Rosario
Temas:
- No tenía por qué rebajar Mi Misión a tratar de vivir en la Tierra para dejar una estirpe humana, como muchos lo quieren hacer ver así.
- Os pido aprendáis a disculpar de corazón.
Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: No tenía por qué rebajar Mi Misión a tratar de vivir en la Tierra para dejar una estirpe humana, como muchos lo quieren hacer ver así.
Hijitos Míos, Yo, como Hijo del Dios Verdadero, vuestro Hermano, Redentor de todo el género humano, aceptando la Voluntad de Mi Padre, con todo Amor, sobre todo, con el deseo de regresaros a todos vosotros al Reino Celestial, vine a levantar a la humanidad caída en el Pecado.
Mis pequeños, el Pecado de Origen, cometido por vuestros Primeros Padres, es un Pecado Espiritual, es un Pecado que, aún siendo espiritual afectó a la Creación en su materialidad. Quiero hacer hincapié nuevamente en todo esto para explicaros lo que estáis padeciendo y padeceréis en vuestro futuro inmediato.
Mis pequeños, al ser afectado lo material por lo espiritual, viene la división de mentalidades. Tenéis a aquellos que tratan de vivir dentro de la espiritualidad, llevando todo hacia el bien y, tenéis a aquellos que se mantienen en la materialidad, creyendo tener en la materialidad su bien y haciendo a un lado lo espiritual, llevan todo hacia el error y hacia el pecado.
Os he dicho que el Espíritu Santo habita en vosotros y vosotros, en vuestro libre albedrío, podéis escoger entre éstas dos opciones: mantenerse en lo espiritual afectando todo hacia el bien ó mantenerse en lo material, dejando todo tal y como está, en lo malo y llevando no solamente vuestra alma, sino la de muchos, a vivir en lo material y ya el demonio se encargará de llevaros hacia ésa profundidad pecaminosa, de donde no podréis salir, si no regresáis a lo espiritual.
Así como el Pecado fue un acto negativo en lo espiritual, un acto destructivo espiritualmente hablando, que también afectó lo material, Yo, como Hijo del Dios Verdadero, vine a daros toda una Evangelización espiritual, para que se pudiera ir renovando la humanidad entera, afectada por el Pecado, tanto en lo espiritual como en lo material y de ésta forma se fuera dando, lo que vosotros debéis hacer actualmente: vivir en lo espiritual para afectar lo material. Ésa es la división entre el trigo y la cizaña que estaréis viendo ya en vuestro mundo, porque se irá marcando cada vez más en aquellos que viven para Mí, para vuestros Dios y en aquéllos que vivirán para el mundo, destruyendo lo Mío y manteniendo ésos valores espirituales negativos que no os van a llevar a nada.
Mis pequeños, con esto os quiero decir que Yo, como Dios, vine a la Tierra a levantaros, vine a traeros una Evangelización espiritual. Yo no tenía el porqué venir a fundar una vida carnal. Ése no fue el propósito Divino, fundar un linaje, Mio humano-Divino, como muchos lo quieren hacer ver así, dejar un estirpe Divina en lo humano. Lo que os vine a dar es una vida Divina para levantaros a vosotros en lo espiritual y afectar luego lo material. Aquellos que quieren ver Mi Vida, nada más en lo físico, en lo material, y se van acomodando a sus intereses falsos, nefastos, materiales, afectándoMe a Mí, en Mi Divinidad.
Yo, al venir del Reino de los Cielos, viviendo en una Pureza y una Santidad que aún no conocéis, no tenía por qué rebajar Mi Misión y a tratar de vivir de en la Tierra para dejar una estirpe humana, como muchos lo quieren hacer ver así y que solo os están llevando hacia el error. No, Mis pequeños, no existe tal.
La vida, que os vine a dar, es espiritual y es la misma que ahora vosotros tenéis y que vosotros compartís en Divinidad, precisamente por tomar y vivir las Enseñanzas que Yo os vine a dar. La riqueza que poseéis, es riqueza espiritual, y por eso se os ha dicho tanto que no busquéis la riqueza material, porque os podéis desviar y acabaréis como ellos, los que os están seduciendo y los que os están dando falsedades a seguir, cuando Yo, como Dios no tengo necesidad para ello.
Vosotros, por vuestra falta de Fe, fácilmente caéis en el error, porque todavía las riquezas del mundo os atraen y, muchas veces más que las riquezas espirituales. Yo, que vengo del Reino de los Cielos y que Vivo en la riqueza espiritual, no tengo para qué tomar las materiales, cuando todas ellas son Mías y no las necesito y menos, estando ya afectadas por el Pecado, como ahora están. En Mi Divinidad, en Mi Pureza y en Mi Santidad, no tengo por qué mezclarMe y rebajarMe hacia el Pecado, como así Me están queriendo mostrar en la actualidad.
No, Mis pequeños, Mi Misión es infinitamente más elevada que ello y a eso habéis sido llamados todos vosotros, hacia la perfección espiritual, y, por consecuencia, mejorar todo lo material que está a vuestro alrededor.
Os vuelvo a repetir la frase de los Evangelios, la frase que tenéis en las Sagradas Escrituras “aquél que sea sabio, que entienda”.
Mis pequeños, los ataques se irán incrementando día a día, acercáos a ésa vida espiritual que Yo os he enseñado, para que no caigáis en las mentiras de satanás, que os llevarán a la destrucción espiritual. El trigo y la cizaña se irán diferenciando cada día más. Tened cuidado, Mis pequeños, cuidad de vuestra espiritualidad y la de los vuestros, no os dejéis engañar. La Verdad es una y Yo os la vine a dar.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Os pido aprendáis a disculpar de corazón.
Hijitos Míos, os pido aprendáis a disculpar de corazón. Cuando vosotros actuáis de ésta forma, sabiendo disculpar a vuestros hermanos de sus errores, estáis realmente viviendo a nivel Divino.
Cuando alguien está lleno de amor en su corazón, cuando conoce la fragilidad, cuando conoce la mediocridad espiritual en la que vive el género humano, sabe disculpar, porque uno mismo es causa también de ésos males. No os podéis poner en la posición de santos, de perfectos, de aquéllos en los cuales el pecado no les puede hacer mella en su corazón, todos vosotros sois frágiles, todos vosotros necesitáis de Mí, vuestro Dios, para poder vencer las tentaciones y la maldad que os rodea. Si no vivís en ése estado de Caridad, disculpando a vuestros hermanos por el error cometido, viviríais en soberbia y eso os haría peores que a vuestros hermanos a los cuales estáis acusando de algún mal.
La Caridad, la comprensión, os van a llevar al crecimiento espiritual y, sobre todo, a crecer en el amor hacia vuestros hermanos y hacia vosotros mismos.
Sed comprensivos, sed amorosos, aprended a perdonar, para que Yo también os perdone a vosotros, porque si vosotros no actuáis en la Caridad y en el Amor hacia vuestros hermanos, Yo, vuestro Dios, no os puedo pagar con la misma moneda.
Debéis vosotros de dar ése ejemplo de Mi Vida en vosotros, porque si Yo Mismo os enseñé eso a través de Mi Hijo, que Él disculpó, que Él sanó, que Él revivió a aquellos que vivían en el pecado, vosotros debéis hacer lo mismo. Si queréis misericordia, vivid también en la misericordia.
Gracias, Mis pequeños.