Dic 08_16 Satanás os ha hecho creer que muchos pecados, ya no lo son, que ya todo es normal.

Rosario vespertino.

Temas:

  • Cuando no tengáis nada que decirMe, o que no salga nada de vuestro corazón, simplemente, amadMe, quedaos ante Mi Presencia o imaginadMe en algún momento bello que llegue a vuestra mente y a vuestro corazón, pero no os separéis de Mí, Mis pequeños.  
  • Vosotros os mantuvisteis en la Fe, os mantuvisteis buscándoMe. En la obscuridad en la que estáis ahora, os pudisteis haber mantenido, obscuridad de satanás, pero ¡no!, buscasteis la Luz. ¡Yo Soy la Luz del Mundo!
  • ¡Pureza, Pureza!, Mis pequeños, es lo que falta ahora en el Mundo, satanás, se ha dedicado a destruir los corazones, a destruir vuestras almas, a ensuciarlas. Si vosotros pudierais ver vuestra alma, cuando está sucia por el pecado, especialmente el de la impureza, os asquearíais.
  • Todo eso, ante Mis Ojos, son faltas graves. Podéis contar chistes, decir malas palabras, cuentos obscenos y, con eso, estáis destruyendo la pureza de aquellos que os están escuchando. Y vuelvo a preguntar: ¿cuántas veces lo habéis hecho?
  • Si no vivís una vida de oración; si no os alimentáis con el Alimento del Cielo, que Yo os dejé aquí en la Tierra, que es la Sagrada Eucaristía; si no vivís una vida de amor, de respeto a vuestros hermanos, de crecimiento espiritual, satanás, fácilmente, os vencerá.

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, y la Santísima Virgen María, en Su Advocación de Inmaculada Concepción, a J. V.

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Cuando no tengáis nada que decirMe, o que no salga nada de vuestro corazón, simplemente, amadMe, quedaos ante Mi Presencia o imaginadMe en algún momento bello que llegue a vuestra mente y a vuestro corazón, pero no os separéis de Mí, Mis pequeños.  

Hijitos Míos, el estar Conmigo, con vuestro Dios, lo podéis hacer de múltiples formas, y es lo que más deseo de las almas. No todo es rezo, no todo es oración, no todo es contemplación. Recordad, Mis pequeños, que Me gusta lo sencillo, lo que salga de vuestro corazón, con la mayor sencillez, como de niños, como Mi Hijo os decía y os pedía.

En una familia, vosotros actuáis en diferentes formas con vuestros hermanos y con vuestros padres. A veces, una sola mirada basta para decir muchas cosas. Cuando os conocéis en la familia, conocéis cómo os comportáis cada uno de vosotros. Os conocéis entre vosotros y, hasta podéis tener ese idioma de mudos, como a veces decís, que, sin decir una palabra, os estáis entendiendo perfectamente.

Lo que deseo de vosotros, Mis pequeños, es que os unáis Conmigo perfectamente, no importa bajo qué condición, pero unidos, sin palabras o con ellas, con una alabanza, con una oración, de cualquier forma, Mis pequeños, pero que esteMos unidos. Vosotros Me conocéis, Yo os conozco a vosotros y Somos Familia y así debereMos permanecer siempre, porque vuestra vida en la Tierra, es preparación para una Vida eterna.

Cuando no tengáis nada que decirMe, o que no salga nada de vuestro corazón, simplemente, amadMe, quedaos ante Mi Presencia o imaginadMe en algún momento bello que llegue a vuestra mente y a vuestro corazón, pero no os separéis de Mí, Mis pequeños. Vendrán momentos obscuros y, de hecho, los habréis tenido a lo largo de vuestra existencia, pero, siempre, siempre, voy a estar con vosotros.

Satanás, que es la obscuridad, va a tratar de apartaros de Mí, pero esto nunca sucederá, Mis pequeños, y por eso, quiero que la oración de vosotros, como os he pedido antes, salga de lo profundo de vuestro corazón, porque, si Yo estoy ahí, nada, nada Nos puede separar.

VivaMos, pues, unidos, de Corazón a corazón y, de esta forma, vosotros, Me entenderéis mejor y Yo, que os conozco, estaré más agradecido con vuestra actuación hacia Mí. Unidos, unidos siempre, Mis pequeños.

Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Vosotros os mantuvisteis en la Fe, os mantuvisteis buscándoMe. En la obscuridad en la que estáis ahora, os pudisteis haber mantenido, obscuridad de satanás, pero ¡no!, buscasteis la Luz. ¡Yo Soy la Luz del Mundo!

Hijitos Míos, con este cambio que se ha de venir, os he dicho, que vuestras capacidades también aumentarán, pero, sobre todo, las espirituales, que son las que más gozaréis.

Vosotros Me conocéis muy ligeramente y, con Mi estancia en la Tierra, tendréis una Escuela continua, ya que Mi Presencia lo es todo, Mis pequeños.

El crecimiento espiritual, que se os avecina, lo gozaréis inmensamente, porque eso es lo que habéis buscado, habéis crecido en él. Quizá, algunos de vosotros, os apartasteis algún tiempo de Mí, pero regresasteis, como el hijo pródigo, y se os irá dando esa Gracia, ese regalo grande, porque Me habéis buscado y, el que Me busca, Me encuentra y Yo lo lleno de Bendiciones.

¡Cuántas cosas tan bellas os tengo preparadas, Mis pequeños! Vosotros os mantuvisteis en la Fe, os mantuvisteis buscándoMe. En la obscuridad en la que estáis ahora, os pudisteis haber mantenido, obscuridad de satanás, pero ¡no!, buscasteis la Luz. ¡Yo Soy la Luz del Mundo!

Yo os vengo a dar todo lo que tenéis muy ligeramente; cuando conozcáis y viváis esa espiritualidad profunda a donde os quiero llevar, es cuando entenderéis la vida mística de los santos.

Dejaos, pues, Mis pequeños, mover por Mi Voluntad y, empezad, ya, a gozar, todo lo que os tengo preparado para vosotros. Os Bendigo, Mis pequeños y manteneos en Mí, en Mi Corazón.

Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla la Santísima Virgen María en Su Advocación de Inmaculada Concepción.

Sobre: ¡Pureza, Pureza!, Mis pequeños, es lo que falta ahora en el Mundo, satanás, se ha dedicado a destruir los corazones, a destruir vuestras almas, a ensuciarlas. Si vosotros pudierais ver vuestra alma, cuando está sucia por el pecado, especialmente el de la impureza, os asquearíais.

(Lenguas…) Hijitos Míos, Inmaculada Concepción, significa Pureza, Santidad, un Amor Total a Nuestro Dios y Señor. ¡Cómo quisiera veros, Mis pequeños, en esa misma situación Divina, que Me concedió Nuestro Dios y Señor! A Mí, a Su Sierva.

¡Pureza, Pureza!, Mis pequeños, es lo que falta ahora en el Mundo, satanás, se ha dedicado a destruir los corazones, a destruir vuestras almas, a ensuciarlas. Si vosotros pudierais ver vuestra alma, cuando está sucia por el pecado, especialmente el de la impureza, os asquearíais.

El alma, cuando está pura, cuando está en estado de Gracia, es una belleza. Vosotros mismos gozaréis, con vuestra alma, cuando esté en estado puro, en un estado, en el cual vosotros os podáis presentar ante vuestro Dios y Creador, ante Mi Hijo, vuestro Salvador y ante Mi Esposo, el Espíritu de Amor. Cuando el alma está impura, vosotros mismos os tratáis de esconder, porque os avergonzáis de vuestro estado.

Satanás se ha dedicado a corromper vuestra mente, vuestro corazón, para llevaros a la impureza en la que ahora vivís. Os ha hecho creer que muchos pecados, ya no lo son, que ya todo es normal, y eso, os va llevando a que vosotros no cuidéis del estado de vuestra alma y, no solamente eso, Mis pequeños, porque lo que tenéis en vuestra mente y en vuestro corazón, tarde o temprano se manifiesta en acciones y, por eso, estáis viendo tanta maldad a vuestro alrededor, sobre todo, de actos impuros.

¡Tantas, tantas almas, que hay en el Purgatorio para purificarse de este grave pecado!

Cuando llegáis ante la Presencia de Mi Hijo, para ser juzgados, os dais cuenta, plenamente, de lo que es la Pureza, cuando veis a Mi Hijo, cuando Me veis a Mí, y cuando veis el estado de vuestra alma. Os avergonzáis, no queréis estar ante Nuestra Presencia, a pesar de que estáis viviendo en ese momento un amor intenso. Nosotros no os rechazaMos, el alma misma se aparta por vergüenza, porque no puede estar ante Nuestra Presencia Pura, Santa, Inmaculada.

Por eso, Mi Padre y Señor, en Su Santísima Trinidad, permitió esta Advocación, en Mi Persona, para que Yo os enseñara lo que vosotros debéis tener en vuestra alma, para que vosotros buscarais esa Perfección Angelical. Viviendo en la Pureza, viviendo en la Humildad, vosotros aseguráis la entrada al Reino de los Cielos.

Todo pecado es impuro y si estáis en estado de pureza, podéis entrar fácilmente al Reino de los Cielos. PedidMe, en este día, Mis pequeños, que Yo os lleve a esa Pureza, para que seáis santificados, para que podáis entrar fácilmente al Reino de los Cielos. Un alma no puede entrar al Reino de los Cielos, si está impura. Venid a Mí, Yo os puedo llevar a esa Pureza, Mis pequeños.

Venid a Mí, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María, en Mi Advocación de Pureza, la Inmaculada Concepción.

Venid, venid, Mis pequeños, el Reino de los Cielos es vuestro, de él salisteis y a él regresaréis.

Manteneos en los Sacramentos, manteneos en una vida profunda Sacramental, Yo os llevaré ante Mi Hijo, os cuidaré durante vuestro caminar en la Tierra. Os ayudaré a que alcancéis la santidad a la que estáis llamados todos. Os ayudaré a que alcancéis la perfección de vuestros actos y pensamientos, para que estéis ante la Presencia de Nuestro Dios en esa sencillez del niño pequeño, que son una belleza ante Nuestros Ojos por su pureza.

Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Todo eso, ante Mis Ojos, son faltas graves. Podéis contar chistes, decir malas palabras, cuentos obscenos y, con eso, estáis destruyendo la pureza de aquellos que os están escuchando. Y vuelvo a preguntar: ¿cuántas veces lo habéis hecho?

Hijitos Míos, hablando sobre la impureza, mucho caéis en impureza con vuestra palabra. Las Sagradas Escrituras, se le compara a vuestra lengua, como una espada de doble filo. Podéis destruir la integridad de un hermano vuestro con la palabra y, ¿cuántas veces lo habéis hecho? Todo eso, ante Mis Ojos, son faltas graves. Podéis contar chistes, decir malas palabras, cuentos obscenos y, con eso, estáis destruyendo la pureza de aquellos que os están escuchando. Y vuelvo a preguntar: ¿cuántas veces lo habéis hecho?

Fuisteis enviados a la Tierra, porque os concedí el don de la vida, para que ayudarais a crecer a vuestros hermanos en su espiritualidad y, ¡cuánto falláis con esto, Mis pequeños! Ciertamente, podréis, estar haciendo el bien, quizá, hasta dando buen ejemplo, pero en el momento menos pensado, decís algo que va a afectar el pensamiento y la espiritualidad de aquellos que os escuchan y esto es porque no estáis cuidando vuestra lengua, no estáis cuidando vuestros pensamientos, no estáis buscando dejar Mi Presencia Virtuosa en vuestros hermanos. Descuidáis mucho, Mis pequeños, vuestra palabra.

En cambio, cuando os volvéis virtuosos, levantáis almas cuando las aconsejáis, cuando les hacéis ver un error, cuando realmente les llenáis su mente y su corazón con ejemplos vivos de bondad, de amor, de bien, de consejo, de Vida, de la Vida que Mi Hijo os dejó.

Falláis mucho con la palabra y más, cuando lleváis la palabra al ejemplo, porque, quizá, hasta sin decir una sola palabra, con el ejemplo estáis moviendo a muchos corazones a vivir en el error y en el mal.

Ciertamente, la vida sobre la Tierra, no es fácil, porque estáis rodeados de la maldad de satanás. Estoy Yo, en Mi Santísima Trinidad, acompañándoos en todo momento, siempre y cuando Me lo pidáis y tratéis de vivir una vida virtuosa.

Si vosotros dais el primer paso, si buscáis vivir en el bien, si Me lo pedís de corazón, Yo os ayudo, estoy con vosotros para llevaros a la perfección de vida y tenéis qué hacer muchos méritos, empezando por acallar vuestra boca y llenando vuestra mente y vuestro corazón, de cosas bellas, de cosas santas, de múltiples cosas con las que podáis ayudar a vuestros hermanos en su salvación.

Dejad que Mi Hijo purifique vuestra boca, purifique vuestros pensamientos, purifique vuestras intenciones, que os llene de Perfección Divina, para que seáis ejemplos vivos de ser otros Cristos en estos momentos en la Tierra y, enseñando a vuestros hermanos, con vuestro ejemplo, a vivir de acuerdo con Mi Santa y  Divina Voluntad.

Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Si no vivís una vida de oración; si no os alimentáis con el Alimento del Cielo, que Yo os dejé aquí en la Tierra, que es la Sagrada Eucaristía; si no vivís una vida de amor, de respeto a vuestros hermanos, de crecimiento espiritual, satanás, fácilmente, os vencerá.

Sabéis, Mis pequeños, que cuando Yo permito una prueba en vuestra vida, es para que vosotros crezcáis espiritualmente. Sabéis que estáis próximos a grandes acontecimientos que traerán un cambio Universal, que serán pruebas difíciles para aquellos que vivieron en el Mundo y para el Mundo, pero, para aquellos que han vivido para Mí, no lo sentirán así, puesto que muchas de estas almas escogidas, han sufrido a lo largo de su existencia y eso ha servido, también, para salvar a muchas otras almas, y para reparar por tantos pecados con los que el hombre destroza Mi Corazón.

Sí, Mis pequeños, son más las maldades que el hombre causa a Mí Corazón, más son los Dolores que las Alegrías que Me podéis dar, porque, también, por olvido, no os acordáis de darMe lo bueno que hacéis.

Lo que tendréis, van a ser pruebas, para que vosotros, os acabéis de purificar. Os habéis venido purificando a lo largo de vuestra existencia y, ésos momentos que tendréis de prueba para purificación, os llevarán al culmen, para que podáis estar ante Mi Presencia.

Tantos pecados que hay en el Mundo y vosotros no los despreciáis, al contrario, os involucráis en ellos. Muchas veces ya no es tanto el pecado que os acerca satanás para que caigáis en él, el pecado ya hizo mella en vuestro corazón, y lo tenéis ahí de continuo.

Satanás se las ingenia para que vosotrosos mantengáis en los pecados que, continuamente, estáis confesando, pero eso, es porque no lucháis contra vosotros mismos.

La lucha, os he dicho, que no la podéis hacer por vosotros mismos, vosotros necesariamente os tenéis que acercar a Mí, para que os guíe, para que os aconseje, para que os dé fuerza, para que podáis luchar contra todo aquello con lo que afectáis a Mi Sacratísimo Corazón.

Pasan los años en vosotros y, muchas veces, en lugar de poder erradicar ésos pecados que os han venido atacando a lo largo de vuestra vida, no los quitáis, no lucháis para que ya no se acerquen a vosotros y ponéis múltiples pretextos para aceptar esa situación de pecado, arguyendo muchas cosas: que ya por vuestra edad ya no pecáis, porque ya conocéis todo y ¡no!, Mis pequeños, no conocéis todo y menos, conocéis todo aquello con lo cual, satanás, os puede atacar y, vosotros, quizá, hasta ni os deis cuenta que os está llevando al mal, porque es muy astuto.

Si no vivís una vida de oración; si no os alimentáis con el Alimento del Cielo, que Yo os dejé aquí en la Tierra, que es la Sagrada Eucaristía; si no vivís una vida de amor, de respeto a vuestros hermanos, de crecimiento espiritual, satanás, fácilmente, os vencerá. Aún las almas escogidas tienen sus caídas, así que, no aseguréis que vosotros no caeréis en todas ésas tentaciones que pone a lo largo de vuestra existencia satanás, al contrario, estad siempre pendientes, en vigilia, para que os protejáis, en vigilia espiritual, cuidando vuestra alma, que es lo más preciado que tenéis, y que os lo he dicho múltiples veces, porque ella va a trascender y en ella se reflejará lo bueno y lo malo que hicisteis a lo largo de vuestra existencia.

 

PedidMe vuestra salvación a través de vuestra pureza, para que lleguéis a la santidad de vida y Yo os ayudaré, Mis pequeños. No confiéis en vuestras capacidades, confiad en Mí, vuestro Dios.

Gracias, Mis pequeños.