Jul 22_06 Aprender a ver, en todo lo que sucede en vuestra vida, Mi Presencia Viva.

Rosario.

 

Temas:

  • Fuisteis creados en el Amor, para producir Amor y habéis detenido ésa Mi obra en vosotros.
  • Contad Conmigo en todo momento y veréis cómo vuestra misión se vuelve fácil.

 

 
Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Fuisteis creados en el Amor, para producir Amor y habéis detenido ésa Mi obra en vosotros.
(Lenguas…). Hijitos Míos, debéis aprender a ver, en todo lo que sucede en vuestra vida, Mi Presencia Viva, Mi Presencia Santa, Mi Presencia purificadora, Mi Presencia santificadora. Vosotros fuisteis afectados por el Pecado Original, pero inmediatamente fuisteis bendecidos con Mi Misericordia Infinita.

Sí, Mis pequeños, el hombre cayó, pero en ése momento Mi Gracia empezó a darse por todos vosotros. Desde el Principio de los Tiempos, el hombre fue cuidado, no dejé que el mismo satanás os destruyera completamente. La naturaleza caída tiende al mal, Mi Gracia Infinita, os levanta en todo momento, siempre y cuando vuestra voluntad esté unida a la Mía. Yo os he dado oportunidades infinitas, incontables, a lo largo de la existencia del hombre, para que vosotros entendáis ésta problemática, ésta situación, en donde las almas pueden escoger entre el Bien ó el mal.

Aquellos que buscan estar en el Bien, que su corazón está abierto hacia la perfección, hacia la santidad, hacia la vida de la Gracia, entienden Mi mensaje, saben esclarecer, entre todos los acontecimientos de la vida del hombre, cómo Yo estoy actuando para ayudaros a cada uno de vosotros a volver a ése estado inicial de Gracia. Aquellos que están ciegos y sordos a Mis llamados a ésa perfección a la que el alma debe tender, ellos se quedan apartados por su libre albedrío, no les interesa vivir en la perfección ni en la donación de su ser.

Sí, Mis pequeños, el hombre se vuelve egoísta, el hombre se sataniza, el hombre cae en pecado y muchos de ellos no desean ni siquiera voltear a verMe para implorar Mi Misericordia y Mi Perdón, y el hombre se vuelve instrumento de satanás cuando: no quiere estar Conmigo, cuando no quiere cumplir su misión, cuando no quiere entrar en la familia, cuando no quiere estar en el rebaño escogido.

Sois así, Mis pequeños, porque no queréis poner nada de vuestra parte, queréis seguir siendo consentidos y en ése consentimiento, os apartáis de Mí. Os he hablado de la madurez espiritual, pero para llegar a ella, debéis poner de vuestra parte, debéis luchar, debéis tomar ése camino angosto del sufrimiento, del trabajo, de la donación, del sudor, de las lágrimas y muchos, muchos de vosotros no queréis daros por Mí y por vuestros hermanos, por eso la humanidad está como está y lo estáis viendo ahora.

Os he repetido tantas veces esto, Mis pequeños, pero el hombre es necio, como el pueblo escogido. Estáis viendo guerras, estáis viendo la maldad alrededor del mundo, estáis viendo cómo las fuerzas de la naturaleza os atacan, estáis viendo destrucción de entre padre a hijos, hijos a padres, adultos con menores. ¿Qué esperáis pues, Mis pequeños?, ¿qué esperáis de vuestro mundo?, si vosotros no queréis poner de vuestra parte, si queréis seguir siendo inmaduros consentidos y no queréis poner de vuestra parte, Yo no puedo obligaros si vosotros no os dais, si no cambiáis, si no os sacrificáis, si no trabajáis para que se dé entre vosotros el Reino de los Cielos que os vino a mostrar Mi Hijo, ¿qué esperáis, pues, Mis pequeños?

Ya Mi Hijo os lo dijo, “buscad primero el Reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura”, estáis viviendo una irrealidad, buscando la añadidura, pero, peor que eso, en lugar de buscar la añadidura estáis buscando lo pecaminoso, porque en la añadidura se os da lo que necesita el hombre para vivir dignamente como hombre sobre la Tierra y vosotros habéis caído muy bajo, a vicios, a destrucción moral y espiritual, allí ya no hay ni añadidura, os habéis rebajado a peor que animales.

¿Qué esperáis pues, Mis pequeños, de vuestra vida futura y de la de los vuestros?, os vuelvo a repetir, Yo no puedo actuar si el hombre no Me lo permite en su vida.

Debéis daros cuenta antes de que sea demasiado tarde, pero para ello debéis trabajar, trabajar en vosotros mismos, destruir toda ésa carnalidad perversa que se ha introducido dentro de vuestro corazón y cuando hagáis esto, Mis pequeños, devolveréis a vuestra humanidad la Gracia, el perdón, Mi Misericordia y la purificación. Ésta purificación que se tiene que dar, porque vosotros no merecéis lo que estáis viviendo, no fuisteis creados para ello, pero sí fuisteis creados en el Amor, para producir Amor y habéis detenido ésa Mi obra en vosotros, para darla al mundo entero.

Entended, Mis pequeños, os vuelvo a repetir, entended antes de que sea demasiado tarde.

Orad, entrad a vuestro corazón, encontrad vuestro ser y veréis y veréis cómo está realmente. Yo os ayudaré en vuestra recuperación, confiad en Mí, Yo todo lo puedo, los Milagros vienen de Mí, pero tienen que darse a partir de vuestra Fe, usadla, Mis pequeños, usad la Fe para vuestra recuperación.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Contad Conmigo en todo momento y veréis cómo vuestra misión se vuelve fácil.
Hijitos Míos, en el actuar del hombre, todo está encaminado hacia el triunfo. Vosotros entrenáis como atletas, para lograr un triunfo después de una competencia; la madre después de nueve meses tendrá su triunfo, por haber cuidado en su vientre a ése pequeño bebé que se ha ido desarrollando poco a poco; los científicos estudian, experimentan, hay un propósito y cuando lo logran, gozan ése triunfo.

Ciertamente, habéis sido llamados todos vosotros para el triunfo final, todos vosotros tenéis la oportunidad de alcanzar la victoria al final de vuestro paso sobre la Tierra. Se os da la oportunidad, y la misión, para que vosotros luchéis arduamente, con amor, ayudados por todos Nosotros, en el Reino de los Cielos, para que vosotros podáis cumplir con vuestra misión y lograr el triunfo. Todo triunfo exige trabajo, exige dolor.

Mis pequeños, os pido que luchéis fuertemente contra todas las adversidades que se os presenten en vuestra vida. Hay un ser, satanás, que, al perder el Reino de los Cielos se propuso detener en vosotros ésa posibilidad del triunfo eterno, porque éso os daría a vosotros gozo y que fue lo que él mismo perdió.

Las adversidades para lograr el triunfo, son muchas, pero contáis con Mi Gracia, contáis con Mi Poder, contáis con Mi Amor.

Estad Conmigo, Mis pequeños, entrad al grupo de los triunfadores, contad Conmigo en todo momento y veréis cómo vuestra misión se vuelve fácil. Ciertamente sentiréis el trabajo, el sudor, las lágrimas, pero se alivianará vuestra cruz estando Conmigo, compartiremos juntos el trabajo y lograremos al final el triunfo eterno que gozaréis junto Conmigo.

Venid, venid, Mis pequeños, dejad que Yo os acompañe a lo largo de vuestra vida, dejadMe ser vuestro Compañero de trabajo, Yo, sufrí por vosotros, conozco cómo se vive en la Tierra, conozco las adversidades y Yo, como Hermano Mayor vuestro y Dios vuestro, os puedo llevar a la perfección y al triunfo eterno, contad Conmigo en todo momento y no os arrepentiréis y veréis cómo gozaremos la eternidad en Mi Gozo, en el Gozo Divino.
Gracias, Mis pequeños.