Feb 06_18 Es Amor, es Amor lo que Yo daba, junto con los Milagros.

Rosario vespertinoMENSAJE ÚNICO.

 

 

=============================

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

=============================

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: De acuerdo a los dones que habéis recibido, al que más tiene, más se le dará, siempre y cuando se utilicen esos dones envueltos en el Amor, que también viene de Nosotros.

Hijitos Míos, hace tiempo os dije que estáis rodeados de pura mentira, y así es, Mis pequeños, satanás se ha encargado de hacer que vosotros no viváis en la Verdad que Yo os he traído a la Tierra. Eso, por un lado, pero, también, lo que tenéis de todos los días, también, es una mentira. Por eso os he insistido para que Me pidáis el don de Discernimiento Santo, para que vosotros viváis en la realidad que estoy Yo buscando para vosotros.

Mis pequeños, el Cielo es vuestro Hogar Verdadero, Mi Palabra es la Verdad Absoluta, Mi Ejemplo, debe ser vuestra vida diaria entre los hombres. Tenéis todo, estáis llamados a la Perfección, estáis llamados a vivir, según lo que Yo os he pedido, que es Mi Divina Voluntad.

Mis pequeños, el Amor ya no es lo que mueve vuestra vida, a vuestras almas. No vivís como debéis vivir, cuando fuisteis creados. Fuisteis creados en el Amor, fuisteis creados para servir al Amor, que soMos Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad. Pero no es el servir como humanamente vosotros lo conocéis, es un servicio Santo, es un servicio que Nos hacéis a Nosotros, como Dios y, al hacerlo, os da una gran felicidad, pero la gran mayoría de vosotros, no habéis llegado a ese punto. Todos vosotros tenéis una misión en la Tierra, todos vosotros debéis servir a vuestro Dios y servir al hombre. 

Cuando vosotros servís, con el deseo de ayudar, con el deseo de dar plenamente, de lo que tenéis, que no es vuestro como os heMos dicho, y que con ello producís una gran satisfacción, primeramente en vuestros hermanos, con el don que se os ha dado, Nos dais a Nosotros una gran satisfacción también, porque eso es amor, porque eso es donación, porque eso es vida en la Gracia, Mis pequeños, y a eso estáis llamados, a dar de lo que tenéis, pero darlo con amor y darlo en perfección. No hacer lo que tenéis que hacer y a ver cómo sale, no, Mis pequeños, debéis actuar en perfección y para ello, debéis pedir la Sabiduría Santa.

Ciertamente, os debéis preparar para aumentar vuestras capacidades intelectuales en la carrera o en lo que debéis hacer en la Tierra para vivir, para ganar vuestro sustento, pero mientras más os encarguéis de crecer en capacidades para servir a vuestros hermanos y, especialmente, ayudados con Nuestra Sabiduría, entonces vosotros seréis perfectos en lo que estáis haciendo, porque lo haréis para servir a vuestros hermanos y, al hacerlo Nos estaréis dando a Nosotros una gran alegría, porque vosotros exhalaréis ese Amor que solamente viene de Nosotros.

En la antigüedad, se les daban los puestos altos, específicamente el de rey o monarca, a aquellos que tenían las capacidades para guiar al pueblo. Debían servir al pueblo, debían ayudar al pueblo, porque ellos tenían las capacidades que Nosotros les diMos para servirles. Y aquí hay algo importante, muy importante, Mis pequeños, cuando escogeMos a un alma y la llenaMos de dones, de capacidades, de carismas, esa alma debe servir, porque se le ha dado más y, ciertamente, se le pedirá más.

Cuando vosotros tenéis mucho de algo, recordad que también se os pedirá mucho, y ahí es donde entra la Parábola de los Talentos. Si se os dio uno, Nos deberéis regresar más de uno; si se os dieron diez, si se os dieron veinte, treinta, cincuenta, cien, deberéis regresarNos lo que se os dio y más, y así es como entraréis al Reino de los Cielos, dando de lo que obtuviste gratuitamente, porque los dones, carismas, capacidades espirituales, no se obtienen en la escuela, se obtienen a través de Nuestra Gracia, de Nuestra elección hacia el alma.

Vuestra posición cuando tenéis mucho, será de humildad y de donación. Ciertamente, sabéis que sois los mejores en cierta materia o tenéis alta capacidad para ayudar a vuestros hermanos; ciertamente, de eso vivís pero cobraréis lo justo, y aquí, es donde entra el amor.

Cuando estuve en la Tierra entre los hombres, Yo, como Dios, daba salud a aquellos hombres, ¿cuánto podría Yo cobrar si lo pasarais a estos tiempos?, almas con tantos problemas que satanás les causaba, personas con enfermedades gravísimas, o muertas, ¿cuánto podría Yo cobrar por resucitar a un muerto, al que tanto amaban? Es Amor, es Amor lo que Yo daba, junto con los Milagros. Yo buscaba realmente la trasformación espiritual, junto con la sanación física.

Ciertamente, en este tiempo falla tanto el amor, falla tanto la donación; os queréis enriquecer con los dones que no son vuestros pero recordad la frase que os di: de acuerdo a los dones que habéis recibido, al que más tiene, más se le dará, siempre y cuando se utilicen esos dones envueltos en el Amor, que también viene de Nosotros.

 

Ahora, buscáis una satisfacción económica y no os importa a vosotros, como profesionales en diferentes áreas, dejar en bancarrota a la persona a la que le estáis dando o haciendo el favor; simplemente os queréis llenar vuestros bolsillos de un dinero que está causando mucho dolor. Disteis salud física, los que sois médicos, pero estáis dejando en una pobreza humana al que creéis que ayudasteis plenamente.

Para eso os he dejado Mis Parábolas, os he dejado los Evangelios, os he dejado Mi Vida, para que de ahí tomarais el Alimento Espiritual que todos necesitáis.

Recordad, Mis pequeños, cualquiera que sea vuestra posición o vuestra forma de vida, al final de vuestra existencia os presentaréis ante Mí, vuestro Dios y seréis juzgados y nadie se escapará de este Juicio. Ahora gozaréis de ese dinero que obtuvisteis, sí, con vuestro trabajo, pero no justamente ni con amor. Insistís en que estudiasteis mucho para poder llegar al nivel profesional en el que estáis, pero no recordáis que a todos os estaMos cuidando, que como Dios os cuidaMos, y que bien podríais vosotros perder la vista, perder vuestras manos, vuestras capacidades, la salud y de todo aquello por lo cual os sentíais mejor que los demás, que os enorgullecíais por tener esas capacidades, que no cualquiera tenía, sí, en ese momento, sí las seguiréis teniendo, pero no las podréis utilizar nunca más.

No pensáis en Nuestra Divina Providencia, que os cuida de todo, de todo mal que pueda llegar a vosotros, para que sigáis sirviendo a vuestros hermanos y así, dándoNos Gloria a Nosotros, vuestro Dios.

Meditad, Mis pequeños, meditad sobre vuestra pobreza espiritual, os sentís grandes pero esa grandeza al final de vuestra existencia, os va a hacer temblar ante Mi Presencia, en vuestro Juicio. Se os dio mucho y ¿qué hicisteis con todo eso que se os dio? ¿Fuisteis justos en vuestro actuar con vuestros hermanos, al ayudarles con vuestras capacidades para que ellos se sintieran mejor?  Como os dije, los que sois médicos, los que estáis actuando en las leyes, a todos aquellos que servís directamente a vuestros hermanos, sí, les ayudáis a salir de un problema, pero los dejáis hundidos en otro, los dejáis esclavizados con el cobro que les estáis haciendo por vuestro trabajo.

Meditad, Mis pequeños, os vuelvo a repetir, sed justos con lo que cobráis a vuestros hermanos; sed perfectos en el trabajo que les hacéis y con lo que les ayudáis a salir de sus problemas; el amor que pongáis en ayudarle a vuestros hermanos, se os regresará al ciento por uno en el Reino de los Cielos, pero si no actuáis en el Amor, si solamente veis para vuestros pobres intereses mundanos, el dolor, Mis pequeños, será grande para con vosotros. Mucho se os ha dado, más se os pedirá.

Gracias, Mis pequeños.