Abr 10_06 No veáis la realidad que estáis viviendo como normal.

Rosario

 

Mensaje de Dios Padre a J. V.

 

Primer y único Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: La maldad que ha sembrado por todos lados la veis ya en forma normal.
Hijitos Míos, os prevengo en éstos tiempos para que no caigáis en la “normalidad”.
El demonio se ha encargado de ello, la maldad que ha sembrado por todos lados la veis ya en forma normal y ésta normalidad no debe llegar ni a vuestra mente ni a vuestro corazón, porque en el momento en el que veáis toda ésa maldad como normal, habréis ya sacado Mis Leyes y Mis Preceptos fuera de vuestro corazón, de vuestra mente y de todo vuestro ser. Al momento en que caigáis en ésa normalidad, estaréis ya actuando en el pecado y seréis ya parte de los planes de satanás.

Por ello, Mis pequeños, deberéis pedirMe que os dé la valentía suficiente para que podáis luchar contra toda ésa maldad que os quiere aplastar.

Mis pequeños, estáis viviendo una corrupción espiritual y moral tremendas, esto no puede pasar desapercibido ante los que se llaman Mis hijos, ante vosotros los que Me seguís, los que tratáis de luchar contra el mal y contra el pecado. El espíritu de discernimiento que debéis pedirMe, os debe marcar los límites entre lo normal, que veis ahora pero que es pecaminoso y entre lo virtuoso, que viene de Mí.

Mis pequeños, debéis luchar por lo que es Mío, que es lo vuestro. No debéis dejaros arrastrar, como os dije, por ésta maldad. Satanás a través de los medios de comunicación, a través de aquellos personajes a los cuales vosotros acudís a ver, ya sea, a través de películas, teatro, a aquéllos a los cuales queréis de alguna forma, los toma, para que después sean ellos mal ejemplo y sin que os deis cuenta caéis en sus redes. ¡No!, Mis pequeños, deberéis prevenir todo esto, pedid por vuestros hermanos que están siendo atacados por satanás y sus secuaces.

El discernimiento Divino os irá indicando el camino que deberéis tomar y lo que deberéis decir ante vuestros hermanos, para hacerles ver Mi realidad Divina que deben seguir los hijos de Dios.

Apartaos, Mis pequeños, de todo aquello que puede ensuciar vuestra mente y vuestro corazón, no caigáis en su juego, juego maldito que os llevará a la condenación eterna. No por quedar bien con vuestros hermanos, que ya cayeron en ésa destrucción espiritual, vosotros les sigáis el juego con toda ésa maldad en la cual ya ellos han caído y os están llevando a ello.

Os vuelvo a pedir, Mis pequeños, no veáis la realidad que estáis viviendo como normal, es una anormalidad que os está invadiendo. Tened cuidado y luchad contra ella, con las virtudes, con la pureza y con Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.