Ago 08_19 No despreciéis Mis Palabras, apresuraos, aprovechad el tiempo perdido, arrepentíos si vuestro corazón no Me pertenece y si estáis Conmigo, manteneos dándoMe almas, como Mi Hijo os pidió en la Cruz, porque muchas están muy alejadas de Mí.

Rosario vespertino – Mensaje ÚNICO

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Mensaje de Dios Padre a J. V.

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Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Hijitos Míos, cuando Yo os anuncio de algún acontecimiento por suceder, pruebo con ello, vuestra Fe y vuestra paciencia.

Mis pequeños, Yo no doy fechas exactas para acontecimientos por sucederse, porque, por vuestra poca fe, por el amor que Me tenéis, que deja mucho que desear, en muchos de vosotros, y por lo que os he pedido continuamente, que estéis siempre en Mi Presencia y en estado de Gracia, os aprovecharíais de esas fechas, pecaríais todavía más y os prepararías, solamente, faltando algunos días para esa fecha que se os diera, y eso no debe ser así, Mis pequeños.

Para la maldad que traéis dentro de vosotros, siempre os queréis aprovechar de Mi Bondad y de Mi Misericordia. Estas no son el tipo de almas que Yo requiero tener en el Reino de los Cielos. Las almas que han de poblar los Cielos, son almas que, verdaderamente, Me aman, son almas que, verdaderamente, esperan con ansia el momento de Mi Regreso, son almas de oración, de penitencia, son almas que Me transmiten a sus hermanos, son almas de ejemplo entre vosotros.

Vosotros mismos veríais mal a esas almas, que se prepararían, solamente, en los últimos momentos a que llegara la fecha que Yo diera para algún acontecimiento fuerte. Vosotros sabríais que esas personas, hermanos vuestros, son almas que se están aprovechando de Mi Bondad y de Mi Misericordia, como os dije.

Estas almas son las que se aprovechan, hasta de vosotros mismos, están tratando de sacar provecho de vuestra economía, hasta de vuestra amistad, de todo tratan de sacar provecho y no se están portando con Caridad entre vosotros.

Yo no busco a esas almas, Yo busco las almas sencillas, las almas amorosas, las que están obedeciendo Mis Mandatos, al llevar en su corazón Mis Mandamientos, Mis Leyes. Esas almas que se aprovechan, no son almas leales, no son almas de confianza y, de esas, hay muchas, Mis pequeños. Buscáis por todos lados fechas para acontecimientos anunciados desde las Sagradas Escrituras, o de Promesas de Mi Hija, la Siempre Virgen María; las fechas no deben de importar, lo que os debe de importar, es el que llevéis a cabo la misión que se os ha encomendado a cada uno de vosotros.

Vinisteis a servirMe, a Mí, vuestro Dios y, porque Me amáis en Mi Santísima Trinidad, debéis amar a vuestros hermanos. Estas son verdaderas almas que merecen llegar al Reino de los Cielos y vivir eternamente Conmigo.

Ciertamente, ganarse el Cielo, es una tarea difícil, si no contáis Conmigo porque, primeramente, tendréis a satanás tratándoos de llevar por caminos de impureza, de pecado, de maldad y, por otro lado, tenéis, también, hermanos vuestros a vuestro alrededor, llenos de envidia, porque sois como sois, porque sois como Yo Soy. Muchos de ellos, muchos hermanos vuestros, que viven en pecado, que viven en la suciedad de satanás, cuando os ven, se sienten mal, se sienten señalados, se sienten sucios ante vosotros, que sois luz, que buscáis la pureza de vuestro corazón, de vuestra alma, de vuestras acciones, de vuestros pensamientos, y os atacan y os tratan de llevar a la impureza en la que ellos viven, para no sentirse mal. Benditas son las almas de aquellos hijos míos, que pasando entre almas sucias, se mantienen puras, se mantienen limpias, se mantienen santas, éstas son almas que merecen estar Conmigo eternamente.

Hay almas, también, que al ver la maldad en los corazones de muchos de sus hermanos, al pasar junto a ellas, no se hacen a un lado, no las desprecian, sino que interceden por ellas porque, verdaderamente, aman de corazón a esas almas que Yo, también, creé, pero que se han desviado por no tener esa fuerza espiritual y por no querer vivir en Mis Bondades. Esas almas que, verdaderamente, aman a sus hermanos, son almas muy queridas de Mi Corazón porque, por estar ayudándoles a tratar de convencerlas de caminar en el Bien, son rápidamente asesinadas, despreciadas, porque satanás no quiere ver a ese tipo de almas que dan su vida por la salvación de otros. Entre esas almas, hay muchas almas sacerdotales, misioneras, de las cuales no conocéis sus sufrimientos, sus dolores, los desprecios y ataques que tienen hacia ellos. Son almas que llevan una intimidad grande Conmigo, éstas almas vivirán eternamente Conmigo, porque son almas que se parecen mucho más a Mi Hijo, que se han dado por el Bien de sus hermanos, son almas que llevan Mi Palabra, Mi Amor, a sus hermanos y, por hacerlo, sufren y mueren, por cumplir con su misión.

Os digo todo esto, Mis pequeños, porque los que habéis vivido, ya, un buen tiempo sobre la Tierra, os habéis dado cuenta de la diferencia que hay entre las almas buenas con las almas malas y, con esto, quiero que vosotros hagáis un recuento en vuestra vida y, honestamente, y ante Mí, Me podáis decir: “yo pertenezco a estas almas que amas, Mi Señor, y quiero estar Contigo eternamente” o ¿seréis, acaso, de esas almas que han hecho pacto con satanás y se han vuelto asesinos de sus hermanos?

Cuidaos, Mis pequeños, el tiempo apremia, los acontecimientos están ya sobre vosotros, os lo he dicho, y os lo quiero volver a repetir, para que no dejéis pasar, ya, ningún momento sin que viváis en estado de Gracia. Os estáis jugando una eternidad de gozo o de dolor. Mientras estéis sobre la Tierra actuando, podéis arrepentiros si no estáis Conmigo y podréis regresar a Mí, cuando se os perdonen vuestros pecados, y si estáis Conmigo, manteneos así, Mis pequeños, salvándoMe almas.

Ya os he dicho que satanás os va a estar atacando muy fuertemente en estos tiempos. Aquellos gobernantes que han hecho pactos con él, tratarán de manteneros en un gran nerviosismo, porque os faltará una cosa u otra, pero vosotros debéis manteneros en paz en vuestro interior, sabiendo que Yo, vuestro Dios, os proveeré de todo lo que necesitéis en estos tiempos que pronto culminarán, para empezar una nueva etapa de la humanidad. No despreciéis Mis Palabras, apresuraos, aprovechad el tiempo perdido, arrepentíos si vuestro corazón no Me pertenece y si estáis Conmigo, manteneos dándoMe almas, como Mi Hijo os pidió en la Cruz, porque muchas están muy alejadas de Mí.

Os amo, Mis pequeños, Mi Amor y Mis Bendiciones quedan con vosotros.