Oct 26_17 La humildad es la llave que abre todas las Virtudes.

Rosario vespertino-MENSAJE ÚNICO.

 

 

 

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Mensaje de Dios Padre a J. V.

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Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Esta Purificación es un parteaguas, esta Purificación os va a llevar a vivir las Virtudes, las Enseñanzas de Mi Hijo, las Enseñanzas de las Sagradas Escrituras, almas necesitadas de Mí, de Mi Sabiduría, de Mi Guía Divina, almas que gozan, plenamente, el vivir en Mí, el hablar de Mí, en buscarMe para aprender más de Mí.

(Lenguas…) Hijitos Míos, al crearos, Yo lo hice en Perfección, porque Yo Soy vuestro Dios y Yo Soy el Perfecto. Ciertamente, tomé materia para crearos y eso, para llevaros a la humildad. No sois Ángeles, porque los Ángeles no tienen materia son seres espirituales, la materia que vosotros lleváis, os debe llevar a la humildad.

Los Ángeles, también, debieron cumplir con una prueba y no todos la pasaron. La soberbia siempre ha sido la causante principal de la separación Conmigo y, de ahí en adelante, la separación del hombre con el hombre.

Os pregunto, ¿quiénes son los santos? ¿Qué es lo que distingue, fuertemente, a un santo? La humildad, tomada del Ejemplo de Mi Hijo y de Mi Hija, la Siempre Virgen María.

Soberbia y Humildad, dos situaciones totalmente opuestas que, en el hombre, o pueden darle vida eterna o pueden darle condenación eterna.

Os volvéis muy problemáticos, Mis pequeños, cuando no vivís la humildad. La humildad, os he dicho, es la llave que abre todas las Virtudes, si no hay humildad en vosotros, las Virtudes no echan sus raíces en vosotros. Todas las Virtudes tienen su base en la humildad y se alimentan de ella. Al momento en que vosotros dejáis entrar la soberbia en vuestro ser, todo se echa a perder.

¿Y en qué os afecta la soberbia, os podéis preguntar?, básicamente, es que queréis ser como Yo, como vuestro Dios. Simplemente, con ese hecho, el hombre cae.

No es lógico que un hombre quiera ser como Yo, pero la soberbia os saca de toda lógica.

Meditad esto, Mis pequeños, meditadlo con Sabiduría Divina y con humildad. Como os decía, todos los santos, todas las almas santas que conocéis, ya sea que estén en los altares o en la vida diaria, que no son conocidos, que son personas como vosotros, pero sobresalen por su espiritualidad, por sus buenas obras, por su vida en la Gracia, todos están marcados con la humildad.

¿Quiénes hacen las guerras? ¿Quiénes crean problemas? ¿Quiénes os llevan hacia el error y al pecado? Son las almas soberbias y de ahí se aprovecha satanás para irlas llevando a niveles tan bajos, tan viles, tan ruines, que terminan siendo peores que animales.

La soberbia, es la característica propia de aquellos que Me traicionan, de aquellos que causan problemas graves entre los hombres, de aquellos que no quieren seguir lo que Yo os pido, para que seáis grandes, primeramente, a Mis Ojos y, también, grandes ante los hombres.

Ciertamente es una paradoja, si queréis ser grandes ante Mis Ojos, debéis ser los más pequeños, los humildes. La sencillez de los humildes os hace grandes, os hace sabios, Mis Bendiciones caen sobre ellos en grandes cantidades, porque sé que esas almas humildes, sencillas, Me darán mucho fruto.

El alma sencilla, humilde, es sabia, Me reconoce como su Dios y Creador, reconoce Mi Trinidad Divina, reconoce Mi Omnipotencia y Mis Poderes Divinos y, también, reconoce Mi Humildad y Mi Sencillez. Sí, Mis pequeños, siendo Yo, vuestro Dios, vuestro Creador, también, en Mí, se dan en un grado supremo la Humildad, la Sencillez, y Mi Hijo os lo demostró. Siendo Dios, Él se hizo Siervo y Siervo de vosotros, los más pequeños, los que no sois nada; es más, Él se abajó más que vosotros. ¿Os dais cuenta de lo que vale la humildad?

¿Quiénes Lo asesinaron, quiénes lo perseguían, quiénes Le provocaban tantos problemas? ¡Los soberbios, los que se creían poderosos, los que se sentían más que Dios!, y ¿en dónde están ellos? Ciertamente, no estarán en el Reino de los Cielos.

Yo, vuestro Dios, vuestro Creador, Me hago Pequeño ante vosotros, bajo a hablar con el hombre, lo busco, lo cuido, Me abajo para que vosotros podáis crecer. Eso, sólo lo hace la humildad, Mis pequeños.

Yo, vuestro Dios, que Soy, Inmensamente, más Grande y más Poderoso que vosotros, Soy Omnipotente, Soy el Todo, bien podría mantenerMe en esa Omnipotencia y no voltear, ni siquiera a veros. Ciertamente, no estaría actuando como el Dios que Soy, Soy un Dios de Amor y el Amor exige sencillez, humildad, donación, por eso, si queréis ser grandes ante Mí y ante los hombres, tenéis que seguir el camino de Mi Hijo: haceros pequeños, sencillos, humildes, servidores de vuestros hermanos, pero antes que a ellos, ser Mis fieles servidores, llenándoos, primeramente, de humildad y de demás Virtudes que os hagan gratos a Mis Ojos y a los ojos de los hombres.

El soberbio ordena, manda a los demás, os trata como esclavos, como gente servil, sin importancia y sin valor. En cambio, el humilde, se abaja y entiende a aquellos que son más sencillos, les pide de favor que le sirvan, entienden al hermano necesitado, al que no tiene bienes, al que no tiene grandes capacidades.

El humilde, realmente, se abaja para poder llegar al corazón del hombre; mediante la Sabiduría y el amor, mueve a los demás, les deja actuar en libertad y hasta les ayuda a hacer mejor lo que no puedan hacer.

El soberbio, difícilmente es bien visto, se vuelve un tirano, no tiene trato agradable con sus hermanos y menos Conmigo, vuestro Dios. Se siente poderoso y siente que se merece todo.

¡Cuánta lástima Me dan estas almas!, porque echan a perder su Creación y digo su Creación, porque, ciertamente, Yo os creo, pero vosotros sois los que vais a darle valor a vuestra alma. Vuestra alma, vosotros la vais a llevar hacia el Bien o la vais a llevar hacia el mal. Al final de vuestra existencia, Me vais a mostrar qué hicisteis con vuestra alma y cómo vuestra alma, vuestra Creación, o ayudó a vuestros hermanos o los despreció.

¡Cuántas almas viven en el error y apartados de Mí, porque se sienten superiores, porque no se dan cuenta de que no valen, prácticamente, nada ante Mis Ojos, al actuar en la forma que actúan! En cambio, los sencillos, los que se dan a los demás y, aunque tengan poco, lo dan con gusto, esas almas son grandes ante Mis Ojos.

Estas son las almas del Nuevo Mundo, las almas que serán buena semilla para iniciar una nueva humanidad, almas humildes, sencillas, almas que se dejan mover por Mi Divinidad. Almas que aceptan su pequeñez y que saben que, sin Mí, no son nada. Un alma soberbia, no Me sirve para iniciar una estirpe, un Nuevo Mundo, ésos son los árboles de raíz y que hay que sacar de raíz y echar al fuego. Un alma soberbia, no debe dar fruto.

Esta Purificación es un parteaguas, esta Purificación os va a llevar a vivir las Virtudes, las Enseñanzas de Mi Hijo, las Enseñanzas de las Sagradas Escrituras, almas necesitadas de Mí, de Mi Sabiduría, de Mi Guía Divina, almas que gozan, plenamente, el vivir en Mí, el hablar de Mí, en buscarMe para aprender más de Mí.

Ese es el Nuevo Mundo que os ofrezco, Mis pequeños, y que se han ganado las almas que serán escogidas para iniciar un Nuevo Mundo.

Benditos seréis, porque os mantuvisteis bajo Mi Amparo, bajo Mis Leyes bajo Mi Amor. Fuisteis los pequeños, los despreciados del Mundo y os ganaréis un Nuevo Mundo, porque ante Mis Ojos, vosotros sois los que valéis.

Gracias, Mis pequeños.