Ago 07_18 Gozad con este concepto: que el Todo ama a vuestra nada.

Rosario vespertino-MENSAJE ÚNICO

===================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

=====================

Primer Misterio. Habla Dios Padre

Sobre: Os amo tanto, Mis pequeños, quisiera que ya estuvierais con Nosotros, pero hay mucho que hacer, todavía, por vuestros hermanos que no creen, que no Me adoran, que no esperan y que no Me aman.

Bien dices, Mi hijo, el Alimento del alma Soy Yo. Ojalá meditaran más este regalo tan grande que Yo os doy, al tener Mi Alimento Divino, todos los días para vosotros.

Así como tenéis que comer para que vuestro cuerpo se alimente, esté sano y pueda ayudaros en vuestra misión que os he encomendado, si tomarais en cuenta y amarais lo que es vuestro Alimento Divino, Me lo agradeceríais infinitamente. Es una Gracia muy especial que Yo os concedí para los que viviríais en el futuro. Así como los profetas, en el pasado, antes de que Yo llegara y que tenían un gran deseo de verMe, un poco después, el pueblo judío pudo verMe, tenerMe entre ellos, gozarMe, algunos de ellos y, muchos más, atacarMe, pero estuve entre ellos, la humanidad futura desearía, también, haber vivido ese tiempo, en el que Yo estuve entre vosotros y por eso os dejé Mi Presencia Divina, la Sagrada Eucaristía y esto, complementado con las Sagradas Escrituras, realmente, Me tenéis entre vosotros.

Pero, ¿cuántos lo hacen?, ¿cuántos, realmente viven Mi Presencia entre vosotros, tomando Mi Cuerpo en la celebración de la Santa Misa, siguiéndoMe paso a paso, al leer Mi Actuación en ese tiempo, en las Sagradas Escrituras? Son tan pocos a los que les interesa.

Cumplís con lo mínimo necesario, no dais lo mejor de vosotros para aprender de Mí, para acompañarMe en Mis momentos difíciles, para gozarMe en Mis momentos grandiosos, que también tuve, al hacer Mis Milagros ante los hombres, o también, a llorar, a llorar con las mujeres, cuando estaba ya crucificado, a interceder por todos los necesitados, de la Sangre que Yo estaba derramando en ese momento, por vuestra salvación.

Donación se estaba dando para las almas anteriores a Mi llegada, que esperaban en el Limbo su entrada. También, se estaba dando Mi Donación para la salvación de las almas de ese momento y también, para todos vosotros, los que ahora estáis viviendo y que estáis sintiendo Mi Presencia en estos Mensajes que os doy a través del Mundo.

Entended, Mis pequeños, que estoy entre vosotros. No podéis decir que Mi Padre es el Dios del Antiguo Testamento, pero que fue. Que Yo Soy el Dios del Nuevo Testamento, pero que fui; y ahora estáis esperando la actuación del Espíritu Santo sobre vosotros, que es en este momento. Los Tres soMos, estaMos en este momento. Para Nosotros no hay pasado ni futuro, todo es un eterno presente, estaMos con vosotros, estaMos con las almas pasadas, estaMos con las almas que vendrán.

Quizá, para muchos de vosotros esto se os haga difícil de entender, pero el tiempo es para vosotros, el tiempo se empezó a dar a partir del Pecado Original.

Cuando vivís en el tiempo, vivís limitados, porque a eso os llevó el Pecado Original. Cuando vivís fuera del tiempo, que es cuando regresáis a Mí, todo es un eterno presente.

Os repito, no podéis concebir estos conceptos, pero cuando lleguéis a Mí, lo entenderéis perfectamente, y lo agradeceréis. Agradeceréis, estar con Nosotros.

Ahora, el tiempo en el que estáis viviendo, es lo importante. ¿Qué estáis haciendo para vivirMe, para transmitirMe, para ganarMe almas para la salvación eterna, empezando con la vuestra? ¿Qué estáis haciendo para ganar vuestro futuro eterno? ¿Estáis Conmigo o estáis contra Mí? ¿Realmente, os estáis dando por completo o Me seguís dando los mendrugos de vuestra vida? ¿Soy vuestro Dios en todo vuestro tiempo, en las 24 horas de cada día, o Soy vuestro Dios que aparezco en vuestra vida, solamente, cuando tenéis problemas o necesidades? ¿Soy, acaso, vuestro Dios, al que Me invitáis a caminar con vosotros en todo momento, que compartís por completo vuestra vida Conmigo o, Soy el Dios que solamente aparezco por momentos, cuando no tenéis nada qué hacer?

Podéis ver la diferencia en cada uno de estos conceptos y en ellos se marca, grandemente, la diferencia de si Me amáis o no Me amáis.

Si estoy por momentos en vuestra vida, es que no hay un amor verdadero hacia Mí.

Si aparezco en vuestra vida solamente en las necesidades o en vuestros problemas, ciertamente, hay algo de Fe, pero no amor.

Si Me compartís vuestros buenos momentos y los malos también, si tratáis de hacerMe sonreír con algún momento chusco de vuestra vida, o deseándoMe darMe una caricia o una palabrita de amor, consintiéndoMe, ahí ya empieza a haber amor, realmente Me amáis, por Quien Soy, pero más que todo, porque verdaderamente Me tomáis como vuestro Padre, como al Padre al que se Le agradece todo lo que se os da, al Padre que está viendo continuamente por vosotros, que os consiente, aunque no os deis cuenta, que os da todo Su Amor, para que vosotros no sufráis.

Eso es lo que Soy, vuestro Padre, vuestro Hermano, vuestro Dios que os aconseja. Soy la Trinidad, que continuamente está con vosotros, que no Me aparto de vosotros, que os creé, y luego os salvé; porque os sigo llevando por el camino correcto, para que no sucumbáis en el pecado y sufráis eternamente, un dolor que no se termina.

Cuando verdaderamente amáis a alguien, lo buscáis continuamente, veis por sus necesidades, os comunicáis con él, para ver cómo se encuentra en cada momento en que os acordáis de él o de ella.

Vosotros fuisteis creados por el Amor del Padre, y se os dio una misión de Amor, para que la transmitierais a vuestros hermanos, que ya se han olvidado de amarNos. Ciertamente, alguno tendrá más devoción hacia la Persona del Padre, otros hacia la Persona del Hijo, otros hacia la Persona del Espíritu Santo, los Tres, Somos Un solo Dios, pero el Amor es el que os mueve a que Nos busquéis en cualquiera de las Tres Divinas Personas. A cualquiera de las Tres Divinas Personas que os dirijáis, ya movió Nuestro Amor y vuestro corazón a amarNos, y eso es lo que debéis vosotros de agradecerNos, que habéis aprendido a amarNos, que habéis aprendido a reconocerNos como vuestro Dios. Eso es Fe, y esa Fe es gratuita, pero no todas las almas la agradecen ni todas las almas incrementan esa Fe amándoNos cada día más.

Cuando regreséis a vuestro Hogar, aquí, en el Reino de los Cielos, os daréis cuenta de cómo se os ama; os daréis cuenta de lo que es el Amor Divino, está muy por encima de lo que ahora vosotros imagináis que soMos y de lo que os daMos. Simplemente, con el hecho de saber que Nosotros, como Dios, soMos el Todo y vosotros, sois muy pequeñitos, sois casi nada, gozad con este concepto: que el Todo ama a vuestra nada.

 

Es un concepto inmenso, tenéis que ser muy humildes para sentir vuestra nada y, luego, dejaros envolver por Nuestra totalidad.

Es tan grande Nuestro Amor que caeréis a Nuestros Pies, agradeciéndoNos tanto Amor por vosotros. No podéis imaginar ahora, por qué, ni cómo, Nuestro Amor, tan grande, os pueda amar tanto, simplemente, diréis: no me lo merezco, soy demasiado pequeño, soy una nada, como para que una Perfección tan grande, como es la Trinidad, me ame a mí de esta manera. Quedaréis extasiados, Mis pequeños, de todo Mi Amor hacia vosotros.

A veces, a lo largo de vuestra existencia, a algunos de vosotros os dejo vivir esos éxtasis de Amor y son momentitos, pero que gozáis inmensamente.

Lo que tendréis Conmigo, si hacéis vuestro trabajo como es debido, si Me amáis de corazón, si hacéis el bien a vuestros hermanos, si dejáis ejemplo de vida, de Mi Vida, a vuestros hermanos, ciertamente, podréis ganar el Reino de los Cielos y al llegar acá, viviréis ese éxtasis de Amor, eternamente.

Es tanto, tanto lo que os teneMos reservado aquí en vuestro Hogar, pero, ciertamente, es la Fe la que tiene que triunfar en vosotros. Seguid adelante, Mis pequeños, buscadMe con más frecuencia, llevadMe a donde vayáis, buscad la perfección en vuestros pensamientos, palabras, obras; vivid Mi Presencia en vosotros y, así, iréis viviendo, poco a poco, ese éxtasis de Amor, que culminará con vuestro regreso al Reino de los Cielos.

Os amo tanto, Mis pequeños, quisiera que ya estuvierais con Nosotros, pero hay mucho que hacer todavía por vuestros hermanos que no creen, que no Me adoran, que no esperan y que no Me aman.

Gracias, Mis pequeños.