Mzo 23_17 PedidMe durante el día, continuamente, que Mi Hijo regrese, ya, a la Tierra.

 

 

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  • Tenéis que prepararos, Mis pequeños, todavía, más fuerte en la oración, en los Sacramentos, en la lectura de las Sagradas Escrituras, para que podáis estar atentos a los errores a donde os quieren llevar, de parte de Mi misma Iglesia.
  • Vosotros llevaréis Mi Luz, estaréis seguros de vosotros mismos, porque, sabréis, perfectamente, que Yo estoy con vosotros; os habéis ganado, estos cuidados especiales que os daré, con vuestra perseverancia en buscarMe, pero, sobre todo, por apreciar Mi Amor.
  • No os preocupéis, Mis pequeños, vosotros, los que habéis luchado, prácticamente, toda vuestra vida por manteneros en el bien. Yo estaré con vosotros en esos momentos más difíciles; satanás no os podrá tocar.
  • Todo será renovado en el Amor y esa será la gran prueba, de que Soy Yo, vuestro Dios, el que estará con vosotros, porque, ciertamente, antes, el enemigo, se ha de aparecer ante los hombres haciéndoos creer, que Soy Yo, vuestro Salvador.
  • Si queréis llegar a Mí y gozar eternamente, cumplid con lo que Yo os he pedido, vivid en la santidad, a la cual, estáis llamados y sed los Cristos que Yo quiero que seáis en la Tierra, para que mováis almas hacia la salvación, como Mi Hijo atraía, con Su Presencia, a tantas almas a su alrededor.

 

 

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Tenéis que prepararos, Mis pequeños, todavía, más fuerte en la oración, en los Sacramentos, en la lectura de las Sagradas Escrituras, para que podáis estar atentos a los errores a donde os quieren llevar, de parte de Mi misma Iglesia.

Hijitos Míos, os he venido anunciando y previniéndoos del ataque de satanás, que cada vez es más fuerte, porque el hombre se ha apartado de la espiritualidad y de la vida en la Gracia. Ya no llevan, prácticamente, la gran mayoría de vuestros hermanos, vida Sacramental y menos aún, de oración. De ahí que se ha aprovechado satanás, para ir llevando su maldad, por todas partes del Mundo y, también, del Universo entero.

El hombre se ha dejado seducir por satanás, ciertamente, él se os presenta como algo atractivo, pero prohibido y, aun así, vosotros lo aceptáis, sabiendo que lo que os está ofreciendo, es malo, es impuro y os va a llevar, posiblemente, a la condenación eterna.

Y así es el hombre, hasta de lo bueno se llega a acostumbrar y ya no le dais, a las cosas Santas, la importancia y el respeto grande que les debéis dar, porque, todo lo que tenéis de extraordinario, que os va a dejar siempre un bien, viene de Mí.

La maldad ha cubierto ya, prácticamente, toda la Tierra, y a vosotros mismos, y la gran mayoría de vosotros, no os queréis dar cuenta de la realidad espiritual que estáis viviendo ni queréis, en cierta forma, abandonar.

Tenéis que prepararos, Mis pequeños, todavía, más fuerte en la oración, en los Sacramentos, en la lectura de las Sagradas Escrituras, para que podáis estar atentos a los errores a donde os quieren llevar, de parte de Mi misma Iglesia.

Satanás, ha afectado todo y de eso debéis estar conscientes, Mis pequeños. Deberéis estar perfectamente unidos a Mí, para que podáis reconocer cuándo os está atacando satanás y, en ese momento, Me podáis pedir ayuda, para que os rescate.

Recordad, Mis pequeños, que lo que a Mí Me interesa más, es el estado de vuestra alma, no perdáis, pues, la pureza, la santidad y el gran Amor que viene de Mí.

Os Bendigo, Mis pequeños, y os pido que en ningún momento os apartéis de Mí.

Que la Paz quede con vosotros.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Vosotros llevaréis Mi Luz, estaréis seguros de vosotros mismos, porque, sabréis, perfectamente, que Yo estoy con vosotros; os habéis ganado, estos cuidados especiales que os daré, con vuestra perseverancia en buscarMe, pero, sobre todo, por apreciar Mi Amor.

Hijitos Míos, ya os he dicho que todos estáis llamados a la santidad, pero no a todos os interesa llegar a ella.

La santidad, como ya os he explicado, se logra haciendo Mi Voluntad y, para ello, se necesita tener un desprendimiento total de uno mismo, para que Yo pueda Vivir, plenamente, en vosotros.

Cuando os he pedido ese desprendimiento, es como si os vaciarais de vosotros mismos, que quedara hueco vuestro interior y Yo, después, vendré a llenar todo ese hueco, que es vuestro ser. ¿Qué mayor ganancia, podéis tener, Mis pequeños, que el que Yo Viva en vosotros? Es lo más grande que puede tener el hombre; su Dios, viviendo en su interior, acompañándoos en todo momento, guiándoos en las buenas y en las malas, instruyéndoos, para que, vosotros alcancéis ese grado de perfección al que estáis llamados.

Sed sencillos y humildes, para que Yo pueda trabajar en vosotros, necesito almas donadas a Mí, almas que acaten Mi Voluntad, para que Yo pueda Vivir, plenamente, en ellas y pueda Yo, ir rehaciendo lo que satanás, está destruyendo. Es tanta su maldad y su don de convencimiento, que vosotros ni cuenta os dais de cómo os va llevando, poco a poco, hacia la perdición de vuestra alma.

Os horrorizaríais, la mayoría de vosotros, si pudierais ver vuestro interior, pero no como lo veis vosotros, sino cómo lo veo Yo, en una profundidad mayor.

¡Cuánta maldad a vuestro alrededor y vosotros no reaccionáis, seguís vuestra vida como si nada pasara!

Momentos difíciles se han de venir para que os acerquéis a Mí. Y es, desgraciadamente, en estos momentos, que vosotros os acercáis y os acordáis de Mí, vuestro Dios y eso, también, Me duele, Mis pequeños, porque os acercáis a Mí, por conveniencia y no por amor. Ciertamente, sois pequeñitos y no sabéis cómo os debéis comportar y, por eso, estoy ahí con vosotros, como lo hace un padre o una madre de la Tierra, al respaldar a los hijos en su primer cita con alguien de mayor edad y que no saben cómo responder, cómo actuar educadamente, con gente de edad más avanzada.

Mi Madre, la Siempre Virgen María, siempre estará junto a vosotros, también, acompañándoos, como una madre de la Tierra, llevándoos, por esos caminos en los que debéis vosotros aprender cómo actuar de la mejor forma.

Soy vuestro Dios y, ciertamente, también exijo un respeto y un trato muy especial hacia Mí. Es por ello que tenéis a Mi Hija, la Siempre Virgen María, al Señor San José, para que así, en familia, os vayáis acercando, cada vez más, a Mí, que Soy el Cielo y podáis estar Conmigo eternamente.

Os debéis preparar fuertemente, Mis pequeños, para los momentos difíciles, pero, sobre todo, pedidMe ayuda, para que vosotros sepáis guiar a vuestros hermanos, que ahora están muy apartados de Mis Leyes y de Mi Amor. Muchos se van a desesperar, no sabrán qué hacer, irán de un lado a otro, sin saber a dónde ir. Ya os he dicho que a los que estáis Conmigo, Mi Santo Espíritu, os dará, primeramente, la Paz y tendréis Su Sabiduría y la calma que, solamente, Mi Presencia en vosotros os puede dar, para que la podáis transmitir a vuestros hermanos.

PedidMe durante el día, continuamente, que Mi Hijo regrese, ya, a la Tierra. Muchas almas, todavía, se pueden perder por los ataques de satanás, por eso, insistidMe para que ya venga ese cambio tan necesario para todos vosotros y, sobre todo, para las almas que todavía pueden ser tentadas por satanás y las puede destruir espiritualmente.

Vosotros llevaréis Mi Luz, estaréis seguros de vosotros mismos, porque, sabréis, perfectamente, que Yo estoy con vosotros; os habéis ganado, estos cuidados especiales que os daré, con vuestra perseverancia en buscarMe, pero, sobre todo, por apreciar Mi Amor. El que busca encuentra y, vosotros, Me encontrasteis y debéis ayudar a vuestros hermanos que Me encuentren, también, para su salvación eterna.

Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: No os preocupéis, Mis pequeños, vosotros, los que habéis luchado, prácticamente, toda vuestra vida por manteneros en el bien. Yo estaré con vosotros en esos momentos más difíciles; satanás no os podrá tocar.

Alegraos, Mis pequeños, porque el triunfo se acerca. Así, como una mujer, a la hora de parir sufre, pero luego viene la alegría, al tener a su bebé en sus brazos, vosotros tendréis este parto espiritual que os dará una gran alegría.

Es necesario ya, Mis pequeños, que se venga este cambio, porque muchas almas buenas están padeciendo, pero, sobre todo, están siendo ya, muy atacadas por satanás. Satanás quiere destruir, especialmente, todo aquello que venga de Mí, que hable de Mí, que Me pertenezca y vosotros, los que estáis Conmigo, que Me habéis buscado siempre, que estáis luchando por manteneros a flote en la espiritualidad, a la que os he llevado, os quiere destruir, os quiere ahogar, os quiere llevar a una destrucción total, porque no quiere que, en sus dominios, se viva y se hable de Mí.

Soy vuestro Dios y Soy el Amor pleno y esto no lo soporta satanás, no soporta a las almas como las vuestras, que os habéis llenado de Mi Amor. Ciertamente, estáis llenos, también, de defectos y vuestros actos dejan mucho qué desear, pero estoy en vuestro corazón. Caéis, os levantáis, pero siempre buscándoMe y esto es lo que vale inmensamente en las almas que Me buscan, que quieren estar Conmigo.

No os preocupéis, Mis pequeños, vosotros, los que habéis luchado, prácticamente, toda vuestra vida por manteneros en el bien, Yo estaré con vosotros en esos momentos más difíciles; satanás no os podrá tocar.

Yo guio a las almas escogidas de entre vosotros, para el Reino de los Cielos, pero hay almas que serán las que poblarán los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, almas que he elegido para iniciar una nueva humanidad. No os dejéis vencer por las tentaciones de satanás. Ya, por el hecho, de que os he escogido, debéis estar inmensamente contentos.

Ayudad, pues, a vuestros hermanos, que todavía dudan, que pecan en una forma muy grave, que atacan a sus propios hermanos, muchas veces, desde el vientre de la madre, causando abortos.

J. V. dice: Ayúdales, Mi Señor Dios Espíritu Santo, para que entiendan el error en el que viven, te lo pedimos de corazón, Mi Señor Dios Espíritu Santo.

Vivid, pues, Mis pequeños, en esos deseos que Yo pongo en vuestro corazón. Vosotros, sois almas, que os dejáis mover por Mí, manteneos así, Mis pequeños, manteneos sencillos y totalmente donados a Mi Voluntad, dóciles a Mis Designios y sencillos, para que podáis gozar todo lo que Yo tengo preparado para vosotros.

Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Todo será renovado en el Amor y esa será la gran prueba, de que Soy Yo, vuestro Dios, el que estará con vosotros, porque, ciertamente, antes, el enemigo, se ha de aparecer ante los hombres haciéndoos creer, que Soy Yo, vuestro Salvador.

Hijitos Míos, Mi Segunda Venida traerá una Paz total a la Tierra y no solamente al hombre, sino, también, a la Naturaleza. Toda la Naturaleza, todo lo creado reconoce a su Creador, reconoce al Salvador.

La Purificación, irá transformando a las almas, Mi Santo Espíritu os llevará hacia una santidad de vida, pero Mi Presencia os unirá a todos. Convivirá el hombre con la Naturaleza, con todo lo Creado, al grado que convivirá hasta con los animales, que ahora conocéis como feroces enemigos del hombre.

Todo será renovado en el Amor y esa será la gran prueba, de que Soy Yo, vuestro Dios, el que estará con vosotros, porque, ciertamente, antes, el enemigo, se ha de aparecer ante los hombres haciéndoos creer, que Soy Yo, vuestro Salvador. Pero no os traerá todo esto que os acabo de decir, sobre todo, la armonía y la Paz.

Satanás, no puede traer paz, no puede producir Virtud ni Amor en las almas. Los que estáis Conmigo, inmediatamente sabréis cuando se presente el gran engañador, aparentando Ser Yo, vuestro Dios Jesucristo. No dejará, en vuestro corazón, esa paz que todos buscáis. Las almas que Me buscan, las almas que ya hicieron un nido en su corazón, para que Yo habite en vosotros, conocerán, perfectamente, los engaños de satanás, porque vivís en la oración, os alimentáis, continuamente, con Mi Vida en la Sagrada Eucaristía.

Vosotros conoceréis muy bien cómo, satanás, querrá engañar a la humanidad entera.

Manteneos unidos a Mí en oración y ayudando a vuestros hermanos a que no caigan en el engaño de satanás, ciertamente, muchas almas le seguirán, por conveniencia, pero no porque les deje paz en su corazón.

Continuamente invocad a Mi Santo Espíritu, para que os lleve por caminos seguros de perfección y de Amor, estáis llamados a ello. Todo lo Mío, es vuestro, Mis pequeños, es Mi Promesa de que de vosotros haré grandes cosas. No despreciéis todo lo que os quiero dar.

Sed santos, como Mi Hijo es Santo, como Yo, vuestro Padre lo Soy, como Mi Santo Espíritu lo Es.

La Santidad es parte de vuestro ser, debe ser vuestra meta de vida. Acudid a Mi Santísima Trinidad para que logréis obtener vuestra santidad y vuestro lugar eterno en el Reino de los Cielos.

Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Si queréis llegar a Mí y gozar eternamente, cumplid con lo que Yo os he pedido, vivid en la santidad, a la cual, estáis llamados y sed los Cristos que Yo quiero que seáis en la Tierra, para que mováis almas hacia la salvación, como Mi Hijo atraía, con Su Presencia, a tantas almas a su alrededor.

Hijitos Míos, no hay nada más bello y más grande, que vivir en la santidad de vida. Cuando vosotros alcanzáis ese estado de santidad, estáis viviendo el Cielo en la Tierra. Mi Hijo os trajo el Cielo a la Tierra; Él, el Santo de los Santos, seguía Viviendo esa Santidad Divina y la contagió a los que Lo rodeaban, por eso Le seguían las multitudes, porque era como un imán. Sus Palabras, Su Ejemplo, atraían a las multitudes porque el alma está buscando su alimento y qué mejor alimento que Dios Mismo.

Mi Hijo bajó a la Tierra a eso, a vivir el Cielo en la Tierra, para que aprendiera el hombre, que hay algo más, después de vuestra misión en la Tierra. Satanás os engaña y os lleva a creer que vuestra vida no trasciende, que morís, totalmente, en vuestra muerte física y no hay trascendencia espiritual y esto es un gran error y, lo hace así, Mis pequeños, para que vosotros viváis despreocupados, dejando que vuestra vida se dé, según vuestras pasiones humanas y luego éstas, os lleven la perdición eterna.

En cambio, aquellos, que seguros están de una vida extraordinaria y bellísima después de ésta vida, en la cual estáis cumpliendo una misión; la misma espiritualidad que buscáis, frena vuestras pasiones y os lleva a obtener esa santidad que os enseñó Mi Hijo. Esa fue la principal razón de que viniera a la Tierra a estar entre los hombres. Ciertamente, vino a reparar el daño del Pecado Original, pero, a la vez, a mostraros lo que hay después de vuestra vida terrena.

Grandes bellezas os esperan, Mis pequeños, los que queréis estar Conmigo. Yo, como vuestro Padre, os he dado Leyes y Preceptos que debéis seguir, que debéis respetar, que debéis amar. Así como Soy Bondadoso en extremo, Soy Misericordioso, al grado de perdonar los pecados más graves, si hay un arrepentimiento de corazón; también, Soy exigente al pediros que respetéis estas Leyes y Preceptos que os doy.

Los ataques de satanás son muy fuertes y os llevan a apartaros de los Mandamientos que os he dado y se empieza a enfriar vuestra espiritualidad. Empezáis a ser permisivos o a cambiar los conceptos, según vuestras conveniencias humanas y Mis Leyes, no son mutables, no son obsoletas, no cambian, el que cambia es el hombre. Yo Soy vuestro Dios y conozco la naturaleza humana, la naturaleza humana, cambia, es como veleta, se mueve hacia donde le conviene, son pocas las almas que se mantienen siempre en la misma dirección, no importando los ataques de satanás, que son ésos vientos que os atacan de era en era. A lo largo de la existencia del hombre, éste ha sido atacado por satanás para iros alejando de lo que debéis cumplir, para que os perdáis el Reino de los Cielos y os dejéis envolver por sus mentiras.

Y como os dije, así como Soy Misericordioso y Bondadoso en extremo, también, Soy exigente en lo que os he pedido y, el que falle en ello, no alcanzará el Reino de los Cielos.

Así, pues, Mis pequeños, si queréis llegar a Mí y gozar eternamente, cumplid con lo que Yo os he pedido, vivid en la santidad, a la cual, estáis llamados y sed los Cristos que Yo quiero que seáis en la Tierra, para que mováis almas hacia la salvación, como Mi Hijo, atraía, con Su Presencia, a tantas almas a su alrededor.

Gracias, Mis pequeños.