Rosario vespertino – MENSAJE ÚNICO
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
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Primer Misterio. Habla Dios Padre
Sobre: El Amor es reconocible perfectamente por todos vosotros, estéis en la religión que estéis, sentís cuando alguien os está tratando con amor, el alma lo intuye, el alma ama a Mi Amor, venga de quien sea, el Amor tiene solamente una Fuente y esa Fuente Soy Yo.
Hijitos Míos, vuestros padres en la Tierra, cuando vais creciendo, os van conociendo y os pueden guiar. Ellos conocen vuestras cualidades y vuestros defectos. Ellos os conocen perfectamente bien, en cuanto a vuestros gustos, lo que os gusta comer, cómo os gusta vestir, qué os gusta ver en la televisión, o sea, lo normal de todo ser humano. Ellos al conoceros y por la edad que tienen en su madurez, tanto humana como espiritual, os pueden ir guiando por el buen camino porque, como padres, ellos quieren daros lo mejor y, así, evitaros dolores, problemas en el mundo.
Ahora, Yo, como Padre vuestro, también os voy guiando, pero Yo os conozco todavía mejor que vuestros padres, porque conozco vuestros pensamientos, conozco vuestros deseos íntimos y también conozco vuestros pecados internos.
Quiero lo mejor para vosotros y os llevo por el buen camino, porque Soy vuestro Dios. A Mí Me gusta la Perfección, y os quiero perfectos, como Yo Soy el Perfecto.
Ciertamente, os he dado la libertad de actuación y satanás también se aprovecha de ello para desviaros pero, sobre todo, se aprovecha de que una gran mayoría de padres, no dan lo mejor en las enseñanzas para sus hijos, porque ni ellos mismos tienen esas capacidades, porque no están cerca de Mí.
La maldad os rodea, la maldad os ataca, satanás es muy intuitivo y os va conociendo y os va separando de lo que es Bueno. Os aparta de la Verdad, os aparta del Amor, os aparta de una vida Virtuosa y Santa. Esa es vuestra realidad, Mis pequeños, pero pocos se dan cuenta de ello.
Mi Hijo, Mi Santo Espíritu, Mi Hija, la Siempre Virgen María, Ángeles y Santos os van guiando, os van protegiendo, porque van siguiendo Mis Órdenes pero, también, respetando vuestra libertad. ¡Cómo quisiera Yo, como Padre vuestro, poder teneros junto a Mí!, pero sería una imposición, en donde vuestra libertad y, sobre todo, vuestra voluntad, quedaría afectada y esto no debe ser así; vosotros tenéis el libre albedrío, que es el que os va a dar la forma de vida según la hayáis escogido pero, sobre todo y lo más importante, es la que va a marcar, al final de vuestra existencia, vuestro premio o vuestro castigo.
Mis pequeños, de todo el Mundo y del Universo entero, esto es una realidad innegable, nacéis, vivís, bien o mal, morís, llegaréis ante Mí y tendréis un Juicio, lo creáis o no lo creáis, pero así será. Yo pongo todo de Mi Parte para guiaros, para protegeros, para llevaros por el buen camino, pero vosotros escogéis.
No estoy hablando de religión, estoy hablando de Amor, todos debéis llevar mi Amor en vuestro corazón. Yo Soy el Amor, Mi Esencia Divina es el Amor y aquellos que quieran vivir eternamente Conmigo, deben tomar Mi Esencia Divina que Yo reparto a todos aquellos que se acercan a Mí, gratuitamente.
Esto es simple, vivís en una sociedad y sabéis cómo se comportan aquellas almas que tienen Mi Amor en su corazón, son almas respetuosas, son almas cariñosas, son almas que llevan el Amor, llevan Virtud a sus hermanos, caminan en el Bien, ayudan al desvalido, les gusta la Verdad, la honestidad, tratan de transmitir lo bueno que tienen, que son las capacidades que Yo le he dado a cada uno de vosotros. Comparten de lo que tienen con aquél que lo necesita y, sobre todo, llevan paz a todos aquellos con los que conviven, no causan destrozos, no hay maldad en ellos ni muerte hacia sus hermanos.
Eso se vive en el Cielo y todavía más. Vosotros, todos vosotros, vinisteis a la Tierra para sembrar todo eso, Mis pequeños. Os he puesto la Semilla del Amor en vuestro corazón y la debéis hacer fructificar a lo largo de vuestra existencia.
Mi Santo Espíritu habita en vosotros y Él os va guiando para hacer crecer esa vida de Amor, esa vida de Virtud para que, al haberla hecho crecer a lo largo de vuestra existencia, lleguéis a Mí, santificados y que vuestro paso al Reino de los Cielos, sea prácticamente inmediato.
Pero satanás se encarga de ir destruyendo todo esto, que vosotros debierais proteger como un tesoro inmenso, grandísimo, ¿no os dais cuenta, Mis pequeños, que el Amor es vuestro boleto de entrada al Reino de los Cielos?, satanás os quita el Amor y os desvía y os hace creer en mentiras, en falsedades que os separan totalmente de lo que es el Verdadero Amor que Yo os doy.
Ciertamente, a lo largo de vuestra existencia, tenéis esa lucha interna, todos vosotros la estáis padeciendo o la habéis padecido, es una lucha interna, constante, del Bien contra el mal. Defendéis lo que es Mío o lo traicionáis y, os vuelvo a repetir, traicionar Mi Amor, es destruir vuestro futuro eterno.
Tratar de hacer a un lado todas las bellezas, todos los cuidados, todo el Amor que Yo os doy, es como un suicidio; estáis haciendo a un lado todo aquello que os va a dar la vida eterna, y esto os lo digo así, lo creáis o no lo creáis.
Es una realidad, muchos se amparan en ello, satanás se ha encargado de eso, de haceros creer que después de la muerte no hay otra vida más allá y que tenéis que pasarla bien en esta vida, que toméis todo lo que queráis, a como dé lugar, porque al no haber ni un Juicio, al no haber una vida eterna, os lleva a ser lo que queráis y sobre todo, pasando por quien sea, sin respetar los bienes de vuestros hermanos.
El Amor es reconocible perfectamente por todos vosotros, estéis en la religión que estéis, sentís cuando alguien os está tratando con amor, el alma lo intuye, el alma ama a Mi Amor, venga de quien sea, el Amor tiene solamente una Fuente y esa Fuente Soy Yo. Quien dé Amor, viene de Mí, nadie puede producir Amor si no lo ha tomado antes de Mí.
Yo, como Padre vuestro, continuamente os llamo, os acerco a Mi Corazón, perdono vuestras faltas. Cuando así Me lo pedís, os llevo a la perfección, porque fuisteis creados para ello.
Cuando estáis Conmigo, os protejo de todo mal, y cuando dais Mi Amor a vuestros hermanos, os lleno de Bendiciones, porque protejo más a esas almas que Me están transmitiendo a sus hermanos y Me atraen almas a Mi Corazón.
Vuestra misión es esa, Mis pequeños, transmitir Mi Amor, después de que vosotros mismos os hayáis llenado de él.
Ciertamente, se habla mucho del Amor y lo pregonan, pero no lo viven, no buscan vivirlo, no buscan vivir todas las facetas de Mi Amor Divino. Aún dentro de aquellos ministros de Mi Iglesia, de la Iglesia de Mi Hijo, pocos son los que realmente se enamoran de Mi Amor, son pocos los que han vivido verdaderamente Mi Amor, porque aquellos que Me buscan, reciben, pero satanás se ha encargado, también, de desviar a muchos ministros de la Iglesia y prefieren ahora el Mundo. Toman el Sacerdocio como una carrera profesional más, y no como una vida espiritual en Mí.
Los que están Conmigo, los que están en el Sacerdocio, son almas escogidas, para ser ejemplo de un Amor íntimo, inmenso, grande, tremendo. Debieran ser almas que, al estar enamoradas de Mi Amor, exhalen Amor, atraigan a las almas a la Iglesia por el Amor que ellos están viviendo y del cual están enamorados.
Desgraciadamente, pocos creen, ya, en Mi Amor y les falta mucha vida íntima, les falta tanto una relación de corazón a corazón Conmigo, vuestro Creador.
Os he prometido que todo cambiará, que viene una Purificación, en donde quedarán solamente, aquellas almas que han aprendido a amar, que han aprendido a defender Mi Amor, aquellas almas que han aprendido a vivir las Virtudes, en donde vivirán aquellas almas que se han dado por Mí, que Me han hecho feliz viviendo Mi Amor y transmitiéndolo a sus hermanos, porque se dejaron enamorar por Mí y por Mi Hijo.
Serán momentos bellos cuando podáis convivir todos juntos, hablando de un solo tema, el único tema del cual vale la pena hablar, que es Mi Amor y en todas sus facetas; no os bastará toda la eternidad para poder cubrir todas las facetas de Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.