Jun 27_17 Estáis en desventaja al no creer en satanás, como muchos ministros Míos, así lo proclaman.

Rosario vespertino-MENSAJE ÚNICO.

=========================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

=========================

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Estáis en desventaja al no creer en satanás, como muchos ministros Míos, así lo proclaman. Entonces, satanás, trabaja abiertamente y, vosotros, al no preocuparos de esa situación, no os protegéis y, por eso, satanás se lleva a muchas almas al Infierno.

(Lenguas…) Ciertamente, hijitos Míos, vosotros sois débiles ante el ataque de satanás, necesitáis de Mí, vuestro Dios, para protegeros, tanto en cuerpo como en alma.

Mis pequeños, mucho amor, mucho amor necesitáis para poder evadir y, aún, aplastar el poder de satanás. Pero falláis, falláis continuamente, y vuestra vida ya no está ni llena de Amor ni hay suficiente Fe en Mí porque no Me buscáis, porque no estáis Conmigo, porque no creéis en Mi Amor y muchas veces, ya ni siquiera creéis en los ataques de satanás ni en su existencia.

Entended, Mis pequeños, que con esto, estáis en desventaja al no creer en satanás, como muchos ministros Míos, así lo proclaman. Entonces, satanás, trabaja abiertamente y, vosotros, al no preocuparos de esa situación, no os protegéis y por eso, satanás se lleva a muchas almas al Infierno, porque no estáis advertidos, porque no habéis creído en las Palabras de las Sagradas Escrituras, porque no os preocupáis por llevar una vida santa.

La Fe, es imprescindible para vuestra salvación, si no tenéis Fe, no tenéis nada. La Fe, es la que os lleva, primeramente, a creer en Mí, vuestro Dios. A creer en que Yo Soy el Creador de todo lo que tenéis, lo que veis y lo que no veis. Si no tenéis Fe y no Me buscáis, precisamente por ello, nuevamente, os repito: estáis desprotegidos.

¿Cómo queréis tener protección y cuidados de alguien en quien no creéis? Si no creéis en Mí, no creéis en Mi Existencia, si no creéis en Mi Existencia, no Me llamaréis en los momentos difíciles de vuestra vida, por lo tanto, trataréis con vuestras propias fuerzas, salir adelante de vuestros problemas y, generalmente, no lo lograréis.

Buscáis, nada más, las cosas que os satisfacen del mundo; buscáis, entre lo que está a vuestro alrededor lo que llena vuestros placeres carnales, pero no buscáis lo que va a trascender y os va a dar un premio eterno y esto, nuevamente, porque no creéis, porque no tenéis Fe, porque no Me buscáis.

Mis pequeños, ciertamente, vuestros Primeros Padres, a pesar de que eran fuertes en la Fe y en el Amor, porque Me veían, porque estaban Conmigo, porque Me amaban inmensamente, en un momento de debilidad y de duda, cayeron. Imaginad el potencial espiritual que ellos tenían. Yo los creé perfectos y perfección quiere decir santidad, que es a donde os he pedido tantas veces que vosotros vayáis, que seáis perfectos, como Yo, vuestro Padre, Soy Perfecto y Yo Soy el Santo de los Santos, entonces, ellos, teniendo esa Perfección en el Amor, eran santos. Por eso, el Pecado Original fue tan grave, porque estando en un estado de santidad, Me negaron, Me traicionaron, Me dieron la espalda, prefirieron seguir a satanás, y no os alarméis, Mis pequeños, porque vosotros estáis igual o peor. Ciertamente, el Pecado de ellos fue grave, porque de un momento, de estar en estado de santidad, pasaron a estar en un estado de pecado gravísimo.

Vosotros, ciertamente, no estáis en un estado de santidad, como estaban ellos, el pecado os ha llevado a una disminución espiritual tremenda, por un lado, porque la humanidad ha ido cayendo y estáis muy debilitados en Fe y en Amor y, por otro lado, no Me buscáis y, al no buscarMe, no estáis llenándoos de ese poderío espiritual a donde estáis llamados, a donde os quiero llevar para que regreséis al estado de santidad en el que estaban vuestros Primeros Padres.

Así que, por favor, Mis pequeños, no habléis mal de vuestros Primeros Padres, ciertamente, cometieron un error grave, pero Mi Hijo, en Su Obediencia total, restituyó la Gracia que ellos perdieron y que vosotros podéis ganar, también, al seguirLe y al pedirla. Pero, desgraciadamente, Mis pequeños, vosotros, la gran mayoría de vosotros, estáis muy distraídos en las cosas del Mundo, porque os atraen, os atrae la maldad, y no buscáis estar junto a Mí, unidos en Mi Corazón, unidos al Corazón del Santo de los Santos, como lo estaban, en un Principio, vuestros Primeros Padres, Adán y Eva.

¿Qué esperáis pues, Mis pequeños? ¿Qué esperáis para regresar a Mí? Conmigo tenéis todo, tenéis Vida, tenéis libertad, tenéis Mi Amor, tenéis Mi Providencia Divina, todo lo que tenéis de bueno, viene de Mí. Satanás nunca os va a dar algo bueno y, si os lo da, en un principio, será como el anzuelo que lanza el pescador para atrapar el pez. Iréis tras el anzuelo, tras esa carnada jugosa, agradable, que eso es el pecado, y cuando ya caéis en la falta, os dais cuenta de ello. Lo agradable, como veíais el pecado, se volverá doloroso, desagradable y lloraréis, lloraréis, porque perdisteis la Gracia, perdisteis la amistad Conmigo.

¡Ojalá todos llorarais vuestros pecados!, es una Gracia, muy grande, que Yo concedo al alma arrepentida; llorar vuestros pecados y, con esto, os quiero decir que hay arrepentimiento en vuestro corazón. Cuando el alma arrepentida llora por sus pecados, Yo Me alegro, Mis pequeños, porque he recuperado un alma que estaba en pecado grave, que estaba traicionándoMe, porque prefirió abrir su corazón a satanás, pero regresará a Mí.

Mi Amor siempre os está esperando, Mis pequeños, Mi Corazón está abierto siempre para todos vosotros. Os he dicho tantas veces que vosotros pertenecéis al Reino de los Cielos, vosotros no pertenecéis a la Tierra y con eso quiero os decir que no pertenecéis a satanás, que es el príncipe de este Mundo.

Fuisteis creados para gozar de Mi Reino y de todas sus bellezas y solamente os he pedido fidelidad, obediencia y amor a Mí y se os hace tan difícil, se os hace tan difícil esto, Mis pequeños, principalmente, porque no hay amor, no hay amor en vuestro corazón hacia Mí.

Vosotros, estando en la Tierra, cuando recibís de alguien un favor, agradecéis, porque sabéis que eso es lo mínimo que debéis darle a la otra persona de la que estáis recibiendo un favor que os va a ayudar mucho o poco, pero que os va a ayudar. Y Yo, que os doy todo, que estoy velando día y noche por vuestro cuerpo, por vuestra alma, por vuestras necesidades y no recibo, de casi nadie, un agradecimiento a todas Mis Bondades.

Poneos en Mi lugar, ¿qué sentiríais, Mis pequeños?, de no recibir ningún agradecimiento en vuestro hogar, de no ser tomados en cuenta, de ser sólo un simple proveedor de vuestras necesidades y, ni siquiera, tener ese detalle de agradecimiento por el bien recibido. Y ahí, es en donde demostráis que tampoco hay amor hacia Mí.

Yo os amo, porque Soy vuestro Padre, porque Yo os creé y, además, Yo Me prometí a Mí Mismo, cuidaros, y lo hago a pesar de vuestros pecados. Vosotros, primeramente, no agradecéis y segundo, os confiáis demasiado, sentís que os merecéis todo y seguís pidiendo y, a veces, hasta exigiendo Mis Favores, pero, ciertamente, habrá un momento, en donde se pondrá en la balanza todo lo que hicisteis en vuestra existencia. ¿Cómo estaréis? ¿Cómo habréis respondido a Mi Amor? ¿Cómo habréis respondido a lo que os he pedido?, primeramente, para salvar vuestra alma, para acrecentar Mi Amor en vuestro corazón, para que trabajarais por vuestra propia salvación y en seguida, por la salvación de los que os rodean. Vinisteis a eso, a llenaros de Mi Vida y a transmitirla a vuestros hermanos.

Satanás no se cansa de burlarse de vosotros; os ve pequeños, abatidos, aplastados por el pecado. ¿No os dais cuenta, Mis pequeños, que os estáis arrastrando por el Mundo?, que no camináis con dignidad, porque los pecados que lleváis sobre vuestras espaldas os doblegan, os hacen menos, y vosotros mismos os sentís poca cosa ante vuestros hermanos, porque habéis destrozado vuestra alma y vuestro corazón con los pecados que lleváis. Pero, a pesar de que os sentís así, no buscáis la forma de liberaros de toda esa carga de pecados que traéis sobre vosotros.

Sois necios, tercos, tontos, porque Yo os he dado todo para que volváis a ese estado de Gracia, y no lo buscáis. Mi Hijo Jesucristo, os vino a traer todas Mis Promesas, Mi Amor, Mi Perdón, pero, pocos, muy pocos habéis reaccionado a todo ese tesoro que os trajo Mi Hijo para vuestra salvación y para que recuperarais la paz en vuestro interior.

¡Sois necios y desperdiciáis tanto de Mi Gracia! Por eso son tan pocos los que se van a salvar y, ¿vosotros creéis que eso Me agrada? Me entristece, Me duele que vosotros reaccionéis así, que no busquéis por vuestra perfección, que no busquéis la santidad de vida, para que seáis como vuestros Primeros Padres antes del Pecado Original.

Entended que ellos eran Mis consentidos, los creé, como os dije, perfectos, santos y Me gozaba al estar con ellos, platicar con ellos, compartir de Mis Secretos con ellos. Es una desgracia que el hombre se acostumbre a lo grande, a lo bello y cuando os acostumbráis a las cosas grandes, vosotros mismos las disminuís de valor. No os dais cuenta lo que es la grandeza de estar Conmigo, de contar Conmigo, de vivir para Mí y hacerMe gozar de vuestro amor.

¡Sois tan poca cosa!, cuando contáis con vosotros mismos, porque vosotros mismos no os respetáis como lo que sois. Entended que sois Mis hijos, que Soy vuestro Padre, sois hijos de un Dios que os ama infinitamente, Soy un Padre que os ama, a tal grado, de que mandé a Mi Único Hijo para vuestra salvación.

¡Es tanto lo que Yo he hecho por vosotros, es tanto lo que Yo os he dado! ¡Cuánta negligencia! ¡Cuánta terquedad de parte vuestra! Queréis seguir haciendo las cosas por vosotros mismos, las hacéis como os agrada a vosotros y eso, está muy lejos de la perfección.

¡Con cuánto error camináis en el Mundo y poniendo en riesgo vuestra vida! porque si camináis, en viviendo el error, éste os aconseja mal. Si vivís en el error, no es posible que lo que hagáis sea perfecto o que os salga bien.

No estáis buscando la Luz que despeja las tinieblas, porque casi todos vosotros, vivís en las tinieblas. Vuestra mente está obscurecida, taponeada, no permitís que entren cosas bellas y santas a vuestra mente y a vuestro corazón. Despreciáis todas las Enseñanzas que Yo os di en el Antiguo Testamento y las que Mi Hijo os dio en el Nuevo Testamento.

¿A dónde creéis que vais, llevando tanto error en vuestra vida, en vuestra actuación, en vuestra mente y en vuestro corazón? Creéis que vais por caminos correctos y, satanás os sigue engañando.

Debéis poner más de vuestra parte, si queréis vivir eternamente Conmigo. Ciertamente, Yo perdono vuestros pecados y Me olvido de ellos.

Los tiempos son difíciles ya, y en cualquier momento se va a desatar la furia de los elementos contra vosotros, ¿tendréis, acaso, tiempo, para prepararos para la gran prueba?

Ciertamente que no estáis preparados, la gran mayoría de vosotros. Si en este momento, vinieran grandes catástrofes y no pudierais confesaros, ¿cómo estaríais?

Haceos vosotros mismos esta pregunta: ¿cómo estaríais ante Mi Presencia, si en estos momentos murierais y os presentarais ante Mí? ¿Lograríais entrar al Reino de los Cielos u os perderíais por vuestros pecados, por toda la eternidad? Os digo, la gran mayoría de vosotros, moriría eternamente. ¡Cuánto dolor Me causáis, porque no Me amáis! y si no estáis preparados para bien morir, que esto es, viviendo en estado de Gracia, quiere decir que no Me amáis, que no os interesa morir en estado de Gracia. Por tanto, vosotros mismos, estáis preparando vuestro futuro eterno.

Me duele ver vuestra actitud, en la cual veo que no os importa si morís en Mí o no, pero, desgraciadamente, cuando os presentéis ante Mí y al ver vuestra vida, veáis que no tenéis los suficientes méritos para estar Conmigo eternamente, en ese momento, os daréis cuenta de vuestra torpeza y será, ya, demasiado tarde, ya no habrá tiempo de vuestro arrepentimiento.

Por eso os pido que estéis preparados, Mis pequeños, en cualquier momento seréis llamados, ¿cómo estaréis ante Mi Presencia?

Gracias, Mis pequeños.