Oct 18_16 Vosotros veréis desastres, Yo veré unión de Amor.

Rosario vespertino.

Temas:

  • Vosotros sois la Luz del Mundo en estos momentos, Mis pequeños, es una Gracia muy especial que estoy derramando sobre vosotros, ser Luz entre las tinieblas que os están rodeando.
  • Vosotros gozaréis lo más bello del nuevo principio, ése será vuestro regalo, un mundo lleno del Amor que siempre quisisteis vivir.
  • Muchos quisieron ver estos cambios de recuperación de Mi Reino sobre la Tierra, y os tocó a vosotros, agradecédMelo, Mis pequeños, y agradeced por todos vuestros hermanos, que tendrán, también, esta Gracia.
  • DejadMe, Mis pequeños y no os arrepentiréis de vuestra decisión, esto es lo más grande que un alma puede tener, que la tome Mi Amor y la guíe Mi Voluntad y, con eso, llegaréis fácilmente a la Perfección, a la que estáis llamados.
  • Sí, os estoy prometiendo un Nuevo Mundo; una nueva constitución física y espiritual tendréis. Fuisteis creados para la perfección.

Mensaje de Dios Padre a J. V.

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Vosotros sois la Luz del Mundo en estos momentos, Mis pequeños, es una Gracia muy especial que estoy derramando sobre vosotros, ser Luz entre las tinieblas que os están rodeando.

Hijitos Míos, os he dicho que vuestra purificación la tenéis que padecer como penitencia a vuestros pecados. Yo no quisiera que vosotros sufrierais, porque Me habéis buscado y, por estar Conmigo, sufrís, pero, porque os atacan vuestros hermanos, porque os ven diferente, porque vosotros mostráis esa Luz, que, solamente, la pueden ver ciertas almas escogidas y que a los que viven en el mal, no les agrada.

Vosotros sois la Luz del Mundo en estos momentos, Mis pequeños, es una Gracia muy especial que estoy derramando sobre vosotros, ser Luz entre las tinieblas que os están rodeando.

Mucha maldad hay suelta a vuestro alrededor, pero Yo os he prometido que no os van a tocar. Vuestra misión es importantísima en estos momentos, porque muchos de vuestros hermanos están totalmente descarriados y vendrán a vosotros y, por eso, Yo he de derramar Mi Santo Espíritu sobre vosotros, para que os dé Sabiduría, Fortaleza, pero sobre todo, mucho Amor, para que podáis guiar a vuestros hermanos.

Ciertamente, Yo derramo Mis Bendiciones y Virtudes, abundantemente, sobre aquellos que llevan una misión muy especial, más difícil. Os voy preparando con el tiempo, para que aprendáis a conocerMe y luego Me podáis transmitir a vuestros hermanos en plena alegría, que eso es lo que necesitan una gran mayoría de vuestros hermanos, vivir en alegría.

Ciertamente, el estar Conmigo, os impone una obligación grande, que es la de amarMe, no por obligación, pero, al amarMe, vosotros debéis traerMe en vuestro corazón el más tiempo posible. Sé que las cosas del Mundo hacen que vosotros os distraigáis y eso va haciendo que mengüe vuestra atención hacia Mí, pero, con Mi Gracia, vosotros podéis estar, ya, Conmigo, prácticamente, todo el día, cuidándoMe, platicándoMe, compartiéndoMe,  o sea, teniéndoMe a vuestro lado. Esto lo necesito, Mis pequeños, porque, a pesar de Ser vuestro Dios, que Soy Omnipresente, hay tantas, tantas almas que no Me llevan con ellos. Estoy a vuestro alrededor, estoy en todo, pero, es una desgracia que, vosotros, los escogidos, los reyes de la Creación, creados por Mí, no Me tengáis en vuestro corazón, no Me toméis en cuenta, cuando todo lo he hecho por vosotros.

Ojalá entendierais esto más profundamente, Mis pequeños, para que os deis cuenta lo que Yo he hecho con vosotros y las obligaciones que tenéis para Conmigo, pero, Yo quiero que no sean obligaciones, en las cuales, vosotros os sintáis encadenados, como lo hace satanás. Os quiero en total libertad, pero que todo lo que hagáis por Mí, salga desde lo más profundo de vuestro corazón.

Os amo, Mis pequeños, manteneos Conmigo, Yo, os estaré cuidando en estos momentos de tribulación, no os preocupéis, pero dadMe alegría, Mis pequeños, sobre todo, porque muchas almas se van a perder en estos tiempos y Yo quiero tener vuestra alegría. Que vosotros Me agradezcáis, de corazón, lo que Yo hago por vosotros y que, lo que Me deis, salga desde lo más profundo de vuestro corazón, porque ahí es en donde Yo debo residir.

Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Vosotros gozaréis lo más bello del nuevo principio, ése será vuestro regalo, un mundo lleno del Amor que siempre quisisteis vivir.

Hijitos Míos, sabiendo satanás que le queda poco tiempo, está provocando que su maldad, se aumente por todos lados.

Los gobernantes de la Tierra entrarán en conflictos, queriendo satanás, que eso lleve hacia una guerra mundial, pero no lo logrará. Ya os he dicho, Mis pequeños, que vuestra purificación se dará con desastres naturales, para que os ayudéis los unos a los otros y que el amor renazca en vuestros corazones.

¡Estáis tan alejados de Mí, estáis tan alejados de vuestros hermanos! Hay luchas fraternas por todos lados y hasta en vuestras propias familias. Todo esto que os voy a dar, va a ser para que vosotros crezcáis en el Amor.

Mientras Mi Llama de Amor esté presente en vosotros, ésta se acrecentará con vuestras buenas acciones y, eso, es lo que voy a provocar en el Mundo, que vosotros viváis, que hagáis patente, en vuestras acciones, Mi Vida, o sea, que Yo esté en vuestras acciones, en todo lo que se va a necesitar. Que viváis pureza de intención, ayudándoos los unos a los otros, para recuperar vuestros hogares, vuestra familia y a todos aquellos que Yo necesito que vivan, que vivan plenamente Mi Amor, para empezar un Nuevo Mundo, con bases firmes en el Amor.

Vosotros, en este tiempo, os llenaréis inmensamente de Mi Amor y, esto, provocará un cambio muy grande en todas las almas que queden para empezar un Nuevo Mundo.

Recordad que Soy vuestro Dios y Yo tengo toda la Sabiduría en Mí. Os conozco perfectamente y voy a sacar lo mejor de vosotros en estos tiempos inmediatos, ya a venir. Vosotros veréis desastres, Yo veré unión de Amor.

Satanás os quiere destruir, pero Yo siempre saco un Bien de todo el mal que él provoca. Tuvisteis a Mi Hijo Jesucristo viviendo entre vosotros, os conoce perfectamente y Él llevará a la humanidad, a que se reconcilien Conmigo.

Habéis pecado demasiado contra Mí, vuestro Dios, contra vuestro Padre, vuestro Creador, y tuvo que bajar Mi Hijo como Redentor y, ni aun así, vosotros reconocéis ni agradecéis tantas bendiciones que heMos derramado para vuestro Bien.

Vosotros, los que quedaréis, la nueva generación, estaréis llenos de Mi Amor. Gozaréis, infinitamente, estos momentos, inmediatos, después de la tribulación, porque seréis transformados por Mi Santo Espíritu y, ciertamente, como va a ser el principio de una nueva generación y no habrá, prácticamente, maldad en vuestro corazón, como premio especial, tendréis eso, Mis pequeños, ser los iniciadores de la nueva generación, pero además conviviréis con un verdadero y gran amor que habrá en todas las almas. Almas que sufrieron, pero que, también, lucharon para que se diera este nuevo tiempo por venir.

Grandes momentos de vida espiritual tendréis, y con Mi Presencia entre vosotros.

No os imagináis, Mis pequeños, tantas bellezas que voy a derramar sobre vosotros. En Fe, agradecedMe todos los consentimientos que tendré para vosotros, todos los regalos espirituales y aún materiales que os daré, como la nueva vida que tendréis, que será un ejemplo de amor para futuras generaciones.

Vosotros gozaréis lo más bello del nuevo principio, ése será vuestro regalo, un mundo lleno del Amor que siempre quisisteis vivir.

Gozad, desde ahora, Mis pequeños, ésos momentos. Poco imagináis sobre ellos, porque no tenéis las capacidades para entender lo que os daré. Mucho, mucho tendréis y, como seréis los iniciadores, las Virtudes estarán en vosotros, en muy alto grado.

Mi Amor será vuestro y vosotros lo gozaréis inmensamente. Bendiciones, Gracias, Virtudes, todo, todo estará en vosotros en alto grado, porque, acabando de pasar toda la tribulación, vosotros, como almas escogidas, viviréis ésos momentos, grandes y bellos que os daré.

AgradecedMe de corazón lo que estéis viviendo y viviréis.

Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Muchos quisieron ver estos cambios de recuperación de Mi Reino sobre la Tierra, y os tocó a vosotros, agradecédMelo, Mis pequeños, y agradeced por todos vuestros hermanos, que tendrán, también, esta Gracia.

Hijitos Míos, vosotros, los que habéis sido escogidos para manteneros en este Mundo, después de la purificación, no temáis, os he dicho que Yo estaré en todo momento cuidándoos. He mandado a Mis Santos Ángeles para que os protejan de los ataques de satanás.

Vosotros, ciertamente, tendréis que trabajar mucho para recuperarMe almas para el Reino de los Cielos. Mucho trabajo tendréis, tanto físico como espiritual. Por eso, os he hablado de vuestra transfiguración.

Sé que vuestras edades no son las convenientes para esto, pero ahí es donde entra el Milagro de Mi Amor. Seréis transformados en cuerpo y alma, seréis fortificados en el espíritu, podréis lograr grandes cosas imposibles para como ahora vivís.

Manteneos en humildad, Mis pequeños, porque lo que viviréis, será grandioso, pero recordad que, los dones que Yo concedo, son de servicio y no para que vosotros crezcáis en soberbia. Os he ido trabajando por años, para que os deis cuenta lo que puedo hacer con vosotros y para los vuestros.

El servir a vuestros hermanos, es una Gracia muy especial que os la enseñó Mi Hijo Jesucristo, Él, Siendo Dios, vino a serviros. En el servicio, Mis pequeños, vosotros os vais santificando, y es algo que vosotros no debéis desperdiciar.

Prácticamente, no hay descanso para el que ayuda a los demás, pero Yo, todo eso, lo repongo dándoos Bendiciones especiales.

Quisiera deciros tantas cosas bellas de lo que tendréis, pero el hombre cae fácilmente en la soberbia y, por eso, necesitáis, primeramente, vuestra transfiguración, para que seáis, como dicen las Escrituras, que el hombre fue creado un poquito inferior a los Ángeles y, ahora, en estos tiempos por venir, se manifestará ésa Gracia y, por eso, deberéis estar preparados por Mí, vuestro Dios, para que no caigáis en soberbia.

Mis Ángeles, por su naturaleza y por Mis Bendiciones, pueden hacer grandes cosas y, si vosotros fuisteis creados ligeramente inferiores a los Santos Ángeles, también tendréis capacidades muy altas y muy diferentes a lo que ahora vivís.

A lo que voy, con todo esto, Mis pequeños, es para que vosotros, en humildad, aceptéis lo que Yo os voy a dar y no es para que vosotros os envanezcáis.

 

Yo quiero que Me veáis a Mí, vuestro Dios, en cada uno de vuestros hermanos y Yo estaré buscando la humildad en cada uno de vuestros actos, cuando ayudéis a vuestros hermanos en lo que necesiten. En la soberbia, el hombre cae, y deja de recibir, porque le haría más daño si Yo os concediera, todavía más, aun estando caídos. En cambio, aquellos que se mantengan en humildad, recibirán mucho más, porque podré confiar en ellos, pero como os decía, como seréis primera generación, después de la gran purificación, vuestros dones, vuestras capacidades, van a ser inmensas.

AgradecedMe, pues, Mis pequeños, que Yo os haya creado en estos tiempos, para que pudierais gozar el cambio que tendréis. Muchos quisieron ver estos cambios de recuperación de Mi Reino sobre la Tierra, y os tocó a vosotros, agradecédMelo, Mis pequeños, y agradeced por todos vuestros hermanos, que tendrán, también, esta Gracia.

Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: DejadMe, Mis pequeños y no os arrepentiréis de vuestra decisión, esto es lo más grande que un alma puede tener, que la tome Mi Amor y la guíe Mi Voluntad y, con eso, llegaréis fácilmente a la Perfección, a la que estáis llamados.

Hijitos Míos, pedidMe por los gobernantes de todas las naciones, para que satanás no los pueda manipular, como lo ha venido haciendo por años.

Vuestro Mundo debiera ser un vergel, si vosotros hubierais entendido y seguido lo que Mi Hijo os vino a enseñar. Él se dio en totalidad por vuestro Bien, vosotros, por respeto, por amor, debisteis haber seguido todo lo que Mi Hijo os vino a dar y, ciertamente, que os habéis perdido muchísimo, porque no Le abristeis, de par en par, vuestro corazón, a Mi Santísima Trinidad. Luego, a pesar de que os mandé a Mi Hija, la Siempre Virgen María, en Sus Apariciones en diferentes lugares, en diferentes años, para que vosotros, cambiarais con lo que Ella os Enseñaba, solamente, algunos, respondieron.

Va pasando el tiempo y se os olvidaron todas vuestras promesas, todo el Bien, que en ese momento hicisteis crecer en vuestro corazón, el viento se llevó todos ésos deseos buenos que en un momento quisisteis hacer, para agradarMe y agradar a Mi Hija, la Siempre Virgen María.

El hombre necesita que se le recuerde, continuamente, lo que debe hacer, porque se os olvidan hasta vuestras promesas que Me habéis hecho. Desde que empezasteis a conocerMe, son muy pocos, pero muy pocos, los que habéis respondido a Mi Llamado. Los que estáis buscando vuestra salvación, los que estáis preparando un nuevo Mundo para Mí, vuestro Dios, uníos, Mis pequeños, al Cielo y al Purgatorio, para que podáis hacer grandes cosas por vuestros hermanos.

Os repito, grandes cosas haréis para poder servirMe, dejaos mover, como Mi Hija la Siempre Virgen María respondió al Arcángel San Gabriel. Ese “Fiat” de Amor ese “Fiat” de donación absoluta, y quiero repetir, absoluta, cuando Ella dijo “hágase”, fue total nunca Me reprendió algo, siempre estuvo de acuerdo en todo lo que Yo Le pedía.  Son pruebas fuertes, Mis pequeños, pero, al final, os regalo con Bendiciones Infinitas, que solamente, pueden venir de Mí, en agradecimiento a vuestra donación.

Tratad, Mis pequeños, de vivir ese “fiat” absoluto que os enseñó Mi Hija, no os arrepentiréis. Mi Santo Espíritu os estará guiando en todo momento, entended que todo el Cielo está de vuestra parte, os está apoyando a cada uno de vosotros, para que llevéis a cabo la misión que os he encomendado, desde antes de vuestra concepción. Os donasteis para servirMe y bajar a la Tierra para la salvación de las almas, y para cambiar a este Mundo, al Amor.

Yo os agradezco tanto vuestra donación, pero, ciertamente, Me falláis la gran mayoría, pero os amo, infinitamente.

DejadMe, pues, Mis pequeños, que Yo os transforme, para que seáis ésos hombres nuevos de los que hablan las Escrituras, para que seamos Uno: Yo, viviendo perfectamente en vosotros. DejadMe, Mis pequeños y no os arrepentiréis de vuestra decisión, esto es lo más grande que un alma puede tener, que la tome Mi Amor y la guíe Mi Voluntad y, con eso, llegaréis fácilmente a la Perfección, a la que estáis llamados.

Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Sí, os estoy prometiendo un Nuevo Mundo; una nueva constitución física y espiritual tendréis. Fuisteis creados para la perfección.

Debéis entender, Mis pequeños, que cada uno de vosotros, fuisteis creados para una misión específica y no os debéis comparar unos con los otros, porque no hay punto de comparación, puesto que vuestra misión es diferente a la de vuestros hermanos.

Vosotros, trabajaréis, en lo particular, Conmigo, vuestro Dios, pero seréis ayudados por vuestros hermanos que os rodean, porque, ciertamente, en algún momento, deberéis entrar en contacto con ellos para que os complementéis para cumplir con vuestra misión más fácilmente.

Debéis entender que, al primero que necesitaréis, para cumplir vuestra misión, es a Mí, vuestro Dios, después, vienen vuestros hermanos y, esto lo hago, primeramente, Mis pequeños, porque Yo Soy el que tiene la Sabiduría absoluta, pero, luego, cuando vosotros trabajéis a la par con vuestros hermanos, se creará fraternidad, se creará amor entre unos y otros y esto os va a hermanar, como el pueblo Mío, que iniciaréis vosotros.

Os he dicho que vosotros y vuestras capacidades, se potencializan cuando actuáis juntos, por eso, os pido, en estos momentos, que empieza vuestra tribulación universal, os unáis y, de esta forma, produciréis grandes milagros de transformación, de purificación, de santificación.

Ahora os veis de una forma, en la cual veníais vosotros sufriendo en el deterioro de vuestro cuerpo y aún de vuestra alma. En la transfiguración que tendréis, empezaréis a renovar vuestro cuerpo, vosotros lo viviréis. Yo, vuestro Dios, llevaré a cabo ésa rehabilitación de vuestro cuerpo, con un crecimiento espiritual, también, altísimo. Lo que sois en estos momentos, ya no seréis más.

Sí, os estoy prometiendo un Nuevo Mundo; una nueva constitución física y espiritual tendréis. Fuisteis creados para la perfección. Ciertamente, todavía estaréis afectados por el Pecado Original, que os hará caer, posteriormente, no a vosotros, sino a las siguientes generaciones, que volverán a traicionarMe.

Por eso os he dicho que vosotros gozaréis de los momentos más grandes y más bellos de este cambio, los que seréis apartados de esta generación, mala y desobediente. Vosotros Me escogisteis a Mí, vuestro Dios, para ser el Guía de vuestra vida y Yo por eso, os he escogido, para que iniciéis un Nuevo Mundo, porque os amo.

¡Es tanto Mi Amor por vosotros, que por eso Me derramo en grandes Bendiciones!

Manteneos pues, Mis pequeños, aceptando todo lo que venga a vosotros en estos tiempos de tribulación. Trabajad, fuertemente, para que Mi Amor en vosotros, venza a las fuerzas de satanás, tanto en vosotros como en vuestros hermanos, a los que llame, para que convirtáis a las almas pecadoras en verdaderos hijos Míos. Tendréis también La Luz de Mi Santo Espíritu para que lo logréis.

Todo será renovado en Mi Amor, vuestro cuerpo físico, vuestro ser espiritual, todo será renovado porque os amo y Yo Mismo os renovaré, porque, vosotros, no lo pudisteis hacer por tanto pecado y tanta maldad que os rodeaba. Vengo en vuestra ayuda, entended esto, Mis pequeños, si Yo permitiera que satanás siguiera actuando contra vosotros, como lo ha venido haciendo, prácticamente, ningún alma se salvaría, a todas las llevaría a la muerte eterna, por eso, os vengo a rescatar ya, sois Míos y no quiero que sigáis sufriendo.

Habéis sido acrisolados, los que ya estáis marcados y que permaneceréis para el Nuevo Tiempo. He vivido vuestra fidelidad, aún a pesar de los ataques que habéis tenido. He visto vuestra Fe, que, a pesar de tantas cosas que os rodean, que os podrían desviar, para que creyerais en una u otra cosa que os llevara a una felicidad carnal, vosotros preferisteis la felicidad espiritual, teniéndoMe a Mí en vuestro corazón. Yo Soy el Único que os puedo Juzgar, porque conozco vuestro interior. Conozco todos vuestros actos, vuestros pensamientos, por eso os puedo Juzgar correctamente y, por eso, os voy a premiar u os voy a castigar con Justa Justicia. No habrá forma en la que vosotros, podáis reprenderMe por el Juicio que caerá sobre vosotros, Soy Justo y os daré lo que merecéis cada uno.

Lo que vosotros ganaréis y que os he prometido, no ha sido por vuestras acciones de uno, dos o tres años, ha sido por vuestras acciones de toda una vida. Sois almas que, prácticamente, Me tuvisteis toda vuestra vida en vuestro corazón y, quizá, sin que os dierais plenamente cuenta. Lo que hacíais, lo hacíais para Mí, os daba alegría hacer las cosas bien y, ahora que os digo esto, dádMe esas alegrías que Me pertenecen y que no Me habíais ofrecido y Me haréis feliz.

Por eso, en las Escrituras, se os dice que aquél al que se le dio poco y lo multiplicó, tendrá más, porque vosotros pasasteis la prueba, fuisteis acrisolados, se os confió una misión y la sacasteis adelante, con creces, por eso, ése poco que tuvisteis, ahora se os multiplicará, porque puedo confiar plenamente en vosotros, porque no Me vais a traicionar, porque seréis justos en vuestras decisiones, porque transmitiréis Mi Amor, porque lo habéis vivido y lo habéis gozado y lo compartiréis, porque querréis que vuestros hermanos también lo gocen.

Por eso, cuando obtengáis el premio que os daré, será como el de la mujer parturienta, se le olvidará todo el dolor del pasado, cuando ven al pequeño, al bebé de su vientre, ahora en sus brazos y, así, vosotros, estaréis gozando Mi Promesa, porque en Fe, os movisteis, actuasteis y amasteis. Por eso, os amo tanto, Mis pequeños, porque fuisteis fieles, porque, a pesar de que fallabais, os levantabais y Me seguíais amando y seguíais buscando vuestra perfección.

Gracias, Mis pequeños, por todo lo que habéis hecho por Mi Amor y porque lo habéis compartido con vuestros hermanos. Habéis movido almas a la conversión, les habéis dado Mi Alimento, el que Yo puse en vuestro corazón y, ahora, ellos lo gozan y también lo transmiten. Habéis logrado hacer una cadena de Amor, disteis lo que Yo os di y, al darlo, aquellos hermanos vuestros, también, lo han repartido. Cuando os presentéis ante Mí, conoceréis todo esto, todos vuestros actos, todo vuestro bien y gozosos estaréis con el gozo que Me habéis dado.

Gracias, Mis pequeños.