesario que necesitaréis para que Yo trabaje a través de vosotros. Este mundo, esta humanidad, esta generación universal, necesita un cambio, un cambio inminente porque vuestros corazones están desviados hacia el mal; necesitáis un cambio radical porque no estáis dando el fruto que vuestra misión requiere, no estáis viviendo según lo que el Padre ordenó a vuestra alma que debía seguir.

Estos son tiempos Míos, también, para guiar a las almas buenas, a las almas escogidas, a las almas santas, a luchar contra las falsedades del enemigo. Mucho bien haréis, Mis pequeños, para que la Gloria de Nuestra Santísima Trinidad se manifieste entre los hombres y para que el pueblo escogido renazca, el pueblo fiel, el resto pequeño pero santificado.

Mucho se os ha dado, Mis pequeños, mucho se os pedirá también, pero estando conMigo, Mis pequeños, cumpliréis con el Padre y gozosos estaréis de haber servido a vuestro Dios, a través de Mi Guía sabia y amorosa. Venid pues, Mis pequeños, sed buenos instrumentos, sed fieles instrumentos del Amor Divino.

Ciertamente también habrá sufrimiento, porque satanás ataca toda la obra de Dios, pero estando conMigo lo venceréis fácilmente. No claudiquéis, confiad plenamente en Mí, vuestro Dios, grandes cosas inimaginables saldrán de vuestras manos, de vuestros deseos sabios y santos, de vuestras manos que aliviarán muchas penas y dolores. Gozaréis el servir a vuestro Dios, gozaréis las maravillas que brotarán de vuestros deseos de amor hacia vuestros hermanos.

Gozad desde ahora, Mis pequeños, el haber sido escogidos para servir a vuestro Dios fuertemente en estos tiempos y mantened, nuevamente os pido, mantened este diálogo Divino conMigo, vuestro Dios Espíritu Santo, para que no os salgáis del camino que os ha puesto el Padre, para que satanás no os engañe ni os haga dudar de vuestra misión.

Invocad continuamente a Mi Esposa, la Siempre Virgen María, para que os acompañe en vuestra misión. Venid pues, os recibo con esta luz, con esta llama de Amor que pondré en vuestro corazón, si así lo deseáis, si realmente queréis ser servidores de vuestro Dios en este tiempo.

Gracias, Mis pequeños.