Mayo 17_18 Acordaos de nosotros, las Huestes Angelicales, invocadnos cuando os creáis perdidos.

Rosario vespertino-MENSAJE ÚNICO

=========================

Mensaje de San Miguel Arcángel a J. V.

=========================

Primer Misterio. Habla San Miguel Arcángel.

Sobre: Acordaos de nosotros, las Huestes Angelicales, invocadnos cuando os creáis perdidos, estamos con vosotros, es nuestra tarea en estos momentos, proteger a las almas que quieren regresar al Reino de los Cielos.

Sí, mis pequeños, ciertamente, yo estoy para servir a Nuestro Dios en su Santísima Trinidad y, también, para serviros a todos vosotros, a todas las almas creadas.

Yo, siendo el Arcángel principal que os protege y que estoy al servicio de Nuestro Dios, también os puedo llevar hasta Su Corazón Sacratísimo.

Los Ángeles fuimos creados para servir a Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad, pero no solamente para ello, mis pequeños, sino para amarLe, amarLe intensamente, porque somos Espíritus Puros y de ahí, que nuestra potencia de Amor sea inmensa. Vosotros, todavía, por el cuerpo que poseéis, vuestra alma no puede amar y servir a Nuestro Dios como quisierais, lo cual podréis hacer cuando estéis, ya, en el Reino de los Cielos, cuando vuestra alma, purificada esté y pueda entrar a gozar de lo que Nuestro Dios Jesucristo logró para vosotros, abrir las Puertas del Cielo que estaban cerradas.

 

En la historia de la Creación, se han dado múltiples ocasiones en las que defendemos, nosotros, lo que Nuestro Dios ha creado.

Vosotros recordáis, solamente, la Gran Batalla, en la cual vencí a Luzbella, pero él, ya convertido en un demonio, desde ese momento en que se opuso a seguir amando y sirviendo a Nuestro Dios, ha tratado de destruir todo lo creado y especialmente a las almas.

Por eso, nosotros, en el Cielo: Ángeles, Arcángeles, Dominaciones, Potestades, etc., ciertamente tenemos cada uno de nosotros una tarea por cumplir, pero además, os cuidamos continuamente contra los ataques satánicos, porque dentro de las filas de satanás, hay ángeles de todas las denominaciones y vosotros sois muy pequeños para poder luchar contra tanta fuerza satánica, negativa, contra vosotros.

Vosotros mismos le dejáis las puertas abiertas a satanás para que os ataque y os venza fácilmente, porque os habéis apartado de la oración, de la vida de la Gracia, del Amor, que solamente podéis obtener de Nuestro Dios.

Los engaños de satanás son tremendos, no os dais cuenta de su poderío contra vosotros y, por otro lado, no queréis escuchar las advertencias de Nuestro Dios y de la Virgen, la Siempre Virgen María, nuestra Reina. Continuamente os están advirtiendo que satanás os engaña, os conduce por caminos malos, negativos que os hacen perder la Gracia y, sobre todo, os apartan del Amor. Se os ha dicho que el Amor es la Esencia Divina y en Su Reino, solamente se vive el Amor entre las almas.

Satanás sabe perfectamente lo que es el Cielo, sabe la alegría que ahí existe y de todos los dones y capacidades espirituales que el alma va a recuperar cuando llegue al Reino de los Cielos y esa es su gran envidia, no poder estar más ahí.

Os ataca continuamente, os miente, os desvía de la Verdad y vosotros le creéis a todo lo que os dice y, poco a poco, vais, vosotros, perdiendo vuestro derecho a regresar al Reino de los Cielos, de donde salisteis.

Su mal ha aumentado considerablemente y vosotros mismos no hacéis gran cosa por tratar de recuperar toda esa vida espiritual que debéis tener para cumplir vuestra misión en la Tierra y poder regresar al Reino de los Cielos.

Tontamente os habéis apartado de las bellezas celestiales y no es porque estéis desamparados, como muchos de vosotros lo decís, ¡no!, Nuestro Dios no aparta Su Vista de vosotros en ningún momento, continuamente, os está cuidando en vuestro cuerpo y vuestra alma. Pero vosotros, tontamente, y con soberbia, os apartáis de Sus Cuidados.

Estáis viendo cómo se está manejando el Mundo en estos momentos, y Yo os quiero preguntar algo: ¿Acaso, vuestras vidas, vuestro Mundo, está siendo manejado con Virtud y con Amor?, ¿Tenéis una relación estrecha con las almas, como para ayudaros los unos a los otros?, ¿verdad que no?

¿Os amáis los unos a los otros como Mi Señor y Mi Dios, Jesucristo, os lo pidió? No, mis pequeños y así os podría ir preguntando tantas cosas, en las cuales debierais vivir, para ser ejemplo de Virtud y de Amor pero, eso, es lo que falta en vosotros, en las relaciones de unos con los otros y principalmente en las relación de vuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, con vosotros.

Si os habéis apartado de la Gracia, si os habéis dejado manejar por satanás, ¿de qué os quejáis? Si no habéis puesto de vuestra parte para detener las potencias de satanás, por no estar viviendo en la Gracia, que solamente puede venir de Nuestro Dios, ¿de qué os quejáis?

Si no estáis viviendo en las Virtudes y en todo aquello que os puede hacer crecer para la vida eterna, ¿de qué os quejáis?

Habéis dejado entrar a satanás en el Mundo. Ciertamente, el Pecado Original así lo causó, pero vosotros os habéis apartado de la vida de la oración, del cumplimiento de los Mandamientos que se os dieron y, sobre todo, de la acción de amarse los unos a los otros, para cuidarse los unos a los otros de los ataques de satanás, y no lo hacéis.

¿Qué esperáis, entonces?, ¿Qué todo salga bien, cuando vosotros estáis obrando en el mal?

Estáis viendo los gobiernos de la Tierra, ¿acaso ellos están viendo por vosotros? Ellos causan guerras, causan hambres, persecuciones, os causan tanto dolor, solamente ven para sus intereses personales y ¿qué hacéis vosotros?, solamente os enojáis, habláis mal de ellos, pero no utilizáis ni la Sabiduría ni la inteligencia, para poder vencer toda esa maldad que os rodea y que os está aniquilando.

¿Acaso os juntáis en grupos y oráis?, ¿hacéis penitencias, ayunos, para potencializar vuestra oración y así poder vencer a las fuerzas de satanás? No, mis pequeños, no lo hacéis, entonces, ¿de qué os quejáis?

Si queréis construir una casa, tenéis que trabajar. Os dais por entero para poder construir y gozar el final de la construcción, en donde pusisteis todo vuestro esfuerzo, todo vuestro cariño, vuestro gusto, porque estabais pensando en una meta final que os iba a agradar a vosotros y a vuestra familia; pero, ahora, ni siquiera estáis defendiendo algo que es más grande que una casa, y esto es, vuestra alma.

Habéis hecho a un lado todo aquello que os puede hacer crecer y, al crecer, poder ayudar a vuestros hermanos y vosotros, así, ganar el Reino de los Cielos. Pero no le dais la importancia debida al crecimiento de vuestra alma.

Preferís usar otros caminos para poder lograr los bienes de la Tierra y poder pasarla bien, cuando debierais estar cumpliendo vuestra misión espiritual.

Os dejáis manipular por satanás, haciéndoos creer que necesitáis mucho del Mundo y os robáis los unos a los otros; matáis, con tal de obtener lo que no trabajasteis. Ciertamente, los que viven una vida espiritual, continuamente nos piden ayuda, éstas almas reciben ayuda celestial y es cuando nosotros entramos en acción, directamente, hacia un alma. De continuo os estamos defendiendo contra las fuerzas de satanás, que la gran mayoría de vosotros, no veis, ni os percatáis de ello, porque, en todo momento, las fuerzas satánicas os están poniendo infinidad de obstáculos para apartaros de la Gracia de Nuestro Dios y, sobre todo, para que perdáis la Fe en que tenéis un Dios Verdadero, un Dios que os ama Infinitamente y que olvidéis que un Dios Se dio por vosotros y derramó hasta la última Gota de Su Sangre por vuestra salvación.

A eso se dedica satanás, principalmente, a que vosotros os olvidéis de lo que vuestro Dios, en Su Santísima Trinidad ha hecho, está haciendo y hará por vosotros.

Vuestro Dios nunca se olvida de vosotros y vosotros os quejáis de ello cuando os va mal; lo primero que sale de vosotros, es decir que vuestro Dios ya no os ayuda, ya no os hace caso.

¡Qué tontos sois, mis pequeños!, cuando entendáis perfectamente el Amor que se os tiene a cada uno de vosotros en el Reino de los Cielos, os avergonzaréis inmensamente de no haber apreciado tanto Amor que se derrama por cada uno de vosotros, ¡por cada uno de vosotros!

Fuisteis creados por Nuestro Dios para vivir en el Bien, para gozar el Bien y lo perfecto, que solamente puede crear Nuestro Dios y preferís vivir en lo imperfecto, en la mentira, en el error, en la falsedad. Preferís vivir en lo obscuro, en las mentiras que os decís los unos a los otros, para poder obtener lo que deseáis y que, la más de las veces, es pecaminoso.

Vivís en gran corrupción y lo veis normal en vuestra vida, cuando eso os va llevando a pecados mayores. No tratáis de luchar contra vosotros mismos, para impedir que ese mal entre en vosotros, os va destrozando, poco a poco, toda vuestra espiritualidad.

Y así es como trabaja satanás, no os pide hacer cosas malas, que se puedan ver, que se puedan notar, sino que os lleva, poco a poco, a ir haciendo cosas malas, en las que vosotros mismos no os dais cuenta de ellas y así vais aceptando, en vuestra vida, esos desvíos y cuando os dais cuenta a donde os llevó, la gran mayoría de vosotros, ya no puede cambiar y tratar de vivir en el Bien, por vergüenza, por tanto mal que habéis hecho a vuestro alrededor.

Satanás os conoce perfectamente a cada uno de vosotros, por vuestros actos, por vuestras palabras, por vuestras acciones, contra el Mismo Dios, y contra vuestros hermanos.

Y ahí, es donde entramos nosotros, los Ángeles, especialmente cuando pedís nuestra ayuda y, generalmente, os acordáis del Cielo, pidiendo ayuda desesperada cuando estáis en callejones sin salida y casi a punto del suicidio.

¡Qué tontos sois, mis pequeños! Teniendo un Dios Omnipotente, Omnipresente, un Dios Creador, un Dios Salvador, un Dios que os cuida en todo momento, y os dejáis guiar por un ángel caído.

No hay punto de comparación, satanás es un ángel caído y hacéis a un lado a un Dios que os ama tanto, que quiere, solamente, vuestro bien y vuestro crecimiento espiritual para que alcancéis vuestra perfección y podáis entrar fácilmente al Reino de los Cielos. En cambio, le hacéis caso a un ángel caído que solamente os lleva al pecado, a la maldad, a vuestra destrucción espiritual, a la destrucción de todo aquello que Nuestro Dios creó para vuestro bien, en ese Mundo material en el que estáis, pero sobre todo, que busca vuestro bien y vuestro crecimiento espiritual, que tiene unas Potencias, que claramente, satanás no permite que las conozcáis, porque fácilmente lo venceríais y, la principal potencia, es la Humildad.

Si os dais cuenta, mis pequeños, por ahí empieza vuestra caída espiritual. La soberbia, él cayó, satanás cayó por soberbia y él, a pesar de tener las potencias que tenía, cayó en la soberbia. Vosotros, que no tenéis esa vida espiritual que él tenía, muy fácilmente caéis, y caéis porque os apartáis de la Fuente de Vida que emana de Nuestro Dios, en Su Trinidad Sacrosanta. Os apartáis del Único que os puede proteger y hacer crecer si se lo pedís.

Satanás os desvía con sus mentiras y promesas y sabéis perfectamente, que todo lo que viene de Nuestro Dios, requiere un tiempo y un trabajo específico y, a veces, ese trabajo es difícil, doloroso, pero, al final, lo gozáis, así os lo dijo mi Señor y mi Dios Jesucristo, que la entrada al Reino de los Cielos es una puerta angosta y el camino difícil, pedregoso y con espinas, pero, para ello, debéis confiar en Su Gracia y en Su Amor.

Aunque caigáis, Él os levantará, si sois atacados fuertemente, Él os protegerá, pero debéis seguir adelante, no os dejéis vencer, Él siempre estará a vuestro lado.

Y esto os lo digo, mis pequeños, porque estáis viviendo momentos de gran cambio en la historia de la Creación, y la Creación es lo que podéis ver y lo que no podéis ver en vuestro Mundo y en el Universo entero. Todo ha de cambiar para bien, mucho dolor habrá, pero, también, mucho Amor se derramará sobre aquellos que aman a Nuestro Dios y Señor.

Ciertamente, nosotros, todas las Huestes Angelicales, os estamos cuidando, os estamos protegiendo, tened confianza plena en lo que Nuestro Dios y Señor ha dictado para estos momentos de la historia de la humanidad. Llenaos de Su Amor, sed obedientes a Su Voluntad, gozad estos momentos, en donde se os está prometiendo un cambio radical, muy bueno, para aquellos que han aprendido a amar, y muy malo para aquellos que escogieron el camino de satanás.

Acordaos de nosotros, las Huestes Angelicales, invocadnos cuando os creáis perdidos, estamos con vosotros, es nuestra tarea en estos momentos, proteger a las almas que quieren regresar al Reino de los Cielos.

El Amor de Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, es grande, es bello, es hermosísimo, confiad, Mis pequeños, que pronto se vendrá este gran cambio que vosotros mismos ya sentís que se acerca. Confiad, todo el Cielo os está protegiendo, pero, sobre todo, el Amor de Nuestro Dios y Señor en Su Santísima Trinidad.

Gracias, Mis pequeños.