Jul 06_06 Es la gran lucha, el Armagedón, la maldad contra el Bien Supremo.

Rosario vespertino

 

Temas:

  • Si vosotros, los que supuestamente debéis ser luz ante vuestros hermanos, os presentáis ante ellos vencidos, Mis pequeños, ¿con quién voy a contar en éstos tiempos?
  • Si vosotros, los Míos, no detenéis con paz, con humildad, con amor, ¿quién lo va a hacer por Mí, Mis pequeños?
  • No dudéis, porque en vosotros está esa fuerza que se tiene que dar para que Mi Presencia se manifieste en estos momentos.
  • Vosotros mismos, en grupos y luego de grupo a grupo, debéis uniros, si no es en lo físico, lo haréis en lo espiritual.
  • Todos tenéis capacidad de salvación si entráis en humildad y Me llamáis.
  • Debéis manteneros, no solamente en la unión fraterna de la Tierra, sino sabiendo que contáis con la fuerza Celestial.

 

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo a  J. V.

 

Ofrecimiento, Habla Dios Padre,
Sobre: Si vosotros, los que supuestamente debéis ser luz ante vuestros hermanos, os presentáis ante ellos vencidos, Mis pequeños, ¿con quién voy a contar en éstos tiempos?
(Lenguas…), hijitos Míos, Mis pequeños, Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, os he anunciado de múltiples formas los sucesos que se darán alrededor del mundo, a través de profetas locales o profetas mundiales, tenéis el conocimiento de lo que sucederá.

Mis pequeños, Soy vuestro Padre y vuestro Dios, Yo voy cuidando a los Míos y los Míos van cuidando a sus hermanos, todos vosotros sois Mis hijos. Ya se os había dicho que una lucha se tenía que venir, no localmente, sino mundialmente, se está luchando contra las fuerzas de satanás, es la gran lucha, el Armagedón, la maldad contra el Bien Supremo.

Mis pequeños conocéis los acontecimientos, conocéis la maldad que se está dando, no son tiempos en que vosotros, los que habéis sido escogidos, “tiréis la toalla”, como decís, no son tiempos en que vosotros mismos os sintáis decepcionados, asustados, deprimidos, no Mis pequeños, éstos son tiempos de lucha, en donde, vosotros, los escogidos, son los soldados bien equipados, sois vosotros, los que poseéis en pleno la Luz del Espíritu  Santo, sois vosotros los escogidos, en los que he derramado grandes Bendiciones para que las podáis poner a Mis Pies, ahora que la lucha empezará más fuertemente.

Mis pequeños, ¿por qué os desanimáis?, ¿por qué teméis?, ¿por qué os ponéis nerviosos, si sois parte de Mí?, Yo, vuestro Dios os estoy tomando para que defendáis los Bienes del Cielo y entre los Bienes del Cielo están las almas, todas las almas.

Lo único que quiero de vosotros es vuestra total sumisión a Mi, a Mi Amor, a Mi Poder, a Mi Fuerza, para que podáis vosotros ser verdaderos instrumentos de la Fuerza Divina. Entended bien esto, Mis pequeños, vosotros sois instrumentos de Fuerza Divina, vosotros sois instrumentos materiales, físicos, pero que lucharéis contra fuerzas físicas y espirituales.

Yo, por Mi lado, tengo Mi Ejército Celestial, Angelical, que luchará a la par con vosotros, a niveles espirituales y Angelicales. La lucha va a ser muy fuerte y vosotros estáis Conmigo, ¿por qué teméis?, vuelvo a repetir, Yo estoy con vosotros, Yo Soy el Triunfador, Yo tengo todo en Mi, en Mi Poder. El demonio está vencido, pero la Fuerza Divina se tiene que hacer patente entre vosotros, para que así, muchas almas que dudan, al ver el triunfo, vuelvan a Mí, ésa es vuestra misión, vivir para Mí, vencer la maldad. Tomad de Mí todo lo que necesitéis, dejadMe a Mi que Me derrame sobre vosotros, tomad Fuerza de Mi, en los momentos en que vuestra debilidad sea grande, en todo momento contáis Conmigo Mis pequeños, ¿por qué dudáis?, ¿por qué no confiáis en Mi, vuestro Dios?, ¿por qué os dejáis vencer por las fuerzas pequeñas de satanás, cuando tenéis todo Mi Poder y podéis tomarlo para vuestro bien y el de vuestros hermanos?

Venid a Mí, dejadMe a Mí, vuestro Dios, que Yo os llene, que Yo os colme, que Yo os alimente, que Yo os sane.

Estáis en estos momentos de la humanidad porque Yo así lo quise, estaréis gozando de grandes Bendiciones y Milagros, porque Yo así lo quise, estáis en el momento del límite del mal, para que se presente el Bien Supremo nuevamente a la humanidad porque Yo así lo quise. Es una Gracia especial que os he concedido a las almas de éste tiempo y sobre todo, las que entienden el momento, como vosotros, una Gracia especial para vosotros, porque Yo así lo quise.

¿Cuál es vuestro temor?, vuelvo a preguntar, el hombre es necio, el hombre es indeciso, el hombre es terco, el hombre es desconfiado, ¿por qué desconfiáis de Mí, que Yo no miento?

Venid a Mí, pues, Mis pequeños, venid confiados, sumisos en el Amor, dóciles a Mi Palabra y a Mis deseos, no os dejéis envolver por el ambiente, vosotros no sois de éste ambiente, no pertenecéis ya a éste mundo de maldad, habéis sido escogidos para luchar contra ésas fuerzas que os rodean, ¿por qué teméis, Mis pequeños?, ya os lo había dicho, ya habíais sido preparados para esto y os dejáis envolver, no os dejéis seducir por ésa maldad que está corrompiendo a muchos corazones.

Venid a Mí, para que Yo os alivie, para que satanás no os atormente más. Paz, paz debe haber de pleno en vuestro corazón, paz, confianza, vida Divina debe anidar en vuestro corazón.

Si vosotros, los que supuestamente debéis ser luz ante vuestros hermanos, os presentáis ante ellos vencidos, Mis pequeños, ¿con quién voy a contar en éstos tiempos?, no os deis por vencidos, estáis Conmigo, Nosotros venceremos, porque tenéis Mi Vida en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre:
Si vosotros, los Míos, no detenéis con paz, con humildad, con amor, ¿quién lo va a hacer por Mí, Mis pequeños?
Mis pequeños, la paz, la paz es lo que Yo os pedía para vuestros hermanos y para vosotros mismos, es un deseo que debe existir en vuestro corazón. La paz es celestial, la paz permite al hombre mantenerse en estado de salud espiritual, aún moral, física, social. La paz es la que os acerca al Reino de los Cielos.

Yo vine a traer paz al mundo cuando todo era tiniebla, maldad, desorden. Sin la paz, Mis pequeños, vosotros perdéis la cordura, erráis, os movéis erráticamente y así no podéis actuar en la verdad.

Cuando vivís en la paz, os podéis llamar hijos de Dios, porque la paz es un signo Divino para los hijos de Dios.

Vivid pues, Mis pequeños, en la paz, que solamente os la puedo dar Yo, pedídMela, vividla y transmitidla a vuestros hermanos, para que podáis vosotros producir un ambiente de paz a vuestro alrededor.

Ciertamente es difícil, para aquellos que no están Conmigo, vivir la paz y transmitirla, pero vosotros, los que habéis sido escogidos, -y más que haber sido escogidos-, en el “fiat” que Me disteis, Me disteis vuestro consentimiento para que Mi Paz, Mis Virtudes y Mi Amor vivieran en vuestro interior.

Vuestros hermanos, los que no quieren tener Mi Paz, ni vivir en virtud ni en amor, causan muchos problemas, porque ellos se vuelven instrumentos de satanás, pero no los ataquéis, como satanás os ataca a vosotros, debéis vivir en paz y a pesar del ataque, debéis contraatacar con amor. Por eso, Mi Hijo os dijo que debierais poner la otra mejilla, esto quiere decir que, a pesar del ataque, vosotros respondierais con paz, llevando armonía, porque la guerra, genera guerra, la destrucción, os lleva a destrucción. Vosotros, al dar la otra parte de vuestra cara, la otra mejilla, hacéis que vuestros enemigos, -que no debieran ser así, porque son vuestros hermanos-, recapaciten y ése acto de paz vuestro va a hacer que muchos entiendan que lo que están haciendo, es malo.

Detened pues, la maldad con la paz, devolved amor, llevadlos a entender que no se puede vivir en la maldad, en el ataque, que todos necesitáis la paz para sobrevivir, sobrevivir en un mundo que se encuentra ya en tinieblas, tinieblas de maldad, tinieblas satánicas que estáis ya viviendo y padeciendo. Si vosotros, los Míos, no detenéis con paz, con humildad, con amor, ¿quién lo va a hacer por Mí, Mis pequeños?
Gracias, gracias por escuchar Mi llamado.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: No dudéis, porque en vosotros está esa fuerza que se tiene que dar para que Mi Presencia se manifieste en estos momentos.
Hijitos Míos, a los apóstoles los envié de dos en dos para predicar, para llevar el Evangelio, para ser ejemplo, del Ejemplo que Yo les di. Ellos estaban llevándoMe a sus hermanos, ellos llevaban Mi Presencia en su interior, los demás Me veían actuar a Mí, Cristo Jesús, en ellos. Yo era en ellos, Yo les dije a ellos que podían hacer grandes Milagros, grandes obras, curaciones, sanaciones y aún, hasta devolver la vida a los muertos. Les di Mi gran Poder y Yo Mismo prometí que aquellos que Me siguieran iban a poder hacer lo que Me habían visto hacer y aún mayor, esto os lo he repetido varias veces para que estéis confiados en que lo podréis hacer en el momento oportuno.

Mis pequeños, éstos son momentos en los cuales los milagros se tienen que empezar a dar, pero el milagro se da cuando hay Fe, cuando hay Fe en el corazón del hombre, cuando cree en su Dios, cuando cree en Mis Palabras, cuando cree en la Vida que debe llevar internamente y ésa Vida Soy Yo. Cuando hay Fe en verdad sabiendo que se puede lograr lo que es prácticamente imposible, ahí es donde Me muestro Yo, a través del pequeño, del sencillo, del confiado, del que es como niño, ahí es donde se puede mostrar perfectamente Mi Presencia, Mi don, el don Divino.

No dudéis, Mis pequeños, no dudéis, porque en vosotros está ésa fuerza que se tiene que dar para que Mi Presencia se manifieste en éstos momentos y en los momentos próximos futuros, para que deis ejemplo de Mi Vida, de Mi Presencia, de Mi Ser, en vosotros y a través de vosotros. DadMe pues a los demás, mostradMe a los demás, dejadMe que Yo, vuestro Cristo Jesús, pueda caminar, vivir, hablar, entre vosotros, entre vuestros hermanos, dejándoMe que, en vuestra humildad, se muestre Mi Divinidad.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Vosotros mismos, en grupos y luego de grupo a grupo, debéis uniros, si no es en lo físico, lo haréis en lo espiritual.
Hijitos Míos, Mis pequeños, quiero recordarles, nuevamente, lo que ya os había dicho anteriormente y que lo necesitaréis ya en éstos momentos, que la unión hace la fuerza. Vosotros mismos, en grupos y luego de grupo a grupo, debéis uniros, si no es en lo físico, lo haréis en lo espiritual. Continuamente os deberéis estar así, asistiéndoos unos a otros, pidiendo ayuda, unos a otros, en lo espiritual.

Vosotros aún no conocéis lo que se puede lograr en lo espiritual, pero pedidlo, pedídMelo y Yo iré acomodando todo, para que ésa fuerza de oración os vaya protegiendo, os vaya fortaleciendo, os vaya guiando a cada uno de vosotros.

Manteneos así, unidos, como os he pedido y todos unidos en Mí, en Mi Fuerza, en Mi Poder, para que todos estéis protegidos y toda ésa fuerza de oración dé los frutos que Yo deseo que se den en éstos momentos, porque Yo estoy con vosotros y Yo voy guiando los acontecimientos. Sabéis que todo lo que se da, nada sucede por casualidad, si Yo estoy permitiendo algo en vuestra vida, en vuestra localidad, en vuestro país ó en el mundo entero, lo estoy permitiendo para vuestro bien, porque de todo, siempre, que aunque parezca malo, Yo sacaré un bien.

Tened confianza, esperad el bien que vendrá y ayudadMe, Mis pequeños, unidos, unidos en un solo corazón, en un solo pensamiento, en una sola voluntad, en un solo deseo, en una sola meta, llevar a todos, todos vuestros hermanos, actuales y futuros hasta el Bien común, que es el Reino de los Cielos. Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Todos tenéis capacidad de salvación si entráis en humildad y Me llamáis.
Hijitos Míos, así como satanás se ha dedicado a transmitir error, maldad, mentira entre todos vosotros, en vuestra sociedad, en el mundo entero, Yo, como Padre amoroso, no Me puedo quedar cruzado de brazos ante tal error y maldad, a donde os quiere llevar satanás.

Yo os amo, a pesar de vuestro pecado, os amo a pesar de vuestro error, porque Yo Soy ése Padre amoroso que busca a Su creatura, como a la oveja perdida que Mi Hijo os dio en la Parábola. Vosotros valéis mucho, mucho para Mí, vuestro Dios y salgo a buscar a la oveja perdida, a la oveja enferma, a la oveja que ha caído y se ha degradado en el pecado.

No, Mis pequeños, Yo no Soy ése Dios que olvida a Su creatura, como muchos Me quieren hacer ver ante los demás, Yo estoy atento siempre al clamor de Mi hijo, del caído, del necesitado, del que busca aliento, apoyo, aquél que está buscando una luz en el camino, cuando todo se le ha vuelto obscuro y no le llega ayuda de nadie. Para Mí, vuestro Dios, no hay seres inservibles, seres de los cuales ya pueda Yo decir “no tienen salvación”, todos tenéis capacidad de salvación si entráis en humildad y Me llamáis, solamente se necesita que entréis en vuestro corazón, que os deis cuenta del error en el que habéis caído y el que habéis transmitido, porque la vida de cada uno de vosotros no se vive en lo oculto, en lo particular, vosotros estáis ante los ojos de vuestros hermanos en pequeña ó gran población y el ejemplo que deis, afectará a otros.

Así, pues, Mis pequeños, Yo voy ayudándoos y voy ayudando a todos aquellos que han sido afectados en el pecado y hasta de vuestro mal ejemplo. Recapacitad, retomad vuestra vida, pedidMe ayuda  humildemente, Mis pequeños, y tendréis todo de Mi parte. Yo quiero levantar al pecador, Mi Hijo vino por los enfermos, no por los sanos, el más enfermo es el que más necesita de Mi ayuda. Así pues, no os encerréis en vuestro pecado creyendo que estáis perdidos y que no tendréis salvación ni perdón, no es verdad, Mis pequeños, Yo Soy el Dios de la Bondad, el Dios del Perdón, el Dios de la Vida y Yo puedo dar la vida espiritual, así como Mi Hijo os mostró que Él podía dar la vida física también.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Debéis manteneros, no solamente en la unión fraterna de la Tierra, sino sabiendo que contáis con la fuerza Celestial.
Hijitos Míos, ciertamente la gota que cae y cae y cae, puede hacer mella en una roca dura a lo largo del tiempo, tardará meses, años, siglos, pero logra su cometido. Si una gota se une a otra gota y éstas se unen a otra gota y así se van uniendo, crearán una fuerza muy grande y así veis las olas del mar, cómo las olas pueden llegar a ser destructivas, por ésa fuerza tan grande que poseen, porque son muchas gotas. Una gota hace su cometido, pero se tarda mucho, muchas gotas también logran el objetivo en menos tiempo.

Os he dicho y lo sabéis que la unión hace la fuerza y os lo he pedido. Debéis manteneros, no solamente en la unión fraterna de la Tierra, sino sabiendo que contáis con la fuerza Celestial, debéis uniros también a las Fuerzas Angelicales para la lucha que se tiene normalmente, día a día, la que cada uno de vosotros libráis en lo personal, pero también con la que libraréis a nivel mundial, o podríamos decir, universal.

Debéis uniros, manteneros en ésa lucha, lucha contra las fuerzas del mal, pero no solos, Mis pequeños, unidos. Se necesitaría mucha Gracia, de parte de vosotros, para poder vencer las fuerzas satánicas pero si vosotros mismos lo sabéis con humildad y lo aceptáis así, que no podréis luchar vosotros solos, entonces debéis uniros para poder resistir a ésas fuerzas angelicales negativas, malas, que desde el Principio de los Tiempos lucharon contra Mi Amor.
Ahora lo van a hacer nuevamente, pero ahora existís vosotros, los seres humanos, en los cuales Me apoyo, junto con las Fuerzas Angelicales para vencer la maldad. Ved el honor tan grande que tenéis, si antes la lucha fue solamente en lo espiritual, de Fuerzas Angelicales buenas contra malas, ahora ya estáis vosotros también, pequeñas creaturitas Mías, unidos a las Fuerzas Angelicales buenas contra la lucha de la maldad y de aquellos de vuestros hermanos que se han volcado hacia el mal.

Unidos, unidos venceremos en ésta lucha tremenda que dará como resultado el principio de una nueva etapa, de una nueva era, era de paz y de Amor, que vosotros mismos diréis que valió la pena sufrir, luchar, para poder obtener ésa belleza que desde ahora y desde hace mucho os estoy prometiendo que se dará.

Gozad pues, ésos momentos, Mis pequeños, dejad a un lado las preocupaciones de la Gran Lucha y empezad a gozar de ése gran regalo que os he prometido, y que se dará con vuestra donación, y sobre todo con vuestro amor y  docilidad, que quiero que Me deis en totalidad.
Gracias Mis pequeños.