Jul 26_06 Vosotros, no hacéis nada ni tratáis de luchar contra la serpiente antigua.

Rosario.

Temas:

  • Vuestra vista, vuestras intenciones deben ir dirigidas hacia la eternidad, no hacia un futuro cercano, sino hacia el futuro eterno.
  • Estáis a momentos en que el ladrón llegue sin avisar, así llegará Mi Justicia, sin avisar.
  • Momentos vendrán en que no encontraréis tan fácilmente un ministro que perdone vuestros pecados y es cuando valoraréis lo que ahora tenéis.
  • Hago un llamado a todos aquellos que son cabezas de pueblo.
  • Os dije que el mal iba a caminar por vuestras calles, está caminando con vosotros, porque en vosotros está.

 

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Vuestra vista, vuestras intenciones deben ir dirigidas hacia la eternidad, no hacia un futuro cercano, sino hacia el futuro eterno.
Hijitos Míos, esperad los acontecimientos con cierto gusto, a pesar, como os he dicho, de que todo se vaya a ver adverso a vuestro alrededor. Os he dicho que la purificación se dará con fuego, fuego que destruirá en forma material, fuego que destruirá en forma espiritual. Sí, ciertamente habrá éstos dos tipos de fuego, pero el fuego arrasa, destruye, quema, todo lo que es malo y el fuego vivifica, da aliento de vida, da salud espiritual, hace que el amor se inflame.

No todo es feo, Mis pequeños, no todo es malo y destructivo, siempre que hay un derrumbe, hay una nueva reconstrucción y ésa reconstrucción va mejorada, porque sabéis en qué se falló. El fuego que vendrá destruirá lo antiguo, lo pecaminoso, lo que ya no sirve, la maldad y se reconstruirá con bases amorosas, con bases virtuosas, con bases firmes en la Fe. Para que se vivifique, se tiene que sacrificar, por eso el fuego arrasará a buenos y a malos, el sacrificio de los buenos levantará de la maldad a los malos, os he dicho que ésta es una Ley Divina y Mi Hijo os lo mostró.

Así pues, Mis pequeños, vivid en la tranquilidad, porque si os toca morir a vosotros, aún siendo buenos, será un sacrificio de amor que vivificará a muchos de vuestros hermanos que viven en el error. Es una bendición que se os concederá para engrandecer el Reino de los Cielos, así que no temáis, porque os daréis por Mí, para Mí y estaréis así actuando como Mi Hijo se dio también por vosotros.

Ciertamente, Él es el Puro, el Santo, el Inmaculado, el Santísimo, vosotros no llegáis a ello, pero vuestra intención y vuestra donación se unirán a la de Mi Hijo y así es como alcanzaréis esa vida eterna, tanto para vosotros, como para vuestros hermanos.

Así pues, Mis pequeños, os vuelvo a repetir, no temáis y agradeced, ya desde ahora, todas las bendiciones que recibís y recibiréis en el futuro y en la eternidad. Sí, Mis pequeños, vuestra vista, vuestras intenciones deben ir dirigidas hacia la eternidad, no hacia un futuro cercano, sino hacia el futuro eterno.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Estáis a momentos en que el ladrón llegue sin avisar, así llegará Mi Justicia, sin avisar.
(Lenguas…), Mis pequeños, estoy en la Cruz, son Mis últimos momentos, sufro, sufro por el Pecado del hombre, he tomado sobre Mí todos los pecados de la humanidad, los pasados, los presentes, los futuros. Mi Ser sufre dolores insoportables, pero no tanto por lo que se le hizo a Mi Cuerpo, por el daño que se le hizo a Mi Cuerpo, sino por el dolor moral, espiritual, que Me causan vuestros pecados, los pecados de los hombres, especialmente aquellos que se han satanizado.

El demonio, la serpiente antigua conoce lo que más Me duele y allí, allí es donde Me ataca más, la inocencia, Mis pequeñitos, el ataque que le prodigan a Mis pequeñitos, a Mis hijos, a aquellos por los que regañé a los apóstoles, que estaban impidiendo que se acercaran a Mí, los pequeños, los inocentes.

¡Cuánto dolor Me causáis, Mis pequeños!, todos, todos vosotros, los adultos, que se aprovechan de la inocencia de Mis hijitos. Se os ha dicho que más os valiera no haber nacido ó que os pusierais una piedra de molino al cuello amarrada y os arrojarais al mar, por el mal que les habéis causado a los pequeñitos.

¡Cuánta maldad ha destruido almas inocentes!, habéis destruido vuestro futuro, por eso mismo todo tiene que ser purificado, purificado en el Amor, purificado en la Fe, purificado en las Enseñanzas que Yo os di.

Con vuestro actuar negativo habéis destruido a muchas almas que iban a hacer un bien grande entre vosotros, pero vuestra mediocridad espiritual tampoco ha hecho gran cosa para mejorar lo destruido. Vivís actuando en el mal, no queréis poner un “hasta aquí” a vuestra vida de pecado, de maldad, de destrucción espiritual y todavía, más aún, ésos brotes que iban a dar vida, los estáis destruyendo al alimentarlos malamente con ése ejemplo negativo, destructivo, que se da a través de los medios de comunicación y de vuestro propio actuar. Os dije que el mal iba a caminar por vuestras calles, que ya no lo ibais a poder detener. Soltasteis al mal, lo alimentasteis y ahora él os ataca, él os mata, él os destruye, él os separa de Mí y vosotros, no hacéis nada ni tratáis de luchar contra la serpiente antigua.

Por eso, Mis pequeños, los que estáis Conmigo, tengo que acudir a vosotros, cargad vuestro trabajo, tomad de Mi peso, compartid Mi dolor, para que podáis liberarMe de éste dolor en la Cruz. Yo ya veía toda ésa maldad y vuelvo a pedirle a Mi Padre “perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Actuáis así porque el mismo espíritu del mal os inspira ésa maldad en vuestro corazón, pero no os habéis dado cuenta realmente, la gran mayoría de vosotros, que actuáis en el mal, que el mal os ha convertido en instrumentos para hacerMe daño a Mí, vuestro Dios. Es un mal, un dolor que no os imagináis y vuelvo nuevamente, a repetir al Padre, “perdónalos Padre, porque no saben lo que hacen”, no sabéis lo que le estáis haciendo a vuestro Dios con vuestro mal actuar y si no permitís que entre a vuestro corazón Mi Bien, y con ése Bien vuestro arrepentimiento, vuestro dolor eterno, será muy doloroso, estáis a momentos graves de la humanidad y debéis entender, por lo que se os muestra a vuestro alrededor, que estáis ya viviendo los últimos momentos antes del Gran Cambio.

No os hagáis ciegos y sordos a Mi llamado, Mis pequeños, no os hagáis los desentendidos, porque os he dicho muchas veces que os amo infinitamente a pesar de vuestro pecado, pero va a ser vuestro arrepentimiento ó vuestra necedad de manteneros en el mal, lo que os va a dar el premio ó el castigo, vosotros mismos Le daréis respuesta en Mi Juicio. Yo respeto vuestro libre albedrío y vosotros mismos os acarrearéis el bien ó el mal, de acuerdo con vuestro actuar y a vuestra decisión, estáis a momentos en que el ladrón llegue sin avisar, así llegará Mi Justicia, sin avisar, os tomará desprevenidos, ¿cómo estaréis vosotros en ésos momentos?, os pregunto, ¿qué méritos habréis hecho para mereceros el bien?, ó ¿qué pecados, que no quisisteis pedir perdón, os llevarán hacia el mal?, en vosotros está vuestro futuro y Yo, sigo implorando al Padre que os perdone.

Mi Sacrificio y Mi Dolor son indecibles, son insoportables y más cuando veo vuestra respuesta y vuestro actuar, a pesar de haber recibido Mi Bien, un Bien Divino que habéis hecho a un lado, que estáis desperdiciando y que no queréis tomar para mejorar vuestra vida. Aquí estoy en lo alto, en la Cruz, sufriendo por vosotros, intercediendo por vosotros, amándoos a pesar de vuestra frialdad y de vuestro pecado.

Ése es el Fuego de Mi Amor que os quiere abrasar, que os quiere purificar, que os quiere llevar al arrepentimiento y hacia un cambio de vida total. El premio se logra con el trabajo diario, desechando todo aquello que daña Mi Corazón. Así también la condenación, os la vais ganando día a día, al actuar contra los principios del Amor.

Entended esto, Mis pequeños, porque ya no hay tiempo, os lleva tiempo cambiar vuestra forma de ser.

Así, pues, Mis pequeños, os repito, ya no hay tiempo, ¿tendréis el suficiente tiempo para que el ladrón no os arrebate a vuestra alma?

Os amo, Mis pequeños, entended y hacedle caso a éste llamamiento de Mi Amor, Mi Corazón abierto está por vosotros, entrad en Él, refugiaos de la maldad del mundo y alimentaos de Mí, de vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Momentos vendrán en que no encontraréis tan fácilmente un ministro que perdone vuestros pecados y es cuando valoraréis lo que ahora tenéis.
Hijitos Míos, si os dierais verdadera cuenta de lo que vale un alma. Si vosotros supierais lo que vale para Mí vuestra alma. Si os dierais cuenta de lo que el pecado hace en vuestra alma haríais lo que se lee en las Escrituras, os vestiríais de sayal, os pintaríais con ceniza, dormiríais en el suelo, haríais ayunos, penitencias, sacrificios, con tal de obtener nuevamente ésa Luz de la Gracia para vuestra alma caída en el pecado.

No os imagináis, Mis pequeños, el valor tan grande que tiene un alma, no os imagináis, Mis pequeños, el tesoro que es vuestra alma y que os he regalado. La pureza, la santidad, es invaluable, haríais todo lo posible, lloraríais lágrimas amargas para llamar Mi atención, para que Yo, vuestro Dios, Me moviera en compasión por vosotros, para que perdonara vuestros pecados.

Os habéis acostumbrado al bien que tenéis, a la facilidad de tener ministros Míos, de Mi Iglesia, que perdonan vuestros pecados y por eso, ya no lloráis vuestro pecado como debierais llorarlos, ya no hacéis penitencia por vuestro pecado para recuperar el perdón, como debierais hacerlo. De tal forma, tampoco os alegráis lo suficiente cuando Mi ministro os da la absolución de vuestros pecados, sería como hacer fiesta, por recuperar nuevamente el estado de gracia de vuestra alma.

Así es el hombre, desgraciadamente, no valora lo que Yo os doy, no valoráis la vida que tenéis en vuestra alma, no valoráis los regalos espirituales que Yo os doy, es algo que conoceréis cuando lleguéis ante Mi Presencia, ya sea para bien ó para mal, cuando estéis en vuestro Juicio personal ante Mí, vuestro Dios, es cuando os daréis cuenta del valor de vuestra alma, el bien que le ayudasteis a tener ó el mal con el cual le destrozasteis ése valor, ése tesoro que Yo os di.

Sed más conscientes con lo que Yo os he dado, Mis pequeños, para que cuidéis el estado de vuestra alma, en ése estado de salud espiritual, el estado de Gracia al que todos debéis llegar, manteneros y luchar por no perderlo. Cuidaos de los ataques satánicos, Mis pequeños, porque él os quiere quitar ése estado de Gracia, él sabe el daño que os hace y el daño que Me hace cuando vosotros perdéis vuestro estado de Gracia.

Momentos vendrán en que no encontraréis tan fácilmente un ministro que perdone vuestros pecados y es cuando valoraréis lo que ahora tenéis y que no habéis aprovechado. Meditad ahora, para que no caigáis después.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Hago un llamado a todos aquellos que son cabezas de pueblo.
Yo, vuestro Dios y Señor, el Rey del Universo, ahora, hago un llamado a todos aquellos que son cabezas de pueblo, a todos aquellos que tienen el poder de mandar sobre sus conciudadanos, aquellos reyes, presidentes, jefes de pueblos, que deben de regir a sus pueblos en justicia, en amor, en respeto.

Os digo, en el Nombre de Mi Hijo, así como Él le respondió a Poncio Pilato “tú no seríais quien eres, si el poder no se te hubiera dado de lo Alto”. Ahora os lo digo a vosotros, vosotros presidentes, reyes, gobiernos de la Tierra no serías lo que sois si el poder no lo hubierais recibido de Mí. Vuestro compromiso es grande, líderes del mundo, vuestra responsabilidad ante Mí, es inmensa, porque vosotros habéis recibido ése poder para mandar y si lo usáis para mal, si lo usáis para destrucción, grave pecado cometéis ante Mis Ojos y gran dolor recibiréis por vuestro actuar. La justicia que claman los que están siendo gobernados por vosotros llegará a Mis Oídos y vosotros recibiréis lo que merecéis. No os habéis dejado guiar por la Luz Divina del Espíritu Santo, la Única Luz que os iba a dar, tanto a vosotros, como a vuestros gobernados, el camino recto, seguro, para convivir ante los hombres y poder llegar ante Mí y de ésta forma, poder unir los Cielos con la Tierra, por la virtud a la que debierais haber llegado como pueblos de Dios. Os habéis vuelto pueblos rebeldes, como el antiguo pueblo de Israel y, vosotros, gobernantes, por no haber guiado a vuestro pueblo según Mis Designios y sí de acuerdo a vuestros designios ó por designios satánicos, recibiréis el pago a vuestro error, a vuestra maldad.

Se os ha dado un poder que habéis desperdiciado, que lo pusisteis a órdenes de falsos ídolos y no acudisteis a Mí, vuestro Dios, para buscar guía segura para atraerlos a Mí, llevasteis a vuestros pueblos hacia la maldad, hacia la destrucción espiritual, porque no impedisteis que la maldad satánica no entrara en la mente y en el corazón de vuestros gobernados, al no impedir la concupiscencia que se os da a través de los medios de comunicación. Habéis destruido moralidad y espiritualidad, porque vosotros mismos no fuisteis ejemplo entre los pueblos, habéis llevado a vuestros gobernados a la guerra y a la destrucción, al hambre, a la peste, a la miseria, porque vosotros mismos no acudisteis a Mí, para vivir en virtud, en justicia, en equidad. La maldad se apoderó de vuestro corazón y vosotros mismos no quisisteis apartaros de ella, vuestra maldad será juzgada y las almas de aquellos a los cuales afectasteis, que matasteis, porque no les quisisteis tender la mano, con el poder que Yo os concedí, están clamando justicia, ésa justicia os aplastará y os matará eternamente, conoceréis el averno, al cual llevasteis en vida a muchos de vuestros gobernados.

Mi Justicia está pronta por caer sobre la Tierra, es cuando vosotros mismos pediréis, como se dice en las Escrituras, que las montañas os cubran, para que no veáis Mi Justicia, pero no podréis apartaros de ella, os la habéis ganado porque no escuchasteis a tiempo Mi llamado, hicisteis a un lado todo lo que se os pidió, preferisteis actuar en el mal, en la injusticia, en el pecado, buscasteis vuestros propios intereses y no los de vuestro pueblo, intereses que eran los Míos, para hacer de éste pueblo la Tierra entera, un pueblo en el cual se viviera los Mandamientos que Yo os di y el Amor que Mi Hijo os enseñó.

Reparad el daño, si podéis, el tiempo ya es muy corto, arrepentios, arrepentios, Yo, vuestro Dios, el Rey del Universo os lo pide.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Os dije que el mal iba a caminar por vuestras calles, está caminando con vosotros, porque en vosotros está.
Hijitos Míos, seréis verdaderamente muy necios, muy tercos o la maldad ya os ciega completamente y no permite que Mi Gracia penetre en vuestro corazón, si en realidad no os dais cuenta de cómo la maldad ya os está cubriendo, prácticamente en totalidad. Os he dicho que la maldad ya ha cubierto prácticamente al mundo entero.

Repasad los Mandamientos que Yo os di a través de Moisés, repasad uno por uno, meditadlos y veréis cómo a vuestro alrededor tenéis ya todo lo contrario, toda la maldad, que con los Mandamientos Yo os estaba tratando de evitar. Vosotros los habéis hecho a un lado de vuestra vida y ahora todo ése pecado, toda ésa maldad, que ha salido de vuestro corazón, por apartaros de Mis Leyes, de Mis Decretos y de Mi Amor, os están atacando, el mal ha tomado las riendas de la Tierra, ha tomado las riendas de vuestra vida, ¿qué esperáis pues, Mis pequeños de vuestro futuro, si vosotros mismos estáis apoyando éste mal que os rodea y que os está acabando?, ¿qué queréis para vuestros propios hijos?, ¿qué queréis para lo que debe ser Mi Reino sobre la Tierra?

Vosotros debéis hacer un cambio de ciento ochenta grados a vuestra vida, debéis oponeros a todo ése mal que os está destruyendo, no os dais cuenta ó no queréis daros cuenta de cómo os está ahogando satanás en ése fango maldito. Ved, ved cómo actuáis vosotros mismos en la mediocridad, en el pecado, día a día, vosotros mismos os aprovecháis de la maldad que os cubre, que os rodea, para aprovecharos de ella y sacarle jugo para vuestro bien.

Eso es lo que os han enseñado los que vinieron antes que vosotros y vosotros, en lugar de detener a toda ésa maldad, a toda ésa corrupción, vosotros os aprovecháis de ella para vuestro bien, un aparente bien que lograréis por actuar en ése mismo pecado y en ésa corrupción, porque realmente, lo que mal se obtiene, no se goza ni da buenos resultados.

Estad pendientes de lo que vosotros hacéis, de lo que pensáis, de lo que habláis, minuto a minuto, segundo a segundo; actuad en el bien impidiendo que el mal siga cundiendo entre vosotros. Si os dije que el mal iba a caminar por vuestras calles, está caminando con vosotros, porque en vosotros está, no lo podréis detener, porque vosotros mismos no queréis detener vuestro actuar, vuestro propio actuar. Vosotros estáis infectando a otras almas, con el mismo mal. En lugar de actuar en la virtud, en lugar de actuar en el amor, en lugar de actuar en la justicia y en la rectitud, vosotros mismos os involucráis en el mal que se os ha enseñado y al cual no le queréis poner fin.

No os quejéis pues, de lo que os sucede a vuestro alrededor, si vosotros mismos sois coparticipadores de éste mal y vosotros mismos estáis enseñando a los vuestros.

Meditad pues, y pedidMe a Mí la fortaleza, el valor, la sabiduría, la entereza, para detener todo ése mal en vuestra propia persona, con vuestro propio actuar, con vuestra propia vida.
Gracias, Mis pequeños.