Nov 03_16 La sangre de los mártires transforma y renueva la Iglesia, os mejora a vosotros.

Rosario vespertino.

 

 

CONTIENE IMPORTANTE ORACIÓN DE DIOS PADRE.

Seguir ésta liga  para descargar oración.

 

 

Temas:

 

  • Cuando vosotros lleguéis a un lugar, sea cual fuere, bendecidlo como Mi Hijo os enseñó: que la Paz esté en este hogar o que la Paz esté en este lugar, para que en ése momento, se entronice Mi Presencia Divina.
  • Orad, orad mucho y reparad por vuestros pecados y por los de vuestros hermanos, el tiempo es breve, preparaos ya.
  • Venid a Mí, recapacitad, orad, para que Mi Santo Espíritu os dé la Luz que no quisisteis tomar a lo largo de vuestra existencia. No perdáis estas últimas oportunidades que se os dan, para salvar vuestra vida espiritual.
  • Vosotros debéis retomar y ofrecerMe vuestro “fiat”, en total libertad y en un amor inmenso por agradarMe.
  • Si sois llamados al martirio, Mi Hijo tomará vuestro lugar, sufriréis lo mínimo, si confiáis en Mi Voluntad, pero gozaréis lo máximo en el Reino de los Cielos, porque hay un lugar especial reservado para los mártires que defendieron Mi Palabra, Mi Amor con su donación.
  • Lo que ahora tendréis será como un parto, dolerá el proceso, pero en el alumbramiento, que va a ser la entrada al Nuevo Mundo que os daré, os hará olvidar el dolor pasado.

 

 

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

 

 

Ofrecimiento. Habla Dios Padre.

Sobre: Cuando vosotros lleguéis a un lugar, sea cual fuere, bendecidlo como Mi Hijo os enseñó: que la Paz esté en este hogar o que la Paz esté en este lugar, para que en ése momento, se entronice Mi Presencia Divina.

(Lenguas…) Me deja ver primero Nuestro Dios, una Cruz dorada, con un fondo rojo obscuro, entonces Me dice Papá Dios:

Acostúmbrense hijos Míos, a que en cada lugar a donde vosotros lleguéis, bendecid el lugar. Recordad, Mis pequeños, que satanás es el príncipe de este Mundo y todo lo ha contaminado. Cuando vosotros lleguéis a un lugar, sea cual fuere, bendecidlo como Mi Hijo os enseñó: que la Paz esté en este hogar o que la Paz esté en este lugar, para que en ése momento, se entronice Mi Presencia Divina y, de esta forma, al estar Yo ahí Presente, todo será renovado, todo será purificado y todo dará el fruto que vosotros buscáis.

Mi Presencia elimina la presencia de satanás. Vosotros llevaréis Mi Presencia a todos lados a donde vayáis y, así, vosotros, lo iréis transmitiendo a vuestros hermanos y se irá recuperando el Mundo para Mí.

Le habéis permitido a satanás tomar a vuestro Mundo, porque os falta oración, porque os falta regresarMe, a Mí, lo que Me pertenece. Yo creé todo lo visible e invisible, todo lo que está a vuestro alrededor Me pertenece y, en vuestros deseos, vosotros Me iréis regresando lo que Me pertenece y le iré quitando, a satanás, lo que Me ha ido arrebatando, porque vosotros no cuidasteis lo que os pedí que cuidarais, que es la Creación.

Recordad, pues, Mis pequeños, esto que es muy importante, porque, así, Mi Hijo se lo enseñó a los apóstoles, y a la gente de ese tiempo, que Mi Presencia esté en todos los lugares a donde vayáis.

De esta forma, así como lo vayáis vosotros enseñando y todos lo vayáis haciendo, se irá recuperando el Mundo para Mí. Mi Paz, Mi Amor, llegará a todos lugares y, decidlo así, Mis pequeños: que la Paz y el Amor de Nuestro Dios esté en este lugar y en los que en este lugar habiten. Todos lo repetiréis y todo se irá renovando por ese deseo de amor hacia Mí.

Gracias, Mis pequeños.

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Orad, orad mucho y reparad por vuestros pecados y por los de vuestros hermanos, el tiempo es breve, preparaos ya.

Hijitos Míos, el Cielo es vastísimo. Yo creé infinidad de almas, todos pertenecéis al Cielo, de ahí salisteis y, ¡cómo quisiera que todas regresarais después de vuestra misión sobre la Tierra!

La maldad de satanás Me quita a muchas almas y, eso Me duele muchísimo, Mis pequeños y, prácticamente, no reparáis por ello.

Vosotros, Mis pequeños, los que estáis Conmigo, podéis hacer mucho y, especialmente, en estos tiempos que estáis viviendo y los que han de venir en breve. Podéis regesarMe muchas almas al Cielo. Vuestra oración, vuestra donación, vuestra unión Conmigo, pueden lograr milagros, pero vosotros debéis poner de vuestra parte.

Poneos en Mi lugar, Mis pequeños, imaginad que vosotros creasteis a todos los hombres, a todo lo que veis y no os digo lo que no veis, porque no tenéis un parámetro para saber qué es lo que está creado y que no conocéis, pero, simplemente, con lo que veis, que es inmenso, que es infinito, como os dije, imaginad que vosotros creasteis todo, con delicadeza, con amor, pensando en qué es lo ibais a hacer y pensando en la creación de cada cosa y, de repente, viene el enemigo y os empieza a quitar todo lo que vosotros creasteis con amor y con delicadeza. Las almas creadas os empiezan a dar la espalda, ya no quieren saber de vosotros, ya no quieren saber nada de su creador. Imaginad, vosotros, que hasta os empiezan a traicionar y entre ellos, discuten, se convencen unos a otros de ya no regresar Conmigo. Vosotros, tomando Mi lugar, sentiríais muy doloroso todo esto.

Cuando vosotros tenéis familia y esa familia responde, gozáis su unión, pero, cuando la familia se desperdiga y no quieren saber de vosotros, que fuisteis sus padres, os duele en lo más profundo de vuestro corazón y, eso es lo que Me pasa, Mis pequeños. Yo, como Dios, como Creador, os creé, a cada uno de vosotros, con cuidado, con delicadeza, con Amor y ¿cuántos quedáis ante Mí? ¿Cuántos Me seguís? ¿Cuántos, realmente, buscas el agradarMe y el seguirMe? Eso es lo que os está pasando actualmente y, necesariamente, tendrá que venir una división, los que están Conmigo y los que están en contra Mía y, ciertamente, en medio, los tibios.

Pero los tibios, como os he explicado antes, es gente mala, es gente convenenciera, es gente a la que no se le puede tener seguridad, credibilidad, porque os pueden traicionar fácilmente.

Mi Corazón está muy adolorido, porque después de todo lo que he hecho por vosotros y, aun enviando a Mi Hijo por vuestra salvación, no queréis estar Conmigo. Me traicionáis y, los que estáis Conmigo, no hacéis lo suficiente para reparar y para traerMe alegría; sois muy descuidados, seguís queriendo todo para vosotros y, no hay nada para Mí, prácticamente. Si no os lo estoy recordando continuamente, Me falláis continuamente, os olvidáis de Mí, no Me buscáis. ¡Qué ingratitud del hombre! ¡Qué ingratitud de corazón! Por eso, tengo, ya, que purificar a esta generación malvada, traicionera, convenenciera.

Aceptad, pues, Mis pequeños, lo que os voy a mandar para purificaros, no veáis todo esto como negativo, ya que, muchos de vosotros, sois tibios y necesitáis crecer espiritualmente.

Os pido busquéis vuestro crecimiento espiritual de la mejor forma. No presumáis de los dones que os he dado a cada uno de vosotros, cada uno de vosotros Me serviréis, unos más, otros menos, pero Me serviréis para este cambio.

Orad, orad mucho y reparad por vuestros pecados y por los de vuestros hermanos, el tiempo es breve, preparaos ya.

Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Venid a Mí, recapacitad, orad, para que Mi Santo Espíritu os dé la Luz que no quisisteis tomar a lo largo de vuestra existencia. No perdáis estas últimas oportunidades que se os dan, para salvar vuestra vida espiritual.

Hijitos Míos, Soy vuestro Padre y Creador de todo lo que existe, todo Me pertenece, pero así como a algunas cosas, vosotros, les dais buen uso, hay otras a las que les dais mal uso.

La humanidad se ha venido peleando por los bienes de este Mundo, por sus riquezas, por lo que vosotros consideráis que vale.

Se le ha dado un valor muy alto a ciertas cosas y que no lo tienen, pero, el hombre, busca tener de todo aquello que os puede hacer valer ante el Mundo y, acumuláis riquezas, que, ante Mis Ojos, no lo son.

En las Sagradas Escrituras, podéis encontrar lo que se habla acerca de las riquezas, y que todo es vano. Perdéis el tiempo inútilmente, os llenáis de lo que vosotros llamáis bienes, pero, que, en la realidad, os causan muchos problemas, a tal grado, que hasta guerras se han producido por arrebatarse los bienes que buscáis.

¡A cuánto error os ha llevado satanás!, y no tenéis ése Discernimiento Santo, que lo da, precisamente, la vida en la Gracia y, en el estudio de las Sagradas Escrituras.

Vosotros, os llenáis de esos valores del Mundo y, hacéis a un lado los bienes que,realmente, os regresarán al Reino de los Cielos. No os imagináis, Mis pequeños, cuántas almas regresan a Mí, con las manos vacías, dejaron sus bienes inútiles en la Tierra, pero tarde se dan cuenta de que lo que acumularon, de nada les servirá para llegar ante Mí.

Los bienes que debéis buscar o que debisteis, más bien, haber buscado, son los del alma, los valores del alma, las Virtudes, el amor, que lo hicisteis a un lado, especialmente aquellos que buscaban, afanosamente, las riquezas del Mundo. Hicisteis muchos negocios que os llenaron de bienes del Mundo, riquezas, a las cuales les disteis mucho valor, pero, ante Mis Ojos, no valen nada y ésas riquezas del Mundo, en lugar de engrandeceros ante Mis Ojos, es el lastre que os va a llevar a vuestra condenación eterna.

¡Cuántas riquezas no están ensangrentadas!, que con tal de tenerlas, matasteis. ¡Cuánto pecado hay tras de muchas riquezas que se acumulan! ¡Cuánto mal se hace con ellas! Por eso os dije que os iba a ir quitando lo que vosotros consideráis vuestras riquezas y lo que os causa un apego al Mundo y que, así como os iba a ir quitando las riquezas del Mundo, os iba a ir llenando de los bienes del Cielo.

Ya os dais cuenta y, lo estáis padeciendo, que los bienes del Mundo ya no os alcanzan para vivir. Este es el momento en que debéis reflexionar todo lo que os he dicho y pedidMe que os vaya llenando de los bienes del Cielo, porque, también, tenéis en las Sagradas Escrituras, que buscarais primero el Reino de Dios, Mi Reino y que lo demás se os daría por añadidura. El hombre, erróneamente, se dejó aconsejar con las mentiras de satanás, él os llevó a buscar añadidura y os vaciasteis de los bienes del Reino. No tenéis en vuestro corazón, las riquezas de Mi Reino y seréis llevados a Juicio, se pondrá en la balanza lo bueno y lo malo. ¿Cuánto podréis poner en el lado que os va a ayudar a ganar el Reino de los Cielos? ¿Qué hicisteis con vuestra alma? ¿Cómo pusisteis a trabajar los bienes espirituales, de los cuales, os debisteis haber llenado? Cuando estéis ante esa balanza, os daréis cuenta de vuestro error, prácticamente, no tendréis nada qué poner, porque os dedicasteis a buscar los bienes del Mundo.

Satanás, astutamente, os llevó a eso, a desviaros a los bienes del Mundo, y no os llenasteis de los bienes del Cielo, tomasteis caminos errados, desviasteis vuestra misión y, en lugar de buscar Mi Amor y Sus Riquezas, satanás os llevó por el camino erróneo y os llenasteis de lastre que no os dejaba volar hacia Mí.

Tuvisteis muchas oportunidades de enmendar el camino, pero el vicio, la egolatría de querer ser grandes ante los ojos de vuestros hermanos, por tener mucho de las riquezas del Mundo, no os permitió razonar debidamente, pero ya, ante Mi Presencia, ya no podréis enmendar vuestros errores.

Recapacitad, arrepentíos y venid a Mí, un arrepentimiento de corazón, como el del buen ladrón, os puede ayudar a regresar a Mí, pero si os mantenéis en vuestra soberbia, si seguís defendiendo vuestros bienes del Mundo, acabaréis en el lugar del castigo, por necios y porque no hubo Sabiduría en vuestras acciones y pensamientos.

Venid a Mí, recapacitad, orad, para que Mi Santo Espíritu os dé la Luz que no quisisteis tomar a lo largo de vuestra existencia. No perdáis estas últimas oportunidades que se os dan, para salvar vuestra vida espiritual.

Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Vosotros debéis retomar y ofrecerMe vuestro “fiat”, en total libertad y en un amor inmenso por agradarMe.

Hijitos Míos, así como a un diamante, cuando está en bruto, no se le nota su belleza, sino hasta que se le corta, resalta el brillante que debe ser. Así os he ido, a vosotros, transformando. Os he tomado y os he ido puliendo. No os habéis dado cuenta de ello en totalidad, pero os he ido llevando paso a paso, a todos vosotros, los que estáis Conmigo, que desde años para acá, cambiasteis vuestra vida y Me escogisteis. Me habéis buscado, habéis aprendido, os he enseñado, habéis cambiado, habéis reflexionado y habéis encontrado el camino correcto.

Algunos, se han ido, otros han venido, otros han regresado. Pero, las almas que se mantienen, empiezan a brillar. He ido eliminando todas las asperezas, toda esa roca que no permitía que saliera el brillo de vuestra alma. Toda esa roca externa significa todo lo que es del Mundo, todo aquello a donde satanás os llevó y que obscurecía la belleza de vuestro interior, que es el brillante que pronto ha de salir de cada uno de vosotros.

Seréis como esa oruga que se hace crisálida y de ahí saldrá, un tiempo después, la mariposa y volará. Y así, como el brillante transmite colores bellísimos, fulgores de colores, que brillan y llaman vuestra atención: la mariposa, también, está llena de colores, muy diferente a la oruga que entró al capullo.

Habéis sido transformados, Mis pequeños y ya va a ser el tiempo en que se os quitarán las últimas capas de roca que cubre la belleza del diamante, para llegar a ser el brillante que gozaréis vosotros y gozarán vuestros hermanos o, también, ya será el tiempo, en que saldréis del capullo, de la transformación de la crisálida y volaréis hacia Mí.

Os habéis dejado mover por Mí, habéis aprendido lo que es el Amor, os he ido cuidando y transformando, para que seáis los hijos que Yo quiero que viváis en las Nuevas Tierras que os daré.

Ciertamente, todavía, Mi Santo Espíritu dará los últimos toques para eliminar, lo más posible, aquello que os detiene en la Tierra y que no os deja volar hacia Mí. Pero, para ello, vosotros debéis retomar y ofrecerMe vuestro “fiat”, en total libertad y en un amor inmenso por agradarMe.

Como veis, Mis pequeños, Yo no presiono, todo ha sido paulatino, en total libertad. No os presioné para que os juntarais a orar, os llevé con delicadeza, para que naciera de vosotros el gusto en la reunión para estar Conmigo. Dejasteis las pláticas del Mundo y empezasteis las pláticas de Dios. Sois Míos, fuisteis creados para servirMe, pero para servirMe en el Amor, en total libertad, y amándoMe tiernamente.

Habéis respondido a Mi Llamado y Yo os cuidaré, como a la niña de Mis Ojos. Me pertenecéis, porque, Yo, ya habito en vuestro interior. Ya no queréis salir al Mundo, porque el mismo Mundo os rechaza, ya no buscáis el Mundo, porque os parece vacío y vano. Estando Conmigo os sentís satisfechos, alegres y, estando en el Mundo, sufrís.

¿Os dais cuenta, ahora, cómo os transformé?, sois Míos y gozaréis de lo Mío, todo lo Mío, todo lo Creado. Todas las bellezas que aún ahora, no comprendéis, serán vuestras. Me agradeceréis y, Yo, contento estaré con vuestra alegría y vuestros agradecimientos.

Venid a Mí, Mis pequeños, compartidMe vuestra alegría, agradecedMe, de corazón, que el tiempo de ese gusto que os prometo, ya llega. Os amo, Mis pequeños, recibid Mis Bendiciones y agradezco vuestro Amor.

Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Si sois llamados al martirio, Mi Hijo tomará vuestro lugar, sufriréis lo mínimo, si confiáis en Mi Voluntad, pero gozaréis lo máximo en el Reino de los Cielos, porque hay un lugar especial reservado para los mártires que defendieron Mi Palabra, Mi Amor con su donación.

Sabéis, Mis pequeños, que de todo mal que, en cierta forma satanás provoca, y que Yo permito que se dé, siempre, de ahí, surge un bien.

Veis la mortandad de tantos hijos Míos, que están defendiendo sus creencias, toda ésa sangre, unida a la de Mi Hijo, purificará a muchas almas, tanto de la Tierra, como del Purgatorio.

Todo se va renovando, todo se va mejorando. La sangre de los mártires transforma y renueva la Iglesia, os mejora a vosotros, porque veis el ejemplo santo de vuestros hermanos.

Os he dicho que si sois llamados al martirio, Mi Hijo tomará vuestro lugar, sufriréis lo mínimo, si confiáis en Mi Voluntad, pero gozaréis lo máximo en el Reino de los Cielos, porque hay un lugar especial reservado para los mártires que defendieron Mi Palabra, Mi Amor con su donación.

Vuestra cruz de cada día, ciertamente, es un martirio y, cuando vosotros lleváis a cabo vuestra misión diaria, con amor y ofreciéndoMe todos vuestros actos, con la mayor perfección posible, eso, es un martirio, especialmente, cuando satanás os ataca para que no llevéis a cabo vuestra misión lo más perfectamente posible.

Vuestra cruz de cada día es vuestro diario quehacer. Ciertamente, algunas cosas gozaréis en hacerlas, pero, otras cosas que se salen de lo que vosotros estáis acostumbrados a llevar a cabo, que os causan problemas, dolores, preocupaciones, aún enfermedades, también, Me las debéis ofrecer, para vuestra purificación y para la de vuestros hermanos.

Así como os doy cruz, también os doy gustos, no soportaríais vivir en pura cruz de dolor. Voy mediando vuestra vida, os conozco perfectamente y nunca os voy a dar más allá de lo que podáis soportar, lo sabéis muy bien, pero lo que no todos quieren, es la aceptación de la cruz y tratan de evitarla a toda costa, reniegan de ella y blasfeman contra Mí, por lo que está llegando a su vida.

Muchas veces, vosotros os causáis ésa cruz y la hacéis más pesada, porque no hacéis las cosas correctamente. No os basáis en las Virtudes y en el Amor y hacéis muchas cosas en la maldad y en los vicios y eso, va haciendo que vuestra cruz se vuelva más pesada, porque no estáis actuando correctamente.

Cuando un alma se deja llevar por Mi Voluntad, su cruz no se hace tan pesada, en lugar de cruz, se vuelve alegría, porque esa alma ofrece todo lo que hace, y que lo hace bien.

La Vida de Mi Hijo, fue Cruz, por un lado y grandes alegrías por otro. Cuando Él llevaba alegría a vuestros hermanos, cuando les recobraba la salud, cuando le daba vida, nuevamente, a los muertos, cuando curaba no solamente dolores físicos, sino, también, espirituales. También bromeaba, también reía y todo eso Me lo ofrecía.

Os he dicho que vosotros debéis vivir en la alegría, porque el Amor os lleva a eso. También tendréis dolor en el amor, porque  nunca podréis separar el dolor del amor y eso, también Me lo ofreceréis. Alegrías y tristezas son parte de vuestra vida y todo lo quiero compartir con vosotros, Mis pequeños. No Me ofrezcáis solamente dolores, porque vuestra vida no es solamente dolor, dadMe, también, lo bueno que he permitido en vuestra vida o lo que os doy para que gocéis y descanséis de las maldades que os rodean.

Un alma agradecida y sabia, Me dará todo esto. Busco estar con vosotros en todo momento, no Me apartéis de vuestra vida, quiero continuidad en vuestra vida, no vengáis a Mí, solamente en algunos momentos y Me olvidéis en otros, quiero desde lo más sencillo, hasta lo más complicado.

 

DadMe todo, como Yo os he dado totalmente a Mi Hijo, sois Mis hijos y también os quiero en totalidad; dadMe ese gusto, el mismo gusto que Mi Hijo Me dio en obediencia y en Amor por vuestra salvación. Daos por completo a Mí, para que salvéis muchas almas por la obediencia que, como Mi Hijo, tuvo hacia Mí, al aceptar Su Misión por vuestra salvación.

Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Lo que ahora tendréis será como un parto, dolerá el proceso, pero en el alumbramiento, que va a ser la entrada al Nuevo Mundo que os daré, os hará olvidar el dolor pasado.

Hijitos Míos, os he dicho que todo será renovado y, lo que veis ahora, ya no lo volveréis a ver. Cuando os he prometido un Nuevo Mundo, es para que vosotros gocéis de cosas que ni os imagináis.

Es tener una nueva casa, es tener un nuevo futuro, es olvidar toda la maldad, es una nueva renovación, espiritual y física; es recuperar las capacidades de vuestros Primeros Padres, es vivir enamorados de Mi Amor, es vivir como una verdadera familia.

Cuando os dije que la Purificación se tenía que dar y que no os fijaras tanto en ella, sino que pusierais toda vuestra atención y vuestros deseos en el regalo que os iba a dar después, es esto, Mis pequeños, es vivir, prácticamente, como se vive en el Cielo, aquí en la Tierra.

Ahora vivís rodeados de esa maldad de satanás y, en cierta forma, os habéis acostumbrado a ella, vivís en los temores, vivís en las intrigas, vivís en la maldad total entre vuestros hermanos, y todo eso será eliminado.

Difícilmente os podéis imaginar lo que es el bienestar espiritual que tendréis, porque ya estáis tan contaminados con el mal que diseminó satanás, que no podéis vosotros, imaginar un mundo que no tenga maldad. Nacisteis en ella, habéis vivido en ella, os habéis aprovechado de ella y, por eso, debéis ser purificados, porque estáis contaminados por esa maldad, porque os aprovechasteis de ella durante vuestra vida.

El Nuevo Mundo es vida en Virtud, es vida en Amor, es vida en Paz, es vida en crecimiento, en todos sentidos. Vuestras capacidades intelectuales crecerán grandemente, descubriréis nuevas cosas que Mi Santo Espíritu os infundirá y que os servirán para tener una vida más agradable, más placentera y, sobre todo, respetando Mi Creación. Cuidaréis de ella y, ella, os respetará y os cuidará, también, a vosotros. Os he dicho que toda la Creación está viva y podréis vivir y sentir toda esa vida a vuestro alrededor. Vuestra misma mente será transformada, porque no estáis capacitados, ahora, para apreciar todas las bellezas que os rodean.

Creéis haber avanzado mucho desde que vuestros Primeros Padres cayeron, y que perdieron todo, pero no habéis avanzado gran cosa, Mis pequeños, satanás ha ido deteniendo vuestra recuperación, de las capacidades de vuestros Primeros Padres.

Os he dicho que no hay evolución del hombre, sino recuperación de las capacidades que tenían vuestros Primeros Padres. No habéis avanzado gran cosa para recuperar lo que ellos tenían. Yo, cuando creo algo, lo creo en perfección, y ellos fueron creados en perfección y vosotros, ahora, distáis mucho de ello, pero mucho, Mis pequeños. No hay comparación de lo que ellos poseían antes del Pecado Original a lo que ahora vosotros poseéis.

Por eso, os he dicho que lo que ahora tendréis será como un parto, dolerá el proceso, pero en el alumbramiento, que va a ser la entrada al Nuevo Mundo que os daré, os hará olvidar el dolor pasado. Bellezas inimaginables conoceréis. No os podéis imaginar lo que Yo, como Dios, puedo proveer al hombre. Simplemente, dejaos mover por Mí y gozad lo que os daré. No elucubréis, porque no os imagináis Mis Grandezas.

Ved el cielo en la noche, simplemente, observad las grandezas del firmamento, no tenéis capacidades para entender cómo está creado y, está ahí, ante vuestros ojos; cómo no entra nada en caos y, en Mi Poder, está todo, ante vosotros, en orden. Y así será con vosotros en este cambio, entraréis nuevamente al orden constituido al Principio de la Creación. Ahora, estáis en caos, tendréis que pasar estos momentos, como os dije, como el parto y volverá todo, después, como al Principio. Confiad y agradeced desde ahora, Mis pequeños, lo que gozaréis.

Gracias, Mis pequeños.