Jun 20_17 PedidMe que Yo os dé Mi Corazón y que, Mi Corazón, quede en lugar del vuestro.

Rosario vespertinoMENSAJE ÚNICO.

=========================

Mensaje de Dios Padre a J. V.

=========================

 

 

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Yo Soy vuestro Dios, os conozco perfectamente, vosotros vinisteis a la Tierra a servirMe, os amo infinitamente, entended muy bien esto: os amo infinitamente y, si os ordeno algo, es para vuestro bien.

Hijitos Míos, muchas veces, vosotros actuáis de la misma forma que el apóstol san Pablo y os quejáis de los ataques que tenéis del enemigo. Sabéis que Yo nunca voy a permitir que ésos ataques os sobrepasen y que pueda, Yo, poner en riesgo vuestra salvación.

Si Yo permito que vosotros seáis probados por satanás, lo hago para vuestro crecimiento espiritual. Entended que, desde el preciso momento en el que un alma baja a la Tierra a servirMe, está bajando a un medio hostil. Espiritualmente hablando, satanás es el príncipe de este Mundo y crea un medio hostil para las almas que bajan del Cielo, como todos vosotros que bajasteis para servirMe. Bajáis para cambiar todo esto que estáis viviendo, en un mundo en donde se respire Mi Amor, se viva Mi Amor, se transmita Mi Amor.

Satanás se ha encargado de destruir el amor de las almas de todos vosotros; no estáis viviendo lo que Yo os di desde el Principio.

 

Vuestros Primeros Padres fueron creados para gozar, todo lo que Yo, antes, había creado y que vivieran agradeciéndoMe todas Mis Bondades y viviendo para agradarMe.

Os he dicho que vuestra creación iba a consistir en que Yo os llenara, continuamente, de bendiciones y que vosotros hicierais Mi Voluntad, y Mi Voluntad, es Amor.

Satanás convenció a vuestros Primeros Padres a que Me dieran la espalda y, desde ese momento, todas las bellezas que Yo había creado para vosotros, quedaron alteradas. Antes se vivía en un Bien total y, el Pecado Original, provocó que todo cayera al mal.

Ciertamente, se os haría muy raro, muy diferente, pero, ciertamente, muy bello, el que Yo os pusiera, de repente, en los momentos antes del Pecado Original y que gozarais lo que gozaron vuestros Primeros Padres en un Principio. Desgraciadamente, vosotros os habéis acostumbrado a vivir en el medio hostil en el que estáis viviendo, donde os atacáis los unos a los otros, donde no os tratáis como verdaderos hermanos, donde no os ayudáis como os debierais ayudar los unos a los otros y a compartir de los bienes materiales y espirituales que todos tenéis.

 

Os comportáis en una forma muy egoísta y mala. Muchas Virtudes y, sobre todo, el Amor se han perdido y, como os dije, estáis viviendo en un medio adverso al Amor y vosotros no fuisteis creados para ello. Vosotros vinisteis a la Tierra, para que fuerais instrumentos de Mi Amor y al ser instrumentos de Mi Amor, fuerais cambiando todo lo que estáis viviendo, pero, desgraciadamente, satanás os convence y, en lugar de pedir Mi ayuda, de pedir que Mi Santo Espíritu os ilumine y os guíe hacia la Verdad, no, no sucede así, y vosotros mismos os vais adaptando a esta forma adversa y pecaminosa de vivir.

Esa es vuestra desgracia espiritual, Mis pequeños, que no vivís como debierais vivir, pero lo peor de todo, es que no Me pedís ese cambio en vosotros. Os conviene vivir como estáis viviendo, porque de la forma en que estáis viviendo, os podéis aprovechar de vuestros hermanos en las diferentes necesidades del ser humano. En cambio, si vosotros vivierais como vivían vuestros Primeros Padres, antes del Pecado Original, vosotros debierais servir a vuestros hermanos en el Amor.

Esto, prácticamente, no lo podéis ni siquiera vislumbrar, porque habéis perdido las Virtudes necesarias para ello, porque no las habéis puesto a trabajar y, por eso, Le debéis pedir a Mi Santo Espíritu, que os vaya cambiando en vuestra forma de ser, pero, lo más importante, en la forma en que apreciáis lo que Yo os doy.

Os pido mucho, según vuestra manera de pensar y, realmente, no es mucho lo que Yo os pido, es simple lo que Yo os pido y Mi Hijo os lo repitió: “amaos los unos a los otros como Yo os he amado”, así os lo pidió Mi Hijo.

Él vino a seguir y llevar a cabo Mis Órdenes Divinas y, a pesar de todo el Dolor que Le causaron los hombres, en ese momento, y que, ciertamente Le seguís causando, Él siguió adelante, fueron momentos de grandes Dolores, que, en Nuestra Santísima Trinidad, los padeciMos, porque siempre estaMos unidos.

El hombre, en momentos, es muy cruel, es malo, porque os llenáis de la maldad de satanás. Muchas veces, escucháis más a satanás, que a Mí, vuestro Dios. ¿No os dais cuenta, Mis pequeños, que Yo os quiero llevar a la perfección?, y hablar de perfección, es que Yo os pueda regresar a esos momentos, esos bellos momentos que tuvieron vuestros Primeros Padres, antes del Pecado Original. Como os dije, no os podéis imaginar las bellezas tan grandes que Yo les había otorgado a vuestros Primeros Padres, antes de que las perdieran con del Pecado Original.

Vosotros, habéis sido creados para que fuerais los reyes de la Creación, para que trabajarais para Mí, vuestro Dios y que, además de gozar toda la Creación, la cuidarais. Ciertamente, Me podríais decir ahora que no estáis capacitados para ello, porque es tan vasta la Creación, que no tenéis los conocimientos para lograrlo y Yo os digo que, vuestros Primeros Padres y sus descendientes, iban a tener y de hecho, tenían, antes del Pecado Original, las capacidades para mantener la Creación a los niveles en que fue creada.

Vuestros Primeros Padres tenían el Conocimiento Infuso y, esto es, que tenían el Conocimiento directo de Mí, no necesitaban estudiar, como ahora lo hacéis, para conocer cómo debéis llevar vuestra vida y cómo os debéis comportar para hacer Mi Voluntad.

Vosotros debéis meditar, más profundamente, todo esto que os digo, porque fuisteis creados para ello, para ser los reyes de la Creación y para mantener la Creación en un estado bellísimo, como Yo la creé, pero todo se perdió por el Pecado. Como os dije, no tenéis un punto de comparación, como para poder decir: la Creación, antes del Pecado Original era así y ahora está así, de otra forma.

Ciertamente, os falta conocer como era la Creación, antes de la caída por el Pecado. Pronto, y cuando menos os imaginéis, se darán los grandes cambios que os irán preparando para Mi Triunfo y, con Mi Triunfo, venga ese cambio tan necesario para todo lo Creado. Ciertamente, el hombre, a pesar de la Purificación que vendrá, todavía quedará afectada su alma por el Pecado Original; el alma quedará liberada del Pecado Original, hasta que venga el Juicio Final. Pero, ciertamente, vienen momentos muy bellos, en donde os voy a enseñar a vosotros, las almas que quedéis después de la Purificación, cómo era antes todo lo creado.

¡No tenéis idea, Mis pequeños, el Dolor que Me causó esa traición de vuestros Primeros Padres! Eran los iniciadores de la Creación humana, hechos a imagen y semejanza Mía, en lo espiritual. Eran perfectos, eran santos, eran bellísimos, todo lo que Yo creo, es perfecto y lo perdieron, perdieron todo: Virtudes, dones, carismas, capacidades preternaturales, capacidades que vosotros, ahora, ni siquiera imagináis que existan y que pueda tener el hombre. Todo eso tenían y más, porque Me tenían a Mí en pleno. Y os he dicho que el Amor es dinámico y ellos, y vosotros, ibais a ser los descendientes del Amor, ibais a seguir teniendo regalos inmensos Míos y lo único que Yo les pedía, era amor y obediencia y fallaron, fallaron vuestros Primeros Padres, Me desobedecieron y perdieron todo.

Adán y Eva, fueron creados en perfección, pero con el libre albedrío. Yo no presiono, Yo os doy libertad, como la tuvieron, también, los ángeles, y satanás utilizó esa libertad y falló, también.

El hombre tiene la libertad, también, de actuación, y falláis, falláis mucho, pero porque os amo y conozco vuestra pequeñez, Me acerco al hombre y lo sigo perdonando. Sois Mis bebés, sois Mis pequeñitos que apenas estáis aprendiendo a caminar y Yo no os puedo tratar como a un alma adulta, un alma madura, y así, como en la escuela, cuando vais adquiriendo más conocimiento y vais empezando a vivir una vida más seria, una vida comprometida, empezáis a ver todo en forma muy diferente a cuando erais pequeñitos.

Todos vosotros tenéis obligaciones humanas, pero, sobre todo, obligaciones Divinas para Conmigo, vuestro Dios.

 

Pocos se dan cuenta de ello y fincan su existencia solamente en las obligaciones del Mundo y no os acabáis de dar cuenta, o no queréis ver la realidad de vuestra existencia, que vinisteis a la Tierra, que se os dio el don de la vida, para servirMe y, primeramente, hacer Mi Voluntad; y el hacer Mi Voluntad, es vivir de acuerdo a lo que a Mí Me conviene para el bien vuestro.

Entended bien esto, Mis pequeños, Yo Soy vuestro Dios, os conozco perfectamente, vosotros vinisteis a la Tierra a servirMe, os amo infinitamente, entended muy bien esto: os amo infinitamente y si os ordeno algo, es para vuestro bien, no para que seáis Mis esclavos, no es para que Yo os coarte vuestra libertad y os obligue a hacer algo que vosotros no queráis hacer porque sea para vuestro mal. Si Yo os pido algo, Mis pequeños, es para que vosotros os donéis, plenamente, a Mi Voluntad, para que Yo os tome, como tomé a Mi Hijo Jesucristo y, así como Él hizo lo que Yo Le pedí, también, vosotros, debéis ser como Él, para que Yo os tome, y hagáis las cosas como Yo os lo ordene.

Entended, Mis pequeños, que el Perfecto Soy Yo, no vosotros, pero Soy el Perfecto en todos sentidos. Perfecto en el Amor, Perfecto en las Virtudes, no puede haber maldad en Mí y, si Yo os doy una orden, es una orden Divina, llena de Amor. No os estoy pidiendo algo para que vosotros sufráis, para que vosotros os sintáis como esclavos y, además, que os podáis sentir como encarcelados con Mis Ordenes Divinas, porque Yo os coarte vuestra libertad y vuestra forma de pensar y de actuar.

Cuando Yo os pido algo, primeramente, lo vais a gozar, porque Me estáis sirviendo a Mí, vuestro Dios; os he escogido entre millones de personas alrededor del Mundo y del Universo para servirMe. Os estoy dando un lugar muy especial ante todas las almas creadas del Universo entero.

Cuando os pido que Me sirváis, que seáis Mis Verdaderos hijos, generalmente lo echáis a perder por consejos de satanás, él, os llena con ideas negativas, os hace creer que os estoy esclavizando y que os estoy coartando vuestra libertad.

Vosotros no tenéis el Discernimiento Santo de daros cuenta de la Gracia tan grande que es el don de la Vida y, por tener este don y al servirMe, sois almas especiales. ¡Cuántas almas pierden la oportunidad de servirMe correctamente, porque quieren actuar según lo que les conviene en lo personal!, y Mis Juicios, son muy diferentes a los vuestros. Mis intenciones, siempre están envueltas en Amor. Yo busco vuestro crecimiento espiritual y, aún, humano, de la mejor forma, y vosotros, desaprovecháis todo, todo esto, y vivís en la mediocridad. No buscáis el servirMe, no buscáis el donaros, os estoy pidiendo, Yo, vuestro Dios y Creador, el que Me llevéis a todos lados, el que saquéis de vosotros vuestro “yo” y Me dejéis entrar, amplia y totalmente, en vuestro ser. ¡Os falta tanto, Mis pequeños! a pesar de que os heMos consentido, y despreciáis lo que se os ha dado.

¡Cuánta maldad sigue habiendo en vuestro corazón! no queréis vivir para vuestro Dios y, de esta forma, salvar almas, muchas almas que tanto lo necesitan.

Entended, ya, Mis pequeños, que el tiempo es corto, para que aprovechéis el tiempo, de vuestra vida, para salvar almas.

No os imagináis el dolor del sufrimiento del Purgatorio, no digáis el del Infierno y, por eso, como almas que estáis de paso aquí en la Tierra, y que tenéis un poder muy grande sobre Mí, que es el de la intercesión por vuestros hermanos, podéis hacer grandes cosas por vuestros hermanos; por los que están en el Purgatorio, y por aquellos que están misionando.

Mi Hijo os dijo: pedidMe todo lo que queráis y os lo concederé. Sois otros Cristos y Yo, vuestro Padre, lo recalco y os digo: Todo lo que Me pidáis, en Nombre de Mi Hijo, os lo daré. SoMos la Trinidad, os creé, y a la vez, estoy a vuestro servicio. Esto es algo que vosotros no entendéis por vuestro egoísmo. Cómo, Dios, Todopoderoso, se abaja a Su creatura y se vuelve su Servidor. No entendéis tanto Amor de parte Mía hacia vosotros.

Por eso os he pedido que os dejéis mover por Mí, plenamente, para que entréis profundamente, en ese Mundo espiritual que no conocéis en totalidad, que es el Mundo del Amor.

Por el Pecado, vosotros os aprovecháis del amor de vuestros hermanos y aún de Mi Amor Divino. No habéis madurado en el Amor, vivís solamente para vuestro bien. No queréis ver la realidad de vuestra existencia, que se simplifica en una sola palabra: Amor.

En el momento en que vosotros entráis en Mi Mundo Divino, que es el Amor, pero el Amor profundo, el Amor que nace del Amor y que se da, también, con el amor de vuestro corazón, en ese momento, cuando empezáis a madurar en el Verdadero Amor, es cuando empezáis a entender Mi posición de Padre, de Creador, de Salvador.

Necesitáis, Mis pequeños, soltaros a Mi Voluntad, necesitáis vivir en lo profundo de Mi Corazón. PedidMe que Yo os dé Mi Corazón y que quite el vuestro de vuestra persona y que, Mi Corazón, quede en lugar del vuestro.

Son Milagros, son peticiones Divinas, a las que no estáis acostumbrados a vivir o, ni siquiera, a imaginar y por eso os las nombro, para que empecéis a entender las Delicadezas de Mi Amor que Yo quiero que gocéis. Estáis en la Tierra para servirMe y para crecer en el Amor, pero, por lo visto, no ponéis mucho de vuestra parte ni Me lo pedís.

No queréis tener un cambio inmenso y bellísimo y os volvéis como santo Tomás, necesitáis tocar, necesitáis ver para creer. Y os repito, estáis muy fallos en la Fe, no dais lo que debierais dar, que es vuestra total donación a Mi Petición de Padre y Creador vuestro.

Entended que vosotros no podéis vivir por vosotros mismos, vuestra alma, la vida de vuestra alma y de vuestro cuerpo, dependen totalmente de Mí. ¿Os podríais mover en total libertad y en seguridad en el Mundo, si no Me tuvierais a Mí, Mis pequeños? Bien, bien sabéis que no. Bien sabéis que necesitáis de Mí, para que paséis por el Mundo sin tantos problemas, como muchos otros de vuestros hermanos pasan.

Vuestro futuro es muy bello, pero, solamente, si vosotros, en total libertad, queréis tomarlo, Yo no os presiono, pero, ciertamente, os necesito. Yo no puedo actuar sobre vosotros y sobre vuestros hermanos, si no Me lo pedís y Me dejáis actuar en total libertad. Pero si Me lo pedís, no Me impongo, Yo os pido permiso, Soy vuestro Dios y puedo hacer todo, pero, solamente, si vosotros Me lo pedís. Os repito, estáis en un Mundo adverso, tanto para el bien de vuestro cuerpo, pero sobre todo, para el bien de vuestra alma.

Si queréis vivir en total libertad, pero protegidos y guiados por Mi Sabiduría Divina y Mi Amor, os deberéis dejar mover por Mi Voluntad. Confiad, confiad en Mí, vuestro Dios, que de Mí, solamente, puede salir Amor y, entended, nuevamente, que en el Amor absoluto que poseo Yo, no puede salir ni una pizca de maldad; si Me tenéis a Mí, tenéis todo el Amor que os podáis imaginar.

DejadMe, pues, que Yo actúe en vosotros y os pido que vosotros actuéis, plenamente, para servirMe, para servir a vuestro Dios.

Gracias, Mis pequeños.