Ene 18_18 Os dejé el remedio para vuestro bien: el estar Conmigo, el ofrecimiento de vuestra cruz.

Rosario vespertino-MENSAJE ÚNICO.

 

 

 

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Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

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Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Mucha tribulación habrá en el Mundo y aun en el Universo entero; manteneos unidos a Mí, vuestro Dios, en Nuestra Santísima Trinidad, y dejad que la Luz de la Verdad, que Mis Palabras de Sabiduría y alimento, os den la Paz, la Paz absoluta de saber que estáis viviendo en la Verdad y en la seguridad que os heMos prometido.

(Lenguas…) Hijitos Míos, Yo Soy el Verbo Encarnado Soy la Palabra del Padre, Soy la Verdad Absoluta, Yo repito lo que Le escuché a Mi Padre Dios decir. Mi Padre, vuestro Padre, Me pidió bajar a la Tierra a traeros la Verdad.

El mundo estaba en tinieblas, satanás manipulaba todo, al grado de que el mismo hombre no sabía qué seguir. La obscuridad se fue disipando con la Luz de Mi Verdad, de la Verdad de la Santísima Trinidad, de la Verdad que rige todo lo creado, visible e invisible; de la Verdad que sólo trae Bondad, de la Verdad que debe regir a todos los pueblos de la Tierra, a todo lo creado, al Universo entero, porque la Verdad viene de Nosotros, de Nuestra Santísima Trinidad.

Y vosotros, os habéis desviado y habéis escogido, la gran mayoría de vosotros, el vivir en el error en el que vivíais antes de Mi llegada a la Tierra. El hombre no entiende, el hombre se desvía fácilmente, prefiere seguir sus pasiones, (Lenguas…), el hombre prefiere seguir a satanás y a sus mentiras.

Muchos de vosotros estáis ahora confundidos, como confundido estaba el pueblo de Israel en el momento en que Yo llegué a la Tierra. La obscuridad, no solamente es en el exterior, con el trato en que vosotros os dais los unos a los otros, el hombre actúa según lo que lleva en su corazón, (Lenguas…), y el hombre ha preferido llevar obscuridad y maldad en su corazón y lo veis en sus acciones.

Yo Soy la Verdad y la Vida, y la Vida Eterna. No por el hecho de que viváis con la vida de vuestro cuerpo, estáis viviendo en el Bien, esa vida corporal no os lleva a la perfección, la perfección se logra viviendo en la Verdad que Yo os traje, en la Verdad que vino a disipar las tinieblas del mundo.

Yo, continuamente, estoy llamando a las almas, de una u otra forma. Busco que regreséis a la Verdad, a la Luz que Yo os traje, para que desde aquí en la Tierra, la transmitierais, la vivierais, la gozarais, para prepararos a una eternidad de Luz, de Amor, de Vida Divina. Vosotros no fuisteis creados para vivir en el error, para vivir en la maldad, fuisteis creados a Imagen y Semejanza Nuestra y con esto, no estoy hablando nada más de vuestro exterior, estoy hablando de vuestra espiritualidad, de vuestra vida interior, de vuestra alma que tiene que estar formada a Imagen y Semejanza de Mí Persona, de Mí, vuestro Dios, por eso, Mi Padre, Me pidió que viniera a estar entre los hombres, para que al verMe actuar, para que, al escucharMe hablar de todas las Verdades del Cielo, vosotros no tuvierais pretexto de decir que no Me conocéis, que no sabéis qué dije. Yo Soy, Soy la Verdad, Soy el Amor, Soy la Perfección y en Mi Santísima Trinidad, SoMos la Vida que vosotros debéis seguir y vivir.

No podéis seguir así, viviendo en la imperfección, viviendo en el error, viviendo en el pecado, viviendo en la obscuridad.

Os heMos estado avisando de que la humanidad y el Universo entero deben ser purificados y todo es para vuestro bien, Mis pequeños, no podéis llevar una vida de error. Vosotros mismos, cuando lleváis una vida de error y de maldad, sois apartados de la sociedad, no se cree en vosotros, en vuestra palabra, en vuestras acciones; el hombre no se acerca a aquél que produce maldad, a aquél que causa errores que os llevan al dolor, a la muerte.

Al vivir en el error, os apartáis los unos de los otros y ahora estáis viviendo la maldad en alto grado, pero, lo peor de todo, Mis pequeños, es que, aun dándoos cuenta de ello, no hacéis gran cosa para remediar lo que estáis viviendo. Se os ha enseñado a orar, se os ha enseñado el valor del sacrificio, de la penitencia, del ayuno. Me he dado Yo por vosotros y Me podéis ofrecer al Padre, continuamente, por vuestra salvación y para la salvación de los vuestros, pero no lo hacéis. ¡Desaprovecháis tanto!, desaprovecháis Gracias y Bendiciones, con las cuales podríais cambiar, primeramente, a vuestra persona y luego ayudar a vuestros hermanos, a alcanzar, en Mi Misericordia, vuestra salvación, pero no lo hacéis y, vuestra terquedad, vuestro error, os está llevando a sufrir grandemente.

Estáis viendo cómo se va acentuando el error en el mundo, ¿hasta cuándo os vais a arrodillar y a pedir perdón por vuestros pecados, por vuestros errores, por vuestra maldad?

Estáis tan alejados de la Gracia, estáis tan alejados de la vida espiritual, la cual, os daría una paz total, tanto en la vida humana, como en vuestra vida espiritual, pero ya no os acercáis a Nosotros, a Nuestra Santísima Trinidad, ya no pedís ayuda al Cielo, simplemente, os estáis dejando morir espiritualmente y aun físicamente.

No buscáis el remedio a vuestros males, Yo Morí por vosotros y os dejé el remedio para vuestro bien, que es el estar Conmigo, que es el ofrecimiento de vuestra cruz diaria, pero preferís solamente quejaros y no poner el remedio para dejar de sufrir y alcanzar vuestra santificación, ésta la alcanzáis al vivir unidos a Mí, vuestro Dios.

Momentos muy difíciles se acercan y no estáis preparados para sobrellevarlos, porque no estáis buscando Mi Gracia, la Gracia, la Fortaleza, las Virtudes que os llevan a vivir con Nosotros, unidos a Nuestra Trinidad Divina.

Queréis enfrentar a vuestro enemigo, satanás, luchando con vuestras pobres fuerzas, estáis cometiendo un grave error al querer luchar contra aquél que es mucho más poderoso que vosotros y que os quiere aplastar, como a cualquier insecto dañino.

Estáis viviendo graves errores en vuestra actuación humana, en lo espiritual, ¡podríais lograr tanto!, ¡podríais vencerle fácilmente, con lo que se os ha enseñado!, pero solamente os quejáis y no regresáis a Quien os creó, a Quien os salvó, a quien os puede aconsejar a vivir en la Verdad y en la Santidad.

Soy la Verdad, Soy el Verbo Divino, si no os acercáis a lo que se os ha enseñado, Mis pequeños, sucumbiréis fácilmente y vuestra alma se perderá eternamente.

Satanás quiere vuestra destrucción total, de cuerpo y de alma, de todos los bienes que creaMos para que los disfrutarais. No quiere vuestro bien en ninguna forma, os engaña, os ha venido engañando por mucho tiempo y os ofrece el mundo, os ha venido ofreciendo vuestra destrucción espiritual y aún humana y vosotros habéis caído en su mentira y no os queréis dar cuenta de ello. Creéis vivir en un bien, porque no os faltaba de lo material, pero ya os está quitando todo aquello con lo cual os enamoró y os engañó para que le siguierais y, ahora, viene vuestra prueba.

¿Qué haréis, cómo actuaréis cuando os veáis sin aquello que tanto perseguisteis, que fueron las riquezas del mundo, los bienes del mundo, las delicias del mundo? ¿Qué haréis cuando ya no contéis con ellas y vuestro cuerpo empiece a sufrir por no tener, hasta de lo más elemental para vivir?, pero no solamente eso, Mis pequeños, así como os ha quitado y os va a seguir quitando lo que a vuestro cuerpo aprovecha, ¿no os dais cuenta, que ya os ha quitado la vida espiritual? Ya no os acercáis a Nuestra Santísima Trinidad, porque os ha quitado esa riqueza, ese Alimento para vuestra alma. Entraréis en desesperación, pelearéis los unos con los otros al no sentir apoyo espiritual, porque no lo tenéis, porque no lo habéis buscado, porque no estáis fuertes espiritualmente hablando, contáis, solamente, con vuestras pobres fuerzas humanas. Vuestras capacidades espirituales, que dormidas están, no os ayudarán en nada para poder sobrellevar y, aun, pasar ésta prueba, que todos tendréis.

Aquellos que escogieron vivir en la Verdad, serán tomados bajo Nuestra Protección, Nuestra Gracia os protegerá y os cuidará. Mientras, aquellos que viven en la obscuridad, tratarán de destruirse los unos a los otros. La Luz que emanará de vosotros, porque Me lleváis en vosotros, os conducirá a lugares seguros, para que no os mortifiquen aquellos que se dejaron llevar por el error de satanás.

Mucha tribulación habrá en el Mundo y aun en el Universo entero; manteneos unidos a Mí, vuestro Dios, en Nuestra Santísima Trinidad, y dejad que la Luz de la Verdad, que Mis Palabras de Sabiduría y alimento, os den la Paz, la Paz absoluta de saber que estáis viviendo en la Verdad y en la seguridad que os heMos prometido.

Orad, orad por el bien de vuestros hermanos y orad por vuestro propio bien, para que no caigáis en la tentación, porque fuerte será. Satanás os quiere destruir en cuerpo y alma, os repito. Manteos unidos a la Luz Divina, a la Verdad Absoluta que emana de Nosotros.

Gracias, Mis pequeños.