Oct 13_16 Orad por vuestros hermanitos que están siendo destruidos en cuerpo y en alma; los necesito

Rosario vespertino.

Temas:

  • Todo llegará a su debido tiempo y Yo os volveré a hacer esta pregunta cuando esté todo preparado, para que vosotros podáis entrar en acción, pero os vuelvo a recalcar esto: vuestra pregunta y vuestra respuesta, será en total libertad, sin presiones, sólo puro Amor habrá en la pregunta, la meditaréis y vuestra respuesta, también, deberá regresar envuelta de amor.
  • Orad, orad intensamente, por Mis pequeñitos, por los niños pequeños que están siendo atacados por satanás; él sabe cómo daña Mi Corazón al atacar a Mis pequeños, inocentes.
  • Os di mucho tiempo de Amor y Misericordia y no reaccionasteis, estáis ya, en tiempo de Justicia y seguís sin reaccionar y, ¿creéis que con sólo decirMe: “Señor, Señor”, os salvaréis? Juzgaos vosotros mismos.
  • Son momentos, en los cuales, vosotros os deberéis refugiar en Mi Corazón y en el de Mi Hija, la Siempre Virgen María, seréis cuidados por Nosotros y por los Santos Ángeles. Os he dicho, que los que estéis Conmigo, no seréis tocados, pero, satanás, causará mucho daño.
  • El crecimiento científico os ha llevado a hacer cosas peores que lo que tenían los habitantes de Sodoma y Gomorra, y por eso, los pecados de estos tiempos son peores a aquellos y vuestro castigo será peor que lo que tuvieron aquellos dos pueblos.

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

Primer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Todo llegará a su debido tiempo y Yo os volveré a hacer esta pregunta cuando esté todo preparado, para que vosotros podáis entrar en acción, pero os vuelvo a recalcar esto: vuestra pregunta y vuestra respuesta, será en total libertad, sin presiones, sólo puro Amor habrá en la pregunta, la meditaréis y vuestra respuesta, también, deberá regresar envuelta de amor.

Hijitos Míos, cuando Yo escogí a Mis apóstoles, conocía, perfectamente, el interior de cada uno de ellos. Conocía sus debilidades, sus aciertos, sus defectos, cualidades y cada uno de ellos fue escogido por una razón. Ellos, en total libertad, Me siguieron, algunos habían escuchado de Mí, otros no, pero Me siguieron. Ellos fueron moviéndose hacia el Amor, Me siguieron a Mí, conocieron el Verdadero Amor del Cielo, escucharon Mi Palabra, fueron creciendo en las Virtudes, pero, también, conocieron la maldad de aquellos del Templo.

La maldad, siempre va a estar a vuestro alrededor. Aquellos que Me siguen, como lo hicieron los apóstoles, se van transformando paulatinamente, a menos, que haya un Milagro específico. Yo voy guiando a las almas, poco a poco, para que vayan saboreando Mi Sabiduría, Mi Palabra y que vayan viviendo Mis Obras.

Os he dicho que aquellos que Me sigan, deberán ser otros Cristos y, ¿por qué os los digo?, precisamente, porque seréis transformados, como fueron transformados los apóstoles; esto es lo más grande que puede tener un alma en la Tierra, ser otro Cristo. Así, como el hijo de un padre famoso, él va absorbiendo, en su forma de ser, cualidades y quizá, también, defectos.

Así pasó con los apóstoles, fueron absorbiendo de Mí, Virtudes, Amor, Ejemplo, Vida Espiritual y, de esta forma, se volvieron otros Cristos. Luego viene la Efusión del Espíritu Santo en Pentecostés y les reafirma todo lo que ya habían aprendido de Mí, después de esos tres años de Evangelización.

La Sabiduría, Mis pequeños, es un Regalo inmenso que Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, concedeMos a las almas que la buscan, pero, recordad, Mis pequeños, que los dones que se os otorgan, no son para que presumáis de ellos, sino para que sirváis con ellos a vuestros hermanos y, en el servir, es en donde vosotros deberéis recibir vuestra paga. Salvar un alma, Mis pequeños, es de lo más grande que podéis vosotros hacer, aquí, en la Tierra y Yo lo pago, inmensamente, en el Reino de los Cielos.

Hay tantas almas engañadas por satanás y tan pocas las almas que desean Evangelizar, que, por eso, se pierden tantas almas, porque no hay suficientes almas que se quieran donar para Evangelizar.

En vuestro corazón queda la pregunta, que os hice hace poco, de que si estaríais dispuestos a dejar todo por seguirMe. Ciertamente, Mis pequeños, Yo no voy a hacer ningún daño en vuestra familia, no voy a apartar a alguno de vosotros cuando todavía la familia os necesita. Yo escogeré el momento y, además, prepararé el momento, para que vosotros ya no seáis necesarios en vuestra familia y podáis ayudar a tantos hermanos vuestros, alrededor del Mundo, necesitados de un cambio espiritual y de un crecimiento en vida Mía.

Sed otros Cristos, os lo he pedido muchas veces, en vosotros está el aceptar ésta petición Mía y, no es orden, Mis pequeños, es petición, porque Yo no obligo a las almas. PedidMe, Mis pequeños, que os podáis adentrar a Mi Corazón y que conozcáis las necesidades espirituales que existen alrededor del Mundo y, eso, quizá moverá vuestro corazón a que Me deis vuestro “sí” a seguirMe.

El seguimiento tiene que ser en la alegría, en la donación total. Yo no obligo, ya os lo he dicho muchas veces, debe haber alegría en vuestro corazón, con el simple hecho de saber que Me vais a servir a Mí, ayudando a vuestros hermanos a crecer espiritualmente.

Todo llegará a su debido tiempo y Yo os volveré a hacer esta pregunta cuando esté todo preparado, para que vosotros podáis entrar en acción, pero os vuelvo a recalcar esto: vuestra pregunta y vuestra respuesta, será en total libertad, sin presiones, sólo puro Amor habrá en la pregunta, la meditaréis y vuestra respuesta, también, deberá regresar envuelta de amor. Lo que contestéis, Mis pequeños, Yo lo aceptaré, porque saldrá de lo profundo de vuestro corazón. Solamente, meditad que con cuál respuesta, Me daréis alegría y podréis agradecer tantos favores que os he dado a lo largo de vuestra vida.

Gracias, Mis pequeños.

 

Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.

Sobre: Orad, orad intensamente, por Mis pequeñitos, por los niños pequeños que están siendo atacados por satanás; él sabe cómo daña Mi Corazón al atacar a Mis pequeños, inocentes.

Hijitos Míos, orad, orad intensamente, por Mis pequeñitos, por los niños pequeños que están siendo atacados por satanás; él sabe cómo daña Mi Corazón al atacar a Mis pequeños, inocentes. Su maldad es extrema, su odio hacia Mí, Infinito y, por eso trata de molestarMe de la peor forma y, una de ellas, es afectando el almita de Mis pequeños.

 

Os pido que reparéis por los pecados que se cometen contra ellos, os pido que oréis muchísimo, para reparar sus almitas dañadas por los adultos y, a veces, hasta de sus propios padres.

El niño es sencillo y obedece fácilmente, ellos van a tener un papel preponderante en estos tiempos.

Orad, Mis pequeños, para que intercedáis por ellos y recuperen la inocencia que han perdido y vuelvan a ser ésos pequeños, limpios, puros y los pueda enamorar con Mi Amor, para que den mucho fruto.

No os imagináis cuánto dolor Me causa la pérdida de la pureza de un niño pequeño. Satanás sabe dañar a Mi Corazón Sacratísimo.

Éstos pequeñitos, son parte de Mi Corazón, por eso os pido, Mis pequeños, que oréis mucho por vuestros hermanitos, son vuestros hermanos menores que están siendo destruidos en cuerpo y en alma; los necesito, Mis pequeños y, sobre todo, necesito inmensamente, a las almas escogidas para la Iglesia, para su crecimiento, pero dentro de la Fe y de las Enseñanzas.

¡Hay tantas almas qué salvar y tan pocas oraciones! ¡Ay, de aquellos que han tocado a estos pequeños y les han quitado su inocencia, su pureza y su amor hacia Mí!, su sufrimiento eterno será gravísimo.

Un alma vale muchísimo. Cuando vosotros hacéis de vuestros hijos, almas que Me amen y almas que den mucho fruto, ciertamente, vosotros recibiréis grandes regalos de parte Mía, cuando regreséis al Reino de los Cielos, pero no así, para aquellos, como os dije, que hayan destruido la inocencia, el amor de estos pequeñitos, porque sufrirán eternamente, de una forma muy dolorosa.

Orad, pues, Mis pequeños, por estas almitas, que, ciertamente, por vuestra intercesión y después de la Purificación, las transformaré, las haré olvidar toda ésa maldad con que fueron tratadas y serán renovadas, para que hagan una vida llena de Mi Amor. Amén.

Que Dios os Bendiga, Mis pequeños, os llevo en Mi Corazón, estáis Conmigo.

Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Os di mucho tiempo de Amor y Misericordia y no reaccionasteis, estáis ya, en tiempo de Justicia y seguís sin reaccionar y, ¿creéis que con sólo decirMe: “Señor, Señor”, os salvaréis? Juzgaos vosotros mismos.

Hijitos Míos, el Reino de los Cielos es para aquellas almas que Me aman, aquellas almas que durante su vida, en la Tierra, Me buscaron, que quisieron crecer espiritualmente, que hicieron todo lo posible para saber más de Mí y amarMe más, a pesar, de que tenían ataques de sus hermanos a su alrededor, porque Me seguían.

Así, como vosotros, los que estáis Conmigo, sois rechazados en este Mundo y, especialmente, por satanás, porque estáis en sus dominios, vosotros, al estar aquí y sentir ése rechazo, no os sentís a gusto, porque, los que están a vuestro alrededor, hablan de cosas muy diferentes y piensan cosas muy diferentes a lo que lleváis vosotros en vuestro corazón. Por eso os digo que, aquellos que no Me siguen, que no Me buscan, que no quieren saber de Mí, es que no me aman y, si llegaran al Reino de los Cielos, pasaría lo mismo que vosotros, los que estáis Conmigo, pasáis aquí en la Tierra. Si llegaran éstas almas, que no Me aman y estar ante puras almas que Me aman, no se sentirían a gusto, porque no Me conocen, no Me han vivido, no Me han transmitido, no son ejemplo de vida espiritual en la Tierra y menos, lo serían en el Reino de los Cielos.

Por eso, en las Escrituras, está escrito que, no todo aquel que diga: “Señor, Señor”, se salvará, porque, ciertamente, en los momentos difíciles que tendréis, muchos gritarán así y Yo les diré: “no os conozco”, y es una realidad, Mis pequeños; no os conozco, porque durante vuestra vida, no vinisteis a Mí, no Me buscasteis, no quisisteis seguir Mis Mandamientos, no fuisteis almas de ejemplo, pecabais y no os importaba arrepentiros, vivíais vida de pecado y de maldad, apartados de Mí y sólo por un momento de desesperación, gritáis, “Señor, Señor” y ¿con eso, creeréis que tendréis una salvación eterna?, no hicisteis méritos a lo largo de vuestra existencia, ¿qué premio podéis esperar?

Ciertamente, en el Diluvio, pasó algo similar. ¡Cuántos no se burlaron de Noé y su familia! Prácticamente, todos los que entraron en contacto con él, lo consideraban un loco, pero él se mantenía amándoMe y ofreciendo su misión, que, ciertamente, era difícil, por tanto ataque a su alrededor. Llegó el momento del Diluvio, las aguas crecieron y, cuando ya no hubo un lugar en donde resguardarse, ciertamente le gritaron: “piedad de nosotros, ábrenos”, cuando por años, lo atacaron, se burlaron de él.

Lo mismo sucede en estos tiempos, y ha sucedido en estos dos mil años, ¿cuántos, realmente, merecen el Reino de los Cielos? Os he dicho que seréis juzgados en el Amor. Si vuestro corazón no está impregnado de Mi Amor, no podréis entrar al Reino de los Cielos.

Son palabras duras, palabras difíciles, pero justas, os di mucho tiempo de Amor y Misericordia y no reaccionasteis, estáis ya, en tiempo de Justicia y seguís sin reaccionar y, ¿creéis que con sólo decirMe: “Señor, Señor”, os salvaréis? Juzgaos vosotros mismos.

Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: Son momentos, en los cuales, vosotros os deberéis refugiar en Mi Corazón y en el de Mi Hija, la Siempre Virgen María, seréis cuidados por Nosotros y por los Santos Ángeles. Os he dicho, que los que estéis Conmigo, no seréis tocados, pero, satanás, causará mucho daño.

Hijitos Míos, la maldad de satanás, ha hecho su parte, las almas que siguieron toda esta afectación de satanás, se van a ir apartando, ellas mismas, de la bondad que vaya surgiendo, también, de aquellas almas que Me han seguido y, sobre todo, que se han apoyado en Mi Amor y en Mi Sabiduría Divina.

Estáis viendo, ya, en vuestro mundo, la maldad, cómo empieza a gritar que quiere su parte, que quiere imponerse sobre lo que es correcto, sobre los valores, sobre las Virtudes de aquellas almas que permanecen Conmigo.

Se os había ya profetizado, desde hace tiempo, que vendría la división, las almas que están Conmigo y las almas que pertenecen a satanás. Van a ser momentos difíciles y dolorosos. Satanás quiere su parte, quiere imponerse, quiere mostrar su poderío, pero, como tantas veces os he dicho, no podrá, porque, el mal, nunca se va a imponer sobre el Bien, que viene de Mí.

Mucho dolor causarán éstas almas que están con satanás. Satanás es como un animal herido, que ataca, ya, sin importarle a quién ataca, porque está adolorido y quiere desquitarse con alguien y, así, causará mucho problema en todo el mundo. Son momentos, en los cuales, vosotros os deberéis refugiar en Mi Corazón y en el de Mi Hija, la Siempre Virgen María, seréis cuidados por Nosotros y por los Santos Ángeles. Os he dicho, que los que estéis Conmigo, no seréis tocados, pero, satanás, causará mucho daño.

Estáis viendo, ya, el caos, alrededor del Mundo y se va a ir incrementando, tanto con los desastres naturales, como por los ataques de satanás, a través de vuestros hermanos. Pero os he dicho que será, solamente, por muy poco tiempo y esto será para afianzar la Fe y el amor de los que están Conmigo y, para que les sirva de purificación y santificación, para que puedan entrar al Nuevo Reino que os estoy preparando, aquí en la Tierra.

Recordad, que, de todo mal que produce satanás, Yo, siempre, lo voy a contrarrestar con un gran Bien hacia las almas buenas, hacia las almas que están buscando su santidad, porque quieren estar Conmigo. Ciertamente, Yo no puedo dejar a las almas buenas sin protección, porque el poder de satanás, es grande, os he dicho, y os puede destruir, por eso os protegeré. Ciertamente, se llevará almas, pero las que están con él y que no han querido, de ninguna forma, responder a Mis Llamados de Amor, de conversión, de arrepentimiento. Os he dicho que Soy un Dios de Amor y de Misericordia, os busco, a pesar de vuestros pecados y de vuestra traición. Quiero vuestro arrepentimiento y vuestro regreso a Mí, pero, si no respondéis a Mis Ruegos, Yo no os puedo forzar a estar Conmigo, si no Me amáis.

Por eso os he dicho que, las almas que entrarán al Reino de los Cielos, son aquellas que verdaderamente Me aman, y no aquellas que solamente, gritan: “Señor, Señor”, por conveniencia.

Manteneos, pues, Mis pequeños, confiados en Mis Promesas, en Mi Misericordia y, aún, en Mi Justicia, porque si habéis permanecido Conmigo, Mi Juicio será favorable para vosotros. Ciertamente, si habéis estado Conmigo y Me habéis seguido, no temeréis al Juicio que tendréis, lo pasaréis, porque estáis Conmigo y Me amáis. El Amor no se obliga, el Amor viene de lo profundo de vuestro corazón, y si Yo estoy en lo profundo de vuestro corazón, no os puedo apartar de Mi Presencia, Me estaría negando a Mí Mismo, especialmente, porque Me estáis transmitiendo, Me estáis viviendo, Me estáis dando a los demás, sois Míos y Yo protejo a los que son Míos.

Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio. Habla Dios Padre.

Sobre: El crecimiento científico os ha llevado a hacer cosas peores que lo que tenían los habitantes de Sodoma y Gomorra, y por eso, los pecados de estos tiempos son peores a aquellos y, vuestro castigo será peor que lo que tuvieron aquellos dos pueblos.

En las Escrituras leéis que le temáis a aquél que pueda matar vuestra alma y, no tanto, vuestro cuerpo. Vosotros estáis aquí para servirMe, pero el servicio, Mis pequeños, os he dicho, debe darse en la libertad total.

Los que estáis Conmigo, ciertamente, tomáis éste servicio como obligación, pero una obligación de Amor, porque, sabéis que si cumplís, salvaréis a inmensidad de almas y, además, Me daréis un gran gusto con ello y Mi Premio hacia vosotros, será inmenso, en el Reino de los Cielos.

Felices estaréis, Mis pequeños, de haber trabajado para Mí, salvando almas, trayendoMe almas a vivir, realmente, porque mientras no estáis Conmigo, no estáis viviendo verdaderamente. Seréis transformados y conoceréis lo que es el Verdadero Amor, como el que tenían vuestros Primeros Padres, antes del Pecado Original. Lo que estáis viviendo ahora, es nada en comparación a lo que tendréis. Lo que vosotros ahora conocéis como alegría, como vida de amor, es muy diferente a lo que tendréis cuando todo sea purificado y santificado.

Yo Soy vuestro Dios y todo lo que veis ahora, no lo volveréis a ver. Estáis sufriendo, estáis, realmente, en un valle de lágrimas. Sufrimiento por todos lados, desamor, maldad, miedos, tribulación, eso no es Amor. Vuestros Primeros Padres fueron puestos en el Paraíso Terrenal, ¿acaso, lo que os está rodeando ahora, lo podríais clasificar, como Paraíso? ¡No, Mis pequeños!, satanás os hace ver que lo que ahora estáis viviendo, es lo que debéis vivir, pero, lo que estáis viviendo, está envuelto en pecado, en su maldad. Os está llevando, solamente, a gozar de los placeres del cuerpo y, desgraciadamente, hay muchas almas, alrededor del Mundo, que consideran que lo que estáis viviendo, es un paraíso.

Estáis viviendo puro vicio, carnalidad, sexo desenfrenado, pasiones llenas de suciedad, que llegan al Reino de los Cielos y que hacen que volteé Yo Mi Cara para otro lado. Sodoma y Gomorra eran menos perversas que lo que ahora estáis viviendo; el crecimiento científico os ha llevado a hacer cosas peores que lo que tenían los habitantes de Sodoma y Gomorra, y por eso, los pecados de estos tiempos son peores a aquellos y vuestro castigo será peor que lo que tuvieron aquellos dos pueblos. Preparaos, pues, Mis pequeños, porque Mi Justicia ya está sobre vosotros, ya está, sobre este Mundo, ya está sobre el Universo entero. Os he ido preparando a vosotros, los que estáis Conmigo, para que salgáis victoriosos de esta gran lucha; lo que es Mío, lo que es bueno, permanecerá, lo que está contaminado por satanás, desaparecerá.

Soy vuestro Dios y Yo consiento a los Míos, busco su bienestar y, sobre todo, premio vuestra Fe, vuestra entrega y vuestro amor a Mí.

Gracias, Mis pequeños.