Oct 22_16 Soy el Dios Olvidado, Soy el Dios que está en los corazones Solo.

Rosario vespertino.

 

 

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  • El alma fértil, produce amor, está llena de amor, produce vida espiritual, son almas amadas de Mi Corazón, porque Yo Soy un Alma Fértil, porque Yo Soy vuestro Dios, Yo Soy Amor, Yo os doy Mi Amor para que vosotros lo transmitáis a vuestros hermanos.  
  • Os pido pues, Mis pequeños, que os acerquéis a Mi Corazón Sacratísimo, para que sintáis, siempre, la seguridad que Yo os doy en vuestro cuidado, tanto físico como espiritual. No perdáis nunca, Mis pequeños, la Paz y la alegría de vuestro corazón, porque Yo estoy con vosotros
  • Adán y Eva, vuestros Primeros Padres, no iban a morir, porque Yo Soy Vida y Yo creé todo con Vida. El Pecado, atrajo la muerte y la enfermedad al Mundo y por eso veis, a vuestro alrededor, que todo lo que está vivo, llega a enfermarse y a morir, especialmente vosotros.
  • El alma virtuosa deja un olor a santidad a su alrededor, ayuda a que se levanten aquellas almas débiles en la Fe, débiles en la vida espiritual. Las almas virtuosas siempre van a dar más que las demás.
  • DadMe pues, alegría, Mis pequeños, compartideMe de lo vuestro. Si Yo, os alegro con tantas cosas que os doy y tenéis Mis cuidados en todo momento, dadMe la alegría de convidarMe de vuestro tiempo, quiero que, también, sea Mi tiempo.

 

 

 

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: El alma fértil, produce amor, está llena de amor, produce vida espiritual, son almas amadas de Mi Corazón, porque Yo Soy un Alma Fértil, porque Yo Soy vuestro Dios, Yo Soy Amor, Yo os doy Mi Amor para que vosotros lo transmitáis a vuestros hermanos.  

Hijitos Míos, hay almas fértiles y hay almas estériles, las almas fértiles son las que están Conmigo, son aquellas que dan mucho por la salvación de las almas, son almas que están Conmigo y que saben lo que Yo quiero.

Mis pequeños, Yo vine a la Tierra por Mandato del Padre, vine a serviros, Yo, Todo un Dios, Hecho Hombre, vine a servir a la humanidad sufriente, a la humanidad necesitada de Nuestro Amor; conviví entre los hombres, vi a las almas fértiles y a las almas estériles. Os quiero explicar esto, Mis pequeños.

El alma fértil, produce amor, está llena de amor, produce vida espiritual, son almas amadas de Mi Corazón, porque Yo Soy un Alma Fértil, porque Yo Soy vuestro Dios, Yo Soy Amor, Yo os doy Mi Amor para que vosotros lo transmitáis a vuestros hermanos. En cambio, hay almas estériles, que no producen amor, son almas secas, almas que no quieren vivir de acuerdo a como Yo os he pedido que viváis. Estas almas, son como ésa higuera, que cuando pasaba Yo y vi que no tenía higos, la maldije para que se secara, que muriera, no estaba dando fruto. Las almas estériles pasan por el Mundo y, prácticamente, no sirven para nada, estas almas terminan, generalmente, condenadas, porque no hacen nada ni por su propio bien ni por el bien de todas las demás almas.

Las almas fértiles, como os dije, son las queridas de Mi Corazón, son las que tienen un lugar muy especial en Mi Corazón y lo tendrán después en el Reino de los Cielos.

Tratad de vivir, Mis pequeños, según como Yo os enseñé, un alma fértil, produce mucha alegría en el Cielo y, al final de su existencia en la Tierra, cuando llegan al Cielo, son alabadas y bendecidas, y hay mucha alegría en el Cielo por estas almas que dejaron Mi Bien y Mi Amor en todas las demás. Un alma fértil deja huella, como Yo también la dejé.

Sed pues, Mis pequeños, almas fértiles y con ello aseguraréis vuestra entrada y permanencia en el Reino de los Cielos.

Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Os pido pues, Mis pequeños, que os acerquéis a Mi Corazón Sacratísimo, para que sintáis, siempre, la seguridad que Yo os doy en vuestro cuidado, tanto físico como espiritual. No perdáis nunca, Mis pequeños, la Paz y la alegría de vuestro corazón, porque Yo estoy con vosotros.

Hijitos Míos, un distintivo que tienen las almas que Me pertenecen, es que, primeramente, están llenas de Mi Paz y segundo, son almas alegres.

Un alma que está Conmigo, debe estar llena de Paz, porque Yo Soy la Paz. Mi Hijo os enseñó a que, cuando estuvierais con otra persona, le dijerais así, la Paz esté Contigo, porque, la Paz, Somos Nosotros, Paz interior, Paz que produce esa alma y esa Paz, va a producir también, alegría, porque no podéis estar tristes cuando se Me tiene en vuestro corazón.

La Paz y la alegría son un distintivo de los verdaderos cristianos, un distintivo de aquellos que realmente Me están llevando a sus hermanos. Cuando se da en una persona, que Me lleve con esa Paz y ese Amor, va a llevar esa Paz a donde se encuentre. Hay mucha tribulación alrededor vuestro, hay mucha maldad, y vosotros debéis estar llenos de Paz y alegría.

Muchos problemas os aquejan, porque satanás os ha llevado a una tribulación mundana. Vosotros no tenéis Paz, porque no Me buscáis, no Me queréis tener en vuestro corazón. Os habéis dejado embaucar por satanás y él os lleva a buscar muchas cosas que, a veces, hasta son imposibles a vuestras capacidades y eso, os lleva a que no tengáis Paz en vuestro corazón.

Yo Soy Sencillo, Yo no os pido cosas imposibles, Yo os pido que tengáis la Paz y todos vosotros la podéis tener si estáis viviendo de acuerdo a Mi Voluntad. Si tenéis la Paz, inmediatamente, tendréis la alegría, porque no tendréis preocupaciones, aun para cubrir ciertas cosas que, a vuestras capacidades, ya sean emocionales, ya sean económicas, ya sean espirituales, se os van a hacer imposibles de obtener; porque satanás, os lleva a crear un imposible que os va a quitar la Paz.

Si vosotros os dais cuenta, a vuestro alrededor, lo que ha hecho satanás, es quitaros la Paz. Tenéis miedo de salir de vuestros hogares, porque creéis que alguien os va a atacar. Tenéis miedo de tantas cosas a vuestro alrededor y vosotros no estáis a gusto y ya no tenéis esa Paz. Meditad eso, Mis pequeños y veréis que es verdad.

Satanás, os ha quitado la Paz y ya, vosotros, no camináis contentos, ya no camináis seguros a donde vais y, al no tener esa Paz, estáis llenos de preocupaciones y eso, os quita la alegría.

Un hijo Mío, siempre es alegre, porque es humilde, porque está lleno de Mi Amor.

Os pido pues, Mis pequeños, que os acerquéis a Mi Corazón Sacratísimo, para que sintáis, siempre, la seguridad que Yo os doy en vuestro cuidado, tanto físico como espiritual. No perdáis nunca, Mis pequeños, la Paz y la alegría de vuestro corazón, porque Yo estoy con vosotros.

Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Adán y Eva, vuestros Primeros Padres, no iban a morir, porque Yo Soy Vida y Yo creé todo con Vida. El Pecado, atrajo la muerte y la enfermedad al Mundo y por eso veis, a vuestro alrededor, que todo lo que está vivo, llega a enfermarse y a morir, especialmente vosotros.

Hijitos Míos, el pecado ha velado vuestra mente, vuestros ojos, vuestro corazón. Yo no creé las cosas como ahora las veis, todo lo que Yo creé, es hermosísimo. Vosotros estáis viendo lo que está a vuestro alrededor, con una afectación por el pecado.

Es como cuando vosotros os ponéis lentes obscuros, todo cambia de color, todo lo veis diferente, ciertamente, os protege del sol, pero la realidad, es otra, no estáis viendo las cosas a vuestro alrededor, con el color real que tienen.

Y esto es lo que pasa con el pecado. El Pecado Original, os puso un velo frente a vuestros ojos, a vuestra mente, vosotros no recibís Mis Bendiciones como debieran llegar, todo lo que recibís, no lleva la calidad que debéis vosotros recibir y, sobre todo, gozar. Ciertamente, veis cosas bellas, porque Yo creo todas las cosas bellas y os consiento, pero la realidad, es otra, el pecado, todo lo afectó, empezando con la muerte.

Adán y Eva, vuestros Primeros Padres, no iban a morir, porque Yo Soy Vida y Yo creé todo con Vida. El Pecado, atrajo la muerte y la enfermedad al Mundo y por eso veis, a vuestro alrededor, que todo lo que está vivo, llega a enfermarse y a morir, especialmente vosotros. Veis un día una flor muy bella, pasan unos cuantos días y esa flor se va cerrando y se va marchitando y eso no debiera haber sucedido, Mis pequeños. Todo aquello que Yo creé en la Naturaleza, iba a ser perenne, vosotros ibais a gozar de todo lo creado y en un estado bellísimo, pero el pecado todo lo echó a perder.

Y vosotros, estáis padeciendo todo esto también, porque el pecado está en el Mundo, pero lo peor de todo, es que vosotros no habéis hecho gran cosa para erradicar el pecado del Mundo, empezando por el pecado que tenéis en vuestro corazón.

Vosotros podéis ver a las almas que se han acercado a Mí profundamente, es la vida de los santos y tenéis muchos ejemplos como ésas personas. Ésas almas bellas tienen una belleza muy particular, porque están Conmigo y el estar Conmigo les confiere una belleza profunda, transmiten Vida y, a pesar de que sean ancianas, tienen Vida.

Vosotros debéis ser igual, Mis pequeños, debéis conservarMe en vuestro corazón, para que mantengáis esa Vida que os va a dar siempre una lozanía espiritual muy bella. Mi Hija, la Siempre Virgen María, es bellísima, pero es bellísima, porque en Su Corazón, sabe amar, Me ama a Mí, vuestro Dios y, al amarMe con todo Su Corazón, ese Amor sale a través de Ella, precisamente, confiréndole esa belleza tan particular que tiene Mi Hija, la Siempre Virgen María.

Manteneos, pues, Mis pequeños, Conmigo, en Mi Amor y vosotros también gozaréis de esa belleza que tienen las almas santas.

Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla la Santísima Virgen María.

Sobre: El alma virtuosa deja un olor a santidad a su alrededor, ayuda a que se levanten aquellas almas débiles en la Fe, débiles en la vida espiritual. Las almas virtuosas siempre van a dar más que las demás.

Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y os quiero pedir, Mis pequeños, que busquéis, siempre, vivir en la Virtud.

Se Me concedió de la Santísima Trinidad, que Ella Me dotara de grandes Virtudes, es más, de todas las Virtudes en su máxima expresión.

La Virtud la llevan las almas buenas y las Virtudes son como perlas preciosas, como gemas bellísimas, que adornan al alma. Ciertamente, un alma buena, es agradable a los Ojos de Dios Padre y es agradable a las demás almas, pero cuando se tienen las Virtudes en un alto grado, las almas que están a su alrededor, gozan de su presencia y aprenden de esa alma. El alma virtuosa deja un olor a santidad a su alrededor, ayuda a que se levanten aquellas almas débiles en la Fe, débiles en la vida espiritual. Las almas virtuosas siempre van a dar más que las demás. Las almas virtuosas están muy cerca del Amor de Nuestro Dios.

Mi Hijo, Jesucristo, Dios Hecho Hombre, es la Virtud, por excelencia. Él iba dejando ese aire alrededor de Él, de Amor, de Paz, de Virtud, de Fe.

El alma virtuosa siempre es bien recibida en todos lados, porque siempre va a dejar algo bueno para los demás. Que es muy diferente al alma que vive en el vicio, en la maldad, esas almas son rechazadas por la misma sociedad, pero, debéis pedir por ellas, porque vosotros no sabéis la historia de esa alma, no sabéis su problemática y, si sois virtuosos, no deberéis vosotros criticar, sino ayudar, porque esa es la actitud del alma virtuosa, ayudar en lo que se pueda para servir a Nuestro Dios, en la salvación de otras almas, para dejar paz, alegría, amor entre los hombres.

Repasad la Vida de Mi Hijo sobre la Tierra, Él dejó Vida, Amor, dejó una estela de Santidad en su máxima expresión y, por la salvación de todos vosotros.

Sed pues, como Mi Hijo, venid a Mí, Mis pequeños, para que Yo os ayude a alcanzar esa cualidad grandísima de la Virtud, Yo intercederé por vosotros, porque quiero que vosotros seáis esas gemas preciosas ante los Ojos de Nuestro Dios.

Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: DadMe pues, alegría, Mis pequeños, compartideMe de lo vuestro. Si Yo, os alegro con tantas cosas que os doy y tenéis Mis cuidados en todo momento, dadMe la alegría de convidarMe de vuestro tiempo, quiero que, también, sea Mi tiempo.

Hijitos Míos, os he dicho que vuestra oración es buena, pero es mejor cuando la unís a Mis Oraciones. Yo, cuando estuve en la Tierra, le enseñé a orar a Mis discípulos, no solamente el Padre Nuestro; la oración, es el platicar Conmigo y ellos lo hacían y es algo que os pido a cada uno de vosotros: platicar, tomarMe en cuenta en todas vuestras acciones, llevarMe siempre en vuestro corazón, no platicarMe, solamente, cosas malas o innecesarias para vosotros. CompartidMe, también, lo bueno que hacéis; dadMe, también, las alegrías que vosotros recibís; llevadMe todo el tiempo en vuestro corazón, para que Mi Vida, también, sea la vuestra.

Yo habito en vuestro ser, pero os olvidáis, rápidamente, que Yo estoy ahí, con vosotros, Soy vuestro Huésped, pero no Me hacéis caso. ¿Qué sentiríais vosotros, si os invitaran a casa de un amigo vuestro o de una amiga de vosotras, pero no os hicieran caso, que nada más, a la hora de reunirse a desayunar o a comer, platicaran por un momento, pero después, se levantaran de la mesa y, el resto del día, ni siquiera, platicaran con vosotros? Os sentiríais mal, o ¿no?, diríais, “¿para qué me invitaron si no me hacen caso?, mejor me regreso a mi casa, a estar con los Míos”.

Y, así estoy Yo, en vuestro corazón. Vosotros Me habéis invitado, estáis bautizados, confirmados, hicisteis la Primera Comunión, algunos, ya hasta os casasteis. En todos ésos momentos, vosotros, Me invitasteis a estar en vuestro corazón, a veces oráis un momentito en la mañana, pero, el resto del día, Soy ése Invitado, al que no Le hacéis caso y Sufro porque estoy Solo, estoy Solo en vuestro corazón y es como si vosotros estuvierais en casa de esa amistad que os invitó; una casa grande, pero estáis solos, la casa estará muy bonita, pero nadie os platica nada y os sentís solos.

Así estoy Yo, vuestro Dios, en muchísimos corazones, Solo. No Me invitan para nada, no Me preguntan qué hacer, no Me convidan de sus acciones, Soy el Dios Olvidado, Soy el Dios que está en los corazones Solo.

DadMe pues, alegría, Mis pequeños, compartideMe de lo vuestro. Si Yo, os alegro con tantas cosas que os doy y tenéis Mis cuidados en todo momento, dadMe la alegría de convidarMe de vuestro tiempo, quiero que, también, sea Mi tiempo.

Gracias, Mis pequeños.