Feb 15_18 Porque ya no oráis, satanás está trabajando contra vosotros con un poder más fuerte.

Rosario vespertino-MENSAJE ÚNICO

====================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

====================

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Ya os lo dije al principio de este año, que este año va a ser de mucho sufrimiento, pero va a ser benéfico para todos vosotros, porque os uniréis, en el dolor, cuando os debierais haber unido, siempre, en el Amor que os dejó Mi Hijo.

Hijitos Míos, la renovación de la Tierra y del Universo entero se tiene que dar. Tenéis escrito, en las Sagradas Escrituras, que si no acorto el tiempo de la prueba, que es la purificación, hasta los escogidos se pueden perder.

Os he dicho varias veces, que el poder de satanás puede, realmente, destruiros, pero Yo os estoy protegiendo, Mis pequeños.

Él está tomando las fuerzas de la Naturaleza para acabar con vosotros y con todo lo vuestro. Os he dicho, también, que estáis viendo cómo la Naturaleza se está comportando ya, en una forma muy diferente a lo que solíais ver y vivir y, ¿ni aun así, os arrodilláis?

Os lo he avisado muchas veces, Mis pequeños, le he dado este momento a satanás para la prueba y para que vosotros reaccionéis, porque, ciertamente, es en la prueba, es en los problemas, en vuestros accidentes de la vida, cuando vosotros os unís, y esto no debería de ser así, Mis pequeños, fuisteis creados en el Amor, para que vivierais compartiendo de las Virtudes diferentes que tenéis cada uno de vosotros.

Fuisteis creados en el Amor, para que todos crecierais en Sabiduría y en un Amor Divino, estáis llamados a vivir un Amor Excelso, pero no habéis hecho caso de todo lo que Yo he permitido en vuestra vida, para que entendierais que necesitáis vivir en el Amor y esto, ¿para qué, Mis pequeños? porque a satanás se le vence fácilmente, cuando vosotros Me amáis de corazón y os amáis los unos a los otros.

Ahora, satanás, está trabajando contra vosotros con un poder más fuerte, porque ya no oráis y esto, os lo he explicado muchas veces, pero no queréis entender, Mis pequeños, creéis que la oración, es cualquier cosa, que es algo sin valor y no le dais el valor real, que tiene, especialmente, cuando os unís a Nuestra Santísima Trinidad.

Estáis sufriendo, Mis pequeños, porque no estáis deteniendo la maldad de satanás con vuestra oración, con vuestro amor hacia Mí, vuestro Dios, con el Amor que debéis dar a vuestros hermanos, como Mi Hijo os lo pidió en Su Ascensión, que os amarais los unos a los otros, como Él os enseñó a amaros.

Él se vino a dar por vosotros, pero vino como Maestro, Maestro de Virtud, Maestro en Amor, Maestro en Sencillez, Maestro en Humildad y aun siendo Dios, Se hizo Pequeño, para que vosotros entendierais lo que es el Verdadero Amor.

Ciertamente, en el Cielo se vive un Amor muy grande, que no lo podéis tener aquí, porque no estáis purificados, porque no estáis transfigurados. Debéis tener un Amor Verdadero, para que os unáis, primeramente, a Nuestra Trinidad y al estar unidos a Nosotros, el Amor que produzcáis, va a ser un Amor inmenso, porque el hombre no puede crear el Amor que Nosotros os podeMos dar. Yo Soy, en Mi Santísima Trinidad, la Fuente del Amor. Vosotros no podéis crear este tipo de Amor que, como Dios, podeMos crear, porque no sois divinos, no sois puros, no sois santos.

¿Cuándo entenderéis, Mis pequeños, que si os apartáis de Nuestra Fuente de Vida, vosotros morís?, morís espiritualmente.

Por eso es la Parábola de la vid y del sarmiento. No podéis vivir apartados de Nosotros, si realmente, queréis vivir en el Amor Verdadero y, sobre todo, dar fruto.

Os decía en un principio, la Tierra y el Universo entero tienen que ser transformados, tienen que ser purificados. El pecado ha crecido en forma inmensa y, ciertamente, Me causáis mucho dolor, porque vosotros fuisteis creados en el Amor, para producir Amor y para darMe a Mí, vuestro Dios, vuestro Padre, vuestro Creador, las primicias de vuestro corazón amoroso, y estas primicias tienen que ser de cada día. Si vosotros estáis Conmigo, el Amor, al tener tantas facetas, Me puede dar diferentes tipos de Amor Verdadero, día a día, primicias de amores bellos, que salgan de vuestro corazón.

¿Cómo queréis que os hable, Mis pequeños? ¿Qué queréis que haga, Yo, vuestro Dios, que tanto os amo, para liberaros de todo este mal que vosotros mismos habéis atraído a vuestra vida? Sí, vosotros sois los causantes de lo que está sucediendo a vuestro alrededor.

Mi Hijo, os enseñó cómo orar y cómo debíais apartar, en el día, o en la noche, por ratos, para platicar Conmigo y no lo hacéis. Habéis ya, apartado de vuestra vida, esa comunión Conmigo, esa comunión que Mi Hijo tanto hacía, para tener la Fuerza para soportar todo lo que estaba sucediendo a Su alrededor y, sobre todo, para soportar el pecado, de esos momentos, de los pecados pasados y de los pecados futuros. Él conocía perfectamente todo y platicaba Conmigo, Yo le daba Fuerza, Lo consolaba, Me compartía y Lo confortaba para seguir adelante, por vosotros.

Quisiera haceros una analogía de lo que sufría Mi Hijo en esos momentos en la Tierra, viviendo entre el pecado de los hombres. Imaginad que vosotros os compráis ropa finísima con una blancura muy especial, vuestros zapatos, también limpios, una excelsitud en pureza en toda vuestra ropa, en vuestras vestimentas y, de repente, por alguna causa, tenéis que caminar entre lodo. Esos ropajes os costaron mucho, tuvisteis que ahorrar por mucho tiempo y os los estáis poniendo para una ocasión muy especial, pero, en esos momentos, tendréis que caminar entre el lodo. Sufriréis y sufriréis mucho, porque sabéis que todo lo que vosotros estáis llevando, os ha costado mucho, esa pureza en vuestras ropas, son fuera de lo normal y se van a ensuciar, pero tenéis que llegar al lugar a donde os están esperando para la fiesta, por la que comprasteis estos ropajes; pero os vais a ensuciar, estáis sufriendo mucho.

Mi Hijo, siendo Dios, siendo Purísimo, Santísimo, aceptó lo que Yo Le pedí, bajar a la Tierra y convivir entre los hombres, convivir entre el pecado, todo el pecado que había ya, diseminado satanás. Él, el Purísimo, el Santísimo, Mi Hijo, caminando entre la podredumbre del pecado que llevaban todos, especialmente los escribas y fariseos. Sufría Mi Hijo, ciertamente, Su Pureza no quedaba afectada en Su Interior, pero caminar entre hombres pecadores, que muchos de ellos no querían cambiar, era doloroso y sigue siendo doloroso. Ciertamente, algunos entendieron, pero la gran mayoría, no.

Él os vino a traer la salvación, os vino a enseñar el camino para poder regresar al Reino de los Cielos. Os enseñó cómo limpiar vuestras vestiduras, pero muy pocos Le escucharon, y desde aquél tiempo, hasta ahora, ha habido momentos en la historia de la cristiandad, en donde han mejorado un poco y vuelven a caer los hombres y, ahora, os estáis moviendo en uno de los peores momentos de la historia, en donde Nos habéis hecho a un lado. Prácticamente, le habéis abierto vuestro corazón a satanás. Ya no hay virtud en vuestros actos, en vuestras palabras, ya no hay vida de Gracia, casi ya no hay Amor entre los hombres y, por eso, estáis viviendo el castigo que vosotros mismos os habéis impuesto. Mi Hijo os enseñó la forma de cómo podíais combatir la maldad de satanás, que es a través de la vida en la Gracia, en el Amor, en la oración, en la pureza, y todo eso, lo habéis hecho a un lado. Si eso os está protegiendo y no os escudáis con ello, no os queda, más que sufrir todo el mal que podríais vosotros eliminar de vuestra vida, pero no tomáis las Enseñanzas que se os dieron para lograrlo.

Queréis bienestar a vuestro alrededor y vosotros mismos no lo estáis propiciando, porque vosotros mismos pecáis con amoríos, que son todos los ídolos a los que ahora amáis más que a Mí, vuestro Único Dios Verdadero. Queréis que Mi Gracia, que Mi Misericordia os consienta, pero vosotros mismos atacáis Mi Presencia en vuestros hermanos, os burláis de ellos, los asesináis y elimináis todo aquello en donde Mi Presencia pueda estar.

Os repito, vosotros mismos estáis eliminando todo aquello que os puede defender contra las fuerzas de satanás y, con ello, le estáis dando, prácticamente, libertad total, para que os siga atacando, para que siga destruyendo el mundo que Yo os di, para que siga destruyendo vuestra alma, que es lo más bello y lo más valioso que poseéis.

Los acontecimientos de la Purificación se van a ir incrementando y cada vez más fuertes, más destructivos, en todo el mundo. Como os dije en un principio, en los acontecimientos destructivos, cuando empecéis a perder lo material, os vais a unir, y eso va a ser benéfico, pero vais a sufrir mucho. Ya os lo dije al principio de este año, que este año va a ser de mucho sufrimiento, pero va a ser benéfico para todos vosotros, porque os uniréis, en el dolor, cuando os debierais haber unido, siempre, en el Amor que os dejó Mi Hijo.

Gracias, Mis pequeños.